Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 15 de febrero de 2013

Astillero- Los zapatismos en un mundo que se desmorona-México SA

Astillero
(Re)Juegos internos
Hank y el nuevo PRI
¿Perdimos, Manlio?
Citas en el Issste
Julio Hernández López
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RELACIONES DIPLOMÁTICAS. El secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda y Juan Manuel Gómez Robledo, subsecretario de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, durante una comida con el cuerpo diplomático acreditado en México
Foto José Carlo González
Hoy deberá saberse si Jorge Hank Rhon decide participar como precandidato en el proceso priísta de selección de abanderado para buscar la recuperación del poder estatal en Baja California. Hasta ahora, las apariencias han apuntado a que el beltronista Fernando Castro Trenti sería el aspirante oficial único, supuestamente a partir de una instrucción pinolera central y con base en un acuerdo que entregaría al dueño del Grupo Caliente una cuota de candidaturas, entre ellas la correspondiente a la presidencia muncipal de Tijuana, el asiento de su feudo.
 
Cuando se conoció la supuesta postulación negociada de Castro Trenti (quien solicitó licencia a la diputación federal que ha ejercido en la mayor cercanía política con Manlio Fabio Beltrones, como antes lo hizo en el Senado) se produjo también una oleada de comentarios mediáticos que ensalzaron una hipotética sabiduría política del Dedo Restaurado que, a pesar de las relaciones estrechas que ha tenido con el hankismo (emblemático, tutorial, aspiracional), preferiría sacrificar sus simpatías personales al aceptar la condición de impresentable del exótico Jorge y empujar a Castro Trenti hacia una postulación ajena a escándalos mayores en los planos nacional e internacional, relacionada incluso con segmentos del panismo, que pareciera encaminarse a una derrota más (aunque ésta con el ingrediente de significar la pérdida de lo que fue el punto de arranque del crecimiento concesionado del PAN, con Ernesto Ruffo Appel como primer abono) e inequívocamente cedida al grupo que le peleó la candidatura presidencial al propio Enrique Peña Nieto, el beltronismo que aun jugando con las reglas del sistema mantiene resistencia al estilo frívolo y desmadejado del peñismo en sí y a la voracidad y rudeza de los muy señalados grupos que han tomado control paralelo de la plaza.
 
Sin embargo, Hank Rhon alistaba ayer la documentación necesaria para solicitar su registro como precandidato, en un giro que significaría desobediencia y reto para el jefe real del priísmo, el ocupante actual de la silla presidencial (lance que pondría en riesgo al imperio tijuanense construido a partir de los favores y disimulos del priísmo pinolero) o un juego engañoso en que el dueño del equipo de futbol profesional denominado Xoloitzcuintles de Caliente, cumpla un rol de aparente rebeldía, desate un proceso de falsa democratización (con el peso del dinero y el apoyo de los intereses calientes como factores verdaderos de resolución) y termine ganándose una candidatura que Los Pinos le había regateado, pero que tendría un final feliz (¿Perdimos, Manlio, le diría el Dedo Decisorio al sonorense en caso de que sea avasallado Castro Trenti?).
Jugar en Baja California a la democracia interna de tres colores en tiempos del regreso del peor de los priísmos clásicos al poder federal conlleva riesgos no sólo de apariencia, sino de equilibrios entre los grupos que sustentan al peñismo. La figura de Jorge Hank Rhon es, ciertamente, la más popular pero no la más saludable: útil para fines electorales si sólo se pensara en estos, pero muy difícil de sustentar como rostro de un priísmo presuntamente modernizado, sujeta a vaivenes diplomáticos y policiacos en la relación con Estados Unidos y delatora sin excusa de la verdadera textura y vocación políticas del régimen atlacomulquense.
 
La alternativa de Castro Trenti tampoco está exenta de ribetes sombríos y preocupantes, de tal manera que ni siquiera la expectativa de una alternancia regresiva, como sería la del PRI recuperando Baja California, ofrece a los habitantes de aquella castigada entidad una esperanza fundada de mejoría. El panismo ha agotado sus posibilidades políticas, demostrando aplicadamente una incapacidad de gobierno que entre corrupción, indolencia, insensibilidad y mediocridad ha consumido más de dos décadas. Hoy, el PRI tiene todas las presidencias municipales y el control del congreso local, mientras el gobernador formal, José Guadalupe Osuna Millán, mata el tiempo en espera de terminar su periodo.
Astillas
 
Raúl S. Morales Solís, especialista en administración del agua B en la Comisión Nacional del Agua, relata: Mi esposa Lourdes Camacho acudió a consulta de medicina familiar a la clínica Moctezuma del Issste, en el Distrito Federal, para solicitar sea enviada a recibir consulta de especialidad en urología y el 8 del mes en curso recibió la cita, programada para la mencionada especialidad para el 30 de enero de 2014 en la clínica Leonardo Bravo, ubicada detrás del Hospital General Regional Zaragoza. O sea que mi esposa tendrá que soportar su padecimiento por 357 días para que el Issste le dé su primera cita de especialidad. A su hijo, Ian Aymar Morales Camacho, de siete años de edad, le fue mejor, pues fue programado para consulta de otorrinolaringología para el 29 de agosto del presente año. Es decir, solamente esperará 210 días para ser atendido. De ambos casos fueron enviadas a esta columna las solicitudes de servicios de referencia y contrarreferencia, con los datos específicos y un recuadro especial junto a las fechas programadas para las consultas: “Asistir 20 minutos antes en el área de archivo de la clínica de especialidades ‘Leonardo Bravo’ con pase original y estudios para confirmación de cita en el mismo día de su consulta”. Es terrible que demore tanto la atención del Issste en los casos mencionados y es tragicómico pensar en que 20 minutos antes de una cita, que tardará casi un año en cumplirse, le puedan salir al paciente con que por cierto papeleo no está confirmada... En Guerrero la inseguridad pública empuja a la creación de más cuerpos de policías comunitarias y en Morelos la tentación crece, a pesar de la enjundia declaratoria en contra del cada vez más entrampado Graco Ramírez... Y, en tanto Francia se declara lista para ayudar al gobierno mexicano a crear la famosa gendarmería, ¡hasta el próximo lunes, mientras este tecleador acepta que ha llegado el primer aniversario de la muerte de la autora de sus letras, María López Soria!
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Los zapatismos en un mundo que se desmorona

Víctor M. Toledo
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El mundo que se desmorona es la civilización industrial, sostenida por cuatro pilares: a) la competencia, no la cooperación, entre individuos, empresas, países; b) los mercados dominados por la lógica capitalista, que permiten procesos ilimitables de acumulación, centralización y, sobre todo, de acumulación de riqueza (monopolios); c) el uso predominante de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón y uranio); y d) la ciencia y la tecnología como instrumentos de control y poder. En conjunto, estos cuatro mecanismos generan un modelo que dilapida la naturaleza y explota el trabajo humano. Estos cuatro soportes siguen siendo postulados ciegamente por el neoliberalismo, y reproducidos, extendidos y ampliados por la mancuerna formada por el poder político (partidos y gobiernos sin distinción ideológica) y el poder económico (mercados, empresas, bancos, corporaciones). La crisis de civilización enfrenta ya problemas graves en todas las esferas, alcanza los espacios geopolíticos centrales (Japón, Europa y Estados Unidos) y, lo que es más preocupante, se niega a aceptar que se encamina hacia el colapso. De aquí al 2050 la población llegará a 9 mil millones, el petróleo se habrá agotado (y seguirán el gas y el carbón), la producción de alimentos será insuficiente y los efectos del cambio climático, amplificados y acumulados, serán, para decir lo menos, de severos a catastróficos.
 
En una entrega anterior ( La Jornada, 31/1/13) ofrecimos revisar desde una perspectiva ecopolítica el papel que juegan tanto el (neo) zapatismo del EZLN como ese otro zapatismo representado por miles de proyectos alternativos que se originan como resistencias frente a la depredación neoliberal. Ambos coinciden en que son procesos emancipadores que afirman y sostienen (en diferentes grados) el poder social, es decir, la autogestión local y/o regional en territorios concretos. Ambos muestran cómo salir del capitalismo, para utilizar la frase del filósofo francés André Gorz. Si los cinco caracoles han logrado mantenerse en un extenso territorio de Chiapas por fuera de los procesos hegemónicos de carácter político, económico y sociocultural, resulta por igual interesante que en al menos otras 16 regiones del país existan procesos autonómicos que sin ser explícitamente políticos se mueven en función de valores similares. Estos procesos de autonomía social se caracterizan por rasgos tales como la organización colectiva, la asamblea como instrumento supremo para la toma de decisiones, las prácticas productivas orientadas por el respeto a la naturaleza, la conservación de la biodiversidad, el rescate de la cultura, la acumulación social de capital, la creación de bancos, cajas de ahorro populares, mercados justos y orgánicos, la autodefensa. Una revisión de este otro zapatismo, más de 2 mil proyectos o experiencias con diversos grados de avance, permite distinguir 12 objetivos que implementados logran crear territorios liberados:


Hoy, transformación social, significa salvamento, porque vivimos una crisis de la supervivencia de la humanidad, del planeta y de la vida misma. Y esto no se logrará por las dos vías habituales: la electoral o la llamada violencia revolucionaria. La democracia representativa se ha vuelto ya inoperante dado el deterioro, corrupción e ineficacia de las instituciones. La vía violenta es inviable frente a los gigantescos poderes militares de los estados. Entonces “… si no es posible cambiar al mundo, cambiemos de mundo”. Sólo el poder social o ciudadano ejercido en los territorios, primero a pequeña escala y después expandido por la suma de espacios geopolíticos, logrará la transformación necesitada. Como sucede ya en otras partes del mundo, este proceso inédito de carácter ecológico político va ganando reconocimiento dentro de un novísimo pensamiento crítico. Ahí están los movimientos en India basados en el swadeshi de Gandhi, los cientos de ciudades del movimiento transition towns en Europa y otros sitios; las trayectorias populares guiadas por el buen vivir en la franja andina, y especialmente el caso de Cuba, que se ha vuelto un experimento societario de punta porque, más allá del régimen, ha logrado remontar el colapso energético (ver: www.youtube.com/watch?v=Vj_DV5ltdes).lAS ) En México los zapatismos constituyen las semillas del cambio civilizatorio. ¿Lograrán formar un frente amplio social? Escuchemos el silencio.
 Ah caray-Fisgón
 
México SA
Carstens: la vida en rosa
El catarrito, otra vez
Tormenta: que siempre no
Carlos Fernández-Vega
Agarraos, que el doctor catarrito ataca de nuevo, pues con inaudita velocidad el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, transitó del temor a la placidez, de la tormenta perfecta al aquí no pasa nada, del cuidado que nos lleva el payaso a serenos, que todo lo tenemos bajo control. En síntesis, idéntico sosiego al mostrado por este personaje en 2008, año del estallido de la crisis, cuando a México, según decía, nada le pasaría por su sólido blindaje y porque la sacudida es externa.
 
El resultado concreto de tan exacto pronóstico es por todos conocido y padecido: la peor crisis económica nacional en ocho décadas, que para la sensibilidad del susodicho ameritó un simple calificativo: se trata, dijo, de un catarrito, en el que el país se mantiene sin visos de mejoría. De hecho, el balance económico en el sexenio del inenarrable Felipe Calderón fue el peor en tres décadas.

Pero bueno, tampoco es novedad porque a lo largo de su ejercicio como titular de la Secretaría de Hacienda y más adelante como gobernador del Banco de México, Agustín Carstens ha incursionado en el ámbito médico (el catarrito), en el naval (la economía mexicana es un barco estable) y ahora en el meteorológico (se avecina una tormenta perfecta). Falló rotundamente en sus dos primeros diagnósticos, y ahora que le atinó al tercero resulta que se echó para atrás.

Una semana atrás, al participar en un acto financiero celebrado en Singapur, el personaje advirtió que la economía mundial ha sido incapaz de salir completamente de la crisis económica y financiera que inició en 2007”, por lo que mi temor es que una tormenta perfecta podría estar formándose como resultado de los flujos masivos de capital hacia algunas economías de mercado emergentes y en algunas economías avanzadas. Esto podría dar lugar a una burbuja, caracterizada por la manipulación de los precios de los activos, y el retiro masivo de los llamados capitales golondrinos, con un efecto económico contundente para las naciones receptoras (como México), de tal suerte que debemos estar preparados para enfrentar un mayor entorno en el que persistan debilidades y vulnerabilidades por un tiempo. Y estoy hablando de años, no sólo meses.

Y para rematar dijo que “las crisis financieras tienden a imitar la presión arterial alta. En la jerga médica se conoce la presión arterial elevada como ‘el asesino silencioso’. Me temo que estamos expuestos a demasiados ‘asesinos silenciosos’ en los sistemas financieros modernos y es nuestro deber descubrirlos a tiempo”, y Agustín Carstens oportunamente encendió las señales de alarma, y no sin razón, pues la mexicana es una de esas economías emergentes que puede resultar con mayor daño si se registra un retiro masivo de inversión especulativa.

Un ejemplo no muy lejano de lo anterior fueron los Tesobonos, al cierre de 1994, que en plena crisis por los errores de diciembre le costaron al erario alrededor de 30 mil millones de dólares, pagados en unos cuantos días por el gobierno de Zedillo, tras las presiones, no precisamente gentiles, del gobierno gringo, pues una buena proporción de los poseedores de tales títulos era de nacionalidad estadunidense, más de los especuladores mexicanos, que tampoco se caracterizaron por su amabilidad. El resultado fue devastador.

Tras la advertencia del doctor catarrito en Singapur, La Jornada documentó el grado de vulnerabilidad de la economía mexicana: “la inversión extranjera en valores gubernamentales emitidos en el mercado local alcanzó un nuevo máximo histórico en enero de 2013. La cuantía a la que han llegado estos recursos de corto plazo al sistema financiero, un flujo de fondos que Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, describió esta semana como ‘la tormenta perfecta’, alcanzó un punto en que inversionistas del exterior son los acreedores de más de una tercera parte de los valores en circulación, de acuerdo con datos oficiales” (Roberto González Amador).
 
El monto en circulación de valores gubernamentales en el mercado financiero local llegó a 4 billones 376 mil 234 millones de pesos el 25 de enero pasado, fecha de la última actualización de datos por el Banco de México. Es una cantidad superior en 16 por ciento a la registrada un año antes. En una perspectiva más amplia, la cifra se ha multiplicado por cinco en la última década, dado que en enero de 2003 era de 851 mil 834 millones de pesos, establecen las cifras del banco central. Cada vez es mayor la participación de inversionistas extranjeros como poseedores de esos bonos de deuda. La razón está en las tasas de interés que se pagan en México, en torno a 4.3 por ciento anual, en comparación con rendimientos menores a uno por ciento en mercados de países desarrollados, como Estados Unidos o los europeos (ídem).
 
Del catarrito a la fecha, la presencia en México del capital especulativo (el asesino silencioso) se ha incrementado 480 por ciento, de acuerdo con la información del propio Banco de México, y algo espeluznante es que en el país no se aplica ningún tipo de restricción o impuesto a la salida de ese dinero del mercado financiero, es decir, puede salir con la misma facilidad con la que entró; en junio de 2008, al inicio de la crisis financiera, los inversionistas extranjeros tenían capitales en bonos de la deuda del gobierno mexicano por 274 mil 585.13 millones de pesos, 13 por ciento del total en circulación; al 25 de enero pasado, el monto en circulación de valores gubernamentales llegó a 4 billones 376 mil 879 millones de pesos, de los que 36 por ciento (un billón 594 mil 790 millones de pesos) está en poder de extranjeros.
 
He allí la tormenta perfecta y el primer candidato a sufrirla: México. Sin embargo, el doctor Carstens así como dice una cosa dice otra, o si se prefiere tiene el don de desmentirse, y anteayer aseguró que nuestro país no está en esa circunstancia (la burbuja) ni presenta vulnerabilidad importante (el asesino silencioso). ¿Qué tiene México de especial como para esquivar el golpazo meteorológico pronosticado por el propio ex secretario de Hacienda? Pues funcionarios maravillosos que viven en el éter y que para efectos internos todo lo ven color de rosa.
 
Las rebanadas del pastel
 
Por cierto, en Singapur Carstens cerró así su discurso: hay vida después de la crisis, como México puede testificar. Hemos sufrido crisis recurrentes en los años setenta, ochenta y noventa, cuatro totalmente auténticas crisis en 30 años. Pero hemos estado libres de crisis durante los últimos 18 años (¡¡¡!!!). Hemos roto el hechizo, siguiendo principios muy simples, incluso cuestión de puro sentido común. ¿Y la de 2008-2009 qué fue? Pues un simple catarrito.

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