Una guerrera Louis Vuitton
José Blanco
Suspendo esta semana mi serie sobre la necesidad de una reforma intensa de la educación, para referirme a doña Devastación Social Gordillo, que se extendió, a sí misma, el título de
guerrera. Ahí estuvo, en Toluca, agitando los brazos, blandiendo su imaginario escudo y su ficticia espada.
elegancia. Habita a veces su casa de San Diego (la ciudad más cara de Estados Unidos), o el penthouse de su edificio de Polanco.
Como jefa de pandilla, debe repartir entre sus fieles sirvientes, palafreneros y toda clase de subalternos, algunas migas de la corrupción que la baña. El periódico El Universal dio a conocer que en medio de la discusión sobre la reforma educativa en el Congreso, la refinada guerrera envió a cien de los suyos a unas vacaciones en un crucero por el Caribe. Su talante obsequioso es conocido: regalos de camionetas Hummer, laptops, relojes, y mucho más. Pero no es ella, insistamos, una atroz creación propia, sino del poder político.
En Toluca la guerrera creyó ponerse muy astuta: deslindó al presidente Peña de la reforma educativa y dijo que estaba contra la reforma educativa del Congreso. “No lo permitiremos…” aulló amenazante. Para ser precisos doña Devastación no está en contra de la reforma educativa. Tiene un
argumentocontra una disposición de las reformas legales: no a la evaluación que atente contra la permanencia.
México está hecho de feudos. Las prebendas de los miembros de cada feudo, no son un derecho general, sino sus muy particulares
conquistas históricas. Para ellos la historia no puede moverse: ya terminó donde se encuentra.
Si los partidos representados en el Congreso son consecuentes, tienen que defender esa definición: si un profesor es incompetente, debe abandonar su plaza y ser indemnizado en términos de ley. Si el Congreso se sostiene, todas las piezas de la armadura de doña Devastación se vendrán al piso, porque su argumento es un alfeñique.
Un médico muestra contundentemente que es incompetente: no puede alegar que su conquista histórica es la permanencia. Está o puede estar de por medio la vida de uno o más pacientes. En el trabajo de un profesor, desde el nivel prescolar hasta el posgrado, es indispensable discernir los aspectos laborales de los académicos. El sindicato debe luchar por mejores remuneraciones, por mejores condiciones de trabajo, por el cumplimiento de las prerrogativas de ley, por sus aguinaldos y vacaciones. Pero el trabajo de los profesores involucra el interés delicadísimo de un tercero, que es la parte principal de la relación profesor-alumno. La permanencia con profesores incompetentes no puede actuar contra los niños, contra los jóvenes, contra el futuro de México. La permanencia no vale en el trabajo y la carrera académicos pues son, por definición, un asunto de méritos.
El problema de mayor fondo de la educación básica (como de toda la educación de hoy en México) es el paradigma educativo. Este, sin embargo, no va a ser cambiado pasado mañana. En tanto, la evaluación ha de hacerse conforme a las condiciones presentes. Podría hacerse una evaluación del tipo del examen PISA. Sé que un segmento de la sociedad mexicana pone el grito en el cielo cuando oye tal cosa, no porque haya examinado el contenido del examen PISA, sino porque lo formula la OCDE. Este examen no pretende ser una evaluación exhaustiva, sino un auxiliar para orientar decisiones. Se examina a alumnos de determinada edad, no de cierto nivel educativo, se concentra en el examen de tres áreas: competencias en matemáticas, en comprensión de lectura, y en ciencias naturales. Es una herramienta que explora la capacidad para resolver problemas, por eso se construye teniendo en cuenta contextos personales y culturales; el examen no explora conocimientos en las áreas mencionadas, sino evalúa si los alumnos pueden resolver problemas reales, con los conocimientos de esas tres áreas; el tema es: el alumno sabe o no sabe pensar con esos instrumentos para ser capaz de plantear y resolver los problemas previstos en el examen. El propósito es que autoridades y profesores revisen sus paradigmas educativos a fin de que los alumnos efectivamente puedan apropiarse de los conocimientos y puedan, no recitarlos, sino utilizarlos en la resolución de problemas auténticos. Eso mismo debía saber hacer un profesor. Dudas: la media anual de lectura de los maestros de educación básica (pública y privada), es de 2.08 libros, debajo de la media nacional (2.94). En secundaria el libro más leído por los docentes es El alquimista, de Paulo Coelho, un libro que enseña al lector cómo seguir los dictados de su corazón.
Doña Devastación nunca hablará de los niños y los jóvenes, pero va a defender lunáticamente la incompetencia, que en ella misma abunda.
La amenaza colateral-Magú
Abdicación en el Vaticano
Papam non habemus
Pedro Miguel
Adujo motivos de edad y de salud, pero llama la atención que el primer papa dimitente en siglos sea, también, un pontífice sumamente inepto que causó daños severos a la Iglesia católica. Si se trataba de la relación con otros cultos cristianos o con otras religiones, Joseph Ratzinger solía meter la pata y muchas de sus declaraciones, lanzadas desde la razón escolástica, si no es que patrística, causaron irritación justificada entre musulmanes, judíos y protestantes; en el ámbito político el ahora renunciante no fue capaz de formular una definición clara; en el terreno administrativo el Papa alemán mantuvo intacta, para mal, la proverbial opacidad del Vaticano, en un entorno planetario que reclama transparencia, y lo hizo en forma tan torpe que se le escaparon documentos escandalosos nada menos que por vía de su mayordomo, Paolo Gabriele. En lo social el papado de Benedicto XVI ha sido tan repelente como el de su antecesor a los dramas causados en el mundo por el modelo neoliberal y se ha conservado como activo promotor de la discriminación contra las mujeres y las minorías sexuales.
Pero las mayores catástrofes del catolicismo en tiempos de Ratzinger ocurren en los ámbitos de la catequesis, la pastoral y el trabajo apostólico. El Vaticano ha abandonado a su suerte a los prelados y a las organizaciones católicas que buscan mejorar las condiciones de vida de los fieles y atenuar el sufrimiento social, y ha sido incapaz de enfrentar el avance de otros cultos y religiones en los mercados espirituales tradicionalmente católicos. En los casi ocho años del pontificado de Ratzinger, millones de católicos han transitado a las más diversas variedades de protestantismo, budismo e islam, y muchos más han caído en garras de esas empresas trasnacionales que, disfrazadas de religiones, realizan negocios inescrupulosos aprovechando la credulidad y la ignorancia. Juan XXIII cimentó la influencia mundial del Vaticano en un sólido trabajo pastoral y en el aggiornamiento operado en el marco del Concilio Vaticano II; Paulo VI fue un político sensible y un promotor del ecumenismo; Juan Pablo II apostó al sex-appeal mediático para imponer sus posturas reaccionarias en todos los terrenos. Benedicto XVI, en cambio, ha estado colgado de los clavos ardientes de un pasado autoritario y de un perfil de teólogo dogmático. En un mundo atenazado por la desigualdad y el hambre, la discriminación, la corrupción, los crímenes de guerra, las epidemias, la crisis ambiental, las recesiones y la globalización delictiva, Ratzinger optó por combatir al Demonio y al pensamiento liberal.
Es cierto que la edad y los achaques pesan y puede ser que esas sean las razones reales y únicas de la abdicación del alemán al trono de Pedro; puede ser incluso que haya tenido presente la agónica tortura de su antecesor, quien se veía obligado –por la burocracia vaticana y acaso también por sí mismo– a emprender viajes a remotos destinos trasatlánticos cuando lo que necesitaba era más bien el traslado a una sala de cuidados intensivos. Pero podría ser, también, que la burocracia vaticana haya sopesado los saldos de desastre del papado de Ratzinger y que optara por hacer lo que hacen los consejos de administración con un gerente inepto: pedirle la renuncia. Por desgracia, no hay motivos para suponer que la opacidad característica del Vaticano se disipe a corto plazo y quién sabe si lleguemos a saber los motivos verdaderos de esta dimisión. Por lo pronto, no hay Papa.
Twitter: @Navegaciones
México SA
Las
pérdidasde Pemex
Asfixia fiscal y financiera
Más ingresos = más deuda
Carlos Fernández-Vega
Dos cosas concretas y contrapuestas puede presumir Petróleos Mexicanos: que es uno de los consorcios más rentables del mundo (con un margen de ganancia cercano a mil 600 por ciento por barril de crudo, una vez descontado el costo total de extracción) y que, a la vez, es la única petrolera en el planeta que permanentemente registra
pérdida(ficticia, pero contablemente anotada como tal). Difícilmente alguna empresa distinta a la citada puede mostrar esta ambivalencia, porque de ser así de tiempo atrás habría cerrado sus puertas.
pérdidafinanciera. Parece un cuento de terror, aunque no es más que la triste realidad de este gran consorcio del Estado mexicano que permite mantener aceitado el terriblemente ineficiente gasto público del país, y que ahora, en el enésimo intento, el gobierno y los abajo firmantes del Pacto por México pretenden
modernizara favor del capital privado, por ser –dicen los jilgueros privatizadores– un ente
improductivo que ya no es negocio.
Para dar un ejemplo de esto último la información financiera de Pemex para el periodo 2009-2011 (la de 2012 aún no se conoce a detalle) documenta un rendimiento bruto (utilidades para el caso de una empresa privada) antes de impuestos por un billón 844 mil 410 millones. Muy pocos consorcios pueden presumir ese volumen de ganancia, pero llegó la Secretaría de Hacienda y arrasó: se quedó íntegramente con ella (vía derechos sobre extracción de crudo, impuesto a los rendimientos petroleros y otro tipo de gravámenes), y por si fuera poco a la paraestatal le exigió un monto adicional equivalente a 13 por ciento de esas ganancias, para redondear 2 billones 77 mil millones.
¿Resultado? Sencillo: en ese lapso Petróleos Mexicanos reportó una
pérdidapor 232 mil 380 millones de pesos, los cuales
recuperópor medio de un mayor endeudamiento. ¿Qué empresa en el mundo paga una tasa fiscal de 113 por ciento sobre utilidades, se endeuda para tapar agujeros financieros y sobrevive? Sólo Pemex, a la que en 2011 extraer un barril de crudo le costó 6 dólares con 12 centavos para venderlo a 101 dólares con 13 centavos (precio promedio de exportación) en el mercado internacional, o lo que es lo mismo, un margen de ganancia cercano a mil 600 por ciento, es decir, nada más lejano a la versión de que
ya no es negocio.
De hecho, la propia Pemex informa que en 2011 los ingresos por ventas alcanzaron un máximo histórico de un billón 558 mil 400 millones de pesos (111 mil 400 millones de dólares) y que el incremento en ventas fue de 21.6 por ciento, en comparación con 2010. Pero ese mismo año las contribuciones por impuestos y derechos también registraron un nivel máximo histórico ascendiendo a 876 mil millones de pesos (62 mil 600 millones de dólares), lo que representó 56.2 por ciento de las ventas totales y 111 por ciento de los rendimientos antes de impuestos, derechos y aprovechamientos.
Derivada de lo anterior, apunta la paraestatal, “en el ejercicio contable 2011 se registró una pérdida neta de 91 mil 500 millones de pesos (6 mil 500 millones de dólares). Así, mientras más ingreso obtiene, mayor es la
pérdidade Pemex y, por lo mismo, su endeudamiento, en un cuento –que no es cuento– de nunca acabar. Entonces, con la
modernización–que privatizará
sin privatizar– ¿quién será el guapo del sector privado que se animará a perder permanentemente para cumplir con las voraces exigencias de la Secretaría de Hacienda?
Para 2013 la Ley de Ingresos de la Federación obliga a Petróleos Mexicanos a pagar puntualmente cuando menos los siguientes derechos: ordinario sobre hidrocarburos, sobre hidrocarburos para el fondo de estabilización, extraordinario sobre exportación de petróleo crudo, para la investigación científica y tecnológica en materia de energía, para la fiscalización petrolera, sobre extracción de hidrocarburos, especial sobre hidrocarburos, adicional sobre hidrocarburos y para regular y supervisar la exploración y explotación de hidrocarburos. Sólo por estos conceptos deberá enterar al fisco 787 mil 561.4 millones de pesos.
En el capítulo segundo de la citada ley (De las obligaciones de Petróleos Mexicanos), se obliga a Pemex y sus organismos subsidiarios
al pago de contribuciones y sus accesorios, de productos y de aprovechamientos, excepto el impuesto sobre la renta(aunque en el informe 2011 reconoce un pago superior a 3 mil millones de pesos por tal gravamen), y para que no quede duda le ordenan
pagos diarios, incluyendo los días inhábiles, por 634 millones 525 mil pesos durante el año. Además, el primer día hábil de cada semana del ejercicio fiscal deberá efectuar un pago de 4 mil 453 millones 880 mil pesos. Todo, a cuenta del derecho ordinario sobre hidrocarburos.
Cantidades similares se le imponen por la venta de gasolinas y diesel, impuesto al valor agregado, impuestos a la exportación de petróleo crudo, gas natural y sus derivados, impuestos a los rendimientos petroleros, impuestos a la importación de mercancías, y
otras obligaciones. Lo anterior, no sin antes advertir a la paraestatal que
la Secretaría de Hacienda queda facultada para modificar el monto de los pagos diarios y semanales establecidos en este artículo y, en su caso, para determinar la suspensión de dichos pagos, cuando existan modificaciones en los ingresos de Petróleos Mexicanos o de sus organismos subsidiarios que así lo ameriten, así como para expedir las reglas específicas para la aplicación y cumplimiento de lo dispuesto en este artículo.
Lo llamativo de todo esto es que el gobierno peñanietista, por medio de Luis Videgaray, anuncia que primero va la
reformaenergética y después la fiscal, cuando a todas luces ésta condiciona la
modernizaciónde la paraestatal; sin ella, la privatización
sin privatizares mero albur. Al final de cuentas, como dice el consejero Fluvio Ruiz, lo mejor para para Pemex
es restructurarlo y reintegrarlo, porque la participación del capital privado en la paraestatal
no es la panacea.
Las rebanadas del pastel
La Jornada informa en su contraportada de ayer que los migrantes están en riesgo por una empresa, Ferrosur, que ha colocado
postes cerca de las vías que han causado accidentes entre los centroamericanosque van hacia Estados Unidos. En 2012, al menos siete indocumentados resultaron con lesiones graves por tal acción. ¿A quién pertenece ese consorcio privado? No se esfuercen: a Germán Larrea, el mismo propietario de Pasta de Conchos, barón Forbes a quien el gobierno también entregó otro bien de la nación, Ferrocarriles Nacionales de México.
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