Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 25 de junio de 2012

AMLO: El pueblo demanda justicia, no migajas- ASTILLERO- IFE rebasado

Denuncia compra de votos por priístas al cerrar actos de campaña en Jalisco y Nayarit
El pueblo demanda justicia, no migajas: AMLO
Hay una guerra del dinero contra la dignidad, y va a ganar la dignidad, advierte el candidato
Foto
Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial del Movimiento Progresista (PRD, PT y MC), ayer en el cierre de la campaña electoral en Tepic, Nayarit
Foto Carlos Ramos Mamahua
Víctor Ballinas
Enviado
Periódico La Jornada
Lunes 25 de junio de 2012, p. 7
Guadalajara, jal., 24 de junio. En la plaza Juárez, desbordada por militantes y simpatizantes del Partido del Trabajo y de Movimiento Ciudadano, principalmente, aunque también había militantes del PRD, el candidato presidencial del Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, convocó a los ciudadanos a continuar el movimiento para ganar las votaciones el próximo 1º de julio.
Era una plaza llena con los simpatizantes del candidato al gobierno del estado por Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, y los candidatos a legisladores por ese partido y el PT, porque aquí el PRD va solo con sus candidatos al gobierno estatal y legisladores.
López Obrador y Enrique Alfaro, con el puño en alto, recibieron vivas y el grito de ¡presidente, presidente, presidente!
El aspirante presidencial dijo que así como están esperanzados en esta plaza, así hay millones en el país; hay un ambiente de triunfo, de mucha alegría, de esperanza por el cambio verdadero. Todo este clamor por el cambio es producto del mal gobierno, de la crisis de inseguridad, de la crisis de violencia, de la crisis social, de la crisis de empleo. Señaló que hace 45 días el movimiento de los estudiantes, de los jóvenes, vino a sacudir todas las conciencias: ¡Que vivan los jóvenes! El 1º de julio va a ser histórico, va a iniciar una nueva etapa en el país.
Dijo que en México ha habido tres transformaciones: la Independencia, la Reforma y la Revolución, y nosotros vamos a emprender la cuarta. Vamos a lograr el renacimiento económico, social y político, pero sobre todo el renacimiento moral de México. Es una lucha que estamos dando desde abajo.
En esta plaza, tapizada por las banderas anaranjadas y rojas de Movimiento Ciudadano y del Partido del Trabajo, el candidato presidencial de la izquierda dijo: Debemos recordar para nuestros hijos y nietos que entre todos salvamos a México de ese pequeño grupo que domina económica y políticamente el país.
De nueva cuenta denunció que una señora le dio una tarjeta, de esas con las que compran lealtades y conciencias, pero me dijo que no la va a usar. No va a vender su conciencia.
Se trata, abundó el abanderado de las izquierdas, de una guerra del dinero contra la dignidad. Y va a ganar la dignidad.
No fueron pocos los gritos de ¡Obrador, Obrador!, ¡presidente, presidente! y ¡sí se pudo, sí se pudo! Y cuando el candidato del Movimiento Progresista a la Presidencia de la República dijo que Alfaro va a ser el próximo gobernador de Jalisco, de inmediato se escucharon gritos de ¡no más PRI!
López Obrador mostró los paquetes de tarjetas, de esas que compran lealtades y conciencias. Las vamos a guardar para el museo de la antidemocracia y la corrupción que se abrirá después del 1º de julio, apuntó.
Este día fueron dos cierres de campaña multitudinarios de Andrés Manuel López Obrador.
Por la mañana cerró su campaña en Tepic, Nayarit, ante miles de ciudadanos y militantes de PRD, PT y Movimiento Ciudadano y simpatizantes suyos. Colmaron la avenida México, en pleno centro de esta capital. El candidato del Movimiento Progresista llamó a los ciudadanos a no vender su voto. Pidió orientar el sufragio de los ciudadanos ante la compra de votos por el PRI, los gobernadores priístas y el candidato Enrique Peña Nieto.
Sugirió a los ciudadanos que tomen todo lo que les ofrezcan: despensas, materiales de construcción, vasos, todo lo que les den, pero a la hora de la hora, ¡toma tu voto!, es decir, voten de acuerdo con su conciencia, voten por el cambio verdadero.
López Obrador denunció: Un señor me acaba de dar una copia de un cheque que les distribuye el gobernador Alberto Sandoval, y me dijo: no lo voy a cobrar, no voy a vender mi dignidad.
Por ello, resaltó López Obrador, vamos a ganar, porque hay una efervescencia en todo el país, dondequiera que voy hay mucha gente, es un movimiento nacional. Ayer sábado tuve plaza llena en Tabasco, pero también en Tlaxcala y ahora en Tepic.
El abanderado de la izquierda insistió en que hay un despertar ciudadano. ¿A qué se debe? A que la gente ya está harta de sufrir, de que la engañen; ayudó mucho que nosotros, después de 2006, no nos rindiéramos y seguimos para que no se apagara la llama de la esperanza en el país. También resaltó: El movimiento de los jóvenes ayudó a detonar esto, porque hace 45 días se pensaba que los jóvenes eran apáticos, que no les importaba la realidad, y miren lo que está sucediendo. ¡Vivan los jóvenes!, arengó desde el presídium.
Ante los miles de simpatizantes que coreaban ¡presidente, presidente, presidente!, López Obrador señaló que los 300 que gobiernan el país no quieren ningún cambio; por eso, al ver que el PAN ya no les funcionaba, empezaron a hacer crecer a Enrique Peña Nieto, como una telenovela. Echaron a andar un PRI revivido, porque el PAN, como ya no tiene levadura, ya no levanta. Pensaron que iba a ser muy sencillo engañar a la gente.
Aquí, donde los candidatos al Senado y a diputados le manifestaron que Enrique Peña Nieto no visitó el estado, López Obrador dijo: No vino porque sabe que vamos a ganar. Votar por Peña Nieto es peor que votar por Ney (González), el ex gobernador.
Ante la denuncia de compra del voto y la copia de un cheque que le entregó un señor, López Obrador dijo a los ciudadanos: Agarren todo lo que les den, está permitido decir una mentira piadosa, y cuando les pregunten si van a votar por el PRI, digan que sí, pero a la hora de la hora, ¡toma tu voto!
Concluyó con que no hay necesidad de estirar la mano para pedir migajas, el pueblo lo que demanda es justicia.
Sueños de autoritarismo-Helguera


Elecciones 2012
Los municipios conurbados del valle de México, el principal músculo del nuevo PRI
Simpatizantes de Peña Nieto, trasladados en cientos de autobuses, no abarrotan el Azteca
Foto
Cierre de campaña del candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, en el estadio Azteca
Foto Daniel Aguilar
Arturo Cano
Periódico La Jornada
Lunes 25 de junio de 2012, p. 8
Las matracas atacan todavía, pero hay nuevo PRI. De Gustavo Díaz Ordaz a Ernesto Zedillo, la arenga agradecida del ungido estuvo dedicada a los poderosos sectores del partido. Hoy, Enrique Peña Nieto da las gracias a los clubes de fans y a los activistas.
Hay nuevo PRI, pero la movilización de los simpatizantes sigue siendo un problema de logística que resuelven casi 2 mil autobuses venidos de todo el país, playeras, cornetas y otros regalitos.
El nuevo PRI no reniega de su historia. Si en 1988 el chiapaneco Jorge de la Vega Domínguez declaró el triunfo claro, contundente e inobjetable de Carlos Salinas de Gortari, en 2012 Peña Nieto anuncia que el primero de julio su victoria será, claro, contundente e inobjetable.
Cuando aún no era candidato, Peña Nieto afirmaba que México necesita un presidencialismo fuerte, sin obstáculos y pragmático. A lo largo de la campaña y este domingo en el estadio de Televisa ofrece lo que establecen las leyes: una presidencia democrática.
De la flota de siglas del pasado sólo quedan algunas balsas que sobrevivieron al naufragio de los sectores. En el nuevo PRI, si nos atenemos al número de asistentes, la lancha más eficaz pertenece a los petroleros. No trae las siglas del sindicato ni el nombre de su dirigente, Carlos Romero Deschamps, pero recibe un lugar de privilegio, en las primeras gradas, detrás de una portería.
El lugar para consentidos, hasta el frente, cerca del candidato, sin embargo, es para los invitados especiales y los peñistas que portan en carteles los emblemas de la ciberpolítica: #YosoyelPRI, #SoyelPRIqueviene y #ContigohastaLosPinos.
La prole, atrás de la raya
La prole queda detrás de las mallas ciclónicas. Abajo, en la cancha, sólo hay lugar para quienes visten camisas y blusas blancas o rojas, siempre bordadas con el nombre y el lema del candidato. Funcionarios públicos, dirigentes estatales y sus familiares. En las gradas sólo hay camisetas, aunque nuevecitas.
A espaldas del escenario principal, la campaña priísta despliega enormes letreros con las principales ofertas del candidato. Tras cinco sexenios –tres del PRI, dos del PAN– con un modelo económico que ofreció crear riqueza para luego derramarla, los compromisos son sólo piezas que se acomodan, para usar la jerga jurídica, en un marco regulatorio intocable.
Peña, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri pueden diferir sobre los medios, pero los fines están establecidos de antemano. Lo que queda es lo que queda: políticas públicas compensatorias. Arriba a la izquierda lo dice una de las ofertas del priísta: Oportunidades y el Seguro Popular van a crecer. Con el nuevo PRI, se entiende, aunque sean programas del PAN.
Hay un nuevo PRI que es el de siempre. Lo encarna, por ejemplo, Hortensia Hernández, de la delegación Magdalena Contreras, quien no duda un segundo su voto por Beatriz Paredes ni, por supuesto, por Peña Nieto. Puro PRI, priístas de corazón somos yo y toda mi familia. A saber la cara que mira, porque se siente obligada a añadir: Y créame, es por convicción.
En este cierre en la capital del país, el músculo del nuevo PRI es mexiquense. Coacalco, Ecatepec, Neza, Tultitlán, Valle de Chalco y el resto de municipios conurbados aportan el mayor número de transportados que disfrutan un largo concierto de la banda El Recodo, con todo y su por Dios, qué borracho vengo, que sirve de marco para la llegada de Manuel Espino, ex presidente nacional del PAN, deudor de El Torito y convencido de que, nos guste o no, Peña va a ser presidente.
El nuevo PRI incluye otras adquisiciones de campaña que asisten al estadio propiedad de Televisa. Pablo Escudero, candidato a senador y yerno de Manlio Fabio Beltrones. Y Rosario Robles, a quien el nuevo tricolor da la oportunidad, según sus propias palabras, de estar con Peña pero no con el PRI. Una decena de gobernadores completan el cuadro de honor en el cual no falta Beatriz Paredes, quien, por si alguien no recuerda, funge como candidata del PRI al Gobierno del DF.
El nuevo PRI no tiene enemigos eternos. “No habrá derrotados… todo México va a ganar”, dice Peña Nieto poco antes de que en el Zócalo, a unos kilómetros de aquí, arranque otra marcha en su contra.
A los que serán derrotados les dedica unas líneas: Uno significa más de lo mismo, inseguridad, pobreza y desempleo. Otro es el populismo autoritario que no rinde cuentas ni respeta las reglas ni las instituciones.
Orwell o las encuestas le completan la arenga: Los mexicanos ya no quieren más de lo mismo, y menos dar saltos al vacío.
Es un momento clave del discurso. Muchos de los asistentes no entienden nada de lo que dice el candidato, por la pésima acústica (sólo quienes están en el ángulo correcto respecto de las bocinas alcanzan a entender plenamente las frases del candidato). De modo que se dedican a hacer la ola y a gritar –justo cuando Peña habla de Josefina Más de lo Mismo Vázquez y de Andrés Salto al Vacío López–: ¡Sí se puede, sí se puede! Hasta el candidato debe interrumpir brevemente su discurso y sumarse a la alegre consigna.
Juntos vamos a dejar atrás las prácticas de la vieja política, dice Peña, aunque su renacido PRI siga cargando la sombra del renovador que le precedió: Carlos Salinas de Gortari. Los manifestantes anti Peña que gritan: detrás del copetón está el pelón olvidan, sin embargo, que durante la campaña el ex gobernador sólo se tomó foto con un ex presidente: Ernesto Zedillo. Y fue hasta Suiza a buscarla. Y hoy se expresa en los letreros que llaman al voto por la paz, igual que Zedillo en 1994.
El nuevo PRI tiene sólo un rostro que se reparte por montones a los asistentes: máscaras de cartón de Peña Nieto. Algunos se las ponen para tomarse la foto, pero la mayoría las usa para cubrirse del sol.
El nuevo PRI es tan nuevo que se da el lujo de no llenar a tope el Azteca. Casi lo consigue, pero tanto a ras de cancha como en las gradas quedan huecos.
Dentro y fuera del estadio hay de todo. Botargas, bailarinas de hawaiano, sindicalistas mexiquenses con tambores, jóvenes en zancos con pelucas que quieren imitar la cabellera del abanderado.
Globos y papeletas de tres colores coronan un discurso en el cual, nuevo PRI de por medio, Peña nombra la palabra cambio 10 veces; democracia, cinco, y jóvenes, cinco.
Peña Nieto habla menos de media hora en un templete que tiene inscrita su oferta principal: Vas a ganar más. Con el nuevo PRI.
Desde gayola, lo observan militantes de la CNOP veracruzana, que trajeron la mejor manta del acto: Enrique Peña Nieto es popular y está de moda.
Medidas enérgicas-Hernández


Astillero
Megamentadas
EPN evoca el ‘88
AMLO: ¿fraude o no?
Chapito: pifia electorera
Julio Hernández López
Foto
CIERRE DE CAMPAÑA. Alrededor de dos mil autobuses transportaron a simpatizantes de Enrique Peña Nieto de todo el país al estadio Azteca, donde el candidato realizó su cierre de campaña
Foto Víctor Camacho
         Enrique Peña Nieto hace saber que su eventual victoria del próximo domingo sería como la de Carlos Salinas de Gortari, acusado en 1988 de fraude electoral: contundente e inobjetable. Instalado gozosamente en los dominios futbolísticos de Televisa, para demostrar orgullo por la marca de la casa, el ahijado político del neosalinismo repite dos de las tres partes de la la letanía de autovalidación que en su momento utilizó el entonces presidente del PRI, Jorge de la Vega Domínguez: Triunfo claro, contundente e inobjetable, adujo en su momento este chiapaneco.
        Por alguna razón aún imprecisa, el encopetado retoño de aquellas adulteraciones no habló de claridad. Acaso sea una confesión oportuna de que una eventual imposición sólo necesitará de contundencia (como la del garrote que reprime) e inobjetabilidad (la que suministrará el aparato institucional de control y sentencia sobre asuntos electorales, el que desde ahora proclama imposible cualquier posibilidad de fraude).

        Rebosantes los estacionamientos del estadio Azteca de los autobuses del aparatoso acarreo, explosiva la feria de regalos baratos para incentivar la asistencia del respetable público desatento, sonoramente demagogo el discurso del actor central, parece increíble que allí el sonriente figurín mexiquense proclame e invite a dejar atrás las prácticas de la vieja política.

         Josefina Vázquez Mota estima apropiado invocar milagros y a uno de ellos se atiene para ver si logra el triunfo electoral el próximo domingo. Se movió unos metros para evadir los riesgos de que la providencia le volviera a fallar, así que en vez de cerrar su campaña capitalina en el Estadio Azul de todas sus desgracias originales (hablar a tribunas que se iban vaciando mientras ella pronunciaba su soñado discurso de toma de protesta, un triste 11 de marzo) se pasó a la adjunta Plaza de Toros México, con mejores resultados en cuanto a atención cautiva. Sin embargo, la Dama de la Sonrisa Perpetua dedicó una parte de sus declamaciones del día a recordar y enaltecer a Manuel J. Clouthier, el difunto, sin reparar en que el hijo de éste, portador de los mismos distintivos denominacionales, ha aceptado ser contralor con el candidato perredista López Obrador en caso de que éste gane, en una jugada política inteligente que colocaría en un apellido de prosapia panista la ejecución de investigaciones y castigos contra funcionarios corruptos del pasado felipista y del futuro pejista.

           Andrés Manuel López Obrador cree que puede tener un triunfo claro, aunque no se sabe si también considera que será contundente e inobjetable. Fortalecido su espíritu ante las continuas plazas llenas y el creciente apoyo juvenil, pareciera convencido de que a fin de cuentas el aparato priísta-calderonista de defraudación electoral no alcanzará a vencerlo, aunque desliza cada vez más el tema de ese eventual fraude. Va denunciando una parte del peligro, pero no a fondo, atrapado en la duda electoral básica: desacreditar desde ahora el proceso electoral ante las fuertes evidencias del fraude en marcha o apostar a la posibilidad de que una asistencia masiva de sus seguidores a las urnas sea suficiente para conjurar las trapacerías ya sembradas. En las evocaciones de 88, adaptadas al presente, Manuel Camacho promueve la conciliación a costa de lo que sea, Manuel Bartlett aconseja no tumbar el sistema y Arturo Nuñez es el heraldo del pejismo en camino de alcanzar la gubernatura de Tabasco. Nombres muy mentados en la historia política nacional, sobre todo en cuanto a comicios en peligro.

           El consejero presidente del Instituto Federal Electoral se da vuelo mediático presumiendo el blindaje técnico que impediría que se consume un fraude cuyos indicios saltan por diversos lados. La legalidad minuciosa elevada a la categoría de exorcismo previo: las cosas no pueden suceder como mucha gente ve y prevé, por la sencilla razón de que las reglas procesales y sustanciales están hechas para que esas cosas no sucedan.

          Orgulloso, casi concluyente, Leonardo Valdés Zurita menciona que en esta ocasión todo está listo para el recuento voto por voto, siempre y cuando se cumplan las condiciones establecidas en la reforma de 2007. Reforma, por cierto, que fue elaborada, con el apoyo traicionero de los Chuchos, para cerrar el paso al lopezobradorismo, impidiendo la creación de nuevos partidos, creando escenarios de confusión como los que se han vivido en este proceso electoral, y garantizando el voto por voto porque ahora de lo que se trata no es de un fraude como el de 2006, sino uno extracasillas, con la descarada compra de votos, la Operación Ruleta y las brigadas gordillistas, todo con la intención de no repetir escenarios 0.56, sino construir una diferencia apabullante, como la previamente instalada a través de encuestas de opinión, de tal manera que los reclamos de nuevos conteos parezcan desproporcionados o fantasiosos y así sean declarados por los mentados aliados mediáticos.

         Mentadas por doquier corrieron en los altos círculos calderonistas luego de la pifia monumental que quiso declarar hijo de El Chapo Guzmán a un joven sinaloense avecindado en Zapopan, Jalisco. Movidos los hilos nativos por la DEA, abiertamente metidos los agentes estadunidenses en las operaciones de la Marina, el episodio tapatío equívoco exhibió las prisas y ambiciones propagandísticas de las aprehensiones felipistas: lo importante no era la detención de un sospechoso de jefaturar una simple célula del cártel de Sinaloa (un asunto casi local, de escasa relevancia nacional), sino el uso en términos de rentabilidad política de una pieza de cacería mayor: ¡El hijo de El Chapo, pa’ que aprendan a respetar electoralmente! Nomás que les falló. Y feamente.

        Y, mientras esta columna agradece a Emilio González Márquez la inspiración para el título de esta entrega, pues más de mil jaliscienses le dedicaron este fin de semana una sonora megamentada pública de madre en justa retribución de la que él profirió en abril de 2008 contra sus críticos y opositores, ¡hasta mañana, recordando a Carlos Monsiváis a dos años de su muerte!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
IFE rebasado
John M. Ackerman
        Más allá de lo que prometan o decreten las autoridades electorales, lo más importante será el juicio ciudadano sobre el respeto a la voluntad popular el próximo 1º de julio. Y si efectivamente se celebran elecciones relativamente auténticas y libres, no será gracias al Consejo General del IFE, sino a los jóvenes del movimiento #YoSoy132, así como a los observadores electorales y los miles de funcionarios, consejeros locales y funcionarios de casilla invisibles que trabajan a contracorriente dentro del instituto electoral.
         La acción valiente de los estudiantes ha demostrado ser mucho más efectiva que el burocratismo y los autoelogios de los consejeros electorales. Cuando el IFE se quedó pasmado ante el sabotaje de las televisoras al primer debate, los jóvenes entraron en acción y obligaron a Televisa y Tv Azteca a transmitir el segundo debate por los canales de mayor audiencia. Cuando la autoridad electoral incumplió flagrantemente con los principios constitucionales al no promover u organizar debates adicionales, los estudiantes organizaron por sí solos un tercer debate mucho más dinámico y profesional que los convocados por el IFE.

          Desde antes de la irrupción histórica de los estudiantes en la Universidad Iberoamericana, el pasado 11 de mayo, la sociedad ya había actuado por medio de las redes sociales al denunciar el dispendio de Enrique Peña Nieto en espectaculares, regalos y actos masivos durante los primeros días de la campaña presidencial. Ante la evidencia, el IFE se quedó cruzado de brazos y se negó a tomar medidas contundentes para prevenir el despilfarro (aquí mi análisis: http://bit.ly/Kmea35). Sin embargo, los ciudadanos lograron lo que la autoridad no pudo, ya que el viejo partido del Estado rápidamente retiró la mayor parte de la propaganda ante la exhibición de sus gastos en Internet.

         Ahora que arrecia la compra y coacción del voto a lo largo y ancho del país, el IFE una vez más demuestra tanto su indolencia burocrática como su abierta parcialidad en favor del PRI. Todos Contamos (www.contamos.org.mx) recibe cada día más reportes de la sistemática comisión de delitos electorales, así como de la erogación de gastos excesivos. La gran mayoría de ellos señalan a Peña Nieto y el PRI como los responsables. Un informe preliminar se dará a conocer mañana martes a las 17 horas en el Club de Periodistas.

          Ante esta evidencia, el IFE primero se hizo de la vista gorda. En respuesta a la exigencia del Frente Ciudadano en Defensa del Sufragio Efectivo y Libre, en su desplegado del 8 de junio, de que el Consejo General forme inmediatamente una comisión especial para recibir informes y denuncias sobre compra y coacción del voto, los consejeros respondieron que estas irregularidades eran exclusivamente de la competencia de la Fepade y que no podían hacer absolutamente nada.

         Tal actitud constituyó una vergonzosa abdicación de su responsabilidad de garantizar la legalidad y la equidad del proceso electoral. El hecho de que la Fepade deba intervenir en algunos casos de ninguna manera exime al IFE de también tener conocimiento de estas irregularidades, tanto para prevenir su propagación como para contabilizar los gastos correspondientes como parte de las campañas de los candidatos.
           Afortunadamente, ante la presión de los jóvenes, el jueves pasado los consejeros tuvieron que recular y aprobar un rimbombante Acuerdo por el que se establecen medidas específicas para contribuir a evitar la compra, coacción e inducción del voto, así como acciones que generen presión sobre el electorado, durante el proceso electoral federal 2011-2012. Lamentablemente, este acuerdo no es más que atole con el dedo.

        El acuerdo se inicia con el descubrimiento del agua tibia: Queda prohibida en todo momento la compra y coacción del voto. Posteriormente, los muy comprometidos y arrojados consejeros acuerdan reforzar la difusión que se ha venido dando a un listado de enunciados que explícitamente diluyen y suavizan la gravedad del problema.

          El Código Penal Federal (artículo 403) señala sin titubeos que los operadores políticos pueden ir a la cárcel por recoger credenciales para votar sin causa prevista por la ley, solicitar votos por paga, dádiva, promesa de dinero u otra recompensa o violar, de cualquier manera, el derecho del ciudadano a emitir su voto en secreto, por ejemplo exigiendo una fotografía de la boleta tachada o demandando que el ciudadano deposite una boleta previamente cruzada en la urna.

            Pero, aparentemente preocupado por la tranquilidad de los delincuentes electorales, el IFE prefiere aconsejar a los votantes con mensajes suaves que minimizan la situación. Nadie debe obligarnos ni presionarnos para votar por quien no queremos, Nadie puede votar en su lugar, ni con su credencial ni con una fotocopia de ella y Aceptar los regalos no nos compromete a votar por nadie que no queramos. En lugar de alarmar a la ciudadanía sobre la perversión a la democracia que implica la comisión de estos delitos, el IFE prefiere tranquilizar a los votantes al sugerir que en realidad no pasa nada grave.

           Pero lo más preocupante es que los consejeros se quedan conformes con la mera enunciación de la ley, sin hacer absolutamente nada para asegurar su cumplimiento. Por ejemplo, en la sesión del jueves se negaron a prohibir la utilización de celulares a la hora de votar o siquiera invitar a los ciudadanos a dejar sus aparatos móviles en las mesas de recepción de votación o a colocar advertencias vistosas sobre el tema en las casillas. Tampoco tomaron medida alguna para prevenir o facilitar la denuncia de la ruleta o carrusel donde el votante es obligado a depositar en la urna una boleta previamente tachada.

          Ante las graves omisiones del IFE, una vez más será responsabilidad de la sociedad organizar un enorme operativo ciudadano para garantizar la legalidad del proceso electoral del 1º de julio.

          Pd. El viernes, 29 de junio, a las 17 horas, en el IIJ-UNAM, Alberto Aziz, Eduardo Huchim y Dong Nguyen presentan mi nuevo libro Autenticidad y nulidad: por un derecho electoral al servicio de la democracia.
Twitter: @JohnMAckerman

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