Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

sábado, 23 de junio de 2012

Un esfuerzo más- Votar por AMLO y rebotar con el #YoSoy132-

Elecciones 2012
Acepta Clouthier invitación del tabasqueño a unirse a su gabinete; no es cheque en blanco
Votar y cuidar los votos, pide López Obrador a sus seguidores en Acapulco
Debemos agradecer a los jóvenes; prendieron el despertador de las conciencias, dice AMLO
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Miles de simpatizantes acudieron ayer en el malecón del viejo Acapulco al cierre de campaña del candidato presidencial de la izquierda
Foto Carlos Ramos Mamahua
Roberto Garduño
Enviado
Periódico La Jornada
Sábado 23 de junio de 2012, p. 7
Cuernavaca, Mor., 22 de junio. En los últimos seis años los habitantes de esta ciudad modificaron su postura frente a Andrés Manuel López Obrador. De castigarlo, entonces, con una votación reducida –de las más bajas registradas en zonas urbanas del país–, ayer el panorama se revolucionó: jóvenes, mujeres y hombres se comprometieron a votar y vigilar la elección del próximo primero de julio.
              Miles se reunieron para escucharlo. Jóvenes entusiastas, familias enteras, mujeres y hombres de todas las condiciones sociales desbordaron las calles del centro histórico de esta ciudad. Los asistentes a la Plaza de Armas recibieron y despidieron al candidato presidencial de la izquierda a coro: ¡Presidente, presidente... no estás solo, no estás solo!
                    En el último tramo de la campaña por la Presidencia, su paso por Acapulco y Cuernavaca evidenció el tamaño de la movilización popular que se espera para la jornada electoral por venir.
Hay lugares donde puede haber fraude
             En Acapulco, a pleno sol de mediodía, el entusiasmo no decayó; subió de tono cuando el candidato del Movimiento Progresista (PRD, PT y Movimiento Ciudadano) advirtió que en su gobierno no consentirá la impunidad ni el engaño de nadie.
                 Al cerrar su campaña en el malecón del viejo Acapulco, una  multitud estoica aguantó el temporal con el propósito de escuchar a su candidato: Vamos a transformar el país, a lograr el renacimiento de México y a conseguir el beneficio para todos los mexicanos. Vamos a serenar a la nación, prometió.
                Con la camisa empapada por el efecto del inclemente calor, López Obrador llamó a la población a votar: Necesitaremos muchos votos, porque hay lugares donde nos pueden hacer fraude. Requerimos un colchón. ¡Hay que salir a votar! Yo no caigo en el autoengaño como (Enrique) Peña y sus encuestas copeteadas. Tenemos que votar y cuidar los votos.
                   Más tarde, el tabasqueño se dirigió a Cuernavaca, donde al observar el gentío en la Plaza de Armas simplemente reconoció al pueblo: “Este es el ánimo en el país; ya prendió el movimiento en todo el territorio nacional.
            “Tenemos que agradecer al movimiento de los jóvenes; ellos fueron nuestro despertador. Con ese movimiento creativo despertaron las conciencias, por eso digo: ¡vivan los jóvenes!
   Ahora tenemos organización, Morena es una realidad. Imaginen lo nerviosos que están los promotores de Enrique Peña, que pensaron que se trataba de una telenovela. No contaban con el pueblo, no contaban con los jóvenes.
             Ante la cercanía de los comicios el abanderado de la izquierda insistió en dos vías: “Hay que cuidar que no haya fraude electoral. Hace como 10 días se reunieron en la casa del gobernador del estado de México y pidieron cuotas de votos a los gobernadores priístas.
               “Este va a ser un cambio tranquilo que va a convenir a todos. Hay que decir a la gente que vamos a sacar al país de la crisis. Comunicarles que proponemos terminar con la corrupción en el país. Vamos a lograr el renacimiento moral del México.
            “No obstante, reitero, para lograr ese gran cometido nacional los ciudadanos que impulsan el cambio verdadero deben estar en alerta y pendientes por el proceso de compra del voto.
           “Entregan puercos, pollos y tarjetas. Tienen ese truco muy bien ensayado. Dan migajas, prometen y luego nada para el pueblo. Un millón 800 mil tarjetas. En mi estado están entregando la choca, ¡ya tengo la colección! Son unos reverendos mentirosos.”
            Los miles de asistentes al mitin de cierre de campaña se indignaron y mentaron madres cuando recordó un hecho bochornoso de un ex gobernador panista: Ya no va a haber aviones ni helicópteros para trasladar a los servidores públicos. Aquí ustedes tenían un gobernador (Sergio Estrada Cajigal) que andaba en helicóptero...
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Andrés Manuel López Obrador durante su conferencia matutina de ayer en el Distrito Federal
Foto Yazmín Ortega Cortés



        Y muy lejos del extraordinario respaldo popular prodigado a López Obrador, cuando el candidato a gobernador Graco Ramírez Abreu, surgido de la corriente perredista de los chuchos (Nueva Izquierda), tomó el micrófono fue objeto de mentadas y rechiflas. Incluso, en un restaurante aledaño, Isidro Domínguez, un hombre septuagenario, reprochaba: Es una vergüenza que este sujeto, que negoció y vendió en su momento a López Obrador, ahora se presente a tratar de convencernos de que el representa el cambio. ¡Es un mentiroso!
Por su honestidad, el hijo de Maquío sería contralor ciudadano anticorrupción: el candidato
Andrea Becerril e Irene Sánchez, Reportera y corresponsal

            El candidato presidencial de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, invitó al ex panista Manuel Clouthier Carrillo a formar parte de su gabinete en caso de ganar los comicios del próximo primero de julio. El hijo de Maquío ocuparía el cargo de contralor ciudadano anticorrupción.ç
 
           Ayer mismo, el diputado Clouthier aceptó el ofrecimiento y desde su cuenta de Twitter señaló que buscará reunirse con el tabasqueño para conocer los detalles de la propuesta, toda vez que –dijo– no se trata de dar un cheque en blanco.
   
         Por la mañana, en su conferencia matutina, el candidato del Movimiento Progresista (PRD, PT y Movimiento Ciudadano) explicó que decidió pedir al hijo de quien fuera candidato presidencial del PAN en 1988, que lo acompañe en su gobierno porque se trata de un hombre honesto y la persona adecuada para hacerse cargo de una contraloría que dé garantías a todos los mexicanos de que se evitará la corrupción.
            Detalló que ese cargo sería independiente de la Secretaría de la Función Pública, la que llamará secretaría anticorrupción. La tarea de Clouthier Carrillo –explicó– será crear comisiones ciudadanas en cada secretaría y dependencia federal para vigilar las licitaciones, contratos y compras de gobierno.
           En entrevista realizada en Mazatlán, Clouthier dijo esperar que todos los aspirantes a la Presidencia hagan un compromiso de combatir la corrupción, como ha hecho López Obrador, y criticó que en 12 años de gobierno, el PAN –partido en que militó– no haya impulsado ninguna cruzada anticorrupción.
          Por otra parte, durante su conferencia mañanera, López Obrador consideró que la lluvia de denuncias hechas en días recientes por el PRI y el PAN en su contra se deben a que están desesperados por su claro repunte electoral. Anunció que hará públicos todos sus gastos de campaña, así como su situación patrimonial y fiscal.
Rechazó que haya triangulación de recursos del gobierno del Distrito Federal a su campaña, y sostuvo que ese nuevo intento por desprestigiarlo no les va a funcionar. Cuando uno tiene principios e ideales puede resistir todos los embates.
         Cuestionado en torno a las acusaciones del PAN y la exigencia de que la tesorera de su campaña, Yeidkol Polevnsky, aclare supuestas aportaciones hasta por 90 millones de pesos, afirmó que todo lo que le pidan se hará público y aclaró que no va a entrar en polémicas con Vázquez Mota.
          Preguntó por qué los medios electrónicos, especialmente las televisoras, dan todo el espacio y la promoción a las denuncias sin sustento en su contra, pero nada dicen del candidato del PRI. ¿Por qué no se sabe cuánto dinero tiene Peña Nieto y dónde vive?
Mirando pa'l otro lado-Fisgón



Un esfuerzo más
Ilán Semo
       La semana próxima, el electorado del país saldrá a emitir su voto en una contienda presidencial que recuerda al dramatismo de 1988 y 2006. Una vez más, la sociedad mexicana ha decidido retomar el programa de su democratización. Hasta el 19 de mayo, el embalaje de un sexenio que había desplazado el concepto de la política a su expresión más exigua, parecía encontrar su corolario natural en la versión más imponderable de ese concepto: si a principios de 2012 el dilema consistía en mantener como centro de un régimen (cada vez más híbrido, mas ensimismado en la guerra contra el crimen organizado), no el estado de derecho sino el Estado de excepción, lo lógico era el retorno de sus artífices más antiguos y profesionales, el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Pero la lógica y la política son reinos atonales. Todo el apoyo brindado desde Los Pinos a la candidatura priísta se ha desecho, en unas cuantas semanas, no como un castillo de naipes, sino de termitas. Cuando la ilusión del poder pierde el poder de la ilusión, lo que sigue es con frecuencia imponderable.

       Colapsos tan súbitos y pronunciados en las encuestas como el que atraviesa el candidato del PRI no son fenómenos frecuentes en la historia parlamentaria contemporánea. Sucedió en Inglaterra en 1969, tiempo después del escándalo de John Profumo. En 2004, la candidatura de José María Aznar, tras aventajar a su competidor socialista por más de 10 puntos, se desplomó en unas cuantas horas después de intentar abonar los saldos del atentado del 11-M a su propia campaña (acusando infructuosamente a ETA, cuando se trataba de un acto terrorista perpetrado por Al Qaeda).

        Las interpretaciones varían. La mayoría coincide en atribuir la baja a los déficits del performance del propio Enrique Peña Nieto. Confundir una campaña política con el lanzamiento de un producto comercial es ya de por sí un dislocamiento que merece ser interpretado como un síntoma del gelatinoso andamiaje de la política actual. Si a esto se agrega el provincianismo, la ineptitud frente a las audiencias espontáneas y, sobre todo, la abrasiva violencia que rodea al candidato, y que hace ver al PRI como el síndrome de un déjà vu histórico, los números a la baja son explicables. Falta añadir los posibles efectos de su ausencia en el debate que organizó el movimiento #YoSoy132. En una contienda electoral, evadir la contienda no es una estrategia de riesgos calculables.

         Sea como sea, el último mes ha traído consigo no sólo la constatación de un desencuentro entre la estructura mental del PRI y una sociedad a la que le resultan irrisorios los gestos mecánicos de una escena que se quedó sin escenario (uno imagina una obra de teatro en la que desaparecen súbitamente la escenografía y los ropajes de los actores), sino un fenómeno de mayor escala: acaso una crisis política, cuyas proporciones serán sólo visibles después del primero de julio.

         En primer lugar, el impredecible factor externo. Las relaciones centrales que sostienen la campaña de EPN parecen un campo minado en la escena internacional. Primero, el súper escándalo de la deuda de Coahuila, que implica una consistencia dudosa para los inversionistas internacionales (la crisis del corralito en Argentina fue precedida por este tipo de deudas estatales). Después, los ex gobernadores y sus gentes que han tolerado al narco (o que han hecho negocios con él), ahora buscados en Estados Unidos. Agréguese el affaire de los fondos dudosos que financiaron la campaña (en tribunales también en Estados Unidos) y la primera plana en The Guardian, después de las declaraciones del mexican Deep Throat, y la imagen internacional de EPN no es mejor que la que ofrece el país.

         En segundo lugar, un monopolio en el monopolio. Si las televisoras principales ya formaban un duopolio, al lanzar la candidatura de un solo partido se constituyeron además en un monopolio político. La mayor parte de la clase política quedó fuera de esta redistribución mediática. Sucedió lo más lógico: la partición de esa clase.

          En tercer lugar, la ruptura con los empresarios. No sólo son las organizaciones empresariales de Nuevo León las que objetan la candidatura priísta, sino también las de Guadalajara y las del Distrito Federal, entre otras. Historiadores regionales tendrán que estudiar este fenómeno, pero su efecto sobre los votantes de clase media podría ser cuantioso.

          En cuarto lugar, el movimiento #YoSoy132, que se inició como una respuesta estudiantil, ya se ha transformado en una movilización ciudadana. Queda por advertir qué tan profundos son sus alcances. Lo cierto es que, una vez más, las elecciones presidenciales propician un movimiento social que le da un giro inédito e impredecible a la elección misma. Su sola presencia alienta la voz de la reforma. Pues en esta ocasión se trata de una fuerza rigurosamente autónoma de los partidos políticos. El Marqués de Sade escribió alguna vez un folleto con el título: Franceses, un esfuerzo más, conminando a la ciudadanía a la solidaridad y la fraternidad para llevar adelante las tareas de la república. El mismo esfuerzo que se requiere hoy para rencausar al país por el camino de la democracia.
Pequeño error-Helguera



Votar por AMLO y rebotar con el #YoSoy132
Gustavo Gordillo
        Votar por AMLO. Voy a votar por AMLO porque cuenta con el mejor equipo para gobernar en un momento de crisis. Tiene tras de sí un conjunto de alianzas políticas y sociales que permitirían gobernar mejor que los otros dos candidatos en la competencia real. La mayor convocatoria a las clases medias de AMLO, comparada con 2006, se debe a varios factores: la acrecentada fragilidad de esas propias clases medias, la decepción frente al desempeño de los gobiernos federales panistas. Pero también el discurso de AMLO se ha modificado y las buenas cuentas en los gobiernos del DF han sido claves. Cuando aún no se definía el candidato de las izquierdas consideré que Marcelo Ebrard era el mejor candidato. Pero esa preferencia no puede asimilarse a un antiAMLO, porque al reconocer su derrota Ebrard planteó correctamente que la unidad de las izquierdas es un objetivo superior.

         El #YoSoy132. Ya el movimiento ha aportado dos resultados centrales: definir correctamente el espacio de las batallas futuras por la democracia: los medios masivos de comunicación y sus relaciones con los poderes, y el llamado a votar y a cuidar la limpieza de las elecciones de este primero de julio. Han conjuntado talento, astucia y congruencia. El debate presidencial, a pesar de sus errores técnicos, mandó un poderoso mensaje: hay otras formas de comunicarse.

         Contra las panaceas. No ayudan los adjetivos derogatorios. Nadie va a ganar mayorías contundentes ni en las presidenciales ni en el Congreso. Se va a necesitar de todos los actores políticos y de una sostenida participación ciudadana para enfrentar la emergencia nacional. Puesto que no hay soluciones mágicas se necesita generar espacios para experimentar, ensayar caminos frente a las diversas crisis que nos afectan. Esto no será concesión de los poderes, sino conquista de las movilizaciones, los movimientos y los propios partidos.

          Contra el fetichismo institucional. Creo en el cambio por conducto de las instituciones, pero no coincido con quienes ven a las instituciones como entes sagrados. Las instituciones, es decir, las reglas del juego, son construcciones humanas, perfectibles. En ocasiones se rezagan frente a las nuevas exigencias del contexto social. Confío en el IFE, pero bastante menos en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Y casi nada en la Fepade. Todas estas instituciones requieren reformas. Por ejemplo, que en el IFE se regrese a consejeros eminentemente ciudadanos y no a cuotas de partidos. Pero la regla de oro es aceptar las reglas pactadas y reformarlas por vías institucionales.

          Restauración autoritaria. La presunción de una restauración autoritaria se interpone en el camino que lleva a una nueva gobernabilidad. Esta restauración no está vinculada a un solo partido, porque es fruto de un hecho central: la transición hacia la democracia se desvió como consecuencia de que fue exitosa para desarticular el eje del autoritarismo –presidencialismo autoritario, partido hegemónico y predominancia de reglas informales sobre las formales–, pero no ha logrado sentar las bases para una gobernabilidad democrática. Una cultura de las elites políticas que en general sólo sabe conjugar dos verbos: madrugar, como lo planteó Martín Luis Guzmán, y ningunear, planteado por Octavio Paz, es una poderosa invitación a la regresión.

          Gobernar la pluralidad. La gobernabilidad del país pende de una interrogante estratégica: ¿cómo gobernar el pluralismo? Si gana AMLO será magnifico, pero aun así hay que comenzar al día siguiente la reconstrucción de instituciones y organizaciones. Nuevos partidos, organizaciones gremiales de obreros, colonos, campesinos, ONG y movimientos ciudadanos. Nuevas formas de organicidad social como las que anticipa el #YoSoy132.

         Como decían en 1968: Apenas es un comienzo, continuemos el combate. Por un México feliz por justo.
A la memoria de mi amiga, maestra y colega Elinor Ostrom

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