Posted: 19 Oct 2011 07:06 PM PDT
En efecto, uno de los consensos propios de esta acampada es no aceptar dinero. Cada acampada tiene sus propios consensos y dinámicas, aunque la solidaridad entre ellas no falta. Ayer en la noche, por ejemplo, una decena de personas de la acampada de Coyoacán se desplazaron hasta la acampada de la Bolsa de Valores para pasar la noche con ellos y proveerles con víveres. Igualmente, acampados de la Bolsa de Valores están presentes diariamente en la Acampada de Coyoacán para fomentar la comunicación y el apoyo entre ambas acampadas. “Realmente, acampar frente a la Bolsa de Valores es mucho más difícil, aunque desde luego se trata de un lugar más emblemático”, nos comenta una indignada. “Ellos tienen más dificultades para proveerse de víveres, porque por allí pasa mucha menos gente que por Coyoacán. También tienen que pagar para ir al baño, con lo cual tienen otras necesidades específicas, como por ejemplo juntar dinero. Tratamos de apoyarlos como podemos desde aquí, sobre todo con gente y con comida. Ellos nos apoyan mucho con difusión porque por estar donde están han recibido más atención por parte de los medios de comunicación”.
Publicado originalmente en el blog Europa en Llamas. Creative Commons. ¡Copia, pega, difunde y distribuye!
También te puede interesar: |
Posted: 19 Oct 2011 11:31 AM PDT
Nuestro colaborador, Edgar Coronel, miembro activo del movimiento de Javier Sicilia analiza el último y fallido diálogo de Chapultepec y el rumbo que podría tomar agotadas las vías oficiales.
Pusilánime insularidad / Edgar Coronel
Calderón y Siclia, ¿Un diálogo inútil?
Como una débil isla que se debate entre las olas sangrientas de un país que se precipita al abismo, entre el desmoronamiento institucional y el autismo de un Estado rebasado, el licenciado Calderón salió al segundo dialogo con el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD) desnudo. Su actitud defensiva, su frustración y su aislamiento frente a una crítica certera e impetuosa dejaron sin argumentos el belicoso discurso presidencial que se ha expandido, como metástasis, a la gran mayoría de las dependencias oficiales.
Por referencias de los asistentes al dialogo, la tensión que prevalecía en el ambiente podía palparse y respirarse. Sofocaba. Desde el inicio, la exigencia del gobierno federal para que los familiares de las víctimas abandonaran las fotografías de sus ausentes y el hecho que fueran obligados a pasar por en medio de un arco detector de metales, provocó una importante disensión entre Javier Sicilia y las autoridades que establecieron este requisito forzoso para ingresar al alcázar de Chapultepec. Este fue el acto de bienvenida que recibió el MPJD y no sería más que una pequeña “probada” de la indignidad gubernamental.
Muchas pruebas dieron Calderón y sus subordinados de pusilanimidad frente al maremágnum de problemas que merman con velocidad asombrosa el ya endeble tejido social, pero dos pueden, muy certeramente, ejemplificar la cortedad de miras de los que no pueden gobernarnos. La primera: redujeron el cobarde asesinato por la espalda de Pedro Leyva Domínguez, representante del MPJD en Ostula, Michoacán, a un vulgar pleito de borrachos. La segunda muestra tuvo lugar en el momento en que altos funcionarios declararon su incapacidad para procesar las muchas propuestas que el MPJD ponía sobre la mesa. La mediocridad inundó el edificio de gobierno.
Naturalmente que ni la ingenuidad ni la esperanza de un dialogo terso inundaron nuestros corazones. Las señales de que la interlocución seria dura, áspera, vinieron desde el momento en que violando el acuerdo alcanzado el 23 de junio, fecha del primer dialogo sostenido entre el MPJD y el ejecutivo, la Secretaria de Gobernación aventuró que la invitación se extendería a otras organizaciones que durante el dialogo y en los hechos, unánimemente encomiaron la actuación del gobierno federal y su absurda “guerra contra el narcotráfico”. El intento de diluir al Movimiento por la paz fracasó política y mediáticamente. Por un lado, la inicial y visible consigna del gobierno de procurar, frente a todo, no pronunciar el nombre del MPJD y de dirigirse frente a los interlocutores como “sociedad civil organizada” no pudo sostenerse ante el evidente liderazgo mostrado por el movimiento que Javier Sicilia representa y que fue patente a lo largo de un extenuante dialogo que duró 6 horas.
Mediáticamente, la pretensión gubernamental de manejar la reunión en el alcázar de Chapultepec como “una más”, y no como un auténtico dialogo con el MPJD, se vino abajo cuando los medios de comunicación le llamaron sin ambages el “segundo diálogo del MPJD con Calderón”. Así, con todas sus letras. Sin embargo, la superficialidad de los medios masivos convencionales dirigió su atención al anecdotario del encuentro, desatendiendo las importantes discusiones de fondo que tuvieron lugar en el dialogo que casi, solo casi, se volvió debate.
Con este evento se cerró un ciclo dentro del movimiento. La lógica de la resistencia demanda dirigir nuestros argumentos tanto al poder legislativo como al judicial. El dialogo con el ejecutivo tuvo su pertinencia en un momento determinado de la lucha. Por ahora el dialogo debe fortalecerse y ubicarse en la sociedad civil organizada o no. Los logros no han sido muchos, pero los hay y de gran trascendencia para las víctimas; en el vocabulario presidencial desapareció el vergonzoso eufemismo “daño colateral”, se aprobó en comisiones la reforma política y se creó un órgano especializado en la atención a víctimas (con todos los innegables y numerosos asegunes que éste tiene). No obstante los pendientes agobian por su magnitud y su urgente necesidad: más cobertura para cubrir la demanda de la educación media superior y superior, más presupuesto a la educación, modificar inmediatamente la fallida estrategia de la “guerra contra el narcotráfico” y, sobre todo, ¡parar la guerra! La labor se antoja irrealizable y la moneda sigue en el aire, pero al contrario del juego del azar, en nosotros está la cara que queremos ver de la moneda.
También te puede interesar: |
Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana
jueves, 20 de octubre de 2011
Acampada Coyoacán: “venimos a construir”
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario