Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

sábado, 29 de octubre de 2011

Chachapa, 60 años peleando por sus tierras


Posted: 28 Oct 2011 03:01 PM PDT
Majo Síscar. Publicado originalmente por Periodismo Humano. (CC)
Cánd
Candido Trujillo vive de y por los animales. Ahora sólo le quedan una sesentena entre cabras, vacas, caballos y hasta un burro. Pero antes tenía cerca de 200. Ya no hay terrenos donde pastorearlos. Su pueblo, San Salvador Chachapa, perteneciente al municipio de Amozoc, ha perdido más de 2.300 hectáreas de tierras comunales desde que él era pequeño.


A lo largo de su vida, Cándido Trujillo ha visto como las tierras comunales de Chachapa han ido menguando mediante presiones y hostigamientos. M.S.

“Antes era muy poco el alimento que tenía que comprar, un poco en la temporada seca sólo. Pero ahora, al no poder sembrar pasto ni tener tanto terreno, ya no sale”, cuenta resignado Trujillo. Es uno de los pocos campesinos que siguen viviendo exclusivamente del campo en su comunidad. Ahora para defender su modo de vida se ha construido una casita en uno de los pocos terrenos que les quedan y que está amenazado de ser expropiado.
San Salvador Chachapa, una comunidad de origen nahuatl, está en la conurbación de Puebla, una de las principales ciudades industriales de los alrededores del Distrito Federal, y no solo ha sido absorbida por la mancha urbana, sino que en el último siglo ha sufrido un largo proceso de despojo de tierras amparado por el gobierno. El conflicto se remonta a los años 40, cuando Cándido aún no tenía conciencia. Su pueblo tenía cerca de 2.500 hectáreas de tierras comunales, fruto de una concesión real en la época de la colonia y ratificadas por la reforma agraria impulsada en la Revolución Mexicana, cuyo máximo logro fue el reconocimiento legal de las tierras comunales de los campesinos. Pero en los 40, un alemán adinerado, Ernest Feldmann se asentó en el pueblo y con el permiso de las autoridades, estableció una hacienda en los terrenos de Chachapa. “El alcalde decidió que el pueblo no las necesitaba y se las ofreció a los Feldmann, que aunque no tenía dinero para pagárnoslas, le dijo pues agárrelas”, cuenta a Periodismo Humano otro de los viejos del pueblo. Sin embargo, los oriundos se opusieron y empezaron un proceso penal que acabó en la Suprema Corte de Justicia, que en 1949 ratificó la propiedad comunal de las tierras. No obstante, la resolución no tuvo efecto y los Feldmann siguieron adueñándose progresivamente de más y más tierras.


Honorina Martínez y otra comunera preparan la comida en los terrenos que están intentando conservar. M.S.

En los 60, con el crecimiento de la comunidad, los vecinos del pueblo necesitaban más terreno donde sembrar y pacer su ganado y empezaron a organizarse para recuperar sus tierras. Era un momento de agitación política a nivel nacional y muchos obreros de los nuevos barrios industriales de Puebla se sumaron a la lucha de Chachapa. Honorina Martínez recuerda cómo llegaban con autobuses pagados por la Universidad Autónoma de Puebla a apoyar al municipio. “Veníamos con doña Genoveva -una líder popular de la Federación Independiente de Obreros Agrícolas y Campesinos- que ayudaba a toda la gente que la necesitaba sin ningún interés. ‘Hay que unirse contra los ricos’, decía”, cuenta Martínez con una sonrisa. Tanto se implicaron, que finalmente ella y su marido acabaron mudándose a Chachapa y ahora es parte activa de la comunidad. Entre los 60 y los 80, los comuneros radicalizaron su lucha, hasta tomar la hacienda de Feldmann y enfrentarse con palos contra el Ejército. La osadía la pagaron cara. Paramilitares y autoridades mataron a 13 personas y encarcelaron otras tantas. Hasta que en 1986 tuvieron que sentarse a negociar o metían a la prisión a la líder, Genoveva Sánchez. Ese año Chachapa cedió 664 hectáreas más al Gobierno para una supuesta reserva natural a cambio de algunas infraestructuras en el casco urbano, unos pozos de agua y el pavimentado público. Y sobretodo, a cambio de quedarse callados y dejar de reclamar. Aunque eso no estaba firmado en el contrato, la represión y la concesión tuvo su efecto, y el pueblo se desmovilizó. Desde entonces el Gobierno les ha ido expropiando paulatinamente más terrenos, unas veces para construir carreteras, otras para oleoductos y plantas de Petróleos Mexicanos -la empresa estatal de crudo-, otras para urbanizar. La última, en 2008, les arrancaron 34 hectáreas más sin avisar. Tan solo recorrieron la barda, que separa sus tierras de la Reserva Natural.


Cartel que señala el camino hacia la Academia de Policía financiada por los EEUU en tierras comunales. (M.S.)

l. Ahora sólo les quedan poco más de 150 hectáreas.
“Descuidamos los terrenos más lejanos y por ese descuido se adueñó de ellos este extranjero, pero para ello tuvo el amparo del Partido Revolucionario Institucional –que gobernó México más de 80 años-  que manejaba todos los niveles del gobierno y lo arropó. Así, aunque el pueblo luchó, siempre se usó el Ejército y la policía para reprimirlo. El gobierno ha hecho abusos y queremos que se aclarezcan. Queremos un cambio, que se apoye a los campesinos”, explica enardecido a Periodismo Humano José Agustín Maquino, uno de los jóvenes de la comunidad que está impulsando las nuevas movilizaciones. Los comuneros de Chachapa se han hartado, especialmente al ver como el gobierno ha hecho negocio con las tierras que les expropiaron con presiones. En las 664 hectáreas que cedieron y que ahora componen el Parque Estatal Flor del Bosque inauguraron en mayo una Academia de policía financiada por la Iniciativa Mérida, un tratado de seguridad entre EEUU y México firmado en 2008, con la excusa de combatir el narcotráfico. Por este Plan el gobierno mexicano ya ha recibido cerca de 1.400 millones de dólares en equipo militar, tecnología y asesoría en técnicas de combate antiterrorista, que contemplan la presencia de agentes estadounidenses en territorio mexicano.


Vista de la Academia de Policía desde las tierras de Chachapa. (M.S.)

Además, el Parque revalorizó los terrenos que ya tenía en usufructo la familia Feldmann, que ha construido un residencial de lujo junto a la Reserva. ‘Haras, Ciudad Ecológica’ es una urbanización de alto standing donde se pueden comprar terrenos para construir casas unifamiliares desde 25o m2 por 25.000 mil dólares hasta 800 mil dólares por quintas ecuestres de 10 hectáreas. En la web corporativa, el residencial hace alarde de la buena conservación de este territorio, “gracias a que hace más de 80 años la familia Feldmann inició la difícil tarea de conservar una de las zonas boscosas más grande en la zona metropolitana de la Ciudad de  Puebla”. Y en memoria de ello, le dedican un puente en el Residencial.




Aspecto de las Quintas Ecuestres con el que el residencial Haras Ciudad Ecológica, se publicita.
En realidad, las únicas condiciones de construcción que impone el residencial para calificarse como “ecológico” es construir una fosa séptica para las aguas grises y negras, y algunos materiales. Con esto, la indignación de Chachapa ha ido en aumento. “Ya está en marcha la academia y el campo de tiro, lo que se supone que iba a ser una reserva es un residencial tasada en miles de dólares, y ¿nosotros?”, espeta otro comunero.



Jose Agustín Maquino muestra las escrituras que atestiguan la propiedad comunal de 2.500 hectáreas al pueblo de Chachapa. M.S.
“Ha hecho muchas irregularidades, para el puro provecho de ellos, con la excusa que nuestras escrituras son apócrifas, pero vamos a seguir peleando”, subraya Maquino. Por ello han pedido una copia apostillada de la Cédula Real original a España. Y están presionando por la vía legal para sentarse a dialogar con el gobierno del Estado, que este año, por primera vez en un siglo, cambió de color político. “Si tuviéramos esa cédula echamos para atrás lo que nos ha quitado el gobierno o si no, que nos indemnicen o que nos den terreno en otros lados, para que a los campesinos se les recompense de alguna forma”, explica Maquino, el encargado de hacer los trámites con los abogados. Pero de momento, les quedan 150 hectáreas que no están dispuestos a perder. Y por eso desde este verano han empezado a construir casas en sus propios terrenos de pasturaje, porque la ley mexicana reconoce la propiedad de las tierras a los que las habitan, después de ciertos tiempo de permanecer allí. “O le entrábamos a defender esto que queda o ya nos lo van a quitar”, resume Maquino. Aunque los cuartuchos van proliferando, son pocos los que viven allí diario. Cándido Trujillo es uno de ellos, pues allí tiene a los animales a mano. “Yo aquí estoy de maravilla, tengo los animales sueltos, la milpa (cultivo de maíz) cerca, y voy haciendo”, dice con una sonrisa que le ilumina el rostro. Tal vez si esto lo hubiesen hecho antes, dos de sus cuatro hijos que emigraron a los Estados Unidos en busca de trabajo, no se hubieran ido.

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Posted: 28 Oct 2011 10:50 AM PDT
free forum



Fue la primera mesa redonda de este pequeño gran evento de la cultura libre en Barcelona, FC Forum,  que de forum no tiene mucho porqué el estado, muy bueno para inventar burbujas turísticas y simulacros culturales, sólo cedió un misérrimo espacio en este armatoste llamado Centro de Arte Santa Mónica.Tan minúsculo que hasta fila cero de sentados en el suelo hubo que inventar y los conferenciantes tuvieron que suplicar que abrieran las ventanas para no ahogarnos en el intento de dilucidar los cambios de relación entre el cine e internet cara a un futuro próximo.

Quizás no se trató de  un forum, o una convención donde todos nos encontramos en un espacio decente y amplio, pero si fue un foro que duró casi tres horas y contó con pesos pesados de la cultura compartida y la oficial, como el negociador por excelencia del sector, Alex de la Iglesia, Juan Carlos Tous, creador de Filmin,  un sitio de streaming que a un módico precio ofrece cine independiente y series europeas 100 % legales,  Amparo Peiró, pionera en el mundo de las descargas, Eudald Domènech, inventor de empresas 2.0 que nos llega con InoutTV, una primera fusión de internet y TV de paga, y el conocido abogado Josep Jover, miembro del partido pirata.

La verdad fue algo interesante porqué no siempre se reune un panel copioso y un público que sabe del tema y no se anda por las ramas. Así que para no hacer el cuento largo contaremos lo importante de cada caso. Sin remilgos, el partido pirata y esta figura de Josep Jové, campechano como pocos, son una buena expresión del anarcocapitalismo que también tiene sus adeptos en el complejo mundo del cyberactivismo. Un tipo que dice que la revolución hoy no es por el pan sino por la liberación de la propiedad intelectual y se queda tan tranquilo. Si no hubiera un 25 % de paro juvenil igual hasta sonaría divertido. Buenas metáforas las tiene también: “Somos un banco de sardinas atacando en grupo contra una jerarquía de tiburnos”.


cine e internet


Y traía nociones básicas para atacar al estado desde Bruselas, tal y como se hizo para tumbar parte del canon digital. Lo cual tampoco es novedad absoluta porqué los independentistas catalanes llevan haciéndolo más de una vez con sentencias similares en el tribunal de los derechos humanos de Estrarburgo cada vez que querían impugnar procedimientos y sentencias de España.  Finalmente, como buenlicenciado sabe que las rígidas leyes de propiedad intelectual no cubren todos los flecos. El resto sonaba un poco a vendedor de sueños 3.0. Grandilocuente y cuestionable, aunque buen abogado seguro lo es porqué se sabe las mañas para poner al sistema de protección legal en apuros.

Y llegó Amparo Peiro, la inventora de la primera plataforma de descargas masivas que hubo en España, Foro de Animación, que dejó pasmado a un pasmado Alex de la Iglesia cuando contó a todos los asistentes el mundo subterráneo y secreto de los ladrones de cine, o estos seres mutantes y discretos que por el placer de dar al mundo los estrenos de Hollywood grababan desde la película hasta el sonido y luego competían por linkearlas, rebonitas, a disposición del público que mediante el rapidshare y el megaupload conseguían su sueño de inmediatez.

Un mundo de geeks blancos y geeks negros donde los buenos se manejan como comunidades de usuarios, sin administrador alguno,  compartiendo servidor a escote, mientras lo cambian de país para no ser pillados, pero se regalan y regalan al mundo todas la pelis y series que precisa la voraz audiencia…y luego está el lado oscuro de la fuerza, que ni tan malo es pues son gentes que manejan sitios del cual son administadores y así con el tráfico que generan sus visitantes se llegan a ganar 800 euros al mes: “para pagar el alquiler y el bocata”, que decía la maravillosa Amparo, inventora del audioline y preciosa cronista de un inframundo donde los  verdaderos malignos, que nadie conoce realmente, pagan 200 euros al primero que cuelgue el estreno del día para descarga directa. Competencia, exhibicionismo, el morbo que no me pillen y la regla de no piratear cine español. “Detallazo”, dijo Alex de la Iglesia.

Y todos pasmados con el director vizcayno. Oyendo hablar de los peores y más secretos piratas de la red que venden miles de cuentas FTP  -Usuario web con acceso FTP significa tener una carpeta independiente de la web e inaccesible desde Internet. Cada usuario web tiene su propia carpeta y ahí recibe el acervo fílmico que quiera por un módico precio y un buen ancho de banda. Entre los que mejor ripean (copiar los datos de audio y vídeo de un dispositivo multimedia) y te bajan Doctor House un minuto y medio después que acabe el capítulo y otros jajes del oficio que ella abandonó, algo dijo con toda sinceridad: la gente quiere inmediatez pero si alguien ofreciera estrenos al momento y  a un precio asequible, tal cual hizo una empresa en Rusia, se acabaría la descarga masiva.




Entre aplausos se fue la maestra que dio paso a Juan Carlos Tous, el alma de Filmin, un sitio cool con cine para gente cool,  y que da su parte a los productores que entienden que “compartir es lo de hoy”. Claro que luchan con el problema de las ventanas de exhibición:  tres meses para los distribuidores de salas de cine, tres meses para los DVD’s, un año para el cable y sus abonados o para las televisiones. Y suma y sigue. Aunque ellos tienen una solución a la madeja legal: le dan un tanto fijo al productor y cuantas veces se pase, en función del tráfico, se comparten ingresos. Bonito, pero de momento no demasiado sustentable. Una buena subvención europea permitió iniciar el proyecto pero de momento siguen con pérdidas.

Metidos en el rollo comerical, llegó Eudald Domenech que para muchos sería como meter a Bill Gates en una convención de Linux. Un clásico empresario 2.0 con proyectos varios, fallidos y exitosos, que puso básicamente un publireportaje de su último tinglado que luce vanguardista: combinar internet y televisión en una consola que almacena quinientas horas de imagen y un sitio que finalmente lo que hace es jerarquizar los contenidos libres de la TDT, los sitios web de televisoras y cosas que se pueden reproducir sin pleitos legales.  Un aplauso más que discreto y cierto enfado entre los twitteros puristas fue el saldo de su desangelada intervención.



¿Necesita la duquesa de Alba un palacio tan grande en Madrid?


Hasta que llegó Alex de la Iglesia y abrió debate. O en todo caso insinuó que alguien está intentando enfrentar a creadores y consumidores y que llegó el momento de sentarse a la mesa a hablar y al final, cediendo cada cual un poco, se llegará a un acuerdo. El cineasta que desde una guerra twittera en noviembre del 2010 decidió bajar del Olimpo para saber si los desagradecidos mortales lo querían todo gratis intenta entender y se agradece. La cultura es ocio y negocio y los autores pueden quedar también a la intemperie aunque en la discusión abieta dijo si también había que compartir el Palacio de Liria, residencia madrileña de la primera latifundista de España, la Duquesa de Alba. Su cara de “no toquen la propiedad privada” , con tales ejemplos, suena a alzamiento nacional en contra de esos que nos quieren robar los comunes que  gentuza como la Cayetana se robaron de los ejidos andaluces hace ya más de quinientos años. En todo caso, y razón no le falta, en este conflicto hay un problema de intermediarios que no pueden llegar a un acuerdo y mientras perdemos todos. Más o menos cierto, sin duda.

Ambiguedad, disputas y un foro que se fue calentando con intervenciones de calado. Gente que sabe de lo que habla y un comentario que si produjo la mayor ovación del este primer día de Cultura Libre en Barcelona.  El tipo se llama Guillermo y a+un tiene trabajo en el mundo real: es guionista.  Y dijo en resumidas cuentas que este cambio de modelo de producción que estamos viendo es extremo y sus consecuencias también lo serán. Porqué el problema es quien te pagará por escribir contenidos. Y apareció Lucifer en persona: el capital financiero que en realidad ya está tomando el control absoluto de la red. Mirad Gacebook, mirad Google, mirad Netflix: 21 millones de abonados tiene esta red de streaming de EEUU. Y se están quedando con todos. Así pues, remató, el problema es compartir las rentas de la red porqué si no los nuevos intermediarios de la economía financiera se van a comer todo lo que hay. Y nosotros, comiendo pipas y pidiendo dos euros para un falafel, añade este taimado cronista.

Y de golpe un relámpago de lucha de clases produjo un espasmo de emoción y de rabia Y entre el palacio de Liria y la sede de Google en Santa Clara. California, termina pensando uno que los latifundios cambian de ubicación, hasta de planos, pero siguen ahí. Intocables y rematadamente poderosos…

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