Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

sábado, 29 de octubre de 2011

REPRESION DE JOVENES CHILENOS- México-EU: ¿New deal con AMLO o marines en Chapultepec?

Critica la CIDH el deplorable uso de la fuerza policial contra jóvenes chilenos




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Para huir de carabineros, alumnos de secundaria se arrojan a las aguas del río Mapocho

La represión, para que los estudiantes “no pongan en riesgo su integridad física”: portavoz de Piñera

Varios adolescentes resultaron heridos, entre ellos una embarazada y una recién operada; 4 detenidos
Agentes antidisturbios proceden a desalojar del río, con excesivo uso de violencia, a los estudiantes de secundaria, muchos de ellos casi niñosFoto Reuters

Enrique Gutiérrez
Corresponsal y agencias
Periódico La Jornada
Sábado 29 de octubre de 2011, p. 23

Santiago, 28 de octubre. Estudiantes de la enseñanza secundaria se lanzaron hoy a las aguas del río Mapocho, que cruza Santiago de este a oeste, después de ser desalojados con violencia por la policía militarizada de carabineros cuando intentaban instalar un campamento en un sector de la capital.
El vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes de Secundaria (ACES), Alfredo Vielma, informó a los medios que los carabineros arremetieron con golpes contra los jóvenes, a pesar del carácter pacífico de la manifestación, y señaló que la ocupación de la ribera del Mapocho es la primera de muchas más acciones programadas por los jóvenes.
Por su parte, la Comisión Internacional para los Derechos Humanos (CIDH) criticó la “deplorable” utilización “desproporcionada” de la fuerza pública del gobierno del presidente Sebastián Piñera para reprimir a los manifestantes estudiantiles, acciones que vienen realizándose desde hace seis meses.
Los alumnos de la educación secundaria bajaron al Mapocho a la altura del puente Pío Nono, en la cercanías de la Plaza Italia, e instalaron un par de carpas con la intención de quedarse en forma indefinida en el lugar, en un intento por emular a un grupo de deudores habitacionales que en 2009 instaló, por 42 días, un campamento en el mismo sitio para presionar al gobierno derechista a solucionar sus demandas.
Pocos minutos después, un contingente policial rodeó el lugar y conminó al grupo de 38 estudiantes a desalojar el lecho del río.
Luego, los carabineros bajaron al lugar con sus fuerzas especiales para desalojarlos, tras lo cual los jóvenes se tomaron de los brazos y empezaron a entrar al cauce del río, que es poco profundo a esa altura pero con mucha corriente.
Un grupo de policías bajó hasta el lugar y se lanzó a golpes contra algunos estudiantes que ya se encontraban sobre el agua.
Varios jóvenes se mojaron las piernas y dos quedaron empapados cuando resbalaron y cayeron a consecuencia de la operación de desalojo y el forcejeo, en tanto que otros resultaron con golpes propinados por la policía, entre ellas una estudiante embarazada y una alumna recién operada de la columna. El saldo fue de cuatro estudiantes de secundaria detenidos.
De acuerdo con los manifestantes, la protesta fue “contra la clase política chilena”, en el contexto de un extenso conflicto estudiantil que se ha prolongado por seis meses y busca la gratuidad y la calidad de la educación en Chile.
El comandante de la policía, Mario Rozas, justificó la violenta acción policial en la protección de los menores, mientras que los estudiantes denunciaron una fuerte represión de los carabineros.
“Ellos en forma temeraria comenzaron a amenazar con lanzarse a las aguas del río Mapocho, por tal motivo se hizo un despliegue y el personal que participaba fue el suficiente y necesario para asegurar la integridad física de los menores de edad en el contexto de una situación de orden público”, indicó el jefe policial.
Alfredo Vielma, vocero de la ACES, señaló que “hoy pudimos ver cómo la policía militar quiere violentar a los estudiantes de la Región Metropolitana, que estaban manifestándose pacíficamente, pero buscan criminalizarnos y llevarnos presos”.
En declaraciones al diario chileno La Tercera, el líder estudiantil señaló que “replicaremos este tipo de ocupaciones en lo que queda del año. Radicalizaremos las movilizaciones porque nos ayudan a acercar las demandas a la gente y a interactuar con ellos. Además, las marchas ya no convencen al gobierno”.
El dirigente afirmó que la ACES se adherirá al paro del 5 y 8 de noviembre de la Confederación de Estudiantes de Chile.
Más tarde, Andrés Chadwick, vocero del gobierno del presidente Piñera, reiteró que “no permitiremos que estos jóvenes pongan en riesgo su integridad física”.
En tanto, el relator sobre los Derechos para los Niños y Adolescentes de la CIDH, Paulo Sergio Pinheiro, calificó este viernes de “deplorable” la “desproporcionada” utilización de la fuerza contra los jóvenes en las manifestaciones estudiantiles de Chile.
“La conclusión básica es: la manera con la que esas manifestaciones en que estaban niños, niñas y adolescentes fueron reprimidas fue lamentable, deplorable y hubo un claro uso de desproporcionalidad de la fuerza”, afirmó.
“No es algo compatible con la convivencia democrática”, afirmó el comisionado brasileño, durante una audiencia en la CIDH, en la cual los estudiantes chilenos denunciaron una supuesta represión desmedida por la policía chilena en las marchas que protagonizan desde hace casi seis meses.
Pinheiro afirmó que “ya es hora” de que el gobierno de Chile “piense en reformar” un decreto que regula las manifestaciones heredado de la época de la sanguinaria dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Por otra parte, hoy se informó que el presidente Piñera es, con sólo 28 por ciento, el jefe de Estado con menor apoyo de las 18 naciones de América Latina, según el índice Latinobarómetro.
El mandatario presenta un descenso de 27 por ciento con respecto a 2010, lo que constituye la caída más grande a escala continental marcada por el conflicto estudiantil que enfrenta su gobierno.
El estudio da cuenta de una reducción en el apoyo de la democracia en el país, pasando de 63 a 61 por ciento. Situación similar se registra en cuanto a la imagen de progreso de Chile, el cual cayó de 55 a 29 por ciento.
Aunado a ello, sólo 29 por ciento piensa que Piñera gobierna “para el bien de la población”, 6 por ciento cree que hay “una justa distribución de la riqueza” y 53 por ciento dice que la democracia chilena carece de justicia social.

Desfiladero

México-EU: ¿New deal con AMLO o marines en Chapultepec?
Jaime Avilés
El presidente Felipe Calderón, a su arribo a la capital de Paraguay para participar en la Cumbre Iberoamericana, se reunió previamente con el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, y con el rey Juan Carlos I de EspañaFoto Notimex
¿Qué tienen en común el PAN y el Partido Demócrata de Estados Unidos? Ambos saben que son nulas sus posibilidades de ganar las elecciones presidenciales en 2012, a menos que den un golpe superespectacular que cimbre al mundo. Obama resultó un fiasco en lo político, en lo económico, en lo social y en lo militar. Para tratar de quedarse cuatro años más en la Casa Blanca se echó a los pies de Israel, de Wall Street y de Hillary (valga la redundancia).
Nada sugiere, sin embargo, que tanta obsecuencia le haya servido de nada. La gente que votó por él lo detesta. Los fascistas del Tea Party lo desprecian y cuentan los meses que faltan para pasarle por encima. Obama, pues, necesita desesperadamente hacer algo en grande. No pudo ganar la guerra en Irak ni en Afganistán, así que mejor sacará a sus tropas de esos desiertos. ¿Para mandarlas a dónde?
A lo largo de esta semana, el New York Times (NYT) y el Washington Post (WP) dedicaron sus principales noticias de primera plana a México. El WP “descubrió” que durante el sexenio de Felipe Calderón se duplicó la producción de mariguana, y la de amapola alcanzó un auge tal que México es ya el segundo exportador mundial de heroína, sólo por debajo de Afganistán. (Recuerden que cuando los talibanes tomaron el poder en Afganistán, la amapola fue erradicada casi por completo, pero las cosechas volvieron a normalizarse en cuanto llegaron los marines).
A su vez, el NYT confirmó que todos los órganos de seguridad de Estados Unidos se mueven a su antojo por territorio mexicano, y que han establecido “estaciones” (¿eso significa centros de espionaje y de mando?) en todo el país. Sendos rotativos quieren suponer que la “heroica” decisión tomada por Calderón al declarar la guerra “contra” (jaja) el narco en 2006, obligó a las fuerzas armadas mexicanas a concentrar sus esfuerzos en las ciudades, pero “descuidó” el campo, y por eso los cultivos de mariguana y amapola crecieron exponencialmente.
Los dos influyentes periódicos recalcaron la “amenaza contra la seguridad interna de Estados Unidos que representa la alianza de Los Zetas con los terroristas islámicos”. Y, al respecto, sacaron a relucir el recién desmantelado “complot” entre un iraní-gringo y ese cártel fundado y dirigido por paramilitares, que antes fueron militares y recibieron adiestramiento del Pentágono y de los kaibiles de Guatemala.
En ese contexto reapareció mediáticamente el caso del ciudadano somalí que, según esto, almacenaba explosivos en una casa de la colonia Cuauhtémoc para atentar contra la embajada de Estados Unidos en México. Anteayer, en Washington, al comparecer ante un comité que investiga el operativo Rápido y furioso, Hillary “rectificó”, según ella, “a solicitud” de Calderón, su opinión sobre los cárteles mexicanos: “no son insurgentes, son terroristas”, afirmó, en sintonía con la campaña del NYT y el WP, o sea, de ella misma.
Y ayer, de nuevo, en primera plana, el WP aseguró que Calderón “mandó a la Marina, el Ejército y la Policía Federal a detener vivo o muerto” a El Chapo Guzmán, lo que es más falso que un Rólex chino. Por su parte, desde Veracruz, la propia Marina afirmó que Los Zetas tuvieron que “salir corriendo” de esa entidad (lo que de ser cierto, nada bueno augura para Tabasco y Puebla).
¿Vienen las tropas de Obama a “salvarnos”? Si la decisión ya se tomó, debemos, como dice Galeano, “dormir con un ojo abierto”, porque la violencia se recrudecerá como nunca, para que los televidentes del otro lado de la frontera se horroricen hasta que estén listos para aplaudir el “histórico” anuncio de la operación militar (¿Cómo se llamará: Tormenta en la taquería?) que supuestamente restablecerá el respeto a los derechos humanos de nosotros, luego de bombardearnos y hacernos pinole.
Para que el plan siga su marcha, Calderón tendrá que volver a repetir, una y otra vez, lo que por enésima declaró el jueves: “el Ejército se mantendrá en las calles el tiempo que sea necesario”. Y en entrevista con La Jornada, su mínimo y fiel Ernesto Cordero, que no logra ni quiere disimular su parecido con Mister Bean, baló así: “debemos mantener la estrategia actual contra el narco” .
Según NYT, Cordero, el “gallo” calderónico para 2012 va a la cola de todos los precandidatos del país. Pero si el plan del hombrecito de Los Pinos se lleva a cabo, como lo anticipó Desfiladero hace cuatro sábados, en el proceso interno del PAN ganará la nominación por dedazo, a pesar del berrinche que ya está haciendo desde ahora la señora Vázquez Mota, cuyo apellido materno no casa con la guerra “contra” (jajaja) el narco.
Mientras el destape de Cordero aguarda la hora de la verdad, la gente de Marcelo Ebrard, con el delegado de Gustavo A. Madero, Víctor Hugo Lobo, a la cabeza, persiste en su empeño de anular las elecciones internas de dirigentes del PRD, meta que, en caso de ser alcanzada, dejará a ese partido fuera de los comicios presidenciales de 2012, pero no a Ebrard. Porque si éste saca de la cancha al “instituto” creado en 1989 por Cuauhtémoc Cárdenas, alegará que ya no tendrá caso que compita con Andrés Manuel López Obrador, para que las encuestas determinen cuál de los dos es el mejor posicionado, en un partido que prácticamente habrá dejado de existir.
Y si eso llegara a suceder, lo que no es imposible, sino al contrario, ¿qué hará Ebrard con toda la simpatía que por él siente, y todos los millones de votos que quiere darle, la profesora Elba Esther Gordillo? Obvio: irse al PAN, en lugar de Cordero. En todas partes en donde se hace oír, la cacique chiapaneca repite que podría apoyar a Peña Nieto, pero que anhela irse con Ebrard, su adorado güerito.
México, hay que volver a decirlo, sólo tiene una salida para seguir existiendo como país, y no como protectorado de Estados Unidos: impulsar un modesto pero irreversible proceso revolucionario, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, quien después de ganar las elecciones, el próximo primero de julio, tiene previsto poner en marcha un programa de emergencia para dar empleo a dos millones de personas en las primeras nueve semanas de su gobierno, y luego a cinco millones más. ¿Aplicando un modelo que inventó quién? ¿Hitler? ¿Mao? ¿Stalin? ¿Kadafi? ¿Sadam Hussein? No. El presidente Franklin D. Roosevelt, al inaugurar el New deal –o nuevo pacto social– en Estados Unidos.
El New deal, dice Wikipedia, “es el programa que Roosevelt desarrolló entre 1933 y 1938 para luchar contra los efectos de la Gran Depresión de 1929, con el objetivo de sostener a las capas más pobres de la población, reformar los mercados financieros y redinamizar la economía estadunidense, herida por el desempleo y las quiebras en cadena”.
Por eso, esta columna ha leído atónita la declaración que el excelentísimo señor presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gerardo Gutiérrez Candiani, emitió de viva voz el pasado miércoles en Oaxaca: AMLO “debe demostrar que no está contra la iniciativa privada”. ¿Cómo, cómo? ¿No será más bien la iniciativa privada, o más concretamente esa iniciativa privada es –la que forma el pequeño club de los dueños de todo– la que debe demostrar que no está en contra de más de 100 millones de mexicanos hartos de soportar sus abusos? ¿O qué pretendió decir realmente el vocero de esos señoritingos de nariz quirúrgicamente respingada? ¿Que el máximo dirigente opositor del país les jure de rodillas, como lo hizo Enrique Pelo Tieso en Querétaro, que está dispuesto a entregarles Pemex?

jamastu@gmail.com http://twitter.com/@emiajseliva


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