Cadena Coss, el “zar” de los giros negros en Coahuila
MÉXICO, D.F. (apro).- Oscar Cadena Coss, a quien se le atribuye parentesco con el conductor de televisión Oscar Cadena –quien varias veces visitó uno de sus centros nocturnos— era muy conocido en Coahuila por sus negocios de giro negro.
Sus actividades iniciaron en los años ochenta, cuando abrió el salón Studio 85, donde se realizan tardeadas de música tropical. El lugar resultó un éxito y todos los domingos lucía repleto de jóvenes de colonias populares.
Alrededor de 1994 inauguró el Kumbala Turistic Center, que se convirtió en el lugar más concurrido hasta este fin de semana, principalmente por obreros y obreras, quienes atestaban el sitio que cuenta con cuatro pistas, en las que se reproduce música disco y pop, grupera y country.
Además, Cadena Coss era propietario del Club Krystal, otro centro nocturno pero localizado en la ciudad de Monclova.
En una entrevista con este reportero realizada en 1999, Cadena Coss explicó su lógica empresarial.
“Los niños bien van a los bares y antros, pero sólo gastan lo que les dan en su casa… son hijos de familia y se la pasan toda la noche con una bebida en la mano. Como empresario tienes clientela bonita pero que no va a gastar, no tienen con qué.
“El negocio está con los obreros, los trabajadores y albañiles, que el fin de semana cobran la raya y vienen a gastársela aquí. Yo pensé en eso porque esa gente no tiene más a dónde ir, dónde divertirse. Mis precios son módicos pero tengo muchos clientes”, expuso.
Cadena Coss se ufanaba también de la seguridad que prevalecía en su centro nocturno, que en años recientes permanecía abierto hasta las siete u ocho de la mañana, violando la reglamentación municipal de alcoholes.
Aunque era común verlo en clubes sociales como el Deportivo San Isidro, el zar de los giros negros nunca fue cobijado por la elite empresarial de la ciudad, por lo que fundó una asociación altruista que bautizó con su nombre.
Aunque nunca se le consideró del todo violento, en varias ocasiones se vio señalado por actos vandálicos contra quienes lo criticaban o se interponían en sus intereses.
Los mensajes fueron claros, por ejemplo, para algún conductor de radio que denunciaba las violaciones al reglamento de alcoholes: al día siguiente, su carro amaneció dañado con ácido sobre la carrocería.
Además, uno de sus jefes de seguridad, de nombre Martín, presuntamente murió la semana pasada en un tiroteo con elementos de la Marina, en Arteaga, Coahuila. Sin embargo, se desconoce si el antiguo escolta seguía al servicio del empresario.
A Cadena Coss le sobrevive su esposa, Pilar García, así como tres hijas y un hijo.
Sus actividades iniciaron en los años ochenta, cuando abrió el salón Studio 85, donde se realizan tardeadas de música tropical. El lugar resultó un éxito y todos los domingos lucía repleto de jóvenes de colonias populares.
Alrededor de 1994 inauguró el Kumbala Turistic Center, que se convirtió en el lugar más concurrido hasta este fin de semana, principalmente por obreros y obreras, quienes atestaban el sitio que cuenta con cuatro pistas, en las que se reproduce música disco y pop, grupera y country.
Además, Cadena Coss era propietario del Club Krystal, otro centro nocturno pero localizado en la ciudad de Monclova.
En una entrevista con este reportero realizada en 1999, Cadena Coss explicó su lógica empresarial.
“Los niños bien van a los bares y antros, pero sólo gastan lo que les dan en su casa… son hijos de familia y se la pasan toda la noche con una bebida en la mano. Como empresario tienes clientela bonita pero que no va a gastar, no tienen con qué.
“El negocio está con los obreros, los trabajadores y albañiles, que el fin de semana cobran la raya y vienen a gastársela aquí. Yo pensé en eso porque esa gente no tiene más a dónde ir, dónde divertirse. Mis precios son módicos pero tengo muchos clientes”, expuso.
Cadena Coss se ufanaba también de la seguridad que prevalecía en su centro nocturno, que en años recientes permanecía abierto hasta las siete u ocho de la mañana, violando la reglamentación municipal de alcoholes.
Aunque era común verlo en clubes sociales como el Deportivo San Isidro, el zar de los giros negros nunca fue cobijado por la elite empresarial de la ciudad, por lo que fundó una asociación altruista que bautizó con su nombre.
Aunque nunca se le consideró del todo violento, en varias ocasiones se vio señalado por actos vandálicos contra quienes lo criticaban o se interponían en sus intereses.
Los mensajes fueron claros, por ejemplo, para algún conductor de radio que denunciaba las violaciones al reglamento de alcoholes: al día siguiente, su carro amaneció dañado con ácido sobre la carrocería.
Además, uno de sus jefes de seguridad, de nombre Martín, presuntamente murió la semana pasada en un tiroteo con elementos de la Marina, en Arteaga, Coahuila. Sin embargo, se desconoce si el antiguo escolta seguía al servicio del empresario.
A Cadena Coss le sobrevive su esposa, Pilar García, así como tres hijas y un hijo.
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