Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

sábado, 19 de mayo de 2012

Elecciones 2012- Demanda AMLO unidad a banqueros para salir de la crisis de inseguridad- Los jóvenes de hoy son los del 68

Elecciones 2012
En la 75 convención del sector, el aspirante critica las altas comisiones de los servicios
Demanda AMLO unidad a banqueros para salir de la crisis de inseguridad
Desglosa a los asistentes proyecto de crecimiento económico y generación de empleos
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El candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador asistió a la Convención Bancaria, en Acapulco. En la imagen lo acompañan Carlos Ruiz Sacritán y Carlos Elizondo Mayer-Serra
Foto Carlos Ramos Mamahua
Roberto Garduño y Roberto González Amador
Enviados
Periódico La Jornada
Sábado 19 de mayo de 2012, p. 7
 
       Acapulco, Gro., 18 de mayo. El poderoso sector bancario, congregado en este enclave turístico, escuchó la propuesta de crecimiento y desarrollo económico-financiero de Andrés Manuel López Obrador, quien demandó unidad de todos los sectores productivos para contribuir al crecimiento en la materia y generar empleos, si queremos sacar adelante al país de esta crisis de inseguridad.
La 75 Convención Bancaria fue escenario para los cuatro aspirantes presidenciales; el candidato de la coalición Movimiento Progresista desglosó un proyecto de crecimiento económico y creación de empleos, pero sobre todo los dejó sorprendidos cuando reclamó la asimetría de ganancias de banqueros por los servicios que prestan.
“Considero indispensable que impulsemos el crecimiento económico. Es una prioridad para serenar el país. Si hay crecimiento hay empleos, y si hay empleos hay bienestar y si hay bienestar hay tranquilidad y paz social.
Es necesario que logremos entre todos impulsar esta tarea; en 29 años no ha habido crecimiento en el país. Hemos tenido muy mal desempeño en la materia, afirmó.
Dicha empresa se sustentará en el combate a la corrupción, un plan de austeridad porque no podemos mantener un gobierno faraónico, y en el convencimiento de pagar impuestos, sin medidas autoritarias, evitando la evasión fiscal y terminando con privilegios fiscales.
En su exposición, retomó su experiencia al frente del Gobierno del Distrito Federal y anunció que utilizará la inversión pública como capital semilla, pero el tema que causó escozor fue el de las comisiones que los bancos cobran al usuario.
Es fundamental la participación de ustedes: es indispensable incrementar la cobertura bancaria y reducir los costos que se cobran por los servicios prestados... es importante resolver lo relacionado con el alto nivel de las comisiones. No es sano que en México los ingresos por comisiones representen hasta cuatro veces más que en otros países.
El candidato, que llegó al hotel sede acompañado del empresario Alfonso Romo y del gobernador Ángel Heladio Aguirre, presentó más propuestas que generaron reflexión y rostros de seriedad entre los banqueros, la mayoría beneficiarios de la política neoliberal.
Es importante que haya más competencia en el sector financiero. La entrada de nuevos participantes y la consolidación de los actuales puede permitir que haya tasas de interés más competitivas. Necesitamos que haya financiamiento para proyectos productivos. Necesitamos levantar a México de la postración.
Reclamó respaldo para los sectores que generan la mayor ocupación laboral y garantizó que con él en la Presidencia de la República se respetará la ley, no habrá privatizaciones y se castigarán los abusos.
Por eso les digo con toda claridad: el gobierno que voy a encabezar va a garantizar seguridad jurídica a los bancos, y seguridad patrimonial a las empresas.
El candidato presidencial ya había recibido el saludo del ex presidente español Felipe González y después enunció seis pasos para el crecimiento. El gobierno dará mejores condiciones para impulsar el financiamiento de proyectos productivos; se generarán incentivos para dar mayores montos de crédito a empresas, al comercio y al campo; respetando la independencia del Poder Judicial se apoyará la idea de crear tribunales especializados para asuntos empresariales de crédito y de gobierno corporativo para dar certidumbre a los agentes productivos.
Estimular la creación de más bancos regionales; revisar a fondo lo relacionado con el financiamiento a Pymes para reconvertirlo en un fondo que elimine vicios, y aprovechar también el uso de los medios de comunicación móviles para el servicio.
“La banca es fundamental para el desarrollo del país, pero también es clave para el ataque a la corrupción, combatiendo el lavado de dinero, vigilando la capacidad de endeudamiento y evitando la intromisión del crimen organizado en el sistema.
“Hagamos un esfuerzo conjunto para consolidar el desarrollo, el combate a la pobreza y la creación legítima de riqueza. Nuestra propuesta consiste en mantener equilibrios macroeconómicos, no vamos a gastar más de lo que ingrese, no va haber déficit fiscal. No vamos a endeudar al país, no crearemos nuevos impuestos. Mantendremos la independencia del Banco de México.
Vengo a invitarlos a hacer equipo para sacar adelante al país. Quiero que tengan la confianza de que actuaremos de forma responsable. Vengo a pedirles que apoyen para que juntos logremos el desarrollo de México.
Al retirarse, López Obrador había externado su visión sobre la banca, y sus representantes le despidieron con un aplauso consistente y entre risas.

Elecciones 2012
Pide al pueblo organizarse y no descuidar las urnas en la elección
Congrega López Obrador a 6 mil personas en la plaza de Tapachula
Foto
Andrés Manuel López Obrador, con seguidores en ChiapasFoto Carlos Ramos Mamahua
Roberto Garduño
Enviado
Periódico La Jornada
Sábado 19 de mayo de 2012, p. 7
Tapachula, Chis., 18 de mayo. Lo único que podrá detener el triunfo del cambio verdadero en la elección del primero de julio es que el pueblo no esté organizado y descuide las urnas, por eso les pido que se organicen y participen en la regeneración del país, indicó Andrés Manuel López Obrador.
El candidato del Movimiento Progresista viajó de Acapulco a la frontera sur del país. Más de 6 mil personas abarrotaron la plaza central de Tapachula.
La participación y adhesión creciente de ciudadanos propició que el aspirante llamara a participar el día de la elección; convocó a sufragar y aseguró que panistas y priístas votarán por el proyecto que encabeza. El país ya no aguanta, y sólo el pueblo puede salvar al pueblo.
Los chiapanecos manifestaron su apoyo incondicional y corearon: ¡presidente, presidente, presidente..!
Por la mañana, en Acapulco, insistió en que en julio los mexicanos lograremos la hazaña de iniciar la cuarta transformación del país; estamos participando para hacer historia, no para llegar a cargos públicos.
Antes, en rueda de prensa matutina, agradeció el respaldo que mexicanos en el extranjero le darán el domingo próximo en diversas ciudades del mundo. Son parte de Morena y algunos lo hacen de manera individual. Quiero expresarles mi agradecimiento, mi respaldo y estamos trabajando para lograr el renacimiento de México.
Reconoció la creciente participación de los jóvenes en el Movimiento de Regeneración Nacional, al actuar consistentemente en la transformación del país. En ese sentido refirió que ya ha recibido invitación para reunirse con estudiantes de la UAM, el IPN y la UNAM por separado.
Los jóvenes quieren participar para cambiar las cosas. Ellos son víctimas de las crisis, crecieron en el periodo de la política neoliberal. Han sido excluidos, y muchos están tomando conciencia y están participando. ¡Es sorprendente la participación de los jóvenes en la transformación del país.
El aspirante presidencial hizo un nuevo llamado a los propietarios de las concesiones de medios de comunicación, a no utilizarlos, que se tranquilicen, no se puede vivir en la república de la televisión... Yo estoy de acuerdo en que el papel de los medios es criticar, pero volviendo al caso nacional, a Peña Nieto no lo tocan ni con el pétalo de una rosa. No se pueden utilizar los medios para someter.
Mitin espontáneo en el puerto
Al arribar a Acapulco, pasada la medianoche del viernes, López Obrador se topó en la avenida Miguel Alemán con una reunión de motociclistas que festejaron su llegada, vaso en mano.
Nicolás Mollinedo no logró evadir aquel maremágnum que absorbió el vehículo del aspirante presidencial. Los vidrios de la camioneta bajaron y López Obrador comenzó a saludar a mujeres y hombres, algunos incluso se salieron de los bares al identificarlo.
Un hombre tomó un micrófono y anunció: Andrés Manuel, nuestro candidato, tú serás nuestro presidente.


Los jóvenes de hoy son los del 68
Elena Poniatowska
 
       Agradezco con toda mi alma a la escritora Rosa Beltrán, directora de Literatura, a quien se le ocurrió organizar este gran homenaje; le agradezco a María Teresa Uriarte, directora de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México su apoyo y finalmente les agradezco a los tres rectores aquí presentes, el doctor Guillermo Soberón, el doctor Juan Ramón de la Fuente y el doctor José Narro que nos recibe hoy en la sala Miguel Covarrubias. Son tres rectores que han sido y siguen siendo los Tres Mosqueteros que defienden a la UNAM y a sus estudiantes y la abren al diálogo y a la discusión.
Y que gritan en el estadio cuando ganan los Pumas: Goya, Goya, cachun, cachun ra rá, cachun cachun ra rá, Goya Universidad.
Hoy en día, tal parece que México es un país al que todo le duele, enfermo de corrupción, infectado de violencia, pero si uno se acerca a su corazón escucha un latido tan enérgico que lo pone a temblar: el de su juventud. Según el último censo, la población joven en nuestro país supera los 28 millones, de los cuales 324 mil estudian en la UNAM, aunque este año unos 110 mil muchachos quedaron afuera. Hace unos días, el doctor Juan Ramón de la Fuente aclaró que hay más de 5 millones de analfabetas en nuestro país y que no sólo son ancianos, mujeres y niños sino jóvenes.
Los jóvenes son mi fuerza, mi inspiración y mi orgullo. Creo en ellos como en el Santo Niño de Atocha en el que confiaba Jesusa Palancares. Sin ellos no tendría sentido teclear un día sí y otro también desde el año de 1953 hasta la fecha.
Sin los jóvenes, México estaría irremediablemente perdido, sin aliento, sin nadie por quién luchar, sin vuelo, sin futuro. La tienen difícil en estos años porque a los egresados de las distintas facultades universitarias se les cierran las puertas:
–¿Tiene experiencia?
–Acabo de terminar mi carrera.
–Lo siento. Que pase el siguiente.
Muchos tienen que trabajar para pagar sus estudios y al final se encuentran con que no hay nada para ellos y el veredicto es inapelable: No cubre usted el perfil para la vacante. Admiro a los jóvenes porque insisten y a veces logran su sueño a pesar de que México, hoy por hoy, es el país del desempleo.
Sin embargo, son los jóvenes los que se ponen de pie porque la marginación los hace sensibles a la injusticia y defender a los menos favorecidos; se identifican con los grupos que los gobiernos se encargan de sepultar y resucitar cada seis años con fines electorales. A lo largo del tiempo han sido solidarios con los ferrocarrileros, con los mineros, con los indígenas, con los campesinos, con los zapatistas, los paracaidistas, las madres de desaparecidos, con las familias víctimas de la violencia por la guerra del narcotráfico y son ellos quienes apoyan las grandes causas sociales de nuestro país.
Supe que la juventud representaba un poder prodigioso desde antes de 1968. Bastaba verlos discutir en torno a una mesa en la cafetería de la UNAM para saber que eran dioses. Bastaba mirar sus rostros encendidos en el pleito por la plusvalía y los derechos del trabajador para darse cuenta que conformaban la fuerza de nuestro país y que sus camisetas, sus clavículas, la mezclilla que se revienta en sus rodillas, sus tenis sin agujetas los hacía vivir al borde de sí mismos. Me regalaron sus imágenes verbales y desde entonces sé que todo lo suyo está ligado al fuego cruzado en el que crecen.
En 1968, cuando atropellaron sus derechos y el gobierno los encerró en el Palacio Negro de Lecumberri, contaron uno a uno su propia historia. Escuchar su voz aprisionada en la cárcel o en el juzgado fue una lección y un privilegio. La Chata, María Fernanda Campa, pasó diez años de su vida en un ir y venir de la cárcel de Santa Marta Acatitla para visitar a su padre Valentín Campa, a la de Lecumberri para acompañar a Raúl Álvarez Garín. Su madre, la doctora en matemáticas Manuela Garín de Álvarez, hoy de cien años de edad, resultó un ejemplo de entereza y sentido del humor. En esos años todo era miedo. Ser joven y ser estudiante equivalía a convertirse en carne de cañón; recuérdense a los cinco excursionistas que pretendían subir a la Malinche y fueron asesinados por una turba que gritaba comunistas y vienen a violar a nuestras hijas el 14 de septiembre de 1968 en San Miguel Canoa, Puebla.
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QUERIDA ELENA, TE ABRAZA EL PUEBLO. Elena Poniatowska cumple este sábado 80 años de edad. Escritora, periodista, colaboradora de La Jornada, los celebra rodeada del cariño de su familia, amigos, colegas, lectores. ¡Feliz cumpleaños, querida Elena!Foto María Meléndrez Parada
Montserrat Gispert, María Alicia Martínez Medrano, Mercedes Olivera, Adelita Castillejos, la Tita, la Nacha, Selma Beraud, Elisa Ramírez, Paz Cervantes, la poeta María Ángeles Comesaña se enfrentaron al primer tanque que entró al Zócalo y la actriz Margarita Isabel se las arregló para hacer reír hasta a los granaderos.
La amistad y el ingenio se forjan en las circunstancias más adversas. Entre otros muchos actos de heroísmo, las mujeres se las ingeniaron para hacer gelatinas con vodka lo cual ayudó a que José Revueltas escribiera su notable novela El apando a lo largo de un mes bajo la mirada de su compañero de celda, Martín Dozal.
Pensar en 1968 es rendirle tributo a un movimiento que cambió la vida de México. El régimen mostró lo peor de sí y los estudiantes lo mejor.
1968 es un parteaguas y un compromiso moral porque gracias a los muchachos de ayer, hoy somos más fuertes, más resistentes y le quitamos algo de su impunidad al poder. Aprendimos a denunciar y a resistir. Movimientos campesinos y obreros a lo largo de la república se reconocen deudores del 68.
Los estudiantes del 68 eran inteligentes, frescos, combativos, sabían cómo transmitir su mensaje, no tenían armas sino deseos de hacer el amor y de alfabetizar a niños sin escuela y a muchachas bonitas que tallan su ropa en el lavadero. Se burlaron de los granaderos y del Presidente de la República. Sal al balcón, hocicón, sal al balcón, bocón. Marcharon junto al rector Barros Sierra que hizo suya su causa. Únete pueblo, únete pueblo, únete pueblo agachón. Tomaron las calles, desacralizaron al Zócalo, cuestionaron el autoritarismo y cuando los acusaron de agitadores caminaron bajo una manta que decía: Estos son los agitadores: ignorancia, hambre y miseria. Recurrieron al silencio para hacerse oír como en la marcha del 13 de septiembre de 1968.
Soy una mujer de ochenta años, madre de tres hijos, abuela de diez nietos. Como lo escribió mi bien amado José Emilio Pacheco, en los días asoleados y azules como hoy, me recuerdo joven, junto a él, junto a Vicente Rojo, a Neus Espresate, a Carlos Monsiváis y cuando nos reunimos los que todavía estamos vivos pienso que desmentimos su poema: “(…) Ya somos todo aquello/ contra lo que luchamos/ a los veinte años”.
Como me pidieron que hablara muy cortito sólo quiero contarles que hace algunos años, subí a la rectoría de la UNAM con algún mensaje de López Obrador para Juan Ramón de la Fuente, entonces rector. Los dos, de pie, nos acercamos a uno de los grandes ventanales de la torre de rectoría. El doctor de la Fuente miró hacia la explanada en la que caminaban unos muchachos. Desde lo alto veíamos sus nucas y sus hombros y de pronto me dijo: Es a ellos a quienes tengo que cuidar.
De la Fuente tenía y tiene toda la razón. Es a ellos a quienes nosotros, los que ya vivimos, los viejos de ochenta años, tenemos que cuidar.
Texto leído por la periodista, en la sala Miguel Covarrubias, el pasado lunes 14 de mayo durante el homenaje por su cumpleaños 80 que recibió en la UNAM

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