PRI paga tocada, piden porra para Peña pero jóvenes lo abuchean y gritan "AMLO", "AMLO"
Los jóvenes, en su mayoría estudiantes de la UAG y de los colegios de bachilleres, le responden al animador y patrocinador del concierto de rock con rechiflas contra del candidato presidencial Enrique Peña Nieto.
"A ver una porra para Peña Nieto", grita desde el templete el dirigente juvenil del PRI en Chilpancingo, Humberto Díaz, durante un concierto patrocinado por el partido.
Los jóvenes, en su mayoría estudiantes de la UAG y de los colegios de bachilleres, le responden al animador y patrocinador del concierto de rock con rechiflas contra del candidato presidencial Enrique Peña Nieto.
Y luego se escuchó en coro: "AMLO", "AMLO", AMLO", "AMLO".
El líder priista, que vestía una camisa blanca con el distintivo del PRI, ya no pide que le echen porras a su candidato y opta por bajar del templete de madera donde la banda de rock de esta Ciudad, "La Máscara del Santo", ofreció un concierto patrocinado por el comité del PRI de Guerrero.
En los dos extremos del templete estaban colgadas dos mantas de vinil de la propaganda de Peña Nieto.
Durante el concierto, que se realizó en la explanada de la plaza Primer Congreso de Anáhuac, la banda lanzó "PRIindros" a los muchachos, quienes tras agarrar en el aire los pequeños recipientes los pateaban en el suelo.
"Ya dejen de decirnos que le echemos porras a Peña Nieto, nosotros estamos aquí porque ustedes tocan bien chingón", gritó uno de los jóvenes a los integrantes del grupo.
Y es que durante la tocada, en tres ocasiones, uno de los vocalistas de la banda pidió que le echaran una porra a Peña Nieto y sólo logró rechiflas hacia el candidato.
En el desarrollo del concierto, varios estudiantes de la preparatoria de la UAG, distribuyeron invitaciones para que el próximo 30 de este mes participen en una marcha denominada "Antipeña" y en contra de Televisa.
El permiso para que se realizara este concierto patrocinado por el PRI, fue otorgado por el Alcalde de este Municipio, Tulio Pérez Calvo.
En la explanada también se colocaron una carpa y un carro de sonido donde fue colocado un espectacular de Enrique Peña Nieto.
La derecha cierra filas ante ascenso de AMLO
Por si acaso hiciera falta, la incorporación de Manuel Espino a la campaña de Enrique Peña Nieto corrobora que los partidos blanquiazul y tricolor son iguales, luchan por los mismos objetivos
Por si acaso hiciera falta, la incorporación de Manuel Espino a la campaña de Enrique Peña Nieto corrobora que los partidos blanquiazul y tricolor son iguales, luchan por los mismos objetivos y representan los mismos intereses. Lo fundamental para ambos es frenar avances democráticos en el país, pues ello les significaría pérdida de privilegios, cosa inaceptable mientras puedan evitarlo. Se trata de una alianza natural, que podría apuntalarse si lo consideraran conveniente, a medida que la candidatura de Andrés Manuel López Obrador siga en ascenso, como es previsible.
La derecha en el poder sabe que desunida no podría enfrentar los justos reclamos de las clases mayoritarias, por eso es factible que cierre filas en los meses venideros, cuando las fuerzas progresistas se afiancen electoralmente y demuestren a tiros y troyanos su viabilidad como factor político preponderante, en un entorno muy complejo que sólo con una firme unidad podrán sortear en el corto plazo. Están dadas las condiciones para que la lucha política en el país entre en una disyuntiva ineludible: o se sigue un rumbo de paz social, en medio de fuertes negociaciones entre dirigentes progresistas y líderes de la oligarquía; o se toma la ruta de una violencia en ascenso, pues una vez definida ésta no habría posibilidad de frenarla.
El sexenio calderonista habrá de tener un final muy dramático, como es fácil advertirlo, de ahí el imperativo de que no haya chispas que incendien la pradera reseca en que está convertido el territorio nacional. Para donde quiera que se mire hay riesgos de conflagraciones, como consecuencia de los desatinos de Felipe Calderón durante su mandato, tanto en el renglón económico como en el político y más aún en el social, luego de tres décadas de grave pérdida del poder adquisitivo de los salarios y de la total cancelación de una mínima movilidad social. Si hasta los jóvenes de extracción burguesa están preocupados por la situación actual del país, los millones que carecen de oportunidades no dudarían en apoyar movimientos reivindicatorios, al fin que no tienen nada que perder. ¿Acaso muchos de ellos no forman parte ya del ejército de reserva del crimen organizado?
Por si no fuera suficiente, ahora surgió un nuevo punto de conflicto en las fuerzas armadas que podría derivar en problemas de difícil solución. Independientemente de las causas reales o aparentes de la aprehensión de cuatro militares, tres de ellos del más alto rango, lo cierto es que tal movimiento habrá de tener consecuencias al interior de las tropas, al ponerse en evidencia serias discrepancias en la cúpula del Ejército. Podría vaticinarse que este problema habrá de ser decisivo en las negociaciones entre el próximo primer mandatario y las fuerzas armadas para definir al nuevo titular de la Secretaría de la Defensa.
Y si por un lado amarran alianzas el PRI y el PAN, y por otro se dan con todo, como parece el caso con los afanes de llevar a juicio al ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba, lo cierto es que se trata de tanteos para ver cuál de los grupos en ambos partidos se vuelve dominante. Calderón no se resigna a perder su posición privilegiada, y el ex mandatario, Vicente Fox, considera oportuno meter el acelerador para recuperar el terreno perdido luego de un sexenio en la sombra. Ambos saben que le serán útiles a Enrique Peña Nieto en el último y definitivo tramo de la campaña electoral, cuando se afiance el Movimiento Progresista como la alternativa viable para rescatar a México de la destrucción a la que lo han conducido los gobiernos neoliberales.
Mientras más avanza la contienda electoral, más claro queda el hecho de que lo que está en juego es el rescate del país de las garras de una oligarquía insaciable que no se harta de privilegios. PRI y PAN van con todo para evitar que las fuerzas progresistas avancen como todo indica lo están haciendo, y por la vía pacífica, cosa que asusta a los dirigentes de la derecha, quienes desearían se les dieran motivos para activar una cruenta represión que desalentara los afanes del pueblo por lograr reivindicaciones insoslayables.
Es una mera anécdota la incorporación del ex dirigente nacional del partido blanquiazul a la campaña de Peña Nieto, lo que no es superficial es el hecho de que debajo subyace un firme afán de la derecha por apuntalar su hegemonía. Lo primordial en este momento es evitar que siga avanzando la corriente progresista y democrática que encabeza López Obrador, pues la oligarquía sabe que ello equivale a salir de la escena política para no regresar por un buen tiempo. Más aún si el factor llamado electorado juvenil sigue organizándose para participar colectivamente en la contienda electoral e influir en un desenlace libre de conflictos. Con todo, es fundamental que los trabajadores cierren filas para formar un firme escudo que frene cualquier intentona de fraude, pues a final de cuentas parece que no le quedará otra opción a la derecha.
La derecha en el poder sabe que desunida no podría enfrentar los justos reclamos de las clases mayoritarias, por eso es factible que cierre filas en los meses venideros, cuando las fuerzas progresistas se afiancen electoralmente y demuestren a tiros y troyanos su viabilidad como factor político preponderante, en un entorno muy complejo que sólo con una firme unidad podrán sortear en el corto plazo. Están dadas las condiciones para que la lucha política en el país entre en una disyuntiva ineludible: o se sigue un rumbo de paz social, en medio de fuertes negociaciones entre dirigentes progresistas y líderes de la oligarquía; o se toma la ruta de una violencia en ascenso, pues una vez definida ésta no habría posibilidad de frenarla.
El sexenio calderonista habrá de tener un final muy dramático, como es fácil advertirlo, de ahí el imperativo de que no haya chispas que incendien la pradera reseca en que está convertido el territorio nacional. Para donde quiera que se mire hay riesgos de conflagraciones, como consecuencia de los desatinos de Felipe Calderón durante su mandato, tanto en el renglón económico como en el político y más aún en el social, luego de tres décadas de grave pérdida del poder adquisitivo de los salarios y de la total cancelación de una mínima movilidad social. Si hasta los jóvenes de extracción burguesa están preocupados por la situación actual del país, los millones que carecen de oportunidades no dudarían en apoyar movimientos reivindicatorios, al fin que no tienen nada que perder. ¿Acaso muchos de ellos no forman parte ya del ejército de reserva del crimen organizado?
Por si no fuera suficiente, ahora surgió un nuevo punto de conflicto en las fuerzas armadas que podría derivar en problemas de difícil solución. Independientemente de las causas reales o aparentes de la aprehensión de cuatro militares, tres de ellos del más alto rango, lo cierto es que tal movimiento habrá de tener consecuencias al interior de las tropas, al ponerse en evidencia serias discrepancias en la cúpula del Ejército. Podría vaticinarse que este problema habrá de ser decisivo en las negociaciones entre el próximo primer mandatario y las fuerzas armadas para definir al nuevo titular de la Secretaría de la Defensa.
Y si por un lado amarran alianzas el PRI y el PAN, y por otro se dan con todo, como parece el caso con los afanes de llevar a juicio al ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington Ruvalcaba, lo cierto es que se trata de tanteos para ver cuál de los grupos en ambos partidos se vuelve dominante. Calderón no se resigna a perder su posición privilegiada, y el ex mandatario, Vicente Fox, considera oportuno meter el acelerador para recuperar el terreno perdido luego de un sexenio en la sombra. Ambos saben que le serán útiles a Enrique Peña Nieto en el último y definitivo tramo de la campaña electoral, cuando se afiance el Movimiento Progresista como la alternativa viable para rescatar a México de la destrucción a la que lo han conducido los gobiernos neoliberales.
Mientras más avanza la contienda electoral, más claro queda el hecho de que lo que está en juego es el rescate del país de las garras de una oligarquía insaciable que no se harta de privilegios. PRI y PAN van con todo para evitar que las fuerzas progresistas avancen como todo indica lo están haciendo, y por la vía pacífica, cosa que asusta a los dirigentes de la derecha, quienes desearían se les dieran motivos para activar una cruenta represión que desalentara los afanes del pueblo por lograr reivindicaciones insoslayables.
Es una mera anécdota la incorporación del ex dirigente nacional del partido blanquiazul a la campaña de Peña Nieto, lo que no es superficial es el hecho de que debajo subyace un firme afán de la derecha por apuntalar su hegemonía. Lo primordial en este momento es evitar que siga avanzando la corriente progresista y democrática que encabeza López Obrador, pues la oligarquía sabe que ello equivale a salir de la escena política para no regresar por un buen tiempo. Más aún si el factor llamado electorado juvenil sigue organizándose para participar colectivamente en la contienda electoral e influir en un desenlace libre de conflictos. Con todo, es fundamental que los trabajadores cierren filas para formar un firme escudo que frene cualquier intentona de fraude, pues a final de cuentas parece que no le quedará otra opción a la derecha.
Peña Nieto, ¿respeto por las ratas?
Que Tomás Yarrington Ruvalcaba, se rasque con sus propias uñas, fue lo que tácitamente le dijo la dirigencia de su partido al ex gobernador de Tamaulipas, acusado por fiscales
Que Tomás Yarrington Ruvalcaba, se rasque con sus propias uñas, fue lo que tácitamente le dijo la dirigencia de su partido al ex –gobernador de Tamaulipas, acusado por fiscales, en Estados Unidos, de recibir dinero del narcotráfico.
De inmediato el partido se deslindó del ex –mandatario tamaulipeco, ex también aspirante a la nominación presidencial priísta en el 2006, quien desde hace algún tiempo es señalado, aquí y allá, por sus nexos con el cártel de los zetas.
Como no lo ha hecho con otros distinguidos miembros del tricolor que han sido señalados por sus relaciones peligrosas, ayer la dirigencia priísta dijo incluso que Yarrington sería excluido de esa organización partidista.
No extraña que el caso del tamaulipeco, que resultó ser un excelente inversionista en los bienes raíces, sea detonado en pleno proceso electoral, lo que, pero si muestra un cierto apresuramiento de la dirigencia del Revolucionario Institucional por expulsar a quien hasta hace menos de dos meses era delegado del partido en una entidad federativa del país.
“El partido, -dijo Enrique Peña Nieto en conferencia de prensa-, sólo está para demandar que haya aplicación irrestricta de la ley, en cualquiera de los caso de militantes y no militantes del partido”.
Si hay aplicación estricta de la ley como dice Peña Nieto, entonces serán muchos los priístas que corran la misma suerte que el tamaulipeco, ¿ o se salvan los Murat, los Marín, los Romero Deschamps, los Ayala Almeida y muchos otros más?
Si hay aplicación estricta de la ley como dice Peña Nieto, entonces serán muchos los priístas que corran la misma suerte que el tamaulipeco, ¿ o se salvan los Murat, los Marín, los Romero Deschamps, los Ayala Almeida y muchos otros más?
¿Quién sigue? ¿Moreira? ¿Fiel Herrera? ¿Ulises Ruíz? Vaya que si le espera chamba a la comisión de Justicia Partidaria del tricolor.
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Con Arturo Montiel tengo una relación de respeto, dijo, anoche, en Tercer Grado, Enrique Peña Nieto, ¿se puede tener una relación de respeto con una rata de esas dimensiones? A pesar de que la mayoría de las preguntas fueron propicias para el lucimiento, al mexiquense, no le fue muy bien con los televisos. Por cierto, hubo momentos en la entrevista en que el abanderado del tricolor, visiblemente irritado, quiso callar, a sus entrevistadores, incluyendo al vicepresidente de noticieros… Se prendieron los rojos en el área de finanzas de la campaña de Andrés Manuel López Obrador, justo en momentos en que mejor le va al tabasqueño, ya no hay lana para cerrar la campaña…Hoy en el primer minuto, arrancaron las campañas de los aspirantes priístas a las presidencias municipales del Estado de México y uno que no pudo iniciar fue el candidato a la alcaldía de Teotihuacán, Rafael Compeán a quien ligan con La Barbie, presunto operador del cártel de los Beltrán Leyva. Por cierto, Salvador Neme, el Secretario de Seguridad del gobierno de Eruviel Ávila, hermano del compadre más influyente de Peña Nieto, debe aclarar si el individuo que intentó atacar a Andrés Manuel López Obrador en Ecatepec, es o no miembro de la policía estatal mexiquense a su mando…Con la ventaja que le conceden la mayoría de las encuestas, Enrique Peña Nieto no tiene ninguna necesidad de reclutar a tránsfugas como Manuel Espino, representante del Yunque, la ultraderecha. Me queda claro porque tantas flores del ex –presidente Vicente Fox para el mexiquense…El Barzón Nacional denunció ayer la desaparición de su dirigente en el altiplano de San Luis Potosí, Jaime Moncada Nava, por demandar apoyos para enfrentar la sequía.
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