Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

domingo, 12 de agosto de 2012

Bajo la lupa- Sequía en EU: ¿hambre en México?- La crisis internacional y su efecto en México

Bajo la lupa
Caos en Siria: se insinúa el Kurdistán
Alfredo Jalife-Rahme
 
 
       El caos sirio afecta e infecta a cuatro de sus vecinos (Turquía, Líbano, Jordania e Irak), mientras Ephraim Halevy, ex director del Mossad, advierte que las próximas semanas (¡súper-sic!) el primer ministro Netanyahu se dispone atacar Irán en forma unilateral sin la anuencia de EU (The Jerusalem Post, 4.8.12), lo que perturbaría a Israel y a la región en una guerra de 100 años.
Por lo pronto, Israel, país bélico, lleva ya en pie de guerra contra todos sus vecinos 64 años, desde su creación.

¡Cómo se parece el coetáneo Medio Oriente al medioevo europeo con sus guerras de 100 y 30 años!
Israel se apresta a su guerra de 100 años contra sus vecinos (árabes, turcos y persas), mientras las denominaciones islámicas de sunitas y chiítas –en los mundos árabe e islámico– han destapado la Caja de Pandora teológica y sectaria que puede desembocar en una guerra de 30 años, al estilo medieval europeo y sus luchas entre católicos y protestantes.

El enfoque multidimensional en los multiniveles global, regional y local optimiza la visibilidad de los eventos.
En el ámbito global/regional asistimos a la fractura tectónica geopolítica de lo que se puede expresar en forma metafórica, sin perder de vista matices y sutilezas, como 6 contra 3 que se (con)centra en esta coyuntura en Siria: los 6 –EU, Gran Bretaña (GB), Francia (que empieza a desmarcarse), Turquía (en problemas con los kurdos), Arabia Saudita (AS) y Qatar (US $160 mil per cápita: el mayor del mundo) –y los 3– Rusia, China e Irán.

La recaptura tanto de la capital Damasco como de Alepo (mayor población y centro comercial de Siria) por las huestes alawitas (grupo minoritario y esotérico del chiísmo) del alicaído régimen de Bashar Assad conlleva dos consecuencias inmediatas: 1. Otorga relativa oxigenación al régimen para negociar y, 2. Baja los humos intransigentes a la heteróclita coalición de rebeldes –contaminados por la presencia de mercenarios jihadistas/Al-Qaeda, como divulgó Thierry Meyssan director de Réseau Voltaire– para buscar un gobierno de transición aceptable para los 6 , los 3 y el mosaico etnoteológico local.

Habíamos advertido desde el año pasado, ubicados en la frontera siria, que dentro de la hipercomplejidad no lineal de la implosión del mosaico étnico teológico en Siria se podía perfilar el resurgimiento del nacionalismo kurdo, lo cual está sucediendo y angustia al gobierno turco con su peor pesadilla: la creación de Kurdistán.

Con nuestra malhadada experiencia personal de la guerra civil libanesa en 1975 –que 37 años más tarde ha reunificado asombrosamente a sus tirios y troyanos– lo peor es tomar partido en un conflicto fraterno, por lo que mi postura consistirá en analizar crudamente la real politik y su geopolítica, mientras reclamo la conciliación y concordia de las partes, como ideal humanista de una voz solitariamente desértica.

Como consecuencia del caos sirio, la etnia de los kurdos no-árabes de origen persa (10 por ciento de su población) y de religión sunita –curiosamente marginados por los rebeldes del Consejo Nacional Sirio de sus conciliábulos rijosos– aprovecharon el vacío del poder en el norte de Siria, frontera con Turquía –provincia de Al-Hasaka y el norte de Alepo (Adam Michalski; Journal of Turkish Weekly, 2.8.12)–, para controlar una importante franja de territorio que se ha conectado geográfica, religiosa y étnicamente con la parte autónoma del norte de Irak: pletórico en petróleo en la región de Kirkuk y que ExxonMobil explota unilateralmente contra la decisión central del gobierno del premier chiíta Nur-Al Maliki en Bagdad, aliado de Irán.

Más allá de las tensiones que se han generado entre Turquía y tres de sus vecinos –Rusia (en el Mar Negro), Irak e Irán: cruciales para su abastecimiento vital gasero (Yigal Schleifer; eurasianet.org, 19.7.12; y Pepe Escobar, 6.7.12)–, lo cual pone en tela de juicio la idílica teoría del canciller turco Ahmet Davutoglu sobre el advenimiento del neootomanismo y los cero (sic) problemas con los vecinos, el agravamiento del caos sirio ha desembocado en la sorprendente liberación (en el doble sentido libertario y físico) de la etnia kurda en la frontera sirio-turca.
El virtual Kurdistán, cuya erupción es susceptible de balcanizar a varios países que han integrado artificialmente a sus moradores (Siria, Turquía, Irak, Irán y hasta Armenia) es una nación sin país formal, es decir, una bomba letalmente implosiva: entre 30 y 40 millones de habitantes dependiendo de quien realice las encuestas (Turquía, 25 por ciento; Irak, 23 por ciento; Irán, 10 por ciento, y Siria, 10 por ciento)

El Tratado de Sèvres de 1920 que se repartió el féretro del imperio otomano, como corolario de los acuerdos secretos coloniales de Sykes-Picot de GB y Francia (1915/16), reconoció la entidad kurda que luego escamotearon los británicos, codiciosos del petróleo de Kirkuk (as usual) en el norte de la antigua Mesopotamia.

Los entusiastas kurdos proclaman que el virtual Kurdistán tendrá cuatro capitales: Diyarbakir (Turquía), Erbil (Irak), Qamishli (Siria) y Mahabad (Irán). Falta ver si no vuelven a ser sacrificados en los altares geopolíticos por sus patrocinadores israelí-anglosajones, como ha sucedido en el pasado.

Ofra Bengio; Haaretz, 3.8.12) –cabeza del Programa de Estudios Kurdos del Centro Moshe Dayan de la Universidad de Tel Aviv– indaga la probabilidad de una salida al mar del virtual Kurdistán, específicamente de la región autónoma del norte de Irak (y su región petrolera de Kirkuk): un corredor que alcance el mar Mediterráneo significaría un importante estímulo a sus aspiraciones de independencia.

Cabe señalar las excelentes relaciones entre Israel y una sustancial parte del virtual Kurdistán, lo cual le conviene para abastecerse de petróleo, desmembrar más a los mundos árabe e islámico y colocarse como cuña en el norte del Medio Oriente.

A nivel local, los máximos beneficiados son hasta ahora los kurdos norteños de Siria quienes obligan tanto al desfalleciente régimen como a los rebeldes sectarios a tomar en cuenta sus también legítimas demandas y envían poderosas reverberaciones a sus correligionarios separatistas en Turquía, donde libran una lucha armada de 30 años en Anatolia (nacimiento de los ríos Tigris y Eúfrates).

El israelí Bengio se frota las manos y comenta que ahora Turquía comparte mil 200 kilómetros de frontera (frente a los anteriores 800 kilómetros) con el virtual Kurdistán y aduce que Ankara contempla dos soluciones: creación de una zona de amortiguamiento en la frontera del Kurdistán sirio y el acomodamiento con sus propios kurdos turcos. Concluye que hay que olvidar el previo trazado de las fronteras frente a la presente fluidez en donde la situación de los kurdos ha mejorado ostensiblemente a grado tal de tener a la mano el acceso otrora impensable al mar Mediterráneo”. ¿Caos sirio teledirigido?

A mi juicio, quien más saldría perjudicado con la emergencia del Kurdistán sería Turquía, cuyos políticos susurran y lamentan sotto voce la puñalada trapera que han recibido de sus aliados de la OTAN.

¿Que se esperaban cuando cunde la grave crisis financiera noratlántica, gangrenada en crisis alimentaria, al unísono del maratón por los recursos energéticos?
Twitter: @alfredojalife

Sequía en EU: ¿hambre en México?
 
 
       La semana pasada se dio a conocer, en un documento de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que la sequía que afecta a 75 por ciento del territorio estadunidense con cultivos de maíz y soya causó, en junio y julio pasados, alzas hasta de 30 por ciento en los precios internacionales de esos productos. El incremento, según el Boletín Trimestral de Seguridad Alimentaria y Nutricional, podría ser parcialmente contrarrestado con el aumento de la producción cerealera sudamericana. Sin embargo, Raúl Benítez, representante regional del organismo internacional, advirtió que “este nuevo nivel de precios representa –en el corto plazo– un desafío adicional para aquellos países importadores netos de estos granos y de soya, en especial aquellos cuyas importaciones dependen de Estados Unidos, como México, los países centroamericanos y caribeños”.
 
A lo anterior debe agregarse el dato de que la FAO redujo hace unos días su proyección para la producción mundial de arroz, debido, principalmente, a la relativa escasez de lluvias en Asia y los países insulares del Pacífico.

En el panorama interno la sequía se ha traducido también en una caída de la producción nacional, por lo que el país se verá obligado a incrementar sus importaciones de alimentos, según lo reconoció en mayo pasado el subsecretario de Agricultura Mariano Ruiz.

Los fenómenos referidos podrían traducirse, si las autoridades correspondientes no toman medidas ágiles y adecuadas, en un encarecimiento brusco y severo, una perspectiva preocupante si se considera la pronunciada inflación alimentaria por la que atraviesa el país: de acuerdo con la misma fuente, ya en junio pasado la tasa respectiva superó 8 por ciento, algo que no había ocurrido desde 2009.

En aquel año, ante la carestía de los alimentos, el gobierno federal, en vez de emprender acciones para reactivar la menguada producción agrícola,, optó por subsidiar a productores extranjeros y a intermediarios a fin de abastecer el mercado interno.
Pero, incluso si volviera a ponerse en práctica una decisión semejante, el acceso a alimentos básicos para el grueso de la población dista mucho de estar garantizado. Si de por sí, más de 20 millones de habitantes se encuentran en situación de pobreza alimentaria, una espiral de aumentos en los precios llevaría a un agravamiento de esa intolerable circunstancia, generada no sólo por la concentración de la riqueza característica del modelo económico vigente sino también por el abandono del campo por parte de las sucesivas administraciones desde 1982 a la fecha y por la apertura comercial devastadora que ha venido teniendo lugar desde 1994. En suma, el país se encuentra ante el riesgo de una hambruna.

Es claro que la política económica imperante debe ser radicalmente modificada, y uno de los ámbitos en los que más urge el cambio de paradigma es en las actividades agropecuarias, superando el extremado pragmatismo cortoplacista que las ha caracterizado. Hay cultivos estratégicos –como el maíz– que deben ser protegidos, como ocurre en Japón, la Unión Europea y en la propia nación vecina, a fin de recuperar la independencia alimentaria, perdida hace ya cosa de tres décadas. Asimismo, resulta fundamental emprender la redignificación del campo y de la condición política, social y económica de los campesinos.

Ésta es una de las reformas que realmente urgen en el país y que deberá emprender a la brevedad la administración que inicie el próximo 1 de diciembre. De otra manera no sólo habrá que convivir con la amenaza de la hambruna sino, por consiguiente, de estallidos sociales de consecuencias imprevisibles.


 
La crisis internacional y su efecto en México
 
Antonio Gershenson
 
 
      La monodependencia del país fue una causa importante para que México tuviera una de la peores crisis en 2009, una baja en el producto interno bruto (en lo internacional se usa producto doméstico general: en inglés GDP, gross domestic product) de 6.3 por ciento. Sólo Brasil, con un comercio mucho más diversificado, tuvo en ese mismo año una baja de 0.3 por ciento, casi nula especialmente frente a la de México. El otro extremo fue China, que bajó de 14.2 por ciento en 2007 y 9.6 por ciento en 2008 a un crecimiento en 2009 de sólo 9.2 por ciento (ya quisiéramos); e India, que pasó de 10 por ciento en 2007 y 6.2 por ciento en 2008 a 6.6 por ciento en 2009, todas estas cantidades, positivas.


Ahora viene otra baja. Estados Unidos está mejor que Europa, pero de todos modos viene en baja: en el cuarto trimestre del año pasado creció 3.0 por ciento de GDP. En el primer trimestre de este año aumentó 2.2 por ciento, y en el segundo, ya sólo 1.5 por ciento.

El Reino Unido bajó, ya con puras bajas, de menos 0.4 por ciento por ciento en el último trimestre de 2011 a menos 0.3 por ciento en el primero de 2012, y en el segundo trimestre la cifra más negativa, menos 0.7 por ciento.

En España, en los tres últimos trimestres ya mencionados, todas son cifras negativas, menos 0.3, menos 0.3 y menos 0.4 por ciento.
Para Alemania hay previsiones de más 0.5 por ciento, pero en junio la producción industrial bajó 0.9 por ciento. Para Francia las previsiones son de cero y luego de baja de 0.1 por ciento para el GDP para el tercer trimestre de este año. El gobierno socialista francés ha tomado medidas favorables al crecimiento y a la población, pero hasta el momento no se reflejan en las cifras de las que hablamos.

Para China, ésta explica la influencia de la crisis de Europa Occidental en su declinación del GDP. Las exportaciones a Europa se desploman, y las importaciones de Europa son más baratas y aumentan. La moneda china, yuan o renminbi, se encareció frente al euro, desde 2010, en 23 por ciento. De ahí que en los últimos tres trimestres el ritmo de crecimiento del GDP haya decaído: 8.9, 8.1 y 7.6 por ciento. El promedio de China en los años 2007-2012 fue de 10.1 por ciento.
Para India, ya se preveía desde finales del año pasado el efecto de la crisis europea sobre la economía de ese país. En una discusión en el Ministerio de Haciendaindio, Amartya Sen, premio Nobel e investigador de la economía social, expuso el tema.

Este profesor, como ya lo dijimos entonces, critica a los gobernantes europeos por impulsar programas de austeridad para tratar de remediar sus problemas. Dice que esos programas llevaban a una catástrofe en espiral que estaba afectando a más países europeos e invitando a Estados Unidos a sumarse a la caída.

Continúa que Europa va por un camino de crecimiento lento de 10 años o más, y que el problema es que tiene amplios nexos con India, afectándola aunque el efecto sea mucho menor que el que se tiene en la propia Europa.

Entonces, los dos últimos trimestres para India (no se ha publicado el segundo de este año) fueron de 6.1 y 5,3 por ciento de crecimiento. Su promedio fue, en 2007-2012, de 7.9 por ciento.

Los otros dos países del llamado BRIC tienen los siguientes promedios en los años 2007-2012: Brasil, 4.0 por ciento, y Rusia, que tuvo caída en 2009, de 3.1 por ciento. Rusia, sin 2009, tuvo todos los años 4 por ciento o más, cada uno. Estos dos países tienen menores ritmos de crecimiento que China e India, pero claramente mayores que cualquiera de los países de cierta importancia que no están en el BRIC.

En cuanto a México, es clara la dependencia. Las exportaciones en primer lugar van a Estados Unidos –que ya vimos que crece cada vez más despacio– y en segundo lugar a Europa occidental –peor tantito–. Mientras que Brasil exporta productos agrícolas y minerales, y a más países, incluso China también lo hace con productos de fabricación nacional. México exporta productos como materia prima, maquila y refacciones, a los destinos mencionados cuyas economías están empeorando. Mientras Brasil tiene un mayor mercado interno, el de México está deprimido, sobre todo el mercado de la mayoría más pobre de la población.

Si la crisis vuelve a llegarnos al estilo de 2009, ya tenemos en ese año el ejemplo de lo que nos espera. Los discursos no van a resolver nada.

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