Bajo la Lupa
Islas Diaoyu: escalada de China y Japón azuzada por EU
Alfredo Jalife-Rahme
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta (derecha), y el premier neozelandés, John Key, se encaminan a una entrevista, ayer en Auckland
Foto Ap
No estamos aún a dos minutos para medianoche del
reloj del juicio finalde 1953 –que desde 1947 publica el Boletín de Científicos Estadunidenses–, pero el planeta se encuentra secuestrado por el peligro apocalíptico a solamente cinco minutos del fatídico horario –como en 2007 (con la exacerbación de los contenciosos nucleares de Norcorea e Irán y la irrupción del
cambio climático)– cuando
los procesos políticos parecen totalmente inadecuados (sic)y
el potencial para el uso de armas nucleares es alarmante en conflictos regionales en Medio Oriente, noreste asiático y el sur de Asia.
Mucho peor que la
furia islámica–que entró en su fase de competencia por el liderazgo de mil 600 millones de feligreses islámicos entre la sunita Pakistán y la chiíta Irán para defender la sacralidad del profeta Mahoma frente a la islamofobia deliberada del choque de civilizaciones que promueven las extremistas agendas bélicas de EU/Israel que se subsumen en el piromaniaco pastor (sic) de coranes: Terry Jones, presunto agente del Mossad–, la escalada entre China y Japón por la propiedad de las islas Diaoyu es susceptible de gangrenarse en una guerra regional y hasta mundial (con participación de EU al lado de Japón, su principal aliado estratégico zonal).
El contencioso de tales islas en el mar del este de China se remonta a la invasión nipona a Manchuria cuyos rescoldos se reincendiaron con la venta reciente de las islas
ocupadas, en la cosmogonía china tanto de Pekín como de Taiwán, por sus
propietariosnipones al gobierno de Japón, lo cual ha provocado jingoístas manifestaciones masivas de repudio en las principales ciudades chinas que han obligado a varias fábricas niponas a su cierre, desde Toyota hasta Honda.
El paroxismo, que parece haber amainado, fue alcanzado con la visita a Japón del secretario del Pentágono, Leon Panetta, donde expandió las llamas incandescentes con el despliegue de un segundo sistema-radar del escudo misilístico antibalístico de EU en suelo nipón –al unísono tanto del permiso a los aviones MV-22 Osprey para iniciar sus vuelos en Japón, así como una demanda de Washington contra Pekín ante la OMC por comercio desleal– dizque para protegerle de la amenaza de
Norcorea, coartada pueril que los estrategas de Pekín no digieren por entender que está dirigido contra China, de acuerdo con el nuevo guión geoestratégico de Obama y su doctrina del
pivote: replegar al ejército de EU de los teatros de Afganistán e Irak para reposicionarlo en el océano Pacífico para
contenera China.
La visita posterior de Panetta a China, donde se reunió con el nuevo mandarín Xi Jinping –que habían
desparecidolos propagandísticos multimedia occidentaloides, intoxicados por los teoremas de la industria desinformativa de Hollywood–, disminuyó las tensiones hasta nueva orden.
La escalada se escenifica en medio de comicios en Japón y del cambio generacional del poder en Pekín, salpicado por la extraña muerte del embajador nipón en China a la semana de su arribo.
La revista británica The Economist (22/9/12), vinculada a intereses petroleros anglosajones y a los banqueros esclavistas Rothschild (FT dixit), adopta la postura nipona y se pregunta
si Asia puede embarcarse en una guerra (sic)por unos arrecifes, lo cual generaliza a
una sucesión de disputas marítimas en el verano entre China, Japón, Sudcorea, Vietnam, Taiwán y Filipinas. La revista compara
el ascenso de Alemaniacon el retorno de China como potencia remergente 100 años más tarde cuando la disputa por unos arrecifes sin habitar puede significar lo mismo que
el asesinato de un archiduqueen los Balcanes. ¡Uf !
El artículo de The Economist sobre el
nacionalismode China es una oda a la sinofobia. Vale la pena atender la antítesis china a la postura favorable a Japón que propala laxamente The Economist.
China Daily (20/9/12) expone el punto de vista del nuevo mandarín Xi (aún vicepresidente), quien tildó de
farsala
comprade las Diaoyu por el gobierno nipón y a quien
advirtió no socavar la soberanía territorialde China durante su trascendental reunión con Panetta.
A juicio de Xi, la
farsanipona
desafía abiertamente la Declaración de El Cairo y la Proclamación de Potsdam(nota: que versan sobre la rendición de Japón y el retorno de territorios a China).
Durante su estadía en China y en sus encuentros con la cúpula civil y militar, Panetta intentó tranquilizar los ánimos exaltados. En particular,
buscó convencer a Pekín de que el pivote estratégico de EU en la región Asia-Pacífico no era contener a China. ¿Qué significa entonces?
Según Panetta, el requilibrio de EU en la región
es un intento para comprometer a China a expandir su papel en el Pacífico creando un nuevo modelo (¡supersic!) en la relación de las dos potencias.
O los chinos no lo entienden así, o Panetta no se ha dado a entender convincentemente.
A mi juicio, los tres jugadores en las islas Diaoyu (China, Japón y EU) están calculando las vulnerabilidades y fortalezas en críticos momentos electorales (EU y Japón) y de transición generacional del poder (China: donde los multimedia occidentaloides buscaron indicios de fisuras internas en la
desapariciónde los reflectores de Xi durante 15 días).
El carácter chino obligó por el momento a EU a optar por la
resolución diplomáticaque, a mi juicio, debe ser bilateral entre China y Japón sin la intromisión asfixiante de EU.
La preocupación de China se centra en la
presencia creciente de EU que estimula a sus aliados, como Tokio, a comprometerse a conductas provocativas.
Según la agencia francesa Afp, los analistas (sic) –que no identifica– comentan que
la postura de EU hacia China y Japón es contradictoria y su objetivo fundamental es mantener un papel dominante en las relaciones internacionales. Es más juicioso este punto de vista francés que las acrobacias peligrosas de EU en la región Asia-Pacífico.
Liu Jiangyong, especialista en estudios japoneses en la Universidad Tsinghua, comenta que la postura de EU de incorporar las islas Diaoyu al Tratado de Seguridad bilateral nipón-estadunidense constituye una
severa interferencia en la soberanía territorial de China.
Liu Youfa, vicepresidente del Instituto de Estudios Internacionales de China, adujo que el contencioso de las islas Diaoyu,
ilegalmente transferidas por EU a Japón, es una bomba de tiempo para las relaciones bilateralesentre Washington y Pekín, cuando
EU desea usar el tema para influir en los lazos de China y Japón con el fin de mantener su liderazgo en la región–algo así como
divide y vencerás, el apotegma de las balcanizaciones de la dupla anglosajona.
Un benéfico efecto colateral ha sido el acercamiento del
circuito étnico chino: China, Hong Kong, Macao, Taiwán y Singapur (70 por ciento de chinos).
Racionalmente, a China y a Japón no les conviene una guerra que solamente beneficia a la dupla anglosajona en plena crisis económico-financiera, cuando Pekín es el principal socio comercial de Tokio. El grave problema es que se puede salir del control.
¿Importa todavía Al Qaeda?
Immanuel Wallerstein
En el décimo primer aniversario de lo que ha llegado a conocerse como el 11 de septiembre, Al Qaeda sigue siendo un asunto discutido en repetidas ocasiones, tanto en Estados Unidos (y en el mundo pan-europeo en genera) y en Medio Oriente. El frecuente énfasis principal en Estados Unidos es el modo en que su poder está siendo contenido por acciones militares de muchos tipos, y por tanto hay la idea de que es una amenaza menguante. El énfasis principal en Medio Oriente parece ser el opuesto: que ha sobrevivido a todo lo que se ha hecho para decapitarlo y que continúa representando una amenaza importante para todas las otras fuerzas políticas en la región.
La narración plausible más reciente acerca de los seis meses previos al 11 de septiembre parece indicar que la CIA y otras agencias de inteligencia en Estados Unidos alertaban al presidente y a sus asesores de seguridad que Al Qaeda preparaba algún ataque letal. Fueron ignorados. ¿Por qué? Parece que los neoconservadores en el gobierno estadunidense –que eran una secta considerable, incluidos el vicepresidente Dick Cheney y el secretario de Defensa Donald Rumsfeld– negaron su plausibilidad sobre la base de que Al Qaeda no era competente para representar una amenaza importante. Los conservadores decían que las agencias de inteligencia le daban crédito incorrectamente a algo que sólo era un alarde cuyo objetivo era desviar la atención de la amenaza real para Estados Unidos: Saddam Hussein y sus supuestas armas de destrucción masiva.
Hay un cierto número de críticos de izquierda que sugieren que un debate así nunca tuvo lugar al interior del gobierno. Y lo explican diciendo que el 11 de septiembre en realidad fue planeado por el gobierno mismo como forma de movilizar a la opinión pública en favor de una guerra en Irak. Esto por supuesto es teoría de la conspiración. Yo no tengo nada per se contra las teorías de la conspiración. Todo el tiempo hay conspiraciones reales, constantes.
Pero nunca he pensado que ésta sea probable, en lo más mínimo. El argumento lo basan en la improbabilidad inherente de que una organización como Al Qaeda pueda amasar las capacidades técnicas y la planeación táctica necesarias para arreglar los ataques y las explosiones. Éste es por supuesto el mismo argumento que los neoconservadores daban en la otra narración acerca de Al Qaeda.
Francamente pienso, y siempre lo he pensado, que tal argumento es profundamente racista. Implica que aquellos sujetos fanáticos en el tercer mundo, no pueden ser tan listos. Bueno, claro que pueden, y yo creo que pudieron. En cualquier caso, Al Qaeda lo ha estado alardeando desde entonces. Y no hay gobierno alguno hoy, tanto en el mundo paneuropeo como en Medio Oriente, que se arriesgue a jugar a la supuesta incompetencia técnica de Al Qaeda.
El siguiente punto en tiempo es el día mismo. Aquí soy mucho más propenso a darle crédito a la teoría de la conspiración. Hay demasiados puntos dudosos acerca de la respuesta del gobierno estadunidense a los ataques. Los aviones lanzados para contrarrestar los ataques fueron lanzados demasiado tarde. El presidente George W. Bush parece haberse quedado fuera de la cadena de información demasiado tiempo, haciendo que Cheney fuera quien tomó las decisiones de facto. Rumsfeld parece haber preparado casi al instante un procedimiento para vincular a Saddam Hussein con los ataques –lo que no es nada plausible.
En resumen, los neoconservadores sacaron ventaja de los ataques para su tan anhelada y largamente planeada guerra en Irak. En el año que siguió al 11 de septiembre, los neoconservadores triunfaron en el gobierno y efectivamente ahogaron todas las voces disidentes. Obtuvo sus guerras, primero en Afganistán y luego en Irak. El mundo entero, incluido Estados Unidos, sigue sufriendo las consecuencias de estas injustificadas e injustificables guerras.
¿Qué pasó entonces con Al Qaeda? Parece que, al principio, era una pequeña estructura, controlada muy estrictamente por Osama Bin Laden. Los ataques del 11 de septiembre primero y luego las guerras lanzadas por Estados Unidos incrementaron su prestigio en el mundo musulmán lo que atrajo personas a unirse a la estructura. También atrajo a otras organizaciones a que juraran su alianza con Al Queda y se renombraran a sí mismas, sin que en realidad se sometieran a alguna disciplina central.
Estados Unidos y sus aliados de hecho sí comenzaron a matar a muchos cuadros directivos de Al Qaeda, incluido, eventualmente, el propio Osama, Pero Al Qaeda ha demostrado ser hasta el momento un monstruo con cabeza de hidra, que renueva constantemente los cuadros caídos. Y al contrario de ser un símbolo de profundo resentimiento y una inspiración para un califato reconstituido, parece que las fuerzas centrales de Al Qaeda nunca fueron capaces de constituir una red mundial.
La primavera árabe ha creado una nueva apertura para Al Qaeda. Ha debilitado la legitimidad de cada uno de los gobernantes de todo Estado árabe sin excepción. La cuestión es entonces qué fuerzas políticas llegarán al poder. Esto ha conducido a luchas prolongadas al interior de cada uno de estos estados, siendo algunas más sangrientas que otras.
Hoy, la más fuerte oposición a Al Qaeda no es Estados Unidos sino otra fuerzas políticas dentro de estos estados. Estamos apenas en la fase inicial de estas luchas políticas. El ataque de las fuerzas salafistas a la embajada estadunidense en Bengasi, que condujo a la muerte del embajador estadunidense, puede ser sólo el principio de este resurgimiento. Es demasiado pronto para decir que Al Queda haya dejado de ser relevante.
Traducción: Ramón Vera Herrera
© Immanuel Wallerstein
Conga: vida sí, oro no
Joan Martínez Alier *
El poderoso señor Roque Benavides, de la empresa Buenaventura, tuvo una rabieta en Lima el 24 de agosto pasado. Su socio en Yanacocha, la segunda mina de oro del planeta, la empresa Newmont de Denver, Colorado, anunció que suspendía el proyecto Conga. Ese gran proyecto de minería de oro y cobre iba a ser una extensión del de Yanacocha, propiedad de Newmont, Buenaventura y el Banco Mundial. Conga ha sido suspendida. Más auún, Yanacocha debe ir pensando en pagar sus pasivos ambientales, como la Chevron-Texaco, en Ecuador, y la Repsol YPF, en Argentina. Debe pagar sus deudas sociales y ecológicas.
El 4 de julio fue detenido en la plaza de Cajamarca el ex sacerdote Marco Arana, el video de su brutal detención dio la vuelta al mundo. Un Gandhi peruano, cuyas imágenes y palabras llegaron a Denver, Colorado.
Tras una pacífica Marcha por el Agua desde Cajamarca hasta Lima en febrero de 2012, la situación se hizo muy tensa por la terquedad del gobierno. Una gran parte de la región de Cajamarca ha estado en estado de emergencia bajo control de la policía varios meses en 2012, sin derecho de manifestación ni asamblea. El estado puesto al servicio de la minería extranjera, insultando a la población local.
La evaluación de impacto ambiental presentada por Newmont y aprobada por el gobierno anterior fue criticada desde el propio Ministerio de Ambiente, cuando Ollanta Humala llegó a la presidencia en 2011 y después fue desmenuzada por el experto hidrogeólogo Robert Moran. Nada pudo hacer el gobierno de Perú para remediar el descrédito del EIA con sus expertos ad-hoc traídos de España y Portugal.
Mario Vargas Llosa en su rol de comentarista neoliberal defendió el proyecto Conga en marzo y abril de 2012 argumentando que
detrás de las protestas, existe una izquierda radical que se escuda en los temas ambientales, denunciando la posición
puramente ideológica y dogmáticade quienes se oponían a esas inversiones mineras. Todo podía hacerse sin dañar el ambiente. La minería, dijo el escritor, incluso puede favorecer el ambiente natural. ¿Qué más fantasías escribirá Vargas Llosa sobre los conflictos mineros?
El 24 de agosto pasado Richard O’Brien, máximo ejecutivo de Newmont, dijo en Lima que se suspendía ese proyecto de casi 5 mil millones de dólares, porque las condiciones locales no eran favorables. El gobierno regional se oponía y las encuestas de opinión en la región eran desfavorables al proyecto.
La empresa ha tenido tanta presencia en Cajamarca que la policía se desplazaba a veces en sus vehículos pero Yanacocha ya perdió una vez ante los campesinos y el cura Marco Arana, renunciando a destruir el Cerro Quilish. Esta es ahora su segunda gran derrota, tal vez la definitiva.
Para la derecha, todo se reduce a una mezcla de ignorantes y resentidos, de maximalistas anticapitalistas, eco-fascistas, maoístas recalcitrantes, ONG extranjeras que parecen inocentes, intelectuales utópicos, todos ellos contra el progreso y el desarrollo.
Le derecha ha defendido la mano dura del presidente Ollanta Humala, tan dura que costó la renuncia de dos primeros ministros en solamente un año tras 15 muertes de manifestantes en distintas regiones del país. El tercer primer ministro, Juan Jiménez Mayor, asegura que la suspensión es simplemente una decisión de la Newmont: por favor no hablen más de Conga. Los grupos ecologistas temen un engaño, exigen que retiren la maquinaria, la empresa dice que seguirá construyendo unos reservorios de agua. A pesar de esas sospechas, es una gran victoria del ecologismo popular. El presidente regional de Cajamarca, Goyo Santos, indicó que el proyecto Conga está muerto. Los muertos no se levantan.
Yanacocha fue muy próspera (3.3 millones de onzas de oro en 2005, 1.4 millones en 2011), necesitaba ahora el nuevo proyecto. A los que dijeron
Conga no va, Ollanta Humala replicó que Conga sí iba. Al final ha cedido. Ojalá esta derrota lleve a Humala hacia una política post-extractivista para evitar los conflictos sociales y prevenirse ante una oscilación a la baja de los precios de algunos minerales.
*Instituto de Ciencias y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona; coordinador del Proyecto EJOLT
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