Presos de día, sicarios de noche
No escribo de oídas. Lo vivo en carne propia. El sistema judicial ha permitido que quien más daño ha hecho a su familia con sus actos de irresponsabilidad y hasta criminales, y que se ha servido de instancias legales para perpetrarlo
Del todo resultaba inverosímil que los 132,134 o 129 reos fugados del Centro de Reinserción Social (Cereso) en Piedras Negras, Coahuila, hubieran salido en sólo 15 minutos por un boquete --más que túnel-- que nos describieron en medidas y del que conocimos ya su entrada amorfa.
Aquí anoté ayer lo descabellado de la hipótesis arriba escrita, pero que de entrada fue puesta sobre la mesa por el mismo Homero Ramos Gloria, titular de la Procuraduría General de Justicia de Coahuila.
Resulta que el mismo día de ayer por la tarde, el procurador Ramos Gloria informó que de acuerdo a las primeras declaraciones de algunos reos reaprendidos, el curso de las investigaciones giran ahora en una nueva línea, la cual acota que todos salieron por la puerta principal del penal, con la ayuda claro, de algunos custodios. Como para rematar, estos mismos delincuentes reseñaron que el boquete encontrado en el taller de carpintería, fue usado en días y meses anteriores para que algunos presos salieran y entraran del Cereso de Piedras Negras.
Esto viene a comprobar lo que muchos sabemos pasa en las cárceles mexicanas y que tiene que ver exclusivamente con el sistema corrupto de custodia y vigilancia.
Lo más grave es que todo esto nos revela y confirma que de día las cárceles simulan guardar y rehabilitar delincuentes; cuando de noche les permiten salir y sin duda, hasta armas les proporcionan para actuar como sicarios.
Este sistema terrible de justicia sigue jugando con todos nosotros. Nos dicen que los órganos de impartición de justicia y de castigo y rehabilitación para quienes delinquen están para defender a la sociedad. No es cierto, están para arropar al que mejor pague y hasta al más irresponsable.
No escribo de oídas. Lo vivo en carne propia. El sistema judicial ha permitido que quien más daño ha hecho a su familia con sus actos de irresponsabilidad y hasta criminales, y que se ha servido de instancias legales para perpetrarlo y en su caso preservarlo, siga delinquiendo y abusando de quienes tanto ha vejado y violentado.
Las estupideces que tenemos que seguir aguantando y viviendo por creer que la procuración de justicia está para retribuir a la sociedad y no a los criminales. ¡Patrañas!
Claudia Rodríguez - Opinión EMET
Fugas, corrupción y desgobierno
Sin sanear la capacidad productiva del país, y particularmente la del campo, el futuro se muestra muy incierto para los mexicanos. Esto se desprende de los datos dados a conocer por el Banco de México
La fuga de 131 reos del penal estatal de Piedras Negras, Coahuila, vino a confirmar que “el crimen organizado se ha apoderado de los penales”, como aseguró el obispo de Satillo, Raúl Vera. Tal es la realidad prevaleciente en los 431 reclusorios del país, en los cuales privan el autogobierno de los reos, la falta de recursos y una elevada corrupción. Esta situación se agrava por el sobrecupo que tienen la mayoría de ellos, a niveles que duplican y hasta triplican su capacidad. De ahí que, como afirma la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), el sistema penitenciario nacional “es uno de los más grandes lastres del país”.
Con todo, este fenómeno es sólo una de las consecuencias de la dramática descomposición del tejido social, cuyo eje principal está en la impunidad y la corrupción que caen como cascada en todos los ámbitos del territorio nacional. Mientras en las altas esferas del poder no se quiera entender que lo prioritario es atacar las causas de fondo de tan nefasta realidad, los problemas nacionales irán en aumento. Acabar con la criminalidad no es asunto de más represión policíaca, sino de un firme fortalecimiento del Estado de derecho.
Es muy preocupante que la cúpula de la clase política insista en que la solución a los grandes males del país está en las “reformas estructurales, particularmente la laboral”. Los hechos patentizan que las políticas públicas puestas en vigor desde hace tres décadas, son las que dañaron seriamente al Estado mexicano. Se puso un freno al desarrollo social que derivó en problemas mayúsculos, como el desempleo y el subempleo; el empobrecimiento masivo cada vez más acelerado; el adelgazamiento del mercado interno con daños enormes al aparato productivo nacional.
No modificar esta situación, con políticas públicas que fortalezcan a la sociedad en su conjunto, sólo habrá de ensanchar aún más la ruta hacia el abismo que se viene siguiendo desde los años ochenta. Es claro que así como vamos, por más cárceles que se construyeran no se podría resolver el problema de la delincuencia y mucho menos el de la violencia. Lo que urge corregir son las causas del gran deterioro del Estado, con reformas que fortalezcan la democracia y abran cauces a la justicia social, no echando más fuego a un incendio incontrolable.
De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), durante la actual administración federal aumentó la precarización del empleo a niveles alarmantes. En la actualidad, 90.4 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) percibe como máximo hasta cinco salarios mínimos, es decir sobrevive con apenas 3 mil 630 pesos al mes. La informalidad, de 2005 a 2012, aumentó de 28.1 por ciento a 29.3 por ciento, un incremento de 830 mil empleos informales sólo durante el año en curso. Obviamente, tal situación se refleja en una reducción del mercado interno que a su vez tiene efectos negativos en la productividad y competitividad del aparato productivo nacional. Puntualiza el Ceesp: “No sólo se trata de incrementar el número de plazas disponibles sino también su calidad, es decir, empleos que además de ofrecer mejores ingresos cuenten con seguridad social”. Sin embargo, con la reforma laboral se busca legalizar exactamente lo contrario: precarizar aún más el mercado de trabajo, incrementar la informalidad y crear más problemas sociales, que derivarían en mayores calamidades para la sociedad en su conjunto.
Sin sanear la capacidad productiva del país, y particularmente la del campo, el futuro se muestra muy incierto para los mexicanos. Esto se desprende de los datos dados a conocer por el Banco de México y el Inegi, respecto del aumento en la importación de alimentos en la última década. De 2011 a 2012 se destinaron más de 96 mil 500 millones de dólares exclusivamente a la compra de productos agropecuarios que antes se producían en México. Esta situación condujo a un mayor desequilibrio en la balanza comercial agropecuaria, al rebasar las importaciones en alrededor de 11 mil millones de dólares a las exportaciones. Es obvio que el rescate del campo se vuelve una prioridad inaplazable.
Sin embargo, como el “gobierno” encabezado por los salinistas no tomará en cuenta las necesidades del país, sino los objetivos de la oligarquía, es fácil augurar que los problemas nacionales se habrán de magnificar en poco tiempo. Entonces no sería suficiente la construcción de mil reclusorios en todo el territorio nacional, pues de inmediato sería rebasada su capacidad, toda vez que la delincuencia se incrementaría de manera exponencial. Y no porque lo quieran los miles de jóvenes que se ven forzados a enrolarse en las filas del crimen organizado, sino porque se ha llegado al extremo de que las bandas reclutan “soldados” al estilo de la dictadura porfirista. Están dadas las condiciones para ello, mientras no exista un verdadero Estado de derecho en México.
Guillermo Fabela - Opinión EMET
Entrega FCH estado quebrantado; va EPN por reforma energética; AMLO reprueba reforma laboral
Así que lo reprochable a las últimas expresiones de Calderón no sólo se ubica en la deuda sino también en el renglón laboral, ya que al defender su iniciativa habló de la necesidad de que los sindicalizados sepan del destino de sus cuotas
De nueva cuenta Felipe Calderón dedicó sus declaraciones a los gobernadores. Sostuvo que la falta de transparencia ha ocultado deudas enormes en las Entidades Federativas y que quienes las encabezan han llevado a cabo un uso arbitrario y discrecional de los recursos, y en esa opacidad olvidó señalar que durante su mandato la deuda pública externa también se elevó a la estratósfera y que suma ya billones de pesos y que tampoco sabemos en qué se los gastó y que aunado a ello tiene hipotecadas empresas como Pemex, la CFE, y se ha mostrado incapaz de contar con los recursos para carreteras, para la administración de aeropuertos y puertos, que ha permitido la venta de tierras a extranjeros abiertamente, así como ha protegido la evasión fiscal a través de las operaciones en la Bolsa Mexicana de Valores.
¿En que ha invertido el michoacano las sumas acumuladas a la deuda? En cárceles por supuesto que no; en mantenimiento para empresas como PEMEX, tampoco; en la construcción de hospitales, menos; en garantizar espacios educativos suficientes en todos los niveles, negativo; en la construcción de vivienda, no y el peso se lo dejó a las constructoras desmantelando la función principal del Infonavit; en obras públicas que generen empleo, ni una; en infraestructura propiedad del Estado, “naranjas”; en garantizarle a los mexicanos seguridad plena en sus patrimonios y sus personas, por supuesto que no, y sí fue con sumas multimillonarias, que se unen a los supuestos ingresos provenientes de los EU a través de la llamada “Iniciativa Mérida” y que van a parar a los bolsillos de esos mismos asesores norteamericanos y a la compra de armas que también ellos venden y para montar elefantes blancos como los de la PF, que se hicieron de acuerdo al sueño y a la escenografía que Genaro García Luna tuvo y quería.
Y la diaria realidad va mostrándonos una vez más la serie de desaciertos y de mal empleo de los recursos públicos que se hizo durante los largos, larguísimos seis años de calderonismo. Ahí está la fuga de los 131 o 129 reos del penal en Piedras Negras, Coahuila, misma que contó hasta con la construcción de un túnel, obra de la cual no se percataron ninguno de los custodios y a ésta se suman otras más en diversas Entidades producto de la sobresaturación de población a causa de la incapacidad de la federación para construir sus propios reclusorios, los de alta seguridad, los de los delincuentes penales. Ahora no sólo se exhibe abiertamente la falta de un sistema penal carcelario eficiente, de rehabilitación, sino que se demuestra que los fondos dedicados a esos rubros simplemente los desaparecieron sin que hubiese nada ni nadie que pague por los hurtos y las consecuencias.
La explosión en las instalaciones de la central de gas de Pemex en Reynosa, Tamaulipas tiene una fuerte de dosis de culpabilidad que recae tanto en la dirección general de la paraestatal como en el Sindicato petrolero y ambos tienen titulares con nombre y apellido el señor Juan José Suárez Coppel y Carlos Romero Deschamps, respectivamente. Hace mucho tiempo que no se escucha un solo pronunciamiento de este corrupto líder sobre la falta de mantenimiento y sí en cambio se sabe de su aceptación para que en esta delicada tarea intervengan empresas contratadas sin que cuenten con la experiencia que se requiere para estos trabajos. Los resultados, como en el caso de la fallida “guerra” contra el narco, suman cadáveres y más cadáveres. Hoy se sabe ya, a raíz de tal suceso que de nuevo enluta a decenas de familias de mexicanos, que son decenas de empresas las que han sido contratadas sin que se sepa bajo qué circunstancias, condiciones, pagos y cuál es la experiencia que deben tener además de señalar de donde proceden y de ser extranjeras cuál es la calidad migratoria de cada uno de sus empleados, ¿o sub emplean a mexicanos?
Estas empresas y PEMEX, ¿van a indemnizar a las familias de los que murieron? ¿Qué explicación les darán a los desaparecidos? ¿Cuál será el rostro a mostrar cuando les digan que sus familiares, sus esposos, sus hijos, sus sobrinos, sus nietos, quedaron hechos cenizas porque suponen que les falló una manguera, hubo fuga de gas y se produjo una chispa que se los llevó? ¿Qué cuentas van a exigirles a las empresas privadas contratadas? ¿Cómo van a garantizar el futuro de los heridos, cuyas quemaduras los marcarán de por vida? ¿Van a tratar el asunto como un mero accidente sin que, de nueva cuenta, se dé el nombre de un solo responsable? ¿Ni siquiera el del director de la petrolera o el del líder del Sindicato que ha permanecido ajeno a todas las tragedias y sus repercusiones? ¿Otra vez funcionarios y líder corrupto se convertirán en voceros de la iniciativa privada contratada para el mantenimiento?
Esto último, habrá que estar muy atentos, puede formar parte del argumento a utilizar en la reforma energética que, según declaró Peña Nieto en Brasil ante empresarios e industriales, busca facilitar una participación mayor de la iniciativa privada en la paraestatal sin que “esto signifique privatización”. ¿Entonces esa participación qué es? ¿Cómo se le llama? ¿Qué significa? Agregó el mexiquense que el propósito es llevar a México a convertirse en una “potencia energética”. ¿Acaso no le enteraron que en sentido contrario fue que Brasil logró un propósito similar y que ha tenido todo el éxito porque les ha generado tales ingresos que hasta les permitieron salir de la crisis económica y financiera que sacudió a ese país hace poco más de una década? No usaron un céntimo de los cuantiosos empréstitos para la construcción de refinerías o para la explotación o exploración o para gasoductos.
Pero toda la culpa no la tiene el indio sino el que lo hace compadre. Los legisladores que estando en el PRI o el PAN, en el poder, se muestran dispuestos a aceptar o a no protestar por ninguno de los renglones que pudiera en algún momento significarles revisión de sus cuentas o disminución de presupuestos, lo autorizan todo, así lo han hecho y así se seguirán comportando y en ello se incluye hasta el despojo a las pensiones tanto de burócratas como de los inscritos en el IMSS reformando leyes. Ahora el punto a seguir se centra en las reformas laborales, en las que de tocar el Artículo 123 constitucional se derrumbarían por sí solas –ni el entreguismo de los “ministros” de la Suprema Corte de Justicia de la Nación podría hacer que se cumpliera una reforma que altera la Constitución-. Para llegar a los extremos que se pretenden tendrían que presentarse a los Congresos Locales y éstos aprobarla en mayoría lo cual se ve sumamente difícil por todo los que generarían entre la clase trabajadora de todo el país.
De ahí que Andrés Manuel López Obrador advierta que de aprobarse una reforma de esta naturaleza, en los términos en los que está planteada, solo generaría más inseguridad, resentimiento, odio y violencia, por lo que considera que no conviene ante la pobreza y la inseguridad que provocarían, independientemente de que su sola propuesta ha exhibido claramente el pacto existente entre Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Y es que en pocas y muy claras palabras, la Reforma Laboral pretendida no es sino la oficialización de los contratos que realizan empresas como Wall Mart, carentes de toda prestación y respaldo y que han sido consideradas por muchos países en el mundo como abusivas y denigrantes.
Así que lo reprochable a las últimas expresiones de Calderón no sólo se ubica en la deuda sino también en el renglón laboral, ya que al defender su iniciativa habló de la necesidad de que los sindicalizados sepan del destino de sus cuotas, que las exijan claras a sus líderes. Y nos preguntamos si ¿seis años no bastaron para que su complicidad con Elba Esther Gordillo o con Joel Ayala lo llevara a pedirles esta rendición clara de ingresos que provienen del pago de los impuestos de los mexicanos? Mientras estaba ejerciendo el poder y formando su estrategia de sucesión necesitaba a la chiapaneca y sus huestes productoras de votos y que ella misma le garantizara que no se darían movimientos magisteriales ya que siendo la organización con el mayor número de afiliados en América Latina, no solamente en México le paralizaría al país, y por el lado del eterno líder del sector salud había que garantizar que no se descubriera el gran fraude del Seguro Popular, así que ni para que pedirle cuentas, como tampoco se le exigieron a Romero Deschamps porque el chiste está en disminuir la plantilla de trabajadores en ese Sindicato a fin de no espantar a quienes van a comprar acciones de la paraestatal y de aquellos que firmaron sus contratos múltiples para operar en zonas en donde antes sólo lo hacían los miembros de esa organización supervisados por empleados de confianza de la empresa estatal.
El jerarca mayor cetemista ha estado ligado desde tiempos inmemorables a la construcción y de ella a los contratos provenientes del Infonavit, así que para poder bursatilizar las deudas de los derechohabientes, todos ellos trabajadores de bajos salarios, había que mantenerlo tranquilo y lo hicieron a base de no mover un dedo para que también los sindicatos afiliados a esa central que firma contratos colectivos de trabajo con empresas particulares y que permanecieran en la opacidad con relación al manejo de las cuotas sindicales.
Así pues las muestras de todos los errores y las omisiones del sexenio se acumulan día tras día y alcanzan a la “Estela de Luz”, la cual fue reclamada en pleno Hotel Hilton cuando el michoacano “celebraba” la novena Semana Nacional de Transparencia por su costo de mil 300 millones de pesos. Los jóvenes que increparon a Calderón fueron sacados por el Estado Mayor Presidencial con lujo de fuerza al no detenerse ni por un momento en gritarle “¡asesino, asesino, asesino!”
¿En que ha invertido el michoacano las sumas acumuladas a la deuda? En cárceles por supuesto que no; en mantenimiento para empresas como PEMEX, tampoco; en la construcción de hospitales, menos; en garantizar espacios educativos suficientes en todos los niveles, negativo; en la construcción de vivienda, no y el peso se lo dejó a las constructoras desmantelando la función principal del Infonavit; en obras públicas que generen empleo, ni una; en infraestructura propiedad del Estado, “naranjas”; en garantizarle a los mexicanos seguridad plena en sus patrimonios y sus personas, por supuesto que no, y sí fue con sumas multimillonarias, que se unen a los supuestos ingresos provenientes de los EU a través de la llamada “Iniciativa Mérida” y que van a parar a los bolsillos de esos mismos asesores norteamericanos y a la compra de armas que también ellos venden y para montar elefantes blancos como los de la PF, que se hicieron de acuerdo al sueño y a la escenografía que Genaro García Luna tuvo y quería.
Y la diaria realidad va mostrándonos una vez más la serie de desaciertos y de mal empleo de los recursos públicos que se hizo durante los largos, larguísimos seis años de calderonismo. Ahí está la fuga de los 131 o 129 reos del penal en Piedras Negras, Coahuila, misma que contó hasta con la construcción de un túnel, obra de la cual no se percataron ninguno de los custodios y a ésta se suman otras más en diversas Entidades producto de la sobresaturación de población a causa de la incapacidad de la federación para construir sus propios reclusorios, los de alta seguridad, los de los delincuentes penales. Ahora no sólo se exhibe abiertamente la falta de un sistema penal carcelario eficiente, de rehabilitación, sino que se demuestra que los fondos dedicados a esos rubros simplemente los desaparecieron sin que hubiese nada ni nadie que pague por los hurtos y las consecuencias.
La explosión en las instalaciones de la central de gas de Pemex en Reynosa, Tamaulipas tiene una fuerte de dosis de culpabilidad que recae tanto en la dirección general de la paraestatal como en el Sindicato petrolero y ambos tienen titulares con nombre y apellido el señor Juan José Suárez Coppel y Carlos Romero Deschamps, respectivamente. Hace mucho tiempo que no se escucha un solo pronunciamiento de este corrupto líder sobre la falta de mantenimiento y sí en cambio se sabe de su aceptación para que en esta delicada tarea intervengan empresas contratadas sin que cuenten con la experiencia que se requiere para estos trabajos. Los resultados, como en el caso de la fallida “guerra” contra el narco, suman cadáveres y más cadáveres. Hoy se sabe ya, a raíz de tal suceso que de nuevo enluta a decenas de familias de mexicanos, que son decenas de empresas las que han sido contratadas sin que se sepa bajo qué circunstancias, condiciones, pagos y cuál es la experiencia que deben tener además de señalar de donde proceden y de ser extranjeras cuál es la calidad migratoria de cada uno de sus empleados, ¿o sub emplean a mexicanos?
Estas empresas y PEMEX, ¿van a indemnizar a las familias de los que murieron? ¿Qué explicación les darán a los desaparecidos? ¿Cuál será el rostro a mostrar cuando les digan que sus familiares, sus esposos, sus hijos, sus sobrinos, sus nietos, quedaron hechos cenizas porque suponen que les falló una manguera, hubo fuga de gas y se produjo una chispa que se los llevó? ¿Qué cuentas van a exigirles a las empresas privadas contratadas? ¿Cómo van a garantizar el futuro de los heridos, cuyas quemaduras los marcarán de por vida? ¿Van a tratar el asunto como un mero accidente sin que, de nueva cuenta, se dé el nombre de un solo responsable? ¿Ni siquiera el del director de la petrolera o el del líder del Sindicato que ha permanecido ajeno a todas las tragedias y sus repercusiones? ¿Otra vez funcionarios y líder corrupto se convertirán en voceros de la iniciativa privada contratada para el mantenimiento?
Esto último, habrá que estar muy atentos, puede formar parte del argumento a utilizar en la reforma energética que, según declaró Peña Nieto en Brasil ante empresarios e industriales, busca facilitar una participación mayor de la iniciativa privada en la paraestatal sin que “esto signifique privatización”. ¿Entonces esa participación qué es? ¿Cómo se le llama? ¿Qué significa? Agregó el mexiquense que el propósito es llevar a México a convertirse en una “potencia energética”. ¿Acaso no le enteraron que en sentido contrario fue que Brasil logró un propósito similar y que ha tenido todo el éxito porque les ha generado tales ingresos que hasta les permitieron salir de la crisis económica y financiera que sacudió a ese país hace poco más de una década? No usaron un céntimo de los cuantiosos empréstitos para la construcción de refinerías o para la explotación o exploración o para gasoductos.
Pero toda la culpa no la tiene el indio sino el que lo hace compadre. Los legisladores que estando en el PRI o el PAN, en el poder, se muestran dispuestos a aceptar o a no protestar por ninguno de los renglones que pudiera en algún momento significarles revisión de sus cuentas o disminución de presupuestos, lo autorizan todo, así lo han hecho y así se seguirán comportando y en ello se incluye hasta el despojo a las pensiones tanto de burócratas como de los inscritos en el IMSS reformando leyes. Ahora el punto a seguir se centra en las reformas laborales, en las que de tocar el Artículo 123 constitucional se derrumbarían por sí solas –ni el entreguismo de los “ministros” de la Suprema Corte de Justicia de la Nación podría hacer que se cumpliera una reforma que altera la Constitución-. Para llegar a los extremos que se pretenden tendrían que presentarse a los Congresos Locales y éstos aprobarla en mayoría lo cual se ve sumamente difícil por todo los que generarían entre la clase trabajadora de todo el país.
De ahí que Andrés Manuel López Obrador advierta que de aprobarse una reforma de esta naturaleza, en los términos en los que está planteada, solo generaría más inseguridad, resentimiento, odio y violencia, por lo que considera que no conviene ante la pobreza y la inseguridad que provocarían, independientemente de que su sola propuesta ha exhibido claramente el pacto existente entre Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Y es que en pocas y muy claras palabras, la Reforma Laboral pretendida no es sino la oficialización de los contratos que realizan empresas como Wall Mart, carentes de toda prestación y respaldo y que han sido consideradas por muchos países en el mundo como abusivas y denigrantes.
Así que lo reprochable a las últimas expresiones de Calderón no sólo se ubica en la deuda sino también en el renglón laboral, ya que al defender su iniciativa habló de la necesidad de que los sindicalizados sepan del destino de sus cuotas, que las exijan claras a sus líderes. Y nos preguntamos si ¿seis años no bastaron para que su complicidad con Elba Esther Gordillo o con Joel Ayala lo llevara a pedirles esta rendición clara de ingresos que provienen del pago de los impuestos de los mexicanos? Mientras estaba ejerciendo el poder y formando su estrategia de sucesión necesitaba a la chiapaneca y sus huestes productoras de votos y que ella misma le garantizara que no se darían movimientos magisteriales ya que siendo la organización con el mayor número de afiliados en América Latina, no solamente en México le paralizaría al país, y por el lado del eterno líder del sector salud había que garantizar que no se descubriera el gran fraude del Seguro Popular, así que ni para que pedirle cuentas, como tampoco se le exigieron a Romero Deschamps porque el chiste está en disminuir la plantilla de trabajadores en ese Sindicato a fin de no espantar a quienes van a comprar acciones de la paraestatal y de aquellos que firmaron sus contratos múltiples para operar en zonas en donde antes sólo lo hacían los miembros de esa organización supervisados por empleados de confianza de la empresa estatal.
El jerarca mayor cetemista ha estado ligado desde tiempos inmemorables a la construcción y de ella a los contratos provenientes del Infonavit, así que para poder bursatilizar las deudas de los derechohabientes, todos ellos trabajadores de bajos salarios, había que mantenerlo tranquilo y lo hicieron a base de no mover un dedo para que también los sindicatos afiliados a esa central que firma contratos colectivos de trabajo con empresas particulares y que permanecieran en la opacidad con relación al manejo de las cuotas sindicales.
Así pues las muestras de todos los errores y las omisiones del sexenio se acumulan día tras día y alcanzan a la “Estela de Luz”, la cual fue reclamada en pleno Hotel Hilton cuando el michoacano “celebraba” la novena Semana Nacional de Transparencia por su costo de mil 300 millones de pesos. Los jóvenes que increparon a Calderón fueron sacados por el Estado Mayor Presidencial con lujo de fuerza al no detenerse ni por un momento en gritarle “¡asesino, asesino, asesino!”
Lilia Arellano - Opinión EMET
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