Brasil: Lula triunfa en el peor momento judicial para el PT
El expresidente de Brasil, Luiz Lula da Silva.
Foto: AP
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SAO PAULO (apro).- En el peor momento judicial para el Partido de los
Trabajadores (PT), el expresidente Luiz Lula da Silva comandó a la fuerza
gobernante en Brasil a la victoria más importante de las elecciones municipales
de 2012: la estratégica alcaldía de la ciudad de Sao Paulo, la más grande de
Sudamérica, considerada una fortaleza de la oposición.
El expresidente (2003-2010) usó su popularidad y su habilidad política para
que su exministro de Educación, Fernando Haddad, pueda gobernar entre 2013 y
2016 a la principal urbe sudamericana, el tercer presupuesto del país, superior
a 20 mil millones de dólares.
La victoria en Sao Paulo llegó en forma paralela al megajuicio que la máxima
Corte del país, el Supremo Tribunal Federal (STF), realizó sobre el ‘mensalao’,
la red de corrupción de unos 74 millones de dólares instalada por el PT para
pagar sobornos a partidos aliados al inicio de la administración de Lula.
Entre los 25 condenados por distintos cargos por haber montado la red de
financiación ilegal están el expresidente del PT José Genoino, el extesorero
Delubio Soares y el exmano derecha de Lula, su exjefe de ministros José
Dirceu.
En 2005, Dirceu renunció a raíz del escándalo, que marcó la peor crisis del
gobierno de Lula (2003-2010) y lo puso al borde del juicio político que había
impulsado parte de la oposición.
Los fallos abrieron un debate jurídico en Brasil, ya que en los casos de
Genoino y de Dirceu los ministros –que dictaminaron 8 contra 2 a favor de la
absolución– admitieron que se basaban en indicios y no en pruebas directas.
La transmisión en vivo durante dos meses de juicio –que se retomará el
miércoles 7 con la discusión sobre las votaciones de las penas de cárcel a
cumplir– le ha dado a la oposición a la presidenta Dilma Rousseff una completa
agenda de campaña.
Sin embargo, el PT ha ganado vigor tras la elección.
“Intentaron criminalizar al partido y querían debilitar a Lula en caso de
derrota en Sao Paulo”, dijo a Apro el presidente del PT, diputado Rui Falcao, un
crítico del juicio y quien pese al fallo niega la existencia de un sistema de
compra de votos.
El “dedazo” de Lula
Aparte de la agenda judicial, el PT logró la ‘joya de la corona’ al vencer
con 55% de los votos Haddad, de 49 años, la alcaldía más disputada de Brasil,
Sao Paulo, nada menos que ante José Serra, de 70, del opositor Partido de la
Social Democracia Brasileña (PSDB), exalcalde de Sao Paulo, exgobernador de este
estado del mismo nombre y candidato presidencial derrotado en 2002 por Lula y en
2010 por Rousseff.
Haddad, exministro de Educación cuyo mayor logro fueron las políticas de
cupos a los negros para que accedan a becas universitarias y a universalizar
entre los pobres el ingreso a la educación terciaria, fue un ‘invento’ de
Lula.
Debido a que dirigentes históricos del PT, como la exalcaldesa Marta Suplicy,
no gozaba de popularidad y otros estaban identificados con Dirceu y los acusados
en el juicio por sobornos, Lula optó por el ‘dedazo’ para renovar el partido que
fundó en 1982, en plena dictadura militar.
“Lula inauguró con Haddad el PT versión 3.0. Dilma Rousseff había sido la
versión 2.0″, escribió Fernando Rodrigues, columnista de política del diario más
influyente del país, Folha de Sao Paulo. Haddad nunca había participado de una
elección y comenzó la campaña, en mayo, con 3% de intención de voto contra 30%
de Serra. El candidato del PSDB se consolidó en la Sao Paulo rica mientras que
Haddad lo hizo en las periferias pobres.
A Haddad, un intelectual surgido de la Universidad de Sao Paulo (USP), lo
calificaron de “poste” de Lula. Así ocurrió cuando Lula sacó de la galera para
su sucesión en las elecciones de 2010 a su jefa de ministros, Dilma Rousseff,
quien tampoco nunca había disputado una elección y le ganó a Serra.
“Con estos postes estamos iluminando a Brasil”, se jactó entre risas Lula
después de la elección victoriosa en Sao Paulo y el recambio generacional de los
cuadros políticos del siglo XXI.
La elección municipal en Sao Paulo fue la mayor victoria de Lula en un año en
el que el expresidente debió enfrentar el juicio contra el PT y la intención de
la oposición de vincularlo con los delitos cometidos por sus compañeros. “Yo fui
juzgado por el pueblo, que me reeligió en 2006 y eligió a mi sucesora en 2010″,
respondió Lula sobre su responsabilidad en el ‘mensalao’.
El PT, en pleno juicio del “mensalao”, avanzó 14% en cantidad de alcaldías y
fue el partido más votado del país en términos absolutos. “El pueblo separó
entre el juicio y los problemas de sus ciudades”, explicó Falcao.
La autoridad de Lula como genio político quedó demostrada con la elección de
Haddad, más aún si se tiene en cuenta que esa candidatura sorpresa que contrarió
al propio PT surgió en la cama de un hospital, donde hasta febrero pasado Lula
se sometió a siete meses de tratamiento con quimioterapia y radioterapia contra
un cáncer de laringe que ha desaparecido.
La elección en la capital paulista se dio en medio de una ola de violencia
que dejó hasta octubre 88 policía asesinados en Sao Paulo y su área
metropolitana por parte del grupo criminal Primer Comando de la Capital (PCC),
la banda que desde los presidios se transformó en la mayor organización
narcotraficante del país y que en 2006 lanzó una ola de ataques contra agentes
de las fuerzas de seguridad.
La crisis de seguridad en Sao Paulo enfrentó los proyectos del PT de Rousseff
con el opositor PSDB, del gobernador paulista, Geraldo Alckmin, a quien
entidades de derechos humanos reclaman porque la policía ha decidido participar
de una ‘guerra’ contra el PCC, no sin sospechas de ejecuciones de personas en la
periferia para vengar la muerte de policías.
En octubre fueron asesinados 147 personas en Sao Paulo, una subida superior a
80% respecto del mismo mes de 2011. El gobierno de Rousseff quiere aplicar en
las favelas de Sao Paulo dominadas por el crimen el mismo sistema de ocupación
policial y ‘pacificación’ que se ejecutó en Río de Janeiro, incluso con el uso
de las Fuerzas Armadas, pero Alckmin ha rechazado la propuesta.
En términos electorales, Lula no pudo acarrear con su imagen lo mismo que
hizo en Sao Paulo en otras ciudades importantes como Salvador, capital de Bahía,
Fortaleza, de Ceará, Recife, de Pernambuco, y Belo Horizonte, capital de Minas
Gerais.
“Por fortuna el pueblo está emancipado y votó con base en sus cuestiones
locales, que deberán ser analizadas, pero hay que tener en cuenta que quedó
demostrado que el liderazgo de Lula no es mesiánico y sí horizontal, como parte
de un colectivo que se llama PT, que tiene partidos aliados”, según la
explicación del presidente del PT.
En la capital de Minas Gerais, segundo colegio electoral del país y en el
noreste se hizo fuerte el gobernador de Pernambuco, Eduardo Campos, titular del
Partido Socialista Brasileño (PSB), el partido que más avanzó en las elecciones
municipales. El PSB es uno de los principales aliados de Lula y Rousseff a nivel
nacional, pero las victorias en balotaje del partido de Campos ante el PT en
Recife y Fortaleza lo han catapultado, según la prensa, como un ‘presidenciable’
para en 2014 enfrentar la elección ante Rousseff.
En la oposición, la derrota del veterano Serra prácticamente lo saca de la
carrera para las presidenciales de 2014. “Es necesaria una renovación en el
PSDB”, dijo el único presidente que tuvo ese partido, Fernando Henrique Cardoso
(1995-2002).
La declaración apuntaba hacia el senador Aecio Neves, caudillo y exgobernador
de Minas Gerais que se alió para la elección de Belo Horizonte con Campos y es
el principal candidato de la oposición derechista a enfrentar a Rousseff en
2014.
En Río de Janeiro, en la primera vuelta de las elecciones municipales fue
reelecto con 64% de los votos Eduardo Paes, del Partido del Movimiento de la
Democracia Brasileña (PMDB), del vicepresidente Michel Temer, con el apoyo de
Lula y de Rousseff.
Con Sao Paulo como mayor trofeo para el PT, en la fuerza del oficialismo el
camino, si es que la crisis internacional no golpea a la generación de empleo y
al crecimiento más de lo que lo hizo en el magro 2012 en términos económicos,
parece allanado hacia 2014. “Estamos bastante cómodos, porque según todas las
encuestas los candidatos favoritos con más de 60% para una elección
presidencial, si fuera hoy, son Lula y Dilma”, dijo el presidente del PT.
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