#YoSoy132: “Los pusimos a temblar”
Estudiantes marchan de Televisa a la Segob.
Foto: Miguel Dimayuga
Foto: Miguel Dimayuga
Efusivos como son, los voceros del movimiento #YoSoy132 insisten:
“queremos hacernos oír e ir más allá de la coyuntura electoral”. De ahí su
esmero en que su voz se escuche en las universidades, las calles, las
instituciones; de ahí sus movilizaciones y plantones para encarar a las
televisoras y decirles que también existe otro poder, el suyo. Orgullosos como
son, se ufanan cuando comentan que pusieron a temblar a Televisa, a Peña Nieto y
al PRI. E insisten: “queremos ir más allá…”.
MEXICO, D.F. (Proceso).- Aún joven, en su camino, el movimiento estudiantil
#YoSoy132 ya se enfrenta al oportunismo de los políticos, al hartazgo de una
sociedad cansada, a la burocracia, a la cerrazón de sus propias instituciones, a
las calumnias, a los prejuicios, a los conflictos de poder que aumentan con sus
pasos, al poder mismo, a los ecos del 68 y sus cicatrices, a los cuerpos de
granaderos, a la represión, a los infiltrados, al dolor de un país de muertos, a
ser el relevo de los pies cansados, a ellos mismos.
A semanas de su irrupción, sus integrantes decidieron volver sobre sí mismos
para rescatar su origen. Como reflejo, voceros de escuelas públicas y privadas
que conforman el movimiento #YoSoy132 clavan la mirada al primer día de julio,
en rechazo a la manipulación informativa desde la que se intenta imponer a un
candidato y el sistema que representa.
Con su voz, están decididos a incidir en las elecciones presidenciales, dicen
a Proceso:
“Creemos que existe suficiente evidencia para demostrar que la actual cara
del viejo régimen es el candidato Enrique Peña Nieto y la estructura que éste
representa. No es odio ni intolerancia contra su nombre, sino hartazgo e
indignación a lo que representa.”
Esa es su postura.
Olieron el miedo. Con una claridad que acobarda, clavaron la mirada en el
domingo 1 de julio. El reto, insisten, es posicionar la colusión entre los
grandes consorcios de la comunicación y la política de cara a las elecciones
presidenciales.
“Nosotros pensamos que ahí le dimos al clavo y que es ése el tema crucial:
las televisoras que imponen su gobierno. Esta vez su candidato es Enrique Peña
Nieto, como en 2006 lo fue otro. Lo hemos denunciado y se sienten amenazados. En
lo que nosotros podemos influir en este momento es en las elecciones”, explica
Tevye de Lara, representante de medios del movimiento en el ITAM.
Abundantes las evidencias, se dicen preocupados por la complicidad entre
medios de comunicación y políticos, donde la televisión “puede más” que la
democracia y “donde el presidente no sea un estadista sino un personaje de
espectáculos”, palabras de De Lara.
“Se viene dando un proceso electoral cínico, abusivo. Se suma un duopolio
televisivo apoyando a un candidato que es suyo. Hoy los estudiantes se dan
cuenta de los engaños de las televisoras a tal grado que les resulta
insoportable”. “Hay mucho enojo por tanto engaño”, agregaría David Straulino,
vocero de Ciencias Políticas de la UNAM.
Los estudiantes hablan de las televisoras con desprecio, “dueños” de la
información pública. “Creen que la verdad es la que pasa por ellos. Son el
tribunal y los administradores de la información”, se le escucha a Ricardo
Bernal, vocero de la UAM.
Los jóvenes detallan cómo ha sido el paso del movimiento por los medios de
comunicación. Aunque parciales, celebran como victorias que las televisoras
decidieran transmitir el debate del domingo 10 de junio en sus canales con mayor
audiencia y la cobertura a sus demandas. “Aunque fuera tarde, Televisa se vio
obligada a cubrir el movimiento, para cuidar los costos que le podríamos causar.
Lo que quieren hacer ahora es sobreexponernos en los medios y entrevistar a
quien quiera hablar en nombre de la organización para contradecirnos y generar
una imagen débil hacia la sociedad”, relata Ignacio Martínez, portavoz de la
Ibero.
“Quizá sea ingenuo, pero creo que están asustados. Ayer estuvimos haciendo
una retrospectiva de las entrevistas que hemos dado y casi todas sus preguntas
son: ‘Cómo se organizan, cómo logran congregar tanta gente, de dónde salen’.
Esto nos hizo ver que, si seguimos con nuestra forma de operatividad, con la que
nace el movimiento, podemos lograr los objetivos. Están siendo afectados con lo
que hemos logrado en semanas. No saben la forma en que estamos operando. No
logran comprender este tipo de estructuras nuevas que han emergido en los
últimos dos años”, sostiene Antonio Jiménez, portavoz de La Salle.
David Straulino, vocero de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la
UNAM, se dice “más malicioso” que Jiménez. “Han intentado buscar líderes, a
pesar de que hemos intentado no generarlos. Llaman a entrevistas a gente y
empiezan ir a título personal, sin ser voceros, y dicen lo que sea para
desgastarnos”.
Los estudiantes desnudaron en las calles la complicidad entre el PRI y
Televisa para posicionar a Peña Nieto. Los vieron resquebrajarse. “Fue muy claro
que sí les causamos algo. Creo que los agarramos desprevenidos y los pusimos a
temblar. Por lo menos a pensar y a replantearse ciertas cosas”, dice Ignacio
Martínez.
Continúa: “De pronto están sacando, otra vez, la guerra sucia contra AMLO.
Son los últimos recursos, me parece, de un grupo que ve que el poder puede
escaparse de sus manos”.
Poder juvenil
Desencajados, los alumnos llegaron a la entrevista luego de encabezar una
protesta en la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), donde se aprobó
el programa de concesionamiento de frecuencias para televisión abierta el
miércoles 6. A la vez, en la Comisión Federal de Competencia (Cofeco) se
discutía la fusión Televisa-Iusacell.
“Nos quieren distraer para que no nos fijemos en lo que están haciendo
detrás. No se dan cuenta de que a nosotros ya no nos pueden estar mintiendo en
la cara”, afirma Ignacio Martínez.
Rígida la voz, Tevye de Lara, representante del ITAM, insiste en que son esas
las decisiones de las que debe ocuparse el movimiento, y esas mismas las que
lastiman al país. “Están acomodando las cosas para consolidar los monopolios y
tener un sexenio completamente coludido, televisoras y clase política,
representados con un presidente de espectáculos”.
Las resoluciones se tomaron al tiempo que, con los estudiantes en escena, las
televisoras se han jactado de una aparente apertura, diciendo que le entran a la
democratización de los medios.
“Es una provocación. La Cofetel obedece a los intereses económicos de algunos
grupos. Parece que a esta altura del sexenio se están repartiendo absolutamente
todo, ahora que las elecciones distraen las miradas. Esta apertura de empresas
dice que va a romper un monopolio en la TV, pero crean otro. En cuanto a
información, al abrir una tercera cadena, tampoco se está resguardando la
situación básica de informar. Se va a discutir si Carlos Slim forma una tercera
cadena televisiva. No creemos que se agote con que Slim tenga su cadena. Él ya
funge en el país como un monopolio muy grande”, comenta Misael Rojas, de la
UAM.
Interviene su compañero Ricardo Bernal: “Lo que no se ha podido cambiar en
México, a nivel estructural, es la gran contradicción que hay entre
instituciones que están al amparo del poder y una sociedad que no tiene todavía
los mecanismos para incidir en las instituciones. Es ofensivo que las
instituciones simulen que esto beneficia a la ciudadanía, cuando en realidad
siguen en la lógica que hay que desmantelar. Creen que no nos damos cuenta. O no
les importa. 132 tiene que tomar el poder, con mucha fuerza, de concienciar que
esto no es lo que hacen parecer. Quieren gobernar ignorando a la ciudadanía.
Nosotros queremos ser esa voz, fundamentada y consciente”.
“Nos avisaron que la Cofeco también va a permitir la fusión
Televisa-Iusasell”, lanza Antonio Jiménez, nublada la mirada. Habla de su
frustración. “Siento que hasta cierto punto nos utilizaron para legitimar esto.
La sociedad va a creer que fue realmente una victoria de la ciudadanía, también
de la voz de 132, cuando en realidad ya lo tenían arreglado. Siento muchas
cosas. Nos ofende, pero también nos da energía y más motivación para fortalecer
el movimiento”.
Contra el PRI
Por considerarlo la cara visible de un régimen represor, corrupto y
autoritario, #YoSoy132 reafirmó su postura antiPeña y tenerla como uno de sus
ejes torales.
“No porque odiemos la figura de Peña Nieto, sino que su figura y su
candidatura representan las prácticas que no permiten una democratización plena
del país. Tomando en cuenta que Peña es un producto mediático, que ha basado su
figura en una televisora, las revistas del corazón y demás medios para generar
una imagen pública, más allá de los datos concretos de su gestión. Él es la
imagen precisa de lo que no queremos en el país”, explica Ricardo Bernal.
De las 98 instituciones que conforman la organización, sólo el ITAM, la UP y
la Universidad Anáhuac se mantuvieron al margen de esa consigna.
El movimiento ha denunciado actos de represión en su contra por manifestarse
en contra de Enrique Peña Nieto en los estados de Coahuila, Puebla, Querétaro,
San Luis Potosí, Veracruz, Baja California y Jalisco
“Es evidente que les causamos estragos y están tratando de mantener alineados
a los jóvenes en provincia. Nos llegan noticias de que no los dejan manifestarse
o les llegan grupos de choque, que los agreden violentamente. Es la reacción
clásica del PRI. Se siente su nerviosismo. Aunque creo que no hemos dimensionado
con quién nos estamos metiendo. Meterse de lleno contra el PRI sí es algo
peligroso. Y creo que apenas nos estamos dando cuenta de eso”, analiza el vocero
de la Ibero.
Desde la UNAM, el portavoz de la Facultad de Ciencias Políticas, David
Straulino, denuncia que también en los portales en internet de sus asambleas han
sido embestidos por la maquinaria priista: “Nos quieren pegar con todo y tienen
muchos métodos para hacerlo. Escriben comentarios para generar discordia y
menguarnos. Hay infiltrados, uno no tiene idea desde cuándo lo son. Uno parte de
la idea de que lo que se dice en público lo saben ellos”.
Apartidistas, que no apolíticos, los voceros de #YoSoy132 dan cuenta del
manoseo de los partidos políticos que han buscado salir favorecidos con el
posicionamiento antiPeña: PAN y PRD.
Ante el estallido estudiantil, Josefina Vázquez Mota hizo una invitación
directa a la coordinadora del movimiento para entablar un “diálogo” público. La
rechazaron por considerarla un “claro” intento del PAN por absorber la fuerza de
esos jóvenes.
De haber un encuentro, éste debería darse en condiciones de equidad con los
otros candidatos. La ocasión no llegó sino hasta el cuarto día de junio, en la
Universidad Iberoamericana, donde semanas atrás se escenificó el “viernes negro”
de Enrique Peña Nieto. La suerte de la panista fue otra. Salió del lugar
festejando su victoria.
Ignacio Martínez, vocero del movimiento estudiantil por esa universidad,
narra el trasfondo del encuentro:
“Ella era la primera que íbamos a recibir (el noveno día de mayo), y retrasó
su visita, creo que bastante mañosamente. La puso en verano, cuando ya todos se
fueron de vacaciones. Fueron a verla los panistas. Eso afectó. También hay que
decir que las preguntas que hicieron los estudiantes de la prepa Ibero fueron
más suaves.
“Yo tenía varias. Ella dice que está por la democratización de los medios,
pero votó en favor de la Ley Televisa. También dice que las cárceles no son para
las mujeres. Yo me imaginaba a Elba Esther muy contenta con esa
declaración.”
Vázquez Mota se presentó en la Ibero de la mano de Gabriela Cadenas, madre de
Javier Alejo, muerto junto al hijo de Javier Sicilia, Juan Francisco. Martínez
continúa el relato: “Llegó con una trabajadora social y la madre de un chico
víctima de la guerra. A mí se me hace casi vil que se aproveche del dolor para
hacer campaña y sobre todo de un dolor generado por la guerra que su partido
desató muy irresponsablemente”, cuenta.
Los estudiantes también hablan del oportunismo de los partidos de izquierda.
En sus manifestaciones, relatan, recurrentemente aparecen integrantes del grupo
juvenil Morenaje.
“Van estudiantes que simpatizan con Morena, se acercan. No estamos en contra
de AMLO, pero no es la esencia. Cuando un compañero propuso ir en paralelo lo
abuchearon con el PRD”, expone Antonio Jiménez.
Tevye de Lara, itamita, da su punto de vista: “Del PRD hay un oportunismo por
omisión, por eufemismos. Aunque no se adhiere a nosotros, es oportunista referir
sus discursos al movimiento. Hay cierto disgusto con AMLO, pero no pasa
nada”.
Ignacio Martínez, de la Ibero, agrega: “Oficialmente López Obrador se ha
mantenido al margen. Sin embargo, en nuestros actos grandes hay gente presente
de Morena. Que ellos sí traen su mensaje pro AMLO. El movimiento no les niega la
palabra porque sería una contradicción callarlos si pedimos libertad de
expresión. Lo que no permitimos es partidismo dentro de las decisiones del
movimiento. Eso se ha mantenido bastante claro y une al movimiento”.
La fuerza está en la unidad
Al interior del movimiento #YoSoy132 se ha señalado la presencia de
integrantes ultras, con intereses políticos particulares, que habrían infiltrado
la organización para reventarla. En lo particular, se ha puesto la lupa al
interior de la UNAM.
Luciano Aburto, vocero de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional
Autónoma de México, explica: “Hay un desgaste de la figura ultra en la UNAM.
Desde la huelga del 99 se identificó mediáticamente a estos grupos que tenían
mucho conflicto con negociar con las autoridades. Esa figura resurge en este
movimiento sin que sea por fuerza cierta”.
David Straulino, de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, identifica
los señalamientos: “Efectivamente, después de 99, grupos de trotskistas, de
leninistas, marxistas y diferentes corrientes quedaron en diferentes facultades
en donde han venido trabajando. Hay, por lo menos, unos 20 grupos políticos en
la Universidad. Principalmente en las facultades de Ciencias Políticas, de
Ciencias, de Filosofía y Letras y de Ingeniería.
“Y hay muchas prácticas de trabajo de ellos que no gustan. Pero hablar de
ultras es un desconocimiento de la vida al interior de la Universidad. Son
colectivos que tienen principios, un posicionamiento político y han decidido dar
su lucha a través de estos grupos.”
Los estudiantes radicales habían sido señalados por intentar tomar el control
del movimiento estudiantil.
Como un tema recurrente, integrantes de #YoSoy132 también han apuntado a las
autoridades de la UNAM.
“Estamos convencidos de que (el rector José) Narro mantiene su militancia
priísta. Y creemos que a él no le convenía que un movimiento estudiantil que
detracta al candidato del PRI se geste dentro de la UNAM”, declara Ricardo
Bernal, vocero de la UAM,
Antonio Jiménez da un ejemplo. Para organizar la primera asamblea del
movimiento, el 30 de mayo, en las islas de CU tuvieron que lidiar con trabas
inusuales en la Universidad.
“Para hacer la asamblea y conseguir una carpa fueron 15 días de trámites
desgastantes. No entendimos por qué ese proceso tan largo. Los propios alumnos
de la UNAM nos decían que era la primera vez que pasaba algo así.”
Sin embargo, los estudiantes de las escuelas privadas reconocen no concebir
un movimiento estudiantil sin la participación emblemática de la Universidad
Nacional. Desde su incorporación al movimiento, las vocerías de la UNAM han
buscado complementar la agenda social.
“En la UNAM hay una tradición de lucha. Creemos que un movimiento estudiantil
tiene que trascender la coyuntura electoral porque es la oportunidad de
denunciar cosas que se van acumulando con los años, no sólo en los estudiantes,
sino en los trabajadores, en el hartazgo generalizado. Hay una tradición de
crítica y humanística muy arraigada”, resume Alejandro Martínez.
Lo cierto, dice David Straulino, es que desde la UNAM “había movimientos
intentando movilizar a la gente hace años y no lo lograban: porque nos tienen
reticencia, porque no habíamos encontrado las formas. Hay facultades que no
habrían salido de no ser por las universidades privadas. Sabemos que esta vez la
fuerza está en la unidad. Y entendemos que es fundamental incidir en el proceso
actual. Estamos por meterle con todo de aquí al 1 de julio.
Conscientes de que éste es el primer movimiento estudiantil que puede incidir
en un proceso electoral, los estudiantes tendrán su segunda marcha masiva el
domingo 10, al mediodía, donde marcharán del Zócalo capitalino al Ángel de la
Independencia. Por la noche, juntos, verán el debate presidencial en la Plaza de
la Constitución. Al día siguiente celebrarán su próxima asamblea general.
“Queremos que la gente vote informada. Evitar una contienda electoral sin
contenido, bombardeada de spots sin propuestas, de mensajes vacíos, de promesas
sin voz”, según su declaración de principios.

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