Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 21 de diciembre de 2012

Derogación del artículo 362- ASTILLERO- Memorias de un guerrillero jaramillista-No más show del despilfarro-

Astillero
Perspectivas 2013
Optimismo tricolor
Apuesta para la apatía
La esperanza: el 132
Julio Hernández López
Foto
FESTIVAL DE LA MARIGUANA. Un hombre prepara un cigarro durante el cuarto Festival de la Mariguana, que se realizó ayer afuera del edificio del Senado, en Paseo de la Reforma. El festival se lleva a cabo en el contexto de la propuesta de organizaciones sociales y políticas de izquierda para efectuar un debate nacional en 2013 sobre la posible legalización de las drogas en México
Foto Reuters
 
Por lo que se ve en el arranque del sexenio, el PRI apuesta a una gran operación mediática y política de enajenación social en varias pistas: desde la electorera cruzada de presunta Hambre Cero de la rosariosalinista secretaria de desarrollo social hasta el pleito magnificado con el SNTE gordillista para abrir paso a mayores formas de privatización educativa; desde la absorción mercantil de la izquierda chuchistaperredista hasta el amedrentamiento y la satanización de las protestas juveniles; desde la alianza al estilo jefedieguista del PAN hasta las exageraciones de optimismo en busca de primermundismo por decreto del licenciado EPN.
 
El partido de tres colores y el neoenriquismo creen posible dar continuidad a la línea colectiva de desmemoria y apatía. De pronto la oposición institucional ha sido borrada del escenario mediante tretas de pactismo corporativo que condena a la marginalidad y la exclusión a quienes no se han subido oportunamente al nuevo tren mexiquense. Morena y López Obrador se pierden en los jaloneos menores y a veces infames de la construcción de un nuevo partido a como dé lugar, con la vista puesta en las próximas elecciones mientras el país se hunde en el marasmo y la canalla política se instala cómodamente en las alturas, con pretensiones de mantenerse por décadas en ese poder, hoy sin verdadero contrapeso organizado.
En todo caso, el nuevo modelo político nacional trata de trasladar las batallas importantes al interior de su seno nada revolucionario y facciosamente institucional. La obra guerrera de temporada tendrá como actriz principal a Elba Esther Gordillo, la propietaria de la franquicia sindical educativa que repela de las formas y ciertos detalles de la acometida enriquista en su contra, pero que, sabidamente, puede ser reconvenida y ajustada a las necesidades de la empresa tricolor cuando estén por ser leídas las últimas líneas de la representación teatral. Drama en las alturas, lucha épica entre el cortinaje palaciego, pleito entre Los Pinos y la casa de Salinas contra la jefa Elba, que finalmente sabrá aceptar los términos del nuevo contrato de convivencia que el sistema necesita.
 
EPN logró instalarse en el poder, entre otras cosas, porque pudo mantener la unidad en su partido, es decir, porque pudo más la ambición generalizada de la élite priísta por el retorno al poder que sus graves divergencias internas. Pero repartido el poder (y, sobre todo, concentrado en sus tajadas más importantes sólo en unas cuantas familias, dejando a otras las porciones menores o menos significativas) y comenzando a jalar cada facción hacia su lado, habrá de verse si esa unidad priísta fue un espejismo circunstancial o puede ser mantenida a largo plazo. El control del gran negocio trasnacional, el del narcotráfico, pondrá en tensión a diversos grupos de poder, deseosos unos de que sus inversiones electorales se traduzcan en impunidad para sus representados y mano dura para los adversarios. Otro punto de disenso previsible se dará cuando llegue la distribución de comisiones, dividendos y participaciones en temas como el petróleo. Famosa es la frase de que cuando no se reparte bien el botín, suele haber motín.
 
Las varias elecciones estatales que se realizarán en 2013 tendrán como consecuencia inmediata la consolidación o la evaporación del presunto efecto victorioso del retorno del PRI al poder federal. Si los candidatos del partido de tres colores ganan la gran mayoría de los comicios venideros, el fatalismo tradicional del mexicano encontrará razones para presuponer que la noche priísta habrá de ser de larga duración y que toda insistencia en oponerse a ese ciclo nefasto será infructuosa y peligrosa. PRD y PAN buscarán alianzas como ya lo hicieron en 2011, retomando escisiones priístas y presentando fórmulas sin mayor expectativa positiva que el enfrentar en mejores condiciones al PRI.
 
Y, sin embargo, hay una franja que permite mantener esperanzas. El punto más brillante de 2012 fue la aparición del movimiento luego conocido como 132. En medio de un sopor cívico extremo, entre un electorado mayoritariamente decidido a aceptar la imposición comercial del PRI y desde las entrañas de centros de estudio particulares emergió una oposición creativa, alegre, inteligente y participativa que cimbró al aparato político-electoral-televisivo, colocó el libreto triunfalista del Revolucionario Institucional en aprietos y avivó las posibilidades de un triunfo presidencial izquierdista.
 
La oleada juvenil se desató a partir de la reivindicación de la violencia institucional que hizo Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana un viernes de mayo, a propósito de la represión ordenada contra habitantes de San Salvador Atenco por el gobierno estatal que él encabezaba. Un video histórico desencadenó un hasta entonces impensable levantamiento pacífico. Luego vinieron las marchas, manifestaciones y pronunciamientos que a pesar del bache electoral, y de la virtual inmovilización a la que el liderazgo opositor izquierdista condenó a sus bases, siguieron adelante hasta llegar al día primero del presente mes.
 
Mermado de manera explicable por la redefinición ideológica que el curso de la lucha ha producido, cada vez con mayor presencia y predominancia de jóvenes provenientes de escuelas públicas que privadas, enlazado involuntariamente con grupos radicales y anarquistas, con infiltrados y provocadores, el 132 sigue adelante, a pesar del talante represivo anunciado por el nuevo régimen y de linchamientos mediáticos inducidos desde el poder. Tan golpeado y amenazado es el 132 porque en él reside buena parte de la expectativa de lucha en un sexenio que los nuevos propietarios creían y hubieran querido monolítico, pactado.
 
Y con estas líneas termina el trabajo astillado correspondiente a 2012. Esta columna descansará un par de semanas y volverá a publicarse el 7 de enero próximo. A quienes acompañaron este navegar, ¡felicidades, y aquí nos volveremos a encontrar!
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Memorias de un guerrillero jaramillista
Gilberto López y Rivas
Desinformémonos, revista digital semanal que dirige la periodista Gloria Muñoz Ramírez, ha emprendido un giro editorial este año, con el acierto de iniciar tal aventura con un libro de Ricardo Montejano, Félix Serdán Nájera, memorias de un guerrillero jaramillista, en el que se presenta la historia de vida de quien recibió por parte del EZLN el grado de mayor insurgente honorario, y quien a sus 95 años mantiene viva la causa agrarista en su estado natal, Morelos.
 
Es importante que ya desde el título de la obra no se asuman los estigmas y las trampas ideológicas de los enemigos de clase neoliberales que equiparan la lucha de los pueblos, incluida la armada, con el terrorismo. Mientras haya explotación entre los seres humanos, dominación de pueblos por poderes neocoloniales e imperialistas y dictaduras que imponen el más mortífero de los terrorismos, el de Estado, seguramente que habrá resistencias, y algunas de ellas asumirán las vías armadas. Esta realidad la comprenden bien los ideólogos del Pentágono, que durante estos años han desarrollado sus estrategias represivas globales en numerosos manuales de contrainsurgencia, ahora permeados por las perspectivas de antropólogos mercenarios al servicio del imperio y los grupos oligárquicos locales.

El libro va más allá de lo que es una vida rica y llena de vicisitudes y experiencias singulares. Lo vivido por mi amigo Félix toca aspectos que dieron forma y contenido a la República. Las secuelas de la revolución armada de 1910-1917, el cardenismo y las luchas populares de la segunda mitad del siglo XX, incluida de manera especial la de Rubén Jaramillo, sus seguidores y correligionarios que compartieron con él esperanzas, ideales, así como muerte y persecución.

En Morelos –escribo en la presentación a manera de testimonio– conocían a Félix también como El Maestro (una de las ocupaciones que tuvo en su larga vida de revolucionario), quien incansable recorría por el día casas de simpatizantes y camaradas, arriesgándose a que lo reconocieran los sicarios del gobierno. Por la noche, caminando a la luz de la luna (lo hice con él una vez en esas condiciones), llegando a las chozas repletas de perros flacos, sarnosos, hambrientos, ladrando a más no poder; en las ventanas, apuntando a los intrusos con las viejas carabinas 30-30 o los rifles 22, de quienes quedaban de las tropas de Jaramillo, escuchando sus planteamientos de socialismo religioso, ya que Rubén fue pastor protestante. En la voz de uno de quienes le sobrevivieron escuché: Si Dios nos trae al mundo desnudos, sin ser dueños de nada ni de nadie, ¿por qué alguien puede ser dueño de la tierra o del agua y mandar sobre otros? Todos somos iguales a los ojos de Dios.

En un fogón de un barrio pobre de Cuernavaca conocí a una anciana que no parecía diferenciarse de otras, con sus enaguas y rebozo; “esa viejita –me comentó un compañero– llevó armas, dinero, comunicados, a Jaramillo cuando estaba peleando contra los sardos (soldados). Cruzaba los retenes de las tropas vendiendo tacos en una canasta de doble fondo. Nunca la descubrieron”. Recuerdo que la represión contra los jaramillistas cobraba muchas víctimas y algunos de ellos, como Félix, alias Rogelio, andaban a salto de mata o viviendo en casas de seguridad –donde lo conocí en 1963– como profesionales de una organización revolucionaria en formación. Uno de ellos, Rey Aranda, me causó gran impresión; hombre bien parecido, de bigotes zapatistas, que debiera haber andado en sus 40, sembraba la tierra con sus dos hijos jóvenes cubriéndolo con sus carabinas. Había sobrevivido a varios atentados. En uno de ellos –me contó uno de sus hijos– mató a su emboscador, tirándose del caballo mientras disparaba.
 
El libro en comento constituye, de hecho, un viaje al México rebelde. Refiere las vidas aciagas y valerosas de quienes no se someten al poder ni a la cooptación, pese a ser el blanco de la violencia del Estado y sus agentes represivos. Félix Serdán es la encarnación de quienes inspirados por ideales y congruentes con principios firmes, han practicado todas las formas de lucha y pese a las adversidades y traiciones no han dejado de sostener la necesidad de cambios revolucionarios por el establecimiento de una nación sin explotados ni explotadores.
 
El trabajo está muy bien escrito y reúne diferentes técnicas de la narrativa y el testimonio, que proyectan el excelente oficio de comunicador de Ricardo Montejano. Es una obra bien editada, con letra grande y hermosos grabados, fotografías e ilustraciones, que me recuerda la colección que la fallecida compañera Carlota Botey inició en el Centro de Estudios del Agrarismo en México (CEAM), que ella dirigía, en un proyecto editorial a través del cual se publicaron varias investigaciones que daban cuenta de las luchas populares y sus protagonistas, como Primo Tapia de la Cruz, dirigente indígena purépecha que fundó el Partido Comunista en Michoacán y fue, como Jaramillo, arteramente asesinado, en ese caso por órdenes de Plutarco Elías Calles. En Nicaragua, asimismo, participamos en un proyecto de historia oral con el lema: Los pueblos hacen la historia, es hora de que la escriban, en el que los personajes o actores eran precisamente los combatientes del pueblo llano, hombres, mujeres, e incluso niños, y las familias que los apoyaron en la lucha insurreccional contra la tiranía de los Somoza.
 
Félix puede sentirse feliz de vivir una vida plena y de ser quien es en esa historia de héroes populares en que le ha tocado jugar un papel digno de recordarse por las generaciones venideras. En Memorias de un guerrillero jaramillista se plasma la dignidad de quienes permanecen fieles a la causa de los de abajo y a los principios libertarios y revolucionarios que los alientan.
 
No más show del despilfarro
Elizabeth Mateos*
Con la pregunta ¿qué diferencia hay entre gastar un peso a la derecha o a la izquierda? La Jornada solicitó una respuesta a varios jefes delegacionales, misma que se publica en esta sección.
 
Si quisiéramos hacer un comparativo acerca de cómo gasta un peso el gobierno desde una perspectiva de derecha o desde la izquierda, en el aquí y el ahora de la ciudad se hace difícil, debido a que ahora existe un solo gobierno de derecha, en la delegación Benito Juárez. Pero este gobierno existe en una ciudad gobernada en lo general desde una perspectiva de izquierda. Considero que sería injusto para ellos hacer un comparativo así. De todas todas, la izquierda sale ganando, avasalla. Pero podemos hacer un comparativo entre lo que han hecho en algunos aspectos los dos gobiernos federales de derecha y puntualizarlo comparativamente con los gobiernos tanto de la ciudad como el de la delegación Iztacalco.
 
Vamos allá, no sin antes anotar que, pesos más, pesos menos (sólo para hacer más claras y visibles algunas cuentas muy simples), la delegación Iztacalco ha obtenido por parte de la Asamblea Legislativa más o menos mil millones de pesos anuales durante el ejercicio de estos gobiernos federales.

Enciclomedia, el proyecto económico y aparentemente educativo del sexenio de Vicente Fox comenzó en 2004, con una inversión económica y compromisos de compra de servicios hasta 2011, por más de 25 mil millones de pesos. El proyecto nunca dejó de ser eso: un proyecto, y casi todos los costosos equipos, según las versiones de los profesores, se ocupan para algo distinto o se acomodaron en algún rincón de las escuelas. Este malogrado proyecto pudo financiar durante 25 años el presupuesto entero de la delegación Iztacalco.

En su último informe, la Auditoría Superior de la Federación señaló que en 2010 Enciclomedia ejerció 4 mil 665 millones de pesos, de los cuales 99 por ciento se destinó al pago de la renta de los equipos de 146 mil 996 aulas en todo el país.

De acuerdo con el informe, los seis prestadores de servicios incumplieron con los objetivos de trabajo y ese año dejaron sin esos servicios a 11 mil aulas que presentaron problemas técnicos durante más de tres meses del ciclo escolar.

El trazo de la línea 12 del Metro considera su recorrido de oriente a poniente, desde el pueblo de Tláhuac hasta la colonia Mixcoac; la longitud total es de 24.5 kilómetros y el promedio por vuelta de 35.9 minutos, con velocidad promedio de recorrido de 41 kilómetros. Y el costo total de la inversión fue de 24 mil 512 millones de pesos. la obra beneficia a más de 450 mil personas al día. El costo, muy parecido al de Enciclomedia.
 
Fieles a su tradición, el jefe delegacional de Benito Juárez en el periodo que concluyó fue el que más alto salario cobraba (95 mil 93 pesos). Baste recordar los salarios de los presidentes del llamado corredor azul –Atizapán, Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli–, mismos que llegaron a oscilar en su momento hasta en más de 200 mil pesos, es decir, salarios superiores al del propio presidente de la República o al de mandatarios de países de Sudamérica.
 
¿Cuánto costó la Estela de Luz? Este, que para muchos es un monumento a la corrupción, al cual popularmente le han llamado estafa de luz, costó al erario mil 35 millones de pesos; originalmente costaría 400 millones.
 
En el mismo año que comenzó a gastarse en la citada Enciclomedia (2004), el último día del primer mes, la delegación Iztacalco entregó las primeras becas como apoyo directo a estudiantes de la demarcación que participaron en la Olimpiada del Conocimiento.
 
Carmen Nava, una de las madres, señaló: es poca la cantidad, pero muy significativa para los niños; es un estímulo, ellos saben que lo lograron con sus conocimientos. Mi hijo me prometió que el próximo año buscará sacar 10 en la prueba y le echará ganas para sacar un mejor promedio, porque ya se va a la secundaria. El jefe delegacional de aquel año agregó: se espera aumentar al doble las becas el próximo año y extenderlas a estudiantes de preparatoria y licenciatura. Comentó que la falta de recursos limita los programas.
 
La falta de recursos, la Estela de Luz costaría aproximadamente la mitad del presupuesto anual de Iztacalco y terminó costando 635 millones de pesos más. Un monumento, un año del presupuesto de una delegación, donde viven aproximadamente 400 mil personas.
 
Los jefes delegacionales no podemos seguir mirando este show del despilfarro, ahora que se avecina la discusión acerca de la reforma política de la ciudad, el tema presupuestal es el tema. Requerimos dinero para lo que la gente solicita, para el día a día, entre otras cosas, y apenas en estos 60 días de gobierno ya hemos invertido en asuntos como los siguientes: Lavado de cisternas, alumbrado, acciones contra las adicciones, cine en la explanada, zumba los sábados, jueves con tu delegada, apoyos materiales y económicos para personas con discapacidad, concurso de comida tradicional, ensamble de música de la revolución, una escalera de emergencia en una escuela, donativo de unas sillas de ruedas, apoyo económico a 476 personas, entrega de viviendas en Puente de la Gloria, 4 mil becas, megajornada de servicios de salud. Y lo que falta.
*Titular de la delegación Iztacalco
 
Derogación del artículo 362
Miguel Concha
Jóvenes del movimiento #YoSoy132, colectivos de universidades y diversos grupos organizados de la sociedad civil entregaron el pasado 13 de diciembre a la Asamblea Legislativa la iniciativa con proyecto de decreto que deroga el artículo 362 del Código Penal del Distrito Federal (CPDF).
 
La propuesta tiene su justificación en una exigencia contundente: no a la criminalización de la protesta social y cese a la violencia en contra de las juventudes que manifiestan pacíficamente su inconformidad ante el deshumanizante sistema actual, que las cataloga como terroristas y vándalos que se organizan en pandillas con la intención de atacar al Estado y sus instituciones.

No olvidemos que en el Centro Histórico de la Ciudad de México el primero de diciembre se originaron diversas muestras de desacuerdo con la llegada de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República. Esto ocasionó que los cuerpos policiales reprimieran y detuvieran con alevosía a las y los jóvenes y movimientos sociales que hacían uso de su legítimo derecho a la libre expresión y manifestación de sus ideas. Remitieron a más de un centenar de personas al Ministerio Público, y horas después consignaron al reclusorio a 70 con base en acusaciones emanadas del artículo 362. El 9 de diciembre fueron liberadas 56 personas, pero a las otras 14 se les dictó auto de formal prisión de manera injusta. La juez argumentó que no alcanzaban fianza y había pruebas suficientes para procesarlas.

La derogación del artículo 362 del CPDF es de suma importancia por la gran ambigüedad y uso indiscriminado del delito que contiene. Desde el año 2002, cuando este artículo fue aprobado, el jefe de Gobierno en turno modificó la denominación del delito: se le cambió el nombre de terrorismo y se optó por enunciarlo como ataques a la paz pública. Desde entonces dicho artículo ha sido interpretado al libre arbitrio de las personas que juzgan. Además, es incuestionable que no existe claridad ni consenso en cuanto a lo que se entiende por ataques a la paz pública y por menoscabar o presionar a las autoridades del GDF.
Esta serie de vaguedades hace que se imputen responsabilidades de acuerdo a valoraciones de las instituciones encargadas de la seguridad pública, que en muchas ocasiones carecen de mayores elementos para remitir a las personas ante el Ministerios Público. Como consecuencia de un sistema penal falto de precisión, en éste se las consigna a los reclusorios sin tomar en cuenta el daño que se les produce al imputárseles delitos de corte político y de gravedad inconmensurable.

La falta de términos precisos y acotados en el artículo 362 ha dado paso a diversas violaciones a los derechos de las personas que habitan o transitan por el DF. En varias ocasiones organizaciones de la sociedad civil han señalado que el sistema penal del DF criminaliza a las juventudes. El artículo en mención se aplica desmedidamente a grupos organizados de ellos o que se adscriben a alguna de sus identidades y se expresan así en el espacio público.
 
Esto se corrobora por ejemplo en los casos de los grupos llamados de reguetoneros, quienes este año fueron detenidos por supuestos ataques a la paz pública con la agravante de pandilla. Las mismas acusaciones por las que se detuvieron a las personas que se manifestaron de forma pacífica el primero de diciembre. Cabe señalar que un gobierno democrático permite que la ciudadanía exprese los acuerdos y desacuerdos que subsistan, sin que por ello se vea agredida y estigmatizada por sus prácticas o apariencia física.
 
Este delito, y los modos de operar de los cuerpos de seguridad pública, hacen también eco de lo que en 1968 se exigió por parte del Consejo General de Huelga. En ese entonces se pidió la eliminación del delito de disolución social. Hoy lo que tenemos es el delito de terrorismo, maquillado como ataques a la paz pública en el CPDF, lo que exige con mayor razón que sea retirado del cuerpo del código. Con la promoción del discurso antiterrorista, originado en Estados Unidos, después de la caída de las Torres Gemelas, pareciera que todo grupo organizado que cuestione al sistema con sus críticas y muestras de descontento es susceptible de ser considerado como un peligro para la estabilidad del Estado y sus instituciones.
 
Las 14 personas que permanecen presas –13 hombres en el Reclusorio Norte y una mujer en el penal de Santa Marta Acatitla– son víctimas de la discrecionalidad en el sistema penal del Distrito Federal. El artículo 362 que contiene el delito por el cual fueron privadas de su libertad es muestra de ello. No podemos dejar de mencionar que tanto el Código Penal Federal, en su artículo 139, como diversos códigos de los estados, contienen la tipificación del delito de terrorismo, y que se corre el riesgo de criminalizar ejercicios de protesta social como actos organizados encaminados a dañar las instituciones estatales, con argumentos como los que empleó el GDF durante los hechos del primero de diciembre. Es urgente que se realice una sesuda reflexión sobre lo que implica para un Estado democrático de derecho que diversos códigos penales contengan delitos de esta naturaleza, pues de lo contrario se seguirán cometiendo violaciones a los derechos humanos de las personas.
 
Es menester que el Estado haga su trabajo a la luz de sus compromisos con los derechos humanos y la justicia establecidos claramente en nuestra Constitución. Tanto la Asamblea Legislativa como el nuevo jefe de Gobierno tienen la oportunidad de mostrar su voluntad política para garantizar los derechos humanos de las y los capitalinos. A la ALDF le toca aprobar en sus términos la iniciativa que deroga el artículo 362 lo antes posible. En el jefe de Gobierno recae la obligación de publicar inmediatamente después esta reforma en la Gaceta Oficial para su entrada en vigor.

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