Astillero
Enigmas del sol azteca
Las cartas de Ebrard
El veto a AMLO
Mito, el
control de confianza
Julio Hernández López
EVIDENCIA EN ARIZONA. Camarógrafos filman imágenes de mariguana, cocaína, heroína, dinero en efectivo y armas, entre otras pruebas arrojadas por el operativo Pipeline Express, en Phoenix, en el cual fueron arrestadas 76 personas relacionadas con una fracción del cártel de Sinaloa con base en Sonoyta, SonoraFoto Ap
Lo peor no es que todo parezca un conjunto de problemas matemáticos sin solución encontrada hasta ahora, sino que por razones de calendario deberán improvisarse e inventarse presuntas respuestas que agravarán la situación de esa izquierda electoral sin salida, la que encabeza el PRD y que debe decidir en esta primera mitad del penúltimo mes del año el nombre de quien haga como que puede sacar las cosas adelante a título de candidato presidencial.
Marcelo Ebrard intenta desplegarse como la opción viable, la que podría ser aceptada por los factores de poder, y trata de quedar mejor posicionado en términos de una suerte de voto del miedo o de voto útil que promueve la idea de que la de Andrés Manuel López Obrador quedaría como una candidatura testimonial, dirigida más bien a fortalecer un movimiento en vías de convertirse en un nuevo partido político. Y AMLO, a su vez, se encamina a la etapa envenenada de las encuestas de opinión con el sambenito magnificado de que no aceptará los resultados que le sean desfavorables y que a fin de cuentas será candidato aunque solamente sea por los dos partidos, Movimiento Ciudadano y PT, que le ofrecen cobijo en lo presidencial a cambio de votos para bancadas camarales y mejores porcentajes que se traduzcan en más financiamiento público.
Enigmas irresolubles: Ebrard no es sustancialmente de izquierda, pero ha sacado adelante reformas indudablemente progresistas (posibilidad de aborto a mujeres en el DF y matrimonio entre personas del mismo sexo) que le han acarreado confrontaciones con el alto clero, de las que ha salido airosamente, aunque al mismo tiempo es una carta de posible alianza con la derecha en el poder a cuyo jefe, Calderón, ha rendido público reconocimiento y con algunas de cuyas políticas coincide sin gran apasionamiento. Ebrard, con su mentor Manuel Camacho al timón, es la reivindicación de una suerte de
buenpriísmo que fue desplazado del escenario político por Carlos Salinas de Gortari al optar éste por la candidatura presidencial de Luis Donaldo Colosio.
López Obrador, por su parte, ha sobrevivido a la campaña de exterminio político desatada en su contra desde 2006 y, más allá de su atrincheramiento en un repetitivo discurso diario, es hoy el precandidato presidencial que cuenta con la más acabada propuesta de cambio para el país, además de haber construido una suerte de movimiento social personalísimo, el de Regeneración Nacional (Morena). Pero a ese líder y a su movimiento les toca decidir, con frialdad y claridad, si en esta ocasión tendrán mejores o cuando menos similares condiciones para alcanzar el poder que en 2006, y si los factores coaligados entonces para impedir a cualquier costo el arribo de esa opción reformista de AMLO (otra especie de
buenpriísmo) han fortalecido o disminuido su capacidad de veto.
El atasco de hoy es consecuencia de múltiples factores acumulados en la historia del PRD, a muchos de cuyos líderes nacionales y regionales les mueve no la búsqueda de llegar al poder, sino de negociar con otros las porciones grupales e individuales que les pueden ser pagadas por fungir como comparsas de convalidación. El punto no está en las encuestas de opinión ni en las bases de apoyo de cada cual, sino en la definición de proyectos viables de cambio favorable en México. Pero hoy todo está centrado en mantener la unidad en el PRD, y de este partido con los demás que forman el Dia, aun cuando sostenerla signifique la abdicación de lo sustancial, las posibilidades de cambio favorable, y la continuidad de las tácticas de mercantilismo grupal que han dado cohesión a esas estructuras pintadas de negro y amarillo.
Astillas
Humberto Moreira está indignado. ¿Cómo es posible que malos funcionarios menores del gobierno que él mantenía bajo su control con mano de hierro (aun después de haberlo dejado físicamente como coartada para dar paso a su hermano como guardaespaldas sucesor) lo hubieran podido engañar, dándole dinero a manos llenas para gastar como mandatario que ante la súbita abundancia tal vez creía que lo era no de Coahuila sino de Dubai? Por eso, el primer alto priísta en sumarse al movimiento de los indignados ha hecho plantón declarativo para exigir que sigan investigando y castigando a esos malos funcionarios menores que endeudaron a aquel estado norteño... ¡Ah, por cierto, que dice el profesor Moreira que no renunciará en lo inmediato a la dirigencia del partido de tres colores! Si acaso, luego de que sea designado el candidato presidencial, o luego de las elecciones de 2012. Siempre ocurrente, aprovechó su conferencia semanal de prensa para apodar Chiquidrácula al precandidato de la dentadura remozada, Ernesto Cordero... Uno de los mitos geniales del calderonismo es el de los presuntos métodos de
control de confianza, que en realidad no son sino un recurso de distracción para aparentar que hay fuerzas policiacas depuradas y confiables (las federales) y otras que son corruptas y criminales (las de los estados y municipios). En un país donde todo lo institucional relacionado con la seguridad pública está putrefacto, los genios de Los Pinos creen tener oasis de pulcritud y honestidad con puestos angelicales de revisión que pueden ir determinando sin contaminación mundana cuáles son los policías buenos del paraíso anunciado por el arcángel Felipe. Ayer, en sesión con gobernadores, el controlador de Los Pinos forcejeó verbalmente para que en mayo se hayan cumplido esos rituales de presunta certificación policial. Algunos mandatarios protestaron, pues no creen posible cerrar ese trámite en la fecha propuesta. Pero el oportuno Calderón ha dejado la exigencia en alto, para poder reclamarles, a unas semanas de las elecciones presidenciales, que por su culpa esté el país como esté. Por cierto, uno de los asistentes a esa reunión aseguró a esta columna que los policías sabidamente coludidos con el narcotráfico amenazan de muerte a los operadores de polígrafos si los resultados no los pintan como inocentes palomitas... ¡hasta mañana!
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Altar-Hernández
Nuevamente equivocado, señor Felipe Calderón
Ana María Aragonés
No hay duda de que la crisis actual que viven muchísimos países está afectando fundamentalmente a la clase trabajadora y, dentro de ella, los migrantes están llevando la peor parte. Estados Unidos ha puesto en marcha una política de deportación contra los mexicanos y centroamericanos, y esto ha permitido que algunos estados de ese país traten de promulgar leyes completamente violatorias de los derechos humanos, pasando por encima de las más elementales reglas del derechos internacional. Pero si en Estados Unidos la situación es grave, en México es peor, pues, además, los migrantes están a merced de las diferentes formas de delincuencia que los asesina, los secuestra, extorsiona, etcétera, y con acciones insuficientes del gobierno mexicano para detener este horror.
Pero, ¿por qué a los migrantes, seres humanos como todos los demás, se les puede atacar de forma tan inmisericorde y no pasa prácticamente nada? ¿Por qué se encuentran en un limbo jurídico que los hace aún más vulnerables? Todo ello tiene que ver con lo que sus propios países piensan de ellos.Por parte del gobierno mexicano, un argumento recurrente es que son personas que van a trabajar, que dan lo mejor de ellos mismos, lo cual es intachable. Pero al mismo tiempo resulta una vergüenza para el propio país, pues quiere decir que no les está otorgando las condiciones para que puedan mantenerse al lado de sus familias en sus propias comunidades y los
lanzaa la triste aventura de la migración. Se trata, por tanto, de una migración
forzada, pues es por necesidad.
Por su parte, los países de destino quieren recibir a esos migrantes
forzados, y mientras más
forzadosmejor, pues los necesitan porque son más explotables debido a sus condiciones de vulnerabilidad al llegar sin ninguna protección de su propio país. Tienen un costo unitario menor, y lo que nunca reconocerán es que gracias a estos trabajadores migrantes la crisis es menos severa, ya que se hace recaer el costo del desempleo sobre ellos, deportándolos a sus países de origen sin ninguna indemnización aunque hayan estado trabajando 10, 15 o más años en el país.
Por eso la migración no es natural, como el gobierno mexicano señala. Felipe Calderón ha podido distinguir “libros serios de economía de los que son puro rollo…; aquellos que en América Latina hemos padecido mucho!” Lo que lo lleva a una conclusión inobjetable:
el capital y el trabajo invariablemente se necesitan; entonces ¿qué pasa en México?, ¿es que no se necesitan?
Hay que ser más cuidadoso con las palabras para evitar, digamos, contradicciones. Señala Calderón que
las economías asimétricas, como la mexicana y la estadunidense, se complementan y forman parte de un fenómeno natural de integración. Una relación que se complementa es aquella que logra la armonía, la inclusión, y lo que hemos visto es la exclusión de los trabajadores, pues se fundamenta en los privilegios y las prerrogativas para los otros, convirtiéndola en algo violento, ya que ante la igualdad no se respetan las diferencias. No hay tal integración, a diferencia de lo que señala Calderón, pues justamente no se les permite a los migrantes participar del mismo nivel de bienestar que al resto de la población. Cuando se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, se dejó de lado el fenómeno migratorio porque así convenía a Estados Unidos, como ha podido comprobarse a lo largo de esta historia.
La migración
forzadapuede y debe detenerse. Y pongo un ejemplo que merece la pena analizar. Suecia, desde 1870 hasta 1907, era un país extraordinariamente pobre que provocó una de las migraciones más impresionantes, al perder en esos años prácticamente un cuarto de su población. A partir de 1907 el país decidió que debía revertir esa tendencia, pues la fuerza de trabajo que estaba perdiendo era absolutamente necesaria para desarrollar el país. Para tal propósito se creó una comisión que planteó una serie de cambios sustanciales para la sociedad sueca. En primer lugar se decidió otorgar mejores condiciones de vida a los trabajadores, ya que precisamente la falta de ellas había sido la razón de la migración. Se les proveyó de viviendas y se instauró por ley que éstas debían tener todas las comodidades o los constructores serían sancionados; se les otorgaron salarios decentes y mejoras sustanciales en salud; se instituyeron siete años de educación obligatoria, y algo fundamental fue la decisión de hacer realidad una equitativa distribución de la riqueza. En el ámbito de la democracia, se otorgó el voto a los hombres mayores de 21 años, con lo cual una sociedad jerarquizada como era la sueca en esos momentos empezó a cambiar radicalmente hacia una sociedad igualitaria. Y la historia la conocemos todos. Suecia es uno de los países más desarrollados del planeta.
Por eso Calderón vuelve a equivocarse cuando dice que
no se detienen los flujos migratorios por decreto. Claro que pueden detenerse por decreto, si fuese un acto que decidiera, de una vez por todas, poner en marcha un proyecto nacional en favor de la población.
Para Miguel Ángel Granados Chapa. Con enorme tristeza por su adiós.
Nuevas fuerzas vivas-Magú
Ofrendas
Pedro Miguel
Cincuenta mil calaveras de azúcar amarga, centenares de juguetes infantiles huérfanos y miles de prendas femeninas desgarradas, para el altar de estos días en los aposentos privados de Felipe Calderón.
Miles de rostros muertos para una hipotética ofrenda en la casa del presunto narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.Miles de flores deshojadas de cempasúchil para el tributo a los difuntos en la residencia de lujo de Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública.
Platos y platos de calabaza sin tacha en la mesa de los muertos dispuesta en la morada de Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, presunto cabecilla de Los Zetas.
Unas mancuernillas con forma de ojos humanos para Emilio Azcárraga Jean, principal beneficiario de series televisivas que promueven la guerra.
Innumerables calabazas con la veladora apagada para el jardín de Halloween de Barack Obama, premio Nobel de la Paz en ratos de ocio e impulsor de la guerra en horario laboral.
Un plato con sal por cada muerto en el altar de altamar del almirante Mariano Francisco Saynez Mendoza, secretario de Marina.
Unas cañas en forma de esquele- to para la mesa del gobernador de Veracruz, Javier Duarte, difamador de muertos inocentes.
Doscientos pavos putrefactos para la mesa del día de Acción de Gracias en casa de Eric Holder, fiscal general de Estados Unidos y responsable de las acciones de las oficinas para el control de Alcohol, Tabaco y Armas de Fue- go (ATF) y de combate a las drogas (DEA).
Velas de calibre reservado para el uso del Ejército en la ofrenda montada por el general Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional.
Huchepas crudas en el altar de muertos de Servando Gómez Martínez, La Tuta, supuesto líder de Los Caballeros Templarios.
Jeringas usadas para la fiesta de Enrique Peña Nieto, promotor de la pena de muerte para los adictos.
Panes de muerto duros para el altar de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias El Coss, presunto cabecilla del cártel del Golfo.
Huesos de cartón para las camas de los empleados públicos corruptos.
Milagritos de plomo en forma de extremidades humanas, superiores e inferiores, izquierdas y derechas, para adornar la sala de estar de Hillary Clinton, secretaria de Estado en Washington.
Un vaso de cerveza agria a cada comerciante de armas de Arizona, Texas, Nuevo México y California.
Cien kilos de tuétano en la nevera de los accionistas de la industria de armas de Estados Unidos.
Unas monedas sacadas de las fosas oculares de los muertos para los banqueros y financieros que lavan las ganancias de la extorsión, el secuestro y el tráfico de drogas.
Y para ustedes, difuntos de todas las edades y de todas las clases, géneros y regiones, inocentes y culpables y presuntos culpables, uniformados y civiles, perseguidos y perseguidores –ya inofensivos todos–, altos y bajos, flacos y gordos, morenos y claros, flores de la muerte apacible o espinas de la muerte violenta, criaturas de la enfermedad, la vejez, la desnutrición, la desesperanza, el odio o el descuido: mucho afecto, mucha paz y toda la memoria.
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