Debate electoral 2012
Los ataques personales opacan las propuestas en materia de
seguridad
Policía con disciplina militar, plantea Vázquez Mota; Quadri, aumentar 10
veces la PF
En el primer debate organizado por el IFE, los candidatos
presidenciales difirieron en el método para frenar el avance de la delincuencia
organizada
Enrique Méndez
Periódico La Jornada
Lunes 7 de mayo de 2012, p. 2
Lunes 7 de mayo de 2012, p. 2
El pasado y los casos espinosos confrontaron anoche a los
candidatos presidenciales en la discusión sobre cómo regresar la seguridad al
país y combatir al crimen organizado.
Sólo Enrique Peña Nieto, de la alianza Compromiso por México, y Andrés Manuel
López Obrador, de Movimiento Progresista, plantearon –con sus matices– una
salida gradual del Ejército de las calles; la panista Josefina Vázquez Mota
propuso instaurar en el país una Policía Federal
con disciplina militar.
El intercambio se avivó en momentos en que López Obrador ligó la campaña de
Peña Nieto con la de Carlos Salinas de Gortari, y señaló que el priísta
es hechurade su tío, Arturo Montiel Rojas, y cuando Vázquez Mota trajo a colación la muerte de la niña Paulette Gebara. El priísta reviró:
Pareciera que se pusieron de acuerdo PAN y PRD. Vienen con la navaja muy afilada.
En su papel, el candidato del Partido Nueva Alianza (Panal), Gabriel Quadri
de la Torre, ironizó que los otros tres participantes en el debate escenificaron
un soliloquio, echándose lodo unos a otros. La opción que presentó para acotar la violencia fue enfrentar a la delincuencia
con toda la fuerza del Estadoy contar con una Policía Federal
diez veces más grandeque la actual.
Las fotos
El peloteo, que se había iniciado con la presentación de propuestas
económicas, cuando López Obrador afirmó que Peña Nieto es el candidato de
Televisa, subió de tono con la presentación de fotografías entre ambos.
Así, en el cierre de su primera réplica sobre si establecería penas
sustitutas de la prisión, López Obrador intentó mostrar una imagen de Peña con
Salinas.
Compromiso, el eslogan que usa Peña Nieto, recordó, era el mismo de Salinas en 1988.
¿Quién es realmente Enrique Peña Nieto? Esto no se sabe, porque lo protegen mucho los medios, en particular las televisoras y en especial Televisa... Voy a terminar mi tiempo mostrando unas fotos, porque esto no se ve en la televisión, dijo.
Sin embargo, el suicheo de la cámara no dejó ver la imagen. Por
ello, en la siguiente réplica volvió a sacarla, pero esta vez la presentó al
revés.
Ah, sí, bueno, es el mundo al revés, dijo mientras le daba vuelta.
Miren.
El abanderado priísta contestó con las fotos tomadas del video que circuló de
René Bejarano,
quien fue sorprendido con fajos de billetes y ligas, y la noticia de entonces claramente señaló que usted sabía lo que estaba haciendo. Cuestionó entonces a López Obrador
cómo puede hablar de corrupción, cuando el círculo cercano a usted estuvo involucrado en actos de corrupción.
López Obrador devolvió:
sobre lo de Bejarano, agregaría lo de (Gustavo) Ponce. Cómo son las cosas, cómo es este mundo. Ponce estuvo en la cárcel y Bejarano también. Y usted fue secretario de administración de Montiel y ya estando de gobernador lo exoneró. Y está aquí, de manera inexplicable o explicable.
Josefina Vázquez Mota intentó contrastar la crítica del priísta respecto de
que el clima de violencia e inseguridad en el país se ha incrementado, y que las
bandas del crimen organizado operan con equipo sofisticado, con el caso de la
niña Paulette.
En el estado de México, durante el gobierno de Peña Nieto, refirió,
desapareció una niña y luego apareció muerta.
“Primero nos conmovimos y luego nos horrorizamos del proceso y de la manera
tan burda como no se informó a la población. En un estado de altos
feminicidios, donde las mujeres tienen muy poco que hacer para
defenderse, el caso de la niña Paulette sigue siendo un misterio”, expuso.
Remarcó:
lo más importante para combatir el crimen organizado es no ser parte; es condición indispensable.
“Josefina –indicó el candidato del tricolor–, qué lamentable que
quiera revivir su campaña con la muerte de una niña, con un lamentable accidente
que enlutó a un hogar. Qué lamentable que quiera sacar ventaja política. La
información está en mi página en Internet, que tiene un vínculo con la
información que la Procuraduría General de Justicia del estado de México puso a
disposición para conocer a detalle el caso”.
En el terreno de las propuesta sobre la modernización del sistema judicial,
Josefina Vázquez Mota planteó consolidar la autonomía del Ministerio Público y
triplicarel número de agentes que existen en el país, y capacitarlos para contar
con mejores abogados que metan a los criminales a la cárcel.
Respecto de si mantendrían a las fuerzas armadas en tareas de seguridad
pública y contra el crimen organizado, López Obrador resaltó que el Ejército es
una institución fundamental para el país, a la que se debe cuidar.
Planteó que esas tareas deberán ser de
una buena policía nacional federal; desde luego, esto implicará formarla, adiestrarla y moralizarla. En esa medida tiene que ir saliendo el Ejército de las calles, pero hay que cambiar sobre todo la estrategia y atender las causas del delito.
Peña Nieto sostuvo:
no se puede retiraral Ejército de estados como Veracruz, Coahuila, Tamaulipas, Guerrero, Nuevo León y Michoacán
hasta en tanto no haya condiciones óptimas para que regrese a los cuarteles.
Finalmente, Peña Nieto y Quadri consideraron necesario avanzar en la
privatización de las cárceles.
Debate electoral 2012
López Obrador encabezó en el Zócalo una reunión miles de seguidores
Tenemos argumentos, contundencia y autoridad moral, por eso
ganamos: AMLO
Los que no desean ningún cambio buscan engañar apostando al PRI, dijo
Luego del debate, Andrés Manuel López Obrador acudió al
Zócalo y habló ante miles de personas que siguieron en dos pantallas gigantes la
transmisión del acto realizado en el World Trade CenterFoto
Carlos Ramos Mamahua
Alma E. Muñoz
Periódico La Jornada
Lunes 7 de mayo de 2012, p. 5
Lunes 7 de mayo de 2012, p. 5
Ganamos el debate porque nos asiste la razón, porque ya no se puede mantener este régimen de corrupción, de injusticias, de privilegios, de mentiras y de engaño, aseguró anoche Andrés Manuel López Obrador.
Ganamos este debate porque tenemos argumentos, tenemos la razón, contundencia y autoridad moral. Pueden decir lo que quieran de nosotros los adversarios, pero nunca van a poder decir que somos incongruentes y muchos menos corruptos: esa es nuestra ventaja, afirmó.
De último momento, el candidato presidencial de la coalición Movimiento Progresista festejó su participación en el debate presidencial en el Zócalo capitalino, ante más de 8 mil personas que siguieron el encuentro en dos pantallas gigantes instaladas por el Gobierno capitalino en la plancha del Zócalo entre quienes se disputan la Presidencia de la República.
Indicó que los que “no quieren ningún cambio desean engañar, apostando a proyectar el regreso del PRI con Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República, pero “el pueblo va a estar a la altura de las circunstancias. Todo depende de que se rompa el cerco informativo.
“Estamos contentos porque se ganó este primer debate –resaltó– y vamos a lograr el renacimiento de México”. ¡Presidente, presidente!, corearon miles de gargantas, a pesar de la lluvia que cayó en esos momentos.
A las 10:30 de la noche se presentó López Obrador en el Zócalo acompañado de su esposa Beatriz Gutiérrez y tres de sus cuatro hijos: José Ramón, Andrés y Gonzalo, además del empresario Miguel Torruco, a quien propone para la Secretaría de Turismo.
Domingo familiar
Muchas gracias por su respaldo y solidaridad, agradeció. En el debate quedó bastante claro que hay dos proyectos distintos, pero
no lograrán imponer a Peña Nieto. Confío que en estos dos meses se abra paso la verdad y se logre un cambio verdadero.
La mayor parte del día, el abanderado de la izquierda vivió su preparación
para el debate con su familia. De la casa que comparte con su esposa y su hijo
menor, Jesús Ernesto, en la colonia Del Valle, salió a las 19:04 horas para
dirigirse al World Trade Center.
No tuvo conferencia de prensa matutina y es la primera vez que la cancela
desde que las inició en el arranque de su campaña presidencial, el 30 de
marzo.
López Obrador fue vitoreado en el Zócalo capitalino por unas 8 mil personas,
de entre cuyo grupo surgieron abucheos para el priísta Enrique Peña Nieto;
Josefina Vázquez Mota, del PAN, y Gabriel Quadri, abanderado de Nueva Alianza,
cuando aparecían en las pantallas gigantes.
Los ataques que emprendió contra Peña Nieto fueron lo más festejado y las
fallas en la transmisión cuando el abanderado de la izquierda hablaba de
personajes que impulsan la candidatura del priísta y, sobre todo, cuando por
cambio de cámara no se vio la imagen del ex gobernador del estado de México
levantando la mano a su antecesor, Arturo Montiel, acusado de corrupción.
Pero la gente aplaudió y hasta gritó cuando presentó la fotografía de Peña
Nieto con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Las intervenciones de Quadri provocaron risas en diversas ocasiones, como su
convencimiento de que sus adversarios copian sus propuestas, pero no superó la
burla a Peña Nieto cuando dijo:
quiero ser muy clara, en un comentario dirigido a Vázquez Mota.
Hubo muchas fallas en la transmisión, pero la gente las suplió coreando
¡Obrador, Obrador, Obrador!
¿Puede AMLO hacerlo?
León Bendesky
Entre los analistas del sector privado, sean de las organizaciones
empresariales, los bancos que operan en México o los de afuera, los organismos
internacionales o las empresas calificadoras de la deuda, la situación de la
economía se describe, consistentemente, como muy sólida.
Un informe reciente de Standard and Poor’s (S&P Credit Week, 2 de mayo
2012) ilustra muy bien esta visión compartida: los
números apuntan a un muy benigno escenario económico interno para un año de elecciones. Esperamos que quienquiera que gane la elección presidencial mantenga una gestión macroeconómica cautelosa. Y remata señalando que en los pasados 15 años han observado un compromiso de Hacienda, el Banco de México y el Congreso con políticas económicas prudentes.
Este es el punto de vista convencional sobre el desempeño de la economía
mexicana durante más de una década. Se basa en la consecución de un entorno de
estabilidad macroeconómica, con bajos niveles de déficit fiscal y de
inflación.
Entonces, se cuestionan los analistas de S&P,
es desconcertante por qué la economía no ha crecido más rápidamente y por qué la productividad se rezaga con respecto a otros países de América Latina, especialmente cuando el país cuenta, según dicen, con un sector manufacturero de
clase mundial.
El desconcierto sobre el muy bajo crecimiento promedio de la economía
mexicana no sólo en los últimos 15, sino 30 años, no es una manera seria de
plantearse las cosas, sobre todo entre especialistas tan socorridos como los del
informe antes señalado.
Este es un tema sin duda relevante y se extiende más allá de los asuntos
meramente económicos, que los hay de sobra, y se extiende de modo amplio a una
consideración inseparable del entorno institucional, legal y político
prevaleciente en México. Pero, en todo caso, una cuestión clave tiene que ver
con la dicotomía entre la estabilidad y el crecimiento.
Por otro lado, incluye igualmente la noción que parece un poco extraviada
sobre el sector industrial del país, que dista mucho de ser de clase mundial.
Una parte de la industria está, eso sí, muy bien articulada con la demanda de
sus productos en Estados Unidos, pero no con la producción y el financiamiento
internos, ni con el empleo. Tanta superficialidad no ayuda.
Sería de esperar que la situación económica fuera un tema clave en el debate
económico electoral. Sin embargo, los candidatos del PRI y el PAN no consideran
necesario explicitar su posición al respecto; sus posturas son de índole general
y más bien vagas. El hecho de que así sea dice ya mucho del modo como actúan los
que quieren gobernar, pero también de los ciudadanos que reciben y procesan los
mensajes.
En este campo, AMLO se comporta de manera distinta. Adoptó, primero, una
práctica sana: decir con quiénes armará su equipo de gobierno, un señalamiento
sin duda relevante por la información que provee y que favorece la
transparencia.
Ha sido más claro que sus contrincantes. Y lo ha hecho también entre aquellos
que hace seis años se opusieron férrea y activamente a su candidatura a la
Presidencia: los empresarios con más poder. Ha dicho lo que piensa hacer, entre
otros, con los ejecutivos de finanzas (IMEF) y los industriales reunidos en la
Concamin. Los puntos que se destacan abarcan aquellos que exigen la promoción
activa de una nueva etapa de crecimiento productivo y menor desigualdad social.
Son distintos en su selección y tratamiento con respecto a los otros candidatos.
Sí hay maneras distintas de hacer política. La información de estas
comparecencias es pública.
Se sabe, pues, qué quiere hacer, cómo piensa en principio hacerlo y con
quién. Esto último no es irrelevante y los personajes involucrados son ya
públicos. Todo esto es algo significativo en un sistema que sigue siendo
bastante autoritario en la forma de gobernar, de legislar y de regular los
asuntos políticos y económicos del país.
Vuelvo al reporte de S&P. Dicen que con AMLO esperarían una mayor
volatilidad del mercado que con los otros candidatos. Eso aun cuando admiten que
su
retórica se ha movido hacia el centro. Pero indican que su partido no tiene una marca en cuanto a gobernar a escala nacional y, sobre todo, detestan la
persistente negativa memoria de su comportamiento rebelde tras la elección de 2006. Los prejuicios son, sin duda, útiles y muy pegajosos y se propagan sin comedimiento alguno. Sirven para alimentar la visión ya muy gastada del candidato mesiánico que tan buen servicio ha dado a sus promotores.
Pero hay más. De manera más bien cándida, dice el mismo reporte que un factor
que puede explicar el panorama poco dinámico de la economía es el hecho de que
México no ha pasado por una transición política que incluya a una
izquierda pragmática a escala presidencial, como ocurrió en los casos de Brasil, Chile, Perú o Uruguay, donde eso provocó
una diferencia en la confianza de los ciudadanos en el Estado y el mantenimiento de las reglas del juego. Pues señores S&P sean cuando menos consistentes en sus propios análisis.
Pongamos sobre la mesa la pregunta siguiente: ¿Puede AMLO hacerlo? Sí. Puede
modificar de modo inicial pero duradero un entramado social en el que la
economía está atorada, y donde la estabilidad macroeconómica –convertida en un
fin en sí misma y no en un objetivo claro de política pública– previene, más que
alienta, el crecimiento. Puede un hombre con su historia (que la tienen
igualmente los otros) y su concepción de la nación dar un paso adelante en la
modernidad política de este país.
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