Primer encuentro
Los candidatos del PRI, Enrique Peña Nieto; del PAN, Josefina Vázquez Mota; del
Partido Nueva Alianza, Gabriel Quadri, y de la coalición Movimiento Progresista,
Andrés Manuel López Obrador, en el debate realizado ayer en el World Trade
Center
Todos los
aspirantes se festejaron como
ganadores
Debate electoral 2012
AMLO, fajador, pero no llegó el nocaut; Vázquez Mota: mucha
metralla, poco ruido
Quadri se despacha con ataques a los políticos, como si él no fuera postulado
por ellos
Extremas medidas de seguridad en la sede del debate entre
candidatos presidenciales, encabezadas por elementos del Estado Mayor
Presidencial y de la Policía FederalFoto Marco Peláez
Arturo Cano
Periódico La Jornada
Lunes 7 de mayo de 2012, p. 4
Lunes 7 de mayo de 2012, p. 4
¿Qué pierde esta noche de debate Enrique Peña Nieto? Se recordará,
seguramente, el momento en que Andrés Manuel López Obrador le recuerda que René
Bejarano pisó la cárcel y que Gustavo Ponce sigue en el frescobote,
pero la única manera de hablar de una derrota del puntero hubiese sido que
terminara en la lona. Y no pasa.
¿Por qué habría sorpresas? ¿No se dice todo el tiempo que Peña es un producto
de la televisión? ¿Por qué entonces no sería solvente para actuar frente a las
cámaras con un formato rígido?
Peña Nieto acusa recibo de que Josefina Vázquez Mota se concentra en él, lo
mismo que el tabasqueño. Los tres parecen de acuerdo en ignorar a Gabriel
Quadri, quien, gracias a ello, se puede despachar con ataques a los políticos en
general y sale así muy bien librado del encuentro. Nadie en el salón le hace la
pregunta que lo persigue desde hace semanas y que ya lo pone al borde de la
explosión: la clásica sobre su relación con Elba Esther Gordillo. Ni siquiera lo
hace López Obrador, el único a quien Quadri ataca directamente.
Empeñada Vázquez Mota en su estrategia pinocho (que se convierte en
el juego de quién miente más con Peña); enfocado López Obrador en dibujar una y
otra vez a los
que realmente mandan; ocupado Peña en responder a los ataques y recetar sus compromisos, el repaso de los temas del debate se lo dejan a Quadri, a quien nadie recuerda que el partido del cual es candidato es dirigido, manejado, puesto en el juego electoral por políticos tradicionales. Se va limpio y puede presumir haber desarrollado propuestas (aunque varias suenen viables para otros países).
Gracias, Lupita
Finalmente, para regocijo del público televidente –e incluso de los
reporteros echados a un salón anexo– el primer encuentro entre los aspirantes a
la presidencia no resulta tan terso ni tan aburrido como presagiaron hasta el
final los opinadores profesionales.
La pregunta es, sin embargo, si algo de lo sucedido esta noche tendrá algún
efecto en el desarrollo de las campañas, en los sitios que ocupan los
contendientes en las encuestas o si todo será borrado por una nueva avalancha de
espots, una matanza siempre más numerosa y cruel que la anterior o una
bombamediática que arrebate números al puntero.
¿Qué será recordado, comentado, ridiculizado o repetido hasta el cansancio en
las redes sociales? ¿Qué momento o cuál intervención será más comentada en los
programas de televisión posteriores?
Posibles trend topics, con o sin Twitter: las veces que la muy
ceremoniosa candidata panista dice
gracias, Lupita; el momento en que Andrés Manuel López Obrador muestra la foto de cabeza (Carlos Salinas con Peña Nieto); el cuidado de Quadri para atacar a los políticos en general, con excepción de López Obrador, a quien realmente parece detestar por
populista.
Cualquiera de los anteriores. ¿O el momento en que Peña Nieto levanta las
ocho columnas con el nombre de Bejarano? Eso, o la más sagaz de las respuestas
de López Obrador.
¿Somos iguales, fue lo que quiso decir Peña? El tabasqueño dice que no, que
Bejarano estuvo en la cárcel y el secretario de Finanzas, Gustavo Ponce, sigue
en el frescobote.
Y usted, que fue secretario de administración de (Arturo) Montiel, está aquí.
El arranque
Abre el debate. Peña Nieto dirige baterías contra los gobiernos
panistas:
En los últimos años hemos tenido el peor desempeño de los últimos 80 años, no hay suficientes empleos y los que hay no pagan bien: 12 millones más de mexicanos se han sumado a las filas de la pobreza, la mitad no tiene para comer. La ola de la violencia amenaza tu vida y tu libertad.
Vázquez Mota lanza metralla, pero ninguna bruma: va de las deudas de Coahuila
y el estado de Mexico al caso Paulette; de las reformas atoradas en el Congreso
a la insinuación, una vez más, de que los gobernadores priístas están coludidos
con el narcotráfico.
Peña no le deja pasar una. Ni en el debate ni después, pues todavía no
termina el ejercicio organizado por el Instituto federal Electoral (IFE) cuando
ya sus colaboradores suben una andanada de réplicas y argumentos de defensa.
De su lado, Andrés Manuel López Obrador vuelve a sus lí-neas de campaña,
señaladamente a la
honestidadcomo el eje de su eventual gobierno; presume algunos nombres de quienes integrarían su gabinete y se dirige una y otra vez a la cámara, sin hablar ya para sus contendientes. Pregunta a la audiencia:
¿De verdad creen que con el PRI va a haber un cambio?
Coloca en la agenda algunos temas sobre Peña Nieto (la relación con Montiel,
las vías de cuota en el estado de México), pero no toca a Vázquez Mota, quien
echada ya al cuarto lugar en el ejercicio, ayunas de coherencia sus últimas
intervenciones, vuelve al espot, que parece lo verdaderamente suyo:
Tienes que elegir entre un México de paz o el México de corrupción y atraso, dice, ya muy ensayado el parlamento.
Horas antes, al filo de las seis, van llegando los invitados especiales de
los candidatos, muchos perdidos entre un congreso de maquillistas y peinadores y
una vendimia para dentistas.
Afuera, las huestes del priísta Frente Juvenil Revolucionario –eso dicen las
chamarras, porque las camisetas los identifican como integrantes de la Porra
Oriente– espantan a los guardias privados bajo las órdenes de policías
federales. Parece que avanzarán por la calle de arribo de los candidatos, pero
de pronto caminan, muy disciplinados, por la acera.
Del otro lado, simpatizantes del candidato del Movimiento Progresista arengan
con un megáfono a quienes pasan por Insurgentes; reparten un volantito: “Si
quieres que tu país sea de primer mundo… empecemos por actuar como ciudadanos de
primer mundo. ¡Ve el debate… no el futbol!”
¿Cadena nacional? ni que fueran Paco Stanley
Transmitidas en cadena nacional han sido, por recordar a bote
pronto, la secuelas del asesinato del cómico Francisco Stanley y las visitas de
los jefes del Estado Vaticano.
No este debate, que Televisa informó que transmitiría por el Canal 5, cuya
cobertura sólo abarca 40 por ciento de los hogares. En el canal estelar se
mantuvo el programa de concurso Pequeños gigantes.
El tema de la televisión fue motivo de agarre entre Peña y López Obrador:
Si la televisión hiciera presidentes usted lo sería, pues gastó más de mil millones de pesos para publicidad, dice el mexiquense.
López Obrador señala la cifra exacta que Peña Nieto gastó en su primer año de
gobierno y responde también que su gasto fue en todos los años que estuvo al
frente del Gobierno del Distrito Federal.
De esos números algo sabemos, pero ¿cuántos vieron el debate? Habrá que
esperar a que Ricardo Salinas Pliego, quien vapuleó al IFE y se aferró a
transmitir el futbol por su canal de mayor audiencia, nos pase los
ratings.
La izquierda francesa
retorna al poder tras 24 años
El socialista Francois Hollande celebra en Tulle su triunfo en la segunda vuelta
de las elecciones presidenciales francesas. Más tarde se trasladó a París para
realizar un festejo multitudinario en la histórica plaza de La Bastilla Foto Reuters
Convoca a luchar para que otros pueblos de Europa busquen acabar con la
austeridad
Hollande gana la presidencia en Francia con 51.50% de
votos
Cargo con toda la responsabilidad de la derrota; a partir de hoy soy uno más, dice Sarkozy
Pasada la medianoche Francois Hollande llegó al festejo en
la Plaza de la BastillaFoto Ap
Françoise Escarpit
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Lunes 7 de mayo de 2012, p. 27
Lunes 7 de mayo de 2012, p. 27
Burdeos, 6 de mayo. El socialista Francois
Hollande triunfó hoy en la segunda vuielta de las elecciones presidenciales de
Francia con 51.50 por ciento, y su rival, el saliente presidente conservador
Nicolas Sarkozy, consiguió 48.50 por ciento, en unos resultados que fueron
celebrados por decenas de miles de personas que se congregaron esta noche en la
histórica Plaza de la Bastilla.
La diferencia entre el candidato del Partido Socialista, apoyado por el
Frente de Izquierda, los ecologistas y el Nuevo Partido Anticapitalista, y el
abanderado de la conservadora Unión por un Movimiento Popular (UMP) es un poco
menor de la preveían las encuestas. Pero es suficiente para dar a la izquierda
su primera victoria en una elección presidencial desde hace 24 años.
Hollande, el nuevo presidente, recibió la noticia en su oficina del Consejo
General de Corréze, departamento rural del centro de Francia. Sarkozy, rodeado
de algunos de sus ministros y consejeros, esperó la noticia en el Palacio del
Elíseo.
Más todavía que en la primera vuelta, los franceses acudieron a los centros
de votación, alcanzando casi un 80 por ciento de participación, y la abstención
se ubicó en 20.10 por ciento.
Los presidentes de casillas recibieron más atenciones, señal de que muchos no
se quisieron perder el largo puente del 8 de mayo y tampoco dejar de expresar su
opinión.
A las ocho de la mañana, una señora mayor llegó a votar a la escuela cercana
a su casa y, al entrar, se escandalizó porque, durante la noche, unos grafiteros
escribieron en el panel oficial, sobre el cartel de Sarkozy:
Sarko, lárgate!Cuando se dieron cuenta, las autoridades municipales mandaron rápidamente a limpiar todo y a sacar los carteles de los dos candidatos. Una pareja, saliendo de votar, confesó:
Ya tenemos el champaña en el refri. Esta noche habrá que celebrar. Un señor, resignado, les contestó:
Creo que nosotros ya perdimos. La derrota de Sarkozy estaba anunciada.
Se supo el resultado casi dos horas antes del anuncio oficial. En Francia
está prohibido hacer cualquier anuncio antes del cierre de todas las casillas,
es decir, antes de la ocho de la noche. En cambio, los vecinos suizos y belgas
no tienen la misma limitación. Después de conectarse con los medios extranjeros,
los tuiteros empezaron a lanzar sus mensajes:
Olor a merguez en La Bastille(en La Bastilla se reúnen los simpatizantes de la izquierda y ya están asando las merguez, una salchicha roja que se vende mucho en las fiestas populares),
Lloran en Budapest(alusión a los orígenes húngaros de la familia de Sarkozy) o
Queda comida en la Concorde(alusión a la fiesta que se iba dar en la Plaza de la Concordia para celebrar la victoria de Sarkozy y que se canceló).
En los alrededores de la sala de la Mutualité, los seguidores de Sarkozy se
habían reunido temprano en la calle. Muchos yupis y ancianas supermaquilladas.
Algunas familias con niños chiquitos. Los militantes de hueso colorado no se
dejaban ver. No eran multitud, no agitaban banderas, eran como alumnos atentos
esperando al maestro.
Militantes socialistas en ParísFoto
Xinhua
Llegó el presidente saliente como a las nueve de la noche. Después de
felicitar a Hollande y desearle suerte, añadió: “Cargo toda la responsabilidad
de la derrota… De aquí en adelante, seré uno entre ustedes, un francés entre los
franceses”. Hubo algunos gritos y lágrimas y, esta noche, corría el rumor de que
Sarkozy no pensaba implicarse en la próxima campaña de las legislativas,
previstas para junio.
El ambiente era muy diferente en la calle de Solferino, en la sede del
Partido Socialista. Reunidos alrededor de Tomas, el hijo mayor de Francois
Hollande, los jóvenes supieron temprano de la victoria. Eran casi las diez de la
noche cuando el triunfador llegó a la plaza principal de Tulle. Después de habar
lanzado, frente a sus paisanos:
Los electores han escogido el cambio, dirigió
un saludo republicanoa Sarkozy.
Señaló
las heridas, las cortaduras y los sufrimientosque han dividido a los franceses e insistió sobre su compromiso con la justicia y la juventud y de hacer realidad: “Libertad, igualdad, fraternidad, pero también laicidad, dignidad humana, paridad…”
Después de su discurso, Hollande, acompañado de su compañera Valérie
Trierweiler, se trasladó a París en avión para sumarse a la inmensa fiesta de La
Bastilla, donde políticos, intelectuales y artistas llegaron a celebrar, como en
1981, junto a todos los anónimos.
A las 11 de la noche, en una frescura inhabitual en mayo, seguían llegando
miles de jóvenes. Axel Bauer y Yannick Noah, el ex campeón de tenis, cantaba. Y
la gente se alegraba.
En los canales de televisión, pasaron a dar el servicio mínimo los ex
ministros del gobierno de Sarkozy y se fueron. Marine Le Pen, del
ultraderechista Frente Nacional, citó a los franceses para las elecciones
legislativas de junio.
Por fin vamos a llevar la lucha a la Asamblea Nacional y luchar contra la Unión Europea, que es una máquina de destrucción de la economía.
Jean-Luc Mélenchon vino a recordar a sus amigos socialistas que, sin los
cuatro millones de votos del Frente de Izquierda, no sería, hoy, Francois
Hollande, presidente de la república.
Esa elección es un acontecimiento considerable, un trueno enorme en el cielo europeo. El Frente de Izquierda es una fuerza exigente, positiva y conquistadora, afirmó.
Pasaba la medianoche cuando Francois Hollande llegó a La Bastilla. Hace casi
30 años, Francois Mitterrand no lo hizo. En un tremendo tumulto, subió al
escenario, recibiendo una ovación de miles de personas. Agradeció al pueblo de
Francia, a la Francia de la diversidad. Llamó a darle la mayoría en junio y a
luchar para que otros pueblos de Europa manifiesten su deseo de acabar con la
austeridad.
En esta noche de domingo, en La Bastilla, como dice una canción,
el aire estaba más ligero.
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