Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 17 de mayo de 2012

Los jóvenes de ahora- La mentira del puntero Peña, se cae- Calderón se queda sin aliados

Los jóvenes de ahora
Octavio Rodríguez Araujo
 
          En mi opinión, están equivocados los que piensan o dicen que los jóvenes de ahora viven en las nubes o que son apáticos o que no están informados. Tal vez sea el caso de algunos, pero no de los estudiantes de bachillerato y licenciatura del Distrito Federal y de otras entidades federativas como, por ejemplo, Querétaro y Nuevo León, estados que no se distinguen precisamente por ser de izquierda.
Lo ocurrido en el Tecnológico de Monterrey, en la Iberoamericana y en la Universidad Autónoma de Querétaro en relación con los candidatos y su apoyo directo o indirecto a Andrés Manuel López Obrador, además de una actitud de respeto hacia éste es, a mi juicio, muy significativo. Peña, Vázquez y Quadri no pegan su chicle entre los estudiantes universitarios, por más que se editen los videos de los actos en que se presentaron y donde fueron repudiados. La edición priísta de lo ocurrido en la Iberoamericana es, además de una estupidez, un gancho a su propia cara, valga la figura. Si así tratan de maquillar la realidad, como lo ha hecho Calderón por casi seis años, ¿qué podemos esperar de ellos si llegasen a ganar la elección presidencial? ¿El México de Pedro Aspe en el que la pobreza era un mito genial?
El lunes tuve oportunidad de dictar una conferencia a los estudiantes del bachillerato del Colegio Madrid, institución privada de educación con larga trayectoria en México y, a juzgar por los aplausos y las inteligentes preguntas, se trata de estudiantes muy enterados y que yo llamaría progresistas. Ninguno de ellos se inmutó, chifló o abucheó a López Obrador cuando lo mencioné en mi ponencia sobre partidos, abstención y voto nulo. Un ejemplo más de lo que estoy diciendo: los jóvenes nos darán la sorpresa el primero de julio próximo, al menos los jóvenes estudiantes.
Nuestra querida Elena Poniatowska, sensible como es, dedicó su discurso a los jóvenes en el merecido homenaje por sus 80 años de vida en la UNAM. La respuesta del público fue la misma: entusiasmo y hasta un sonoro ¡goya! al final. ¿Por qué insistir, como hacen algunos, en que los jóvenes no tienen puestas las pilas?
Puro pensamiento ilusorio e inconfesables deseos de que los jóvenes, que todavía son la mayoría en el país, se abstengan o voten nulo. Pero se trata de un cálculo equivocado. Los jóvenes, más que los adultos y los viejos, saben que en los años recientes se les han cerrado oportunidades de realización personal, sean trabajadores o sean educandos que quieren seguir estudiando para luego trabajar de acuerdo con lo que estudiaron. El neoliberalismo en México, como también en Estados Unidos, en Chile o en la mayor parte de los países europeos, los ha afectado y tienen toda la razón para estar molestos, furiosos e indignados. Los jóvenes también saben que la abstención y el voto nulo favorecen a los partidos que tienen el poder o a los partidos competidores que defienden el sistema que ellos ya rechazan, por perjudicial y porque cierra expectativas de vida y desarrollo.
El PRI y el PAN son los partidos del sistema, de la continuidad del neoliberalismo, de los defensores de las oligarquías archienriquecidas y que, por más que prometan, seguirán con lo mismo respondiendo a los intereses que defienden y que los apoyan. Esto lo saben los jóvenes y por eso los rechazan. De Quadri y su partido, mejor no hablamos; no merecen más de un artículo y éste ya lo escribí.
Conforme avanzan las campañas electorales los candidatos del sistema se exhiben tanto en sus limitaciones, que dan pena ajena en un país como México, como en su autoritarismo y cara dura para disfrazar sus fracasos y sus errores tácticos y estratégicos, en lugar de enmendarlos y ofrecer las transformaciones que el país necesita. Parece mentira, pero no se han dado cuenta que nadando en favor de la corriente de lo políticamente correcto, es decir, del statu quo, lo están haciendo en contra de la historia y de los cambios que quiere la población mayoritaria. Es como el que fue enterrado vivo y boca abajo: entre más excava más se hunde y más tierra traga.
¿Estoy pecando de optimismo? Puede ser, pero todos los días me sorprendo con la actitud de los jóvenes que se defienden como pueden de quienes amenazan su existencia y su futuro, sobre todo éste. Pienso que ellos saben que si se dan por derrotados pasarán a formar la segunda edición de la generación X de los años 90, caracterizada por su desorientación y su pasividad. Como los jóvenes de ahora no habían nacido o eran muy pequeños cuando Jean Paul Dubois escribió su famoso artículo sobre la generación X (Le nouvel observateur, 14/04/93), conviene recordar algunas características de esa generación también llamada de los desorientados. Los jóvenes de aquellos años, que ahora rondan los 40 de edad, llegaron –decía el autor– en un mal momento y, ante el desorden ampliado en que crecieron, optaron por callarse, esperar y hacerse olvidar. Se formaron envueltos en las promesas del neoliberalismo, visto como la panacea, para descubrir más tarde que el mundo se amplió en proporción inversa a sus posibilidades de realización social e individual.
Los jóvenes de ahora no piden eso, no lo aceptan ni desean seguir en lo mismo. No quieren callarse ni ser conformistas. Aspiran a un mundo mejor, entre otras cosas porque cada vez es peor. Quieren un cambio y sólo un candidato presidencial lo propone, razón por la cual rechazan a los otros. Así de simple. Hay una cierta desorientación entre los jóvenes del presente, cierto, y ellos lo admiten, pero sí saben qué no quieren. Y éste es el punto que no entienden Peña, Vázquez ni el otro que no entiende nada.
A Carlos Fuentes, un autor cuyos primeros libros me marcaron cuando era joven.
La mentira del puntero Peña, se cae
Ya desde el debate presidencial los señalamientos brutales en contra de Peña Nieto, entre los que destacaron precisamente los de Andrés Manuel López Obrador para calificar su pasado político reciente, han tenido un efecto devastador

Gran nerviosismo existe en el “war room” o cuarto de guerra de Enrique Peña Nieto que comanda Luis Videgaray, en donde no logran explicarse como es posible que las estrategias y acciones llevadas a cabo para subir al mexiquense al primer lugar en las encuestas y ponerlo como puntero, para darlo con mucha anticipación como ganador, y dejar a sus adversarios políticos en una lucha cuerpo a cuerpo para disputar un “honroso” segundo lugar, no sólo no estén dando resultado, sino que han detonado una serie de acciones de sus contrincantes, Andrés Manuel López Obrador y Josefina Vázquez Mota, que han abollado aún más su imagen en la campaña presidencial.
Ya desde el debate presidencial los señalamientos brutales en contra de Peña Nieto, entre los que destacaron precisamente los de Andrés Manuel López Obrador para calificar su pasado político reciente, han tenido un efecto devastador en su campaña, que se han intentado contrarrestar con la repetición de todos los planteamientos realizados por el tabasqueño en relación a las becas para los estudiantes de escasos recursos, los apoyos a madres solteras y a adultos mayores, entre otros, sin que sus estrategas se hayan preocupado por explicarle a los ciudadanos en general y a los electores en particular de dónde saldrán los cuantiosos recursos presupuestales para poder hacer realidad esas promesas de campaña. En ningún momento se ha hablado de ahorros en la administración pública, ni de reducción de salarios para la alta burocracia, ni del combate a la corrupción o de aumentar la base tributaria en el país obligando a grandes corporativos a pagar impuestos, cuestiones que con toda puntualidad si ha hecho López Obrador, lo que ha marcado una gran diferencia entre uno y otro candidato.
Peña Nieto no ha subido en las últimas semanas en las encuestas sobre la intención del voto, por el contrario ha ido bajando perceptiblemente, lo que tiene encendidos muchos focos rojos en su tablero de mando. Además, la campaña mediática afianzada en la televisión ha impulsado a militantes de la izquierda que buscan y se pronuncian por un “cambio verdadero” a ponerle un marcaje personal y a no perder la oportunidad de ponerlo en evidencia. Al mismo tiempo, está la campaña mediática implementada por el PAN contra el ex gobernador mexiquense y que tiene como objetivo fundamental desacreditar su trabajo al frente de la administración estatal en el Estado de México.
La ya abollada imagen del ex gobernador del Estado de México resiente estos embates de esa estrategia, coordinada o no, entre la izquierda y la derecha. En la ciudad de México, el priísta llegó al grado de quejarse de la agresión y provocación a su partido, sin duda haciendo referencia a los hechos ocurridos el martes pasado, sin entrar en la precisión de los mismos, cuando unos 25 jóvenes realizaron un movilización a unos metros donde se realizaría un acto masivo de campaña en Córdova, Veracruz. Los jóvenes, que vestían de negro y portaban máscaras de papel con el rostro del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, continuaron su manifestación durante unos minutos, hasta que llegaron decenas e hombres, algunos con corte de pelo estilo militar, quienes se abalanzaron a golpes sobre ellos, hiriendo a varios. Sobre esto no dijo una sola palabra.
Por el contrario, los planteamientos de Andrés Manuel López Obrador siguen permeando en el sector de la población mexicana más educada como es la de los planteles universitarios en donde el apoyo a su candidatura es cada vez más abierta y franca e igualmente lo es el repudio a los posicionamientos de los candidatos de derecha, el propio Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri, que son rechazados por las comunidades universitarias. Esto es ya un hecho irrefutable como se reveló en el “III Simulacro de votaciones para Presidente de la República en los seis campus de UVM Región Ciudad de México”, realizado en la Universidad del Valle de México, en donde con un total de mil 105 votos, el candidato de la Coalición Movimiento Progresista resultó triunfador.
En Sonora, López Obrador resaltó que la estrategia de querer imponer a Peña Nieto está fallando y dijo que priístas y panistas votarán por él el 1 de julio. También reiteró que en el gobierno del cambio verdadero no habrá impunidad, “se va a combatir a todos por igual, a la delincuencia común y a la delincuencia de cuello blanco, va haber legalidad”. El candidato presidencial del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) recomendó al ex gobernador mexiquense “que se tome un té de tila, un pasiflorine”.
FUENTE: REVISTA EMET

Calderón se queda sin aliados
Calderón se queda sin  aliados
Con todo, Calderón no quiso aprovechar el momento para hacer público su rompimiento con la dirigente magisterial, situación que lo deja en franca debilidad, en un momento por demás delicado que habrá de perjudicar a la abanderada

La celebración oficial del Día del Maestro se significó por el claro rompimiento de una alianza que años atrás rindió buenos frutos a las dos partes, a Felipe Calderón y a Elba Esther Gordillo. Hoy, como el inquilino de Los Pinos está próximo a marcharse, la líder vitalicia del sindicato magisterial no tuvo empacho en retarlo y decirle que el chantajista es él, al “adjudicarse realizaciones que nunca se percibieron, ni se imaginaron, ni mucho menos intentaron concretar. Chantaje sí, producto de ambiciones mezquinas. Chantaje, al fin, que será derrotado, sin duda, cuando la historia y la verdad prevalezcan”.

Calderón, quien habló después, no se salió del discurso que llevaba preparado, en el cual le espetó a la señora Gordillo que “hoy, las plazas de docente no se heredan ni se venden, ni están a merced de un capricho, de un liderazgo sindical o de una autoridad arbitraria”. Así aceptó tácitamente que al inicio de su mandato sí estaban a merced del capricho de la dirigente, quien ejercía su autoridad de forma arbitraria. No defendió a la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, de los ataques que le lanzó Elba Esther, al afirmar que, una vez que llegó Lujambio a la SEP, “recuperamos el diálogo que se había envilecido por la cortedad de miras con que antes se realizaba la administración de la educación”.

Queda al descubierto una relación política basada en conveniencias mutuas, que hoy no es indispensable para ninguna de las partes. Como Calderón ya no es útil a la señora Gordillo, lo reta sin tapujos con el fin de que el PRI le abra nuevamente las puertas, que ella misma se cerró cuando consideró más conveniente estar al lado del inquilino de Los Pinos. Ahora éste debería estar obligado a responder a las bravatas de la líder magisterial, pero al parecer no lo hará porque es claro que Elba Esther ya negoció con el PRI una salida a su actual crisis existencial, a cambio de apoyos mutuos en el proceso electoral.

Dijo la líder del sindicato magisterial que la educación, “jamás, jamás debe estar supeditada a una ambición personal, carente de autoridad moral”. Eso es lo que afirman decenas de miles de maestros que no aceptan el liderazgo corrupto de la señora Gordillo, pues nadie como ella carece de la autoridad moral para seguir al frente del sindicato más fuerte del país, ya que su liderazgo sólo está supeditado a su ambición personal que no conoce límites, como lo demuestran los hechos y lo saben perfectamente los miles de maestros que la repudian. ¿Qué mayor chantaje puede haber cuando un dirigente esgrime el número de sus afiliados para exigir prebendas de manera improcedente?

Con todo, Calderón no quiso aprovechar el momento para hacer público su rompimiento con la dirigente magisterial, situación que lo deja en franca debilidad, en un momento por demás delicado que habrá de perjudicar a la abanderada del partido blanquiazul, aunque la señora Vázquez Mota si haya salido en su propia defensa, al decir: “Hay que liberar la agenda educativa de cualquier liderazgo o cacicazgo, que sólo esté en busca de prebendas y canonjías”. Esto es lo que se debe hacer, pero por lo pronto la señora Gordillo sigue muy campante, sabedora de que Calderón no tiene ni la fuerza ni la voluntad política para enfrentarla.

Con base en un simple análisis objetivo, el único que podría enfrentar el cacicazgo magisterial es Andrés Manuel López Obrador, porque no tiene compromisos espurios con la dirigente, y porque llegaría a Los Pinos con la fuerza suficiente para poner fin a una etapa que ha sido sumamente dañina para el sistema educativo y en particular para la niñez, a partir de que Elba Esther se hizo de la organización sindical con el único propósito de utilizarla con fines patrimonialistas.

En cambio, Enrique Peña Nieto sería el nuevo rehén de Elba Esther porque así lo determinaría un arreglo que el ex gobernador mexiquense no podría rehusar, pues en realidad carece de fuerza propia para dar ese paso. Recuérdese que la chiapaneca es hechura de Carlos Salinas de Gortari, al igual que el abanderado del PRI. Esto lo sabe la mayoría de maestros, incluso los incondicionales de la profesora, por eso es fácil vaticinar que el voto mayoritario del magisterio será para el Movimiento Progresista. Sus miembros saben que no tendrán otra oportunidad para liberarse del cacicazgo que tanto los ha envilecido y humillado.

Ahora Calderón cosecha lo que sembró, y cada vez se quedará más y más solo, sin aliados que lo apoyen en los momentos más difíciles. El riesgo es para el país, pues ante tal situación es factible esperar cualquier cosa con tal de tener una salida menos dolorosa. Cabe recordar que Álvaro Obregón fue capaz de hacer acuerdos nefastos con el gobierno estadounidense con el fin de afianzar su liderazgo, como los Tratados de Bucareli. Cabe imaginar qué no haría Calderón, en los próximos meses, si de por sí se ha entregado en cuerpo y alma a la Casa Blanca, sin que le hayan importado un ápice los daños al país.
FUENTE: REVISTA EMET  

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