Chávez, en La Habana, pero también en Santiago
Ángel Guerra Cabrera
Dos reuniones de jefes de Estado y gobierno tendrán lugar en Santiago de Chile entre el 26 y el 28 de enero. La Cumbre de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac) y la Unión Europea (UE) –sexta ocasión en que se encuentran los líderes de las dos orillas–, ocupará los dos primeros días; la I Cumbre de la Celac el último.
Ambas reuniones transcurrirán bajo el signo de la inédita cuota de independencia y unidad alcanzada por América Latina y el Caribe en las dos últimas décadas. Pero nuevos ingredientes se añaden para fortalecer su posición internacional y la de sus fuerzas populares. Uno es la ejemplar normalización de las relaciones entre Venezuela y Colombia y el proceso de paz entre Bogotá y las FARC. El otro es la actualización del modelo socialista cubano con el colofón de la nueva ley migratoria. Ambos hechos ponen en crisis los pretextos de Estados Unidos y la derecha europea para mantener un curso de guerra fría contra América Latina y, en particular contra Cuba. Por eso debemos esperar la pronta abrogación de la Posición Común europea contra Cuba, rezago de la subordinación incondicional de José María Aznar a Estados Unidos.
Es paradójico que mientras Europa –uno de los grandes polos del capitalismo desarrollado– se hunde en una crisis económica y social insondable debido a su apego a la ortodoxia del libre mercado, América Latina ha logrado capear el vendaval financiero iniciado en 2008 a escala mundial y exhibe importantes logros económicos que se han traducido en una distribución más justa de la riqueza y en notables avances sociales, sobre todo en países como Argentina, Brasil, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Cuba, que se han negado a cumplir el recetario neoliberal.
La UE sigue siendo el primer inversionista en nuestra región con un monto acumulado hasta 2009 de 312 mil millones de euros y es también el segundo socio comercial. Dispone también de grandes excedentes de capital y de tecnología avanzada que no puede absorber su renqueante economía. De modo que esta parte del mundo, donde continúa el crecimiento económico, le ofrece la posibilidad de canalizarlos y paliar en parte el grave trastorno que atraviesa.
En todo caso, es innegable la conveniencia de seguir forjando un vínculo constructivo entre la UE y la Celac pues América Latina necesita inversión y tecnología para potenciar sus avances económicos, garantizar un trato justo a sus exportaciones y reafirmar el derecho a disponer de sus recursos naturales. Constituye una contribución al multilateralismo frente al unilateralismo estadunidense, que redunda en la identificación de posturas cercanas o coincidentes en diversos temas en los organismos internacionales.
Concluido el encuentro con Europa, inicia el 28 la Cumbre de la Celac, organización constituida en Caracas en diciembre de 2011 donde se acordaron la trascendental y simbólica Declaración de Caracas y el Plan de Acción del mecanismo (correodelorinoco.gob.ve/impacto/aprueban-declaracion-caracas-y-plan-accion-2012-cumbre-celac/). Lo más sobresaliente en esta última jornada es que la presidencia de la Celac pasará a manos de Cuba, país que Estados Unidos ha intentado aislar por todos los medios. Y es lo más sobresaliente puesto que al elegir a Cuba los latinocaribeños mostraron su rechazo a esa política y reconocieron la fecunda trayectoria cubana en la lucha de la región por la independencia, la unidad, la paz, la democracia, la integración y la solidaridad.
Cuba ha formado parte de la troika que ha dirigido la Celac junto a Venezuela y Chile desde la reunión de Caracas y se ha comprobado que las diferencias ideológicas entre los dos primeros y el tercero no han sido óbice para un funcionamiento armónico y una adopción por consenso de todas las decisiones. Refiriéndose a la dinámica del trío el canciller chileno Alfredo Moreno lo puso así: hemos trabajado
muy bien…
sorprende mucho a algunas personas pero los cancilleres hemos viajado juntos a China, a múltiples encuentros en la ONU, y no hemos tenido ninguna dificultad, avanzamos muy bien.
Ahora podemos hablar en pie de igualdad con los grandes poderes mundiales, en este caso la UE, que alberga antiguas potencias coloniales nostálgicas por esa condición. Pero esta nueva realidad se debe mucho a los empeños del presidente Hugo Chávez, uno de los principales arquitectos de la ALBA, Unasur y la Celac. Por eso afirmo que estará presente en Santiago.
Twitter: @guerraguerra
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