Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 31 de julio de 2013

Astillero- Juicio a Manning: incongruencia y descomposición- México SA

Astillero
¿De un golpe o a plazos?
PAN da gane a PRI
El asesor Córdoba
BMV: partidas secretas
Julio Hernández López
Foto
BUSCARÁN PERIODO EXTRAORDINARIO. Juan Molinar, Gustavo Madero, Luis Videgaray, Santiago Creel, Miguel Ángel Osorio, Guadalupe Acosta, Jesús Ortega, Jesús Zambrano y Aurelio Nuño, durante la reunión del Pacto por México, en la cual se acordó buscar un eventual periodo extaordinario de sesiones para intentar aprobar una reforma electoral
Foto especial para La Jornada
 
Con redoblado ánimo bajacaliforniano, el Partido Acción Nacional activará hoy el proceso legislativo referente a la reforma en materia de energéticos. Una reunión de los senadores de blanco y azul, tan peleados entre sí por razones grupales (calderonistas contra maderistas) y por el manejo de fondos de origen público (entre otros, los más de 400 mil pesos transferidos por error a cada uno de esos panistas legisladores), estaba programada para que desembocara en una postura casi unitaria en favor de los aires de apertura a capitales privados en asuntos de petróleo, gas, electricidad y otras formas de energía.
 
De darse así, parecería oro puro para Los Pinos la reunificación provisional de los panistas (el columnista Enrique Aranda, muy conocedor de los entretelones del partido de derecha, incluso colaborador en asuntos de prensa con gobiernos como el de Fox, aseguró en una entrega reciente que Gustavo Madero y Ernesto Cordero desayunaron el pasado viernes, durante unas dos horas, en un Difícil reencuentro http://bit.ly/16AXXUu). La aritmética elemental muestra que las bancadas senatoriales del PRI y del PAN (más los aliados del de tres colores) podrían llevar adelante sin mayores problemas numéricos la propuesta de reforma energética, que con ánimos privatizadores compartidos lleguen a convenir esos dos partidos principales.
 
Tales cálculos cuantitativos propician en la élite priísta la tentación de dar un golpe rápido para aprobar en primera instancia las reformas mencionadas (faltaría el asentimiento de congresos estatales, si es que se optara en el plano federal por modificar letra constitucional). A final de cuentas (según razonan algunos en esas cúpulas), las anunciadas protestas contra esa forma de privatización se realizarán, así que más valdría acelerar las cosas y enfrentar a los opositores a hechos legislativos en contundentes vías de consumación: PAN, PRI, Panal y Verde Ecologista a favor, con el rechazo escenográfico de los dirigentes del PRD y otros partidos pequeños, y con Morena y AMLO como únicas vertientes reales de movilización y protesta públicas.
 
El priísmo gobernante tiene, sin embargo, una propuesta a mediano plazo, la del PRD de los chuchos que sugieren un referendo (tan confiable como han sido otras elecciones recientes) que permitiera limar las partes más polémicas de la propuesta panista, que en el fondo es una coartada ofrecida al priísmo, para que así el sol azteca pudiera sumarse a un proceso suavizado en las formas, aunque no necesariamente en el fondo de los detalles técnicos, las leyes secundarias y la peligrosísima letra chiquita.
Peña Nieto, es decir, el grupo en el poder, debe valorar si prefiere un golpe legislativo rápido, con la mayoría numérica que le ofrece el PAN y con riesgos de irritación social sumada a otros factores de desasosiego público, o sigue buscando las apariencias de los frentes legislativos unitarios, de los pactos a plazos pero con los mismos intereses.
 
En otro tema: razones fundadas habría para decir que Luis Téllez está permitiendo que algunos se roben cuando menos la mitad de las partidas secretas de información privilegiada que se manejan en la Bolsa Mexicana de Valores.
 
Así como el actual presidente de esta bolsa fue captado en una grabación hecha años atrás asegurando que Carlos Salinas de Gortari se había robado la mitad de los fondos discrecionales (la famosa partida secreta) de que dispuso mientras estuvo en Los Pinos, ahora el mismo Téllez ha sido pillado abriendo las puertas de sesiones estratégicas de la BMV a quien fue el principal operador de Salinas, el sombrío José Córdoba Montoya, quien en aquellas épocas parecía el vicepresidente real de México y que luego de dejar ese poder delegado se dedicó, entre otras cosas, a representar a grupos de inversionistas y empresarios siempre deseosos de beneficiarse del conocimiento anticipado y redituable de planes y decisiones de oficinas gubernamentales o, como es el caso de la bolsa mencionada, de una entidad financiera que opera bajo el esquema de concesión otorgada por la Secretaría de Hacienda, regulada por la Ley del Mercado de Valores.
 
El evidente conflicto de intereses que significa la presencia de Córdoba Montoya en sesiones de la bolsa forma parte del esquema de entendimientos que alcanzan al propio Téllez, quien ha sido miembro de consejos de administración y representante de intereses de poderosos grupos empresariales nacionales y extranjeros. Por ello es que, irritado, contestó a periodistas que el ex jefe de la oficina de la Presidencia de la República con Salinas de Gortari sí es su asesor y a mucha honra. Ese homenaje circunstancial contrasta radicalmente, por ejemplo, con la descripción de un Córdoba turbio, manipulador y traicionero que de él se hizo en la realista película Colosio, el asesinato, con Daniel Giménez Cacho en el papel de El doctor.
 
Más irónico resulta ese tributo de Téllez a Córdoba si se toma en cuenta que la revelación se produjo luego de que el primero participara en una conferencia denominada Apertura en el debate sobre el futuro energético de México, luego de la cual, para dar ejemplo de la amplitud y confiabilidad de esa apertura, aceptó ser entrevistado por reporteros, pero bajo condición de que no se hablara de la BMV y sólo desahogó una pregunta pues, enojado porque le preguntaban sobre el cargo que en la bolsa desempeñaba el significativo Córdoba, respondió a quien osaba meterse en tales terrenos: ¡Y a usted qué le importa!, según el relato hecho por el reportero Israel Rodríguez, de La Jornada (http://bit.ly/18LB2bx ).
 
¿Qué le importó a alguien que Salinas se robara la mitad de la partida presidencial secreta, según versión de Téllez? ¿Qué le importa a alguien que el vicepresidente del salinismo asome sus representativas narices en sesiones tácticas de la Bolsa Mexicana de Valores?
 
Y, mientras la Secretaría de Gobernación contribuye a las especulaciones de por sí tan galopantes en estos momentos, al cancelar una conferencia vespertina de prensa, ¡hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Juicio a Manning: incongruencia y descomposición
A más de tres años de su detención en Irak, el soldado estadunidense Bradley Manning fue declarado culpable de 20 de los 22 delitos que se le imputaron en un tribunal militar, entre los que destacan el espionaje y el robo de información, por lo que podría pasar hasta 136 años en prisión en caso de que la juez responsable del caso imponga la máxima pena posible. Aunque la justicia militar estadunidense desestimó la acusación contra Manning por ayudar al enemigo, el más grave y desproporcionado de los cargos fincados en su contra, la posibilidad de que el marine de 25 años pase el resto de sus días en la cárcel da cuenta de la enorme incongruencia que afecta al sistema judicial de Estados Unidos.
 
En efecto, la condena contra Manning se produce a pesar de que las autoridades judiciales reconocieron que la información sustraída del Departamento de Defensa no fue entregada a alguna organización o Estado enemigo de Washington, sino a la organización encabezada por Julian Assange; por lo demás, tales revelaciones nunca representaron una amenaza para la seguridad de Estados Unidos, sino en todo caso para la perpetuación de las prácticas criminales e inhumanas cometidas por esa superpotencia y documentadas en las filtraciones de Manning a Wikileaks. Con esos elementos de contexto, la insistencia en enjuiciar al soldado estadunidense por colaborar con el enemigo da cuenta de que el proceso judicial en su contra no estuvo motivado por un afán legalista, sino por un ensañamiento de Estado contra el joven militar, haciendo uso de la manipulación propagandística e ideológica de la justicia.

Por lo que hace a la declaratoria de Manning como culpable de espionaje, el fallo palidece a la luz de las revelaciones realizadas por el ex consultor de inteligencia militar estadunidense Edward Snowden, las cuales han exhibido al gobierno de Washington como operador de una vasta red de espionaje telefónico y cibernético que ha afectado a millones de personas y gobiernos en todo el mundo y que acusa, por añadidura, una debilidad estructural que la hace particularmente proclive a las filtraciones: como recordó la defensa del propio Manning, las necesidades humanas de la operación de dicha red hacen que cientos de miles de personas, entre trabajadores, empleados del gobierno y contratistas, tengan acceso a información considerada confidencial por la Casa Blanca y el Pentágono.
 
La incongruencia es mayor si se toma en cuenta que, mientras dicha red está orientada a la obtención de información para los intereses geopolíticos y económicos de la superpotencia, el afán que motivó la actuación de Manning en el episodio comentado es, hasta donde se sabe, irreprochablemente ético y democrático.
 
Por último, es impresentable que se condene a un soldado por difundir información de prácticas criminales e inhumanas cuando la mayor parte de los responsables y autores materiales e intelectuales de las mismas permanecen impunes. En efecto, en la circunstancia presente resulta improbable el emprendimiento de juicios contra George W. Bush, Dick Cheney, Condoleezza Rice y otros ex funcionarios que a base de mentiras y ocultamientos involucraron a Estados Unidos en dos guerras colonialistas e injustificables, en el marco de las cuales murieron miles de estadunidenses y cientos de miles de iraquíes y afganos.
 
Otro tanto puede decirse de los responsables de los actos de barbarie difundidos por el propio Manning, como el asesinato de un reportero de la agencia Reuters y 10 personas más por la tripulación de un helicóptero Apache en julio de 2007; las múltiples torturas en las cárceles clandestinas controladas por el Pentágono; el ocultamiento de miles de muertes y el asesinato de civiles a manos de tropas invasoras, y otras prácticas criminales cuyos autores no sólo no han pisado la cárcel, sino que posiblemente han sido condecorados como héroes de guerra.
 
La persecución emprendida por el gobierno estadunidense contra quienes han tenido el valor de hacer públicos la barbarie y los abusos cometidos al amparo del poder planetario es un síntoma más de la descomposición moral, política y jurídica en que se encuentra la superpotencia.
 Estado fallido en venta-Helguera
México SA
Reformas y resbalones
Andar el mismo camino
FC: 5 pobres por minuto
Carlos Fernández-Vega
La tesis gubernamental (Luis Videgaray) sostiene que el camino más eficaz para combatir la pobreza es el crecimiento económico, y que éste sólo se dará por medio de las reformas estructurales que necesita el país. Así, apunta, se podrá abatir la primera y lograr el segundo. Eso es en lo que cree, y actuará en consecuencia. Bien, pero más allá de la perogrullada, lo demás simplemente es un acto de fe que la terca realidad ha echado por tierra sexenio tras sexenio.
Lo anterior viene a cuento porque, palabras más o menos, la tesis del actual secretario de Hacienda es la misma que sostuvieron en público sus ocho antecesores en el puesto (de Pedro Aspe a José Antonio Meade, ahora en la cancillería) y los cuatro inquilinos de Los Pinos (de Salinas a Calderón) previos a Enrique Peña Nieto, quienes un día sí y el siguiente también presumieron (con inaudita insistencia no obstante el cruel accionar de la realidad) que esa no sólo la fórmula mágica, sino la única para salir adelante: gobiernos modernizadores + reformas estructurales = crecimiento sostenido -pobres.

A la vuelta de cinco lustros al hilo, resulta que la modernización arrasó con la infraestructura productiva del Estado y que se hicieron todas las reformas estructurales, sólo para confirmar –con elevadísimo costo– que la fórmula mágica sólo sirvió de propaganda, y que lejos de ser tabla de salvación profundizó y complicó los problemas nacionales. En 25 años el crecimiento económico nunca llegó, la pobreza se duplicó y el desarrollo social brilla por su ausencia. Ahora que si el análisis parte de los pingües negocios para unos cuantos y las fortunas de ensueño amasadas por unos pocos, entonces sí sirvió, y mucho.

Con todas las reformas estructurales llevadas a cabo, y con espíritu modernizador, en esos 25 años la economía mexicana reportó (cifra oficial) un crecimiento a tasa anual promedio de 2 por ciento, es decir, tres veces menos de la registrada en el México premoderno. Y con esas mismas reformas, el de por sí grueso inventario de pobres pasó de los cerca de 37 millones reconocidos al inicio del salinato, a más de 61 millones al cierre del calderonato.
Sexenio tras sexenio, las reformas estructurales brotaron por doquier; todas fueron aprobadas por el Congreso y la clase político-económica fue feliz, y se abrazó por el éxito obtenido, porque ahora sí México sería del primer mundo. Pero de ese primer mundo sólo resultaron las fantásticas fortunas –pocas, pero suculentas– amasadas por unos cuantos amigos del régimen, beneficiarios de la modernización del país.

En materia de crecimiento económico, las reformas estructurales lograron que en el salinato la tasa anual promedio fuera de 3.9 por ciento, a todas luces insuficiente para sacar al país del hoyo y a la población de la pobreza; en el zedillato esa proporción se redujo a 3.5 por ciento, a 2.3 por ciento con Fox y, como muestra del rotundo éxito de las reformas, a 1.8 por ciento con Calderón. En casi 25 años la tasa de crecimiento económico, de por sí raquítica y alejadísima de la promesa original, se redujo a la mitad.

Y en lo que a número de pobres se refiere (pobreza patrimonial, que fue la medición original) el balance no es mejor: el sexenio de Carlos Salinas de Gortari arrancó con 37 millones de mexicanos en esa circunstancia, y a su término el inventario ya sumaba 47 millones. Ernesto Zedillo llegó a Los Pinos con ese registro de pobreza, pero al concluir su mandato el número había crecido a 52.7 millones, récord con el que comenzó el cambio de Vicente Fox, quien se fue al rancho no sólo con Martita sino con una nómina oficial de pobres de 46.5 millones, herencia que recibió Felipe Calderón, para que al cierre de su estancia en Los Pinos dejara en el abandono a 61.35 millones de paisanos, a quienes también les van a cargar el IVA en alimentos y medicinas.
 
De los mencionados cuatro reformadores que habitaron Los Pinos, el que se llevó la palma fue Felipe Calderón, por ser el de menor crecimiento económico sexenal en 25 años al hilo (lo que ya es decir, porque los otros tres reportaron un saldo lamentable), y el de mayor generación de pobreza en los últimos cinco lustros, pues en ese periodo 14 millones 801 mil 89 mexicanos (cifras oficiales) engrosaron el inventario de depauperados, a razón de casi 5 de ellos por cada minuto que el susodicho permaneció en la residencia oficial. Lo bueno es que a los mexicanos prometió vivir mejor.
 
En resumidas cuentas, ese es el balance económico y social de cinco lustros al hilo de reformas estructurales, caminito que, a juicio de la actual administración gubernamental, es el que necesariamente hay que seguir para lograr un crecimiento económico sostenido y la reducción de la pobreza, es decir, aferrarse a un modelo que no ha generado crecimiento, pero eso sí muchísimos pobres. Y ya viene la reforma energética, con lo que el país perderá lo último que tiene, mejor dicho lo único que le dejaron. Pero como no tienen llenadera, pues allá van.
 
Este corte de caja se da con el cierre del sexenio calderonista, pero hasta donde va el balance del primer semestre del nuevo gobierno no es distinto: de crecimiento económico nada, y de número de pobres todo. Pero no hay de qué preocuparse, porque Enrique Peña Nieto y sus guajiros están decididos a seguir por la ruta de la modernización y de las reformas estructurales.
 
No habrá que sorprenderse de que en los próximos años el resultado económico sea tan enclenque como el de los años previos, ni que el presupuesto para el combate de la pobreza se incremente a un nivel igual de exorbitante que de improductivo (para efectos sociales), pues a lo largo de esos 25 años los dineros públicos canalizados (oficialmente) a tal fin han crecido y crecido, a la par del número de pobres y, de pasadita, del número de votos de la clientela depauperada.
 
Así, cuando en julio de 2015 el Coneval actualice su inventario nacional de pobres nadie podrá llamarse sorprendido por el volumen de depauperados, si es que en ese futuro cercano el país todavía se mantiene en pie.
 
Las rebanadas del pastel
 
Gasolinazo tras gasolinazo, la advertencia ha sido ¡cuidado! con el efecto inflacionario que provoca la medida gubermanental. Los funcionarios de la gloriosa Secretaría de Hacienda han negado, una y otra vez, que el aumento permanente de los precios de los combustibles tenga el efecto descrito. Pero, ¡sorpresa!: la OCDE ha colocado a México como el país con la segunda inflación más alta de la organización –sólo después de Turquía–, como resultado de... el aumento a los precios de la energía, que siguen presionando la inflación. Pero tranquilos, que ya viene el octavo gasolinazo del año.
Twitter: @cafe-vega

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