Las razones y la lucha de las normales rurales
Las escuelas normales rurales han desempeñado un  papel muy importante en los procesos de construcción social desde principios del  siglo XX, tanto de carácter educativo,  como político, social y cultural.  Se construyeron y se consolidaron como la columna vertebral del sistema  educativo mexicano. En el país existieron 36 planteles, fundados para  alfabetizar y educar al campesinado mexicano. De esos 36, actualmente sólo  prevalecen 17, puesto que el gobierno se ha encargado de cerrarlas abrupta o  paulatinamente.
Entre 1922 –cuando se fundó la primera escuela  normal rural en Tacámbaro, Michoacán– y 1934 se crearon las 36 normales rurales.  En ese mismo año, los estudiantes de la normal rural de Tamatán, Tamaulipas,  hicieron un llamado a todas las normales rurales del país con el fin de crear  una organización estudiantil que defendiera sus derechos como hijos de  campesinos. Así, en una primera concentración, en la escuela de Santa Lucia,  Durango, acudieron cuatro normales. Por tratarse de una asistencia minoritaria  no se logró constituir la organización estudiantil. Al año siguiente, 1935, se  volvió a lanzar el llamado. Se preparó la concentración en la escuela de El  Roque, Guanajuato. Asistió la mayoría de las normales y se fundó la organización  estudiantil más antigua del país: la Federación de Estudiantes Campesinos  Socialistas de México (FECSM).
La creación de las normales rurales fue la  respuesta que la sociedad mexicana –en especial la rural– dio a una necesidad  hoy vigente: educación.  Entonces, como hoy, el analfabetismo campeaba en  las comunidades campesinas e indígenas del país. Las normales rurales tuvieron  continuidad y un nuevo impulso durante el sexenio del presidente Lázaro Cárdenas  del Río, cuando recibieron el mandato de eliminar el analfabetismo y hacer  llegar la educación de la costa hasta la sierra.
En un inicio, las normales rurales fueron  escuelas de agricultura. Luego de fusionarse con otros proyectos como las  centrales agrícolas surgió un nuevo tipo, el de las escuelas regionales  campesinas. Desde entonces, los alumnos se distinguieron de las demás normales  –tanto públicas citadinas como privadas– por un currículo integral basado en  cinco ejes.
Los cinco ejes del normalismo rural
Cada institución de nivel superior cuenta una  esencia que la caracteriza como única. La que diferencia a las normales rurales  de las otras instituciones normalistas –y de todas las instituciones de  educación superior, incluyendo universidades e institutos– está basada en una  educación integral de cinco ejes: político; académico, cultural, módulos de  producción y deportivo. El objetivo de una normal rural no es sólo formar  docentes capacitados en la enseñanza de la educación primaria, sino de cubrir  las necesidades que se requieren en una comunidad rural. De manera despectiva,  pero con argumentos muy pobres, algunos han querido tachar a los egresados de  las normales rurales de todólogos.
Con el eje político se busca formar personas  críticas, analíticas y reflexivas; informadas de lo que ocurren en el país y las  causas de la pobreza y las condiciones materiales en que viven las comunidades  rurales; también busca desarrollar las capacidades de interlocución, gestión y  organización de los alumnos.
El eje académico se desarrolla con el plan de  estudios formal y la malla curricular establecida por las autoridades educativas  federales.
La integración de clubes de pintura, música,  danza, payasística, teatro, entre otros, cubre el eje cultural. Los clubes  realizan caravanas en las comunidades aledañas a las escuelas.
El eje de los módulos de producción reivindica  el carácter rural y campesino de los estudiantes, tanto en su origen como en su  formación profesional. Se busca que los alumnos se capaciten en la crianza de  ganado y la producción de tierras. Como en el eje cultural, el eje de los  módulos de producción permite un vínculo estrecho con las comunidades  circunvecinas.
El eje deportivo también está organizado en  clubes: de futbol, voleibol, basquetbol, tae kwan do y natación.
Mediante nuestra educación integral  reivindicamos el marxismo leninismo y rechazamos cualquier tipo de dogma o  superstición en la explicación de nuestro entorno. Nos refrendamos como  estudiantes aliados del proletariado en su lucha por la transformación social;  pero también porque proletarios somos. Por eso estamos seguros que el papel del  estudiante no se encierra en los cuatro muros del aula, y que no basta con leer  libros para entender la situación del mundo: es necesario leer al mundo a  través de la realidad para enfrentar los problemas que afectan a la  sociedad.
Hoy en día las instituciones formadoras de  docentes han sufrido diferentes y drásticas transformaciones. Los gobiernos que  se han sucedido luego del de Lázaro Cárdenas han buscado formar alumnos  mercantilistas, sumisos al poder y sin la capacidad de tener una conciencia  crítica, analítica y reflexiva. Ahora que se agudiza el embate contra la  educación crítica y popular, la amenaza de desaparición de las normales rurales  se incrementa.
Las escuelas normales rurales nacieron para  formar docentes que impartan clases en los lugares más marginados, generalmente  comunidades campesinas; la misión de todo normalista rural es combatir la  ignorancia en los pueblos, luchar contra el analfabetismo y obtener un cambio  social y cultural. Es por eso que mientras la pobreza exista y continúe la  explotación del hombre por el hombre, las normales rurales tendrán razón de  ser.
El normalismo rural ha sido la alternativa  para los hijos de campesinos de escasos recursos. Mientras la pobreza exista en  nuestro país, en tanto que las condiciones de este no cambien la importancia de  un maestro rural seguirá vigente. Cada egresado de una normal rural está  comprometido con la sociedad que costeó su educación y está listo para emprender  la labor más noble de la humanidad: llevar el saber a las comunidades rurales  más apartadas del país; y cumplir con la ardua tarea que la sociedad les ha  confiado, porque están convencidos de que mañana la humanidad será mejor.
*Organización estudiantil integrada por los  alumnos de las escuelas normales rurales de México
Fuente: Contralínea 344 / julio 2013
Fuente: www.contralinea.com.mx Periodismo de investigación http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2013/07/21/las-razones-la-lucha-de-las-normales-rurales/


 
 
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