Después de Egipto y Brasil… ¿México?
Enrique Quintana es un columnista regularmente ocupado en temas económicos y financieros, y autor de la columna Coordenadas, que publicaba en el periódico Reforma y en cuyas páginas lucía más su trabajo. Lo extrañan los lectores. Ahora es director del periódico El Financiero, al cual le ha introducido innovaciones en el diseño del formato tabloide, en la información y la adquisición de analistas. Su columna del pasado 5 de julio se tituló “Algunas lecciones de la crisis en Egipto” y de paso roza el problema de Brasil, los dos países con auténticas rebeliones de masas (nos recuerda el ensayo de Ortega y Gasset La rebelión de las masas, un tanto reaccionario). Éste no fue un análisis político sino económico, y concluía con la advertencia de que estamos ante procesos políticos inéditos y que México debe aprender la lección en el sentido de no seguir “apostando en el mediano plazo a ingresos públicos dependientes de las exportaciones del crudo”.
Suponiendo sin conceder, la lección para México, tanto de la revolución antifundamentalista de los árabes egipcios, como del levantamiento popular efectuado en Brasil, es que el peñismo debe aprender de ellas y poner sus barbas a remojar para apurar resultados de las reformas y contrarreformas del Pacto (más por Peña que) por México, planteadas para el mediano plazo de 5 años, cuando menos; teniendo el presente gravemente descuidado en seguridad, desempleo y pobreza, en cuyos problemas no se ven soluciones inmediatas. Si los mexicanos han estado aguantando las vueltas de tuerca de los aumentos de precio en casi todos los insumos, principalmente los de primera necesidad, bajísimos salarios, retiro de subsidios, desabasto en el Instituto Mexicanos del Seguro Social y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado, no es porque lo vayan a hacer para siempre. Hay hechos y síntomas de que potencialmente el pueblo estallará encabronado, y las revueltas mexicanas que rayan en revolución pueden equipararse a lo que pasa en Egipto y en Brasil.
Las elites burocráticas agrupadas en el Pacto por Peña están subestimando la crisis política mexicana, alimentada por las crisis social y económica. Ésta última es ya paralización. No hay inversiones ni públicas ni privadas, con todo y el canto de las sirenas de que ya vienen miles de millones de dólares. El terrorismo de las delincuencias en los 31 estados y en la capital del país arrecia la inseguridad que nos tiene muertos de miedo. Y las lecciones de Brasil y Egipto, de España, de Grecia, de Italia, o Portugal, con el freno estadunidense en su economía, son catalizadores que atizan las crisis mexicanas.
Y todavía Videgaray, Osorio Chong y los asesores de Peña quieren cobrar más impuestos a los causantes que ya están cautivos, pasar la báscula hacendaria a los 24 millones de mexicanos en el comercio informal; y en el colmo de la estupidez, ya dejaron libre el aumento en los precios de alimentos. Las lecciones de Egipto y de Brasil son el mal desempeño de gobiernos, la carestía, la inseguridad, la corrupción y el no atender los problemas del presente.
*Periodista
Fuente: www.contralinea.com.mx Periodismo de investigación http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2013/07/25/despues-de-egipto-brasil-mexico/
Fuente: www.contralinea.com.mx Periodismo de investigación http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2013/07/25/despues-de-egipto-brasil-mexico/
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