Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

sábado, 27 de julio de 2013

DINERO- El outsourcing en la reforma laboral- El nuevo síndrome de Estocolmo- Educación: una reconsideración necesaria

Dinero
¿Tonto, loco o drogadicto?
Absurdo que Fox se compare con Juárez
Sólo Marta lo cree
Enrique Galván Ochoa
Foto
Vicente Fox dice que fue mejor presidente que Benito Juárez. Al respecto, nuestros encuestados de esta semana hicieron las siguientes consideraciones: 75 por ciento cree que aparte de tonto, está loco; 11 por ciento afirma que sólo Marta lo cree; es una tontería, opina el 8 por ciento. Y el 6 por ciento piensa que de plano se pasó de tueste.
Metodología
Cada semana enviamos un sondeo a los miembros de El Foro México utilizando sus direcciones electrónicas. En esta encuesta tuvimos la participación de mil 705 personas. En los siguientes párrafos reproducimos fragmentos de algunos de sus comentarios.
Opiniones
Creo que aparte de tonto está loco. Cómo se pone a decir esa barbaridad si es el presidente que más avergüenza a nuestro país. Se me hace que aparte del Prozac se fuma un churro todas las noches.
María Dolores Galaz/Tijuana
Lo que nadie entiende es que a Marta se le paso la mano con el toloache. Soñó que era mejor presidente que Juárez, hoy, hoy, hoy.
Alberto Peón/La Paz
Creo que esta declaración de Vicente Fox está fuera de cualquier inteligencia, no merece mayor comentario. Que lo ajusticien en el cerro de Las Campanas.
Roberto Hernández/ciudad de México
La ignorancia es un mal en sujetos enfermos por consumir drogas y eso es lo que le sucede a ese tipo de los más estúpidos que ha tenido el país. Creo que todos los panistas son cortados por las mismas tijeras: mafiosos, ignorantes, estúpidos, dementes, enfermos, cínicos y rateros.
Javier Meraz/ciudad de México
Vicente cada día más pacheco no pierde ocasión de captar reflectores. También habla de fumarse la pipa de la paz con AMLO. Hay que acuñarle la nueva y benemérita frase te lo pido con respeto, deja en paz mi mariguana que fumar es mi derecho.
Gabi Muñoz/Xalapa
A este tipo de alienados los curan en las granjas siquiátricas. Una camisa de fuerza, baños de agua fría en las madrugadas y una sesión de descargas eléctricas y en tres meses lo dejan sanito y listo para que Martita lo declare como el nuevo mesías.
Esculapio Pedrazzi/ciudad de México
Me aterra imaginar las reuniones de gabinete y Benito Fox. Pero a Vicente Juárez nada le importó que todo mundo se burlara de sus ocurrencias disfrazadas de decisiones de Estado. ¿Por qué Julio Frenk no estudia el errático comportamiento neuronal de su ex jefe? ¿Por qué el ex vocero (guiñol) no publica el lado cómico de su jefe?
Javier Contreras/Zacatecas
¿Este es el nivel de inteligencia de aquel presidente? El no saber nada de la historia de México. Pregunta para Coca Cola: ¿de verdad este Vicente Fox es el mismo que trabajó con ustedes? ¿O el que trabajó ya se jubiló, o que pasó? Y este es un clon, pirata y mal hecho.
Juan Jesús Martínez/ciudad de México
Si este loco hubiera pasado por las situaciones que vivió Juárez, se habría muerto de pura diarrea en las primeras acciones de gobierno. Este personaje deberá irse junto con Calderón y muchos otros al basurero.
Antonio Castro/Puebla
El contraste es total. Juárez fue austero, honesto y patriota. Fox es fue inculto, corrupto y exhibicionista.
José Antonio Ortiz/ciudad de México
Vicente Fox trabajó de presidente de México, aunque nunca lo fue. No cabe duda, hemos sido gobernados por estúpidos, imbéciles y tontos. Fox ni en sueños podría alcanzar lo que fue Benito Juárez, un auténtico estadista, un patriota, un gran mexicano.
Raúl Rodríguez/ciudad de México
En este México todo es inexplicable. Primero, ¿cómo pudo ganar la presidencia?; segundo, ¿cómo lo soportamos con las raterías de él, de Marta y la prole de ambos? Tercero, ¿cómo es posible que todavía trate de seguir haciendo negocios particulares a costillas nuestro país? Y el colmo es que lo hace desde las instalaciones que fabricó con nuestro dinero, con las ganancias que se quedó del petróleo.
Danielina Duque/San Luis Potosí
Respecto de que es mejor que Benito Juárez, Fox es un enano y mediocre frente a la grandeza moral, política e histórica del Benemérito de las Américas. El botudo ni a candil de la calle llega.
Daniel Sánchez/Morelia
En su momento tuvo todo para ser un buen presidente y hacer cosas importantes que cambiaran al país, pero tal parece que tuvo miedo de enfrentarse al PRI, o tal vez no estaba preparado para ser presidente.
Roberto Juárez/ciudad de México
A lo mejor busca distraer a la opinión pública diciendo estupideces, para que nos puedan madrugar con la venta de Pemex, o lo que queda de México.
Esther Saldaña/ciudad de México
Twitter: @galvanochoa
Facebook: @galvanochoa
FUENTE: LA JORNADA OPINION
El outsourcing en la reforma laboral
Arturo Alcalde Justiniani
Bajo las figuras de subcontratación, outsourcing, sustitución patronal o contratación por honorarios, se realiza uno de los fraudes sociales y laborales más crueles contra millones de mujeres y hombres que en nuestro país viven de su trabajo. Por estas vías, se les despoja de sus derechos más elementales: el salario que merecen, una jornada de trabajo digna, la seguridad social y estabilidad laboral. En fin, su presente y futuro personal y familiar.
Al hablar de outsourcing o subcontratación no nos referimos al servicio temporal y especializado que se presta a empresas, a las que por sí mismas no sería rentable ni productivo asumir estas actividades. Es lógico, por ejemplo, que si se compra un motor Siemens, las labores de mantenimiento las pueda llevar a cabo esa misma compañía con personal propio. Nos referimos por tanto, al creciente número de contrataciones que se realizan con el fin de esquilmar a los trabajadores de sus derechos, abusar de su indefensión con contratos precarios, omitir el pago del reparto de utilidades (prestación constitucional en vías de extinción) y también de incumplir obligaciones fiscales y de seguridad social. Hablamos de este cáncer que se multiplicó no sólo con la complacencia de las autoridades, sino incluso con su promoción en todas las ramas de industria, con la excusa de que era la vía idónea para ser más competitivos y productivos. Se planteó como producto neto de la globalización y se admitió el argumento de que al limitarlo se ahuyentaría la inversión en nuestro aparato productivo.
La iniciativa de Felipe Calderón para reformar la ley laboral en 2012 planteó crear el régimen de subcontratación mediante el cual, el patrón denominado contratista, ejecuta obras o presta servicios con sus trabajadores en favor de un contratante que fija las tareas de las obras contratadas. Calderón, de manera irresponsable y atrapado por la camarilla que lo asesoraba en estos temas, estableció tan solo dos condiciones para autorizar esta forma de suministro de personal: que el contrato fuese por escrito y que se registrara a los trabajadores en el régimen de seguridad social, nada más. Con esta propuesta se habría dado manga ancha a abusos aún mayores de los existentes, convirtiendo un régimen de excepción en regla general. Se habría roto con un principio de protección elemental con consecuencias incalculables.

En buena hora, el Congreso de la Unión estableció una serie de requisitos para permitir el régimen de subcontratación, a nuestro juicio no los suficientes, pues hubiera sido deseable que se estableciera el impedimento de subcontratar las labores del objeto social de la empresa, como ocurre en otros países; también, establecer un registro público de empresas subcontratistas sujetas a fiscalización y sanciones más eficaces en casos de abuso.

El Congreso de la Unión aprobó, en su artículo 15 A, tres requisitos para admitir este régimen de contratación especial, a saber: la subcontratación no puede abarcar la totalidad de las actividades, debe justificarse por su carácter especializado y no puede comprender tareas iguales o similares a las que realizan el resto de los trabajadores al servicio del contratante. La disposición es clara: De no cumplirse con todas estas condiciones, el contratante se entenderá como patrón para todos los efectos de esta ley. En otro artículo, el 15D, se establece también que no se permitirá el régimen de subcontratación cuando se transfieran de manera deliberada trabajadores de la contratante a la subcontratista con el fin de disminuir derechos laborales.
 
En la etapa final del proceso legislativo, algunos grupos empresariales y despachos que vienen haciendo un gran negocio en este sucio mercado de subcontratación irregular de personal intentaron que se diera marcha atrás a esta regulación. Finalmente no lo lograron. Sin embargo, decidieron seguir presionando para que la norma no entrara en vigor. Estamos hablando de los principales empresarios de México; por ejemplo, Bancomer, que durante siete años se ha ahorrado gigantescos recursos a costa de los trabajadores, a través de la figura de una sustitución patronal mediante la cual no reconoce a un solo trabajador como propio. Existen indicios de que la presión empresarial ha logrado algunos avances, entre otros, que las autoridades laborales permitan el incumplimiento de la ley que ya tiene ocho meses de vigencia y renuncien a fiscalizar los centros de trabajo.
 
El objetivo de esta red de lobistas es por lo pronto impedir la acción gubernamental en contra de la violación a derechos laborales y, más tarde, promover una reforma legal que cancele los requisitos aprobados. Las empresas defraudadoras han pagado fuertes recompensas a los personeros encargados de esta tarea; algunos ejecutivos de estas empresas son particularmente activos porque saben que buena parte de los recursos que no son entregados a los trabajadores por reparto de utilidades se han convertido en gigantescos bonos en su favor.
 
Es lamentable que no haya el debido contrapeso a este intento de reversa. En el gobierno priva el pragmatismo y la ausencia de interés en los temas laborales. Por su lado, los líderes de las principales centrales, con algunas excepciones, están atrapados por el interés de mantener ¨su negocio¨; no osan contradecir a las empresas y a los abogados patronales, ya que éstos los proveen de los contratos colectivos de protección, son ellos los que les dan de comer y también los que mantienen sus privilegios.
 
Favorecer la contratación irregular incrementa el empleo informal que hoy el Ejecutivo Federal promete revertir a través de un programa especial. Esta nueva propuesta debería incluir como primer compromiso, regularizar a los miles de trabajadores contratados por honorarios o, simplemente, sin seguridad social en los distintos niveles de gobierno; así se lograría un avance fundamental en este propósito. Un segundo compromiso consiste en hacer cumplir la ley del trabajo en materia de subcontratación, ya que ésta se ha convertido también en otra fuente de informalidad laboral. Se trata de definir si existe congruencia en esta materia.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
 
Paciencia por favor-Helguera
El nuevo síndrome de Estocolmo
Pierre Charasse/ I
Con las recientes revelaciones sobre el espionaje masivo realizado por los servicios estadunidenses contra sus aliados más cercanos, como la Unión Europea o México, lo que más sorprendió es la tibieza de las reacciones de los gobiernos agredidos, a veces su falta de reacción o, peor aún, la justificación de tales actos. La prensa occidental tampoco fue muy virulenta contra esta actitud tan grosera y de prepotencia.
 
Los europeos minimizaron el asunto y pidieron “ pour la forme” explicaciones a Estados Unidos, cuando en realidad conocían perfectamente la capacidad de los servicios estadunidenses de escuchar cualquier mensaje, telefónico o electrónico, que circula en el mundo. Fingieron posturas de vírgenes espantadas cuando la prensa reveló el tamaño del escándalo. Amenazaron posponer el inicio de las negociaciones del gran tratado comercial transatlántico (TTIP) previsto para el 8 de julio. Pero no pasó nada, la primera ronda de negociación tuvo lugar normalmente en Washington del 8 al 12 de julio y la siguiente tendrá lugar en Bruselas en octubre. Todo como está previsto.

Sin embargo, esta negociación debería estar estrechamente relacionada con las denuncias de espionaje que sufrió la UE. Como se sabe, en los temas comerciales los estados europeos transfieren sus competencias a la Comisión Europea, quien negocia en nombre de los 28 países miembros. Los gobiernos dan un mandato de negociación a la comisión, que fija los objetivos a alcanzar y los intereses europeos a defender. El mandato fue aprobado el 14 de junio (únicamente en inglés), pero no fue dado a conocer ni al Parlamento Europeo ni a las opiniones públicas. Se supone que es un documento secreto que establece el margen de maniobra que tendrá la comisión durante los meses de negociación, en cuestiones muy sensibles para el modelo de desarrollo del proyecto europeo.

Lo irónico es que el mandato es secreto, pero los estadunidenses, teniendo ojos y orejas en todas las oficinas de la Unión Europea, conocen en detalle cuál es el margen de negociación de los europeos y sus “ fall back positions”, o sea las últimas concesiones que podrían hacer frente a las exigencias americanas para concluir el acuerdo en 2015. Naturalmente, las opiniones públicas europeas no tienen acceso a tal información, a pesar de la promesa de la comisión de ser totalmente transparente.

Es un tratado de importancia estratégica, porque si se aceptan las exigencias de Washington, la UE tendrá que renunciar a muchas de sus políticas, lo que puede provocar la ira de muchos ciudadanos europeos. Los negociadores prefieren limitarse, como el gobierno de México cuando se refiere al Transpacific Partnership (TPP), a anunciar la creación de miles de empleos y un impulso al crecimiento (ver artículos sobre el TPP y el TTIP de Jorge Eduardo Navarrete y un servidor en La Jornada del 1 de junio, 22 de junio y 18 de julio), omitiendo las concesiones tremendas que deberán hacer y que afectarán sectores enteros de la economía.
 
En el caso de la UE se trata ni más ni menos de transformar la zona euro-atlántica en un vasto TLC tipo México-Estados Unidos, obligando a la UE a renunciar a lo que hacía su originalidad en término de proyecto político y social. La ofensiva americana contra la excepción cultural europea es muy fuerte y pretende abrir totalmente el mercado europeo a las producciones hollywoodenses, prohibiendo a los estados europeos subsidiar sus industrias culturales y cinematográficas en general. Pese a las protestas de Francia, el negociador europeo Karl de Gucht no descarta poner el tema en la mesa si Estados Unidos insiste y trata de bloquear todo el acuerdo TTIP si no obtienen satisfacción.
 
¿Cómo se explica una reacción tan débil de los europeos cuando sus intereses están directamente en juego? Una de las razones es que desde el colapso de la Unión Soviética en 1991, y sobre todo después de los atentados del 09/11/2001, Estados Unidos aprovechó el contexto para imponerse como la potencia dominante en el mundo, y exigió de sus aliados cerrar filas bajo su liderazgo para cementar el bloque occidental frente al resto el mundo y darle más homogeneidad con base en intereses comunes, y en primer lugar los intereses estadunidenses. Por supuesto, la prioridad era fortalecer el liderazgo americano como gendarme del bloque occidental. Los europeos estuvieron de acuerdo y compraron hasta el concepto de guerra preventiva. Aparte de reforzar la cooperación contra el terrorismo su objetivo era impedir la emergencia de un mundo multipolar, con grandes actores como la UE, China, Brasil, India y Rusia. Hasta la fecha Washington nunca aceptó la idea de un mundo multipolar (en la cual creyeron ingenuamente muchos líderes europeos durante años, como Mitterrand o Chirac) en el cual la Unión Europea hubiera podido tener una cierta autonomía política, y desarrollar una fuerza militar propia, dentro de la OTAN, pero independiente.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
 
Educación: una reconsideración necesaria
Enrique Calderón Alzati
En días recientes, me llamó la atención una nota aparecida en varios periódicos sobre una licitación realizada y suspendida por la Secretaría de Educación Pública para adquirir un alto número de computadoras (laptops) con objeto de atender a varios miles de profesores y probablemente a cientos de miles de estudiantes de primaria, en tres estados de la República.
 
El proyecto pareciera seguir con algunas variantes las estrategias de los gobiernos que le antecedieron en esta materia, las cuales terminaron siendo objeto de duras críticas por sus numerosos errores, sus altos costos y sus escasos resultados, pues esos programas, que en general debieran servir para mejorar sensiblemente la educación, hasta ahora han producido beneficios prácticamente imperceptibles, en comparación con los altos costos que representan, en virtud de que para ser útiles y apoyar la educación, ellas solas no bastan si no son debidamente integradas al desarrollo de contenidos, a programas de capacitación y actualización de los profesores en torno de su utilización adecuada, y a modificaciones en los planes de estudio que integren el uso de la tecnología, lo cual hasta ahora no se ha hecho.

A discutir estos temas estaré dedicando algunos de mis próximos artículos, por ahora sólo quisiera referirme a un aspecto que forma parte de la licitación suspendida, y esto es en referencia a que la nota habla de que los sistemas operativos que se mencionan como parte de la licitación sean Linux; este hecho me llama la atención, pues si bien es cierto que el sistema es utilizado en los equipos de cómputo de la UNAM y en algunas otras instituciones de educación superior y media superior, principalmente en la ciudad de México, éste no ha sido el caso de la Secretaría de Educación Pública y de los miles de computadoras instaladas en las escuelas públicas de todo el país, las cuales operan con el sistema Windows desarrollado por Microsoft.

No es mi intención utilizar este artículo para iniciar una polémica sobre las ventajas de Windows y Microsoft versus las de Linux y del software libre que corre sobre esa plataforma. Considero que cada opción tiene sus ventajas y desventajas y que existen muchos expertos que podrían ayudar a la secretaría a tomar la mejor decisión, de acuerdo con los objetivos y restricciones de la institución y del sistema de educación básica en su conjunto.

Lo que me parecería un error verdaderamente lamentable sería ignorar las repercusiones que esa decisión pueda tener en el sistema de educación básica de todo el país, considerando los miles de escuelas equipadas con computadoras que hoy utilizan Windows, y que empezarían a sufrir las consecuencias de tener que utilizar equipos incompatibles entre sí.
 
No tengo dudas de que es posible cambiar de un sistema a otro, pero tampoco de que este proceso llevaría todo el sexenio y tendría un costo mucho mayor al que puedan tener los nuevos equipos, para que al final de la administración, la situación de atraso y estancamiento sea la misma con la que hoy operan las escuelas, pero con Linux. No dudo que en esta decisión se han consultado expertos, que seguramente piensan que se trata de un cambio fácilmente realizable, sin tener una idea de los problemas reales que implica llevar estos cambios a todas las escuelas del país.
 
Por otra parte, pensar que se puedan tener unas escuelas con computadoras Linux y otras con computadoras Windows es igualmente aberrante, pues ello implicaría de facto mantener dos proyectos tecnológicos en desarrollo, cuando en la realidad no se ha contado con la capacidad de instrumentar uno solo en los dos últimos sexenios. Ello implicaría contar con dos versiones de cada programa de software educativo, de los muchos con que ahora cuenta la secretaría, de revisar cuáles de estos vale la pena cambiar y cuáles no, pero la sola revisión es algo que la secretaría trató de hacer con el programa de habilidades digitales y simplemente no pudo hacerlo, en todo el sexenio anterior.
 
De igual manera, pensar en tener un programa diferenciado de preparación de los profesores, dependiendo de los equipos que tengan sus escuelas, constituiría una empresa francamente absurda, algo así como querer armar un rompecabezas con millones de piezas, y además llevar un sistema de control de su avance. Por todo esto, espero que la Secretaría de Educación Pública reconsidere este proyecto y reoriente sus esfuerzos para lograr el avance que el país necesita para mejorar la calidad de la educación y su impacto en el desarrollo nacional.
 
Con la sola información dada a conocer por la prensa, el proyecto aparece como una operación aislada, destinada a equipar a las escuelas de tres estados, Colima, Tabasco y Sonora, lo cual indica que no se está pensado en una experiencia piloto, sino en un programa de gran dimensión que no puede ni debe ser instrumentado en forma aislada al resto del sistema educativo nacional, porque además de ignorar la existencia de las computadoras instaladas previamente en esos estados, lleva a todas las dificultades y contradicciones ya mencionadas.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
 

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