Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 27 de septiembre de 2012

Marisela Morales y los enredos de Televisa- Las frívolas giras de los dos presidentes de México

Marisela Morales y los enredos de Televisa

Si alguna duda quedaba de que sólo una empresa como Televisa tiene el privilegio de imponer su propia versión de los hechos cuando se ve involucrada en investigaciones o denuncias, la procuradora general de la República, Marisela Morales, se convirtió en menos de una semana en una eficaz y rápida investigadora que “resolvió” antes que el tribunal nicaragüense el bochornoso episodio conocido como La Caravana de la Coca.
 
El 21 de septiembre, Morales dictaminó que entre los 18 detenidos en la aduana Las Manos de Nicaragúa y Televisa no existe ninguna relación. “No tienen nada qué ver con Televisa. Lamentablemente es un caso más en donde la delincuencia organizada realiza actos a nombre de otros, utilizando el prestigio, el nombre de personas, que a veces ni siquiera están enteradas”, afirmó la procuradora general, en entrevista con Joaquín López Dóriga en Radio Fórmula.
 
Tres días después, la titular del Ministerio Público federal –entidad dedicada a investigar y a procurar la justicia– decidió revelarle al periódico 24 Horas una presunción muy delicada: el cártel de los Zetas serían los responsables de la Caravana de la Coca e infiltraron a las autoridades de la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi) del Gobierno del Distrito Federal.
 
Según Morales, funcionarios de la Setravi habrían realizado “en forma premeditada” el registro ilegal de las 6 camionetas a nombre de Televisa.
 
“Lo que implicaría que existe infiltración de los Zetas en la administración capitalina”, soltó la procuradora. Nunca explicó por qué la otra hipótesis no sería válida: que los mismos Zetas hubieran “infiltrado” a Televisa.
 
Tampoco argumentó por qué si se habían dado cuenta de esta “infiltración” no tomaron medidas urgentes. Tampoco abundó en otro ángulo delicado:¿el propio apoderado especial de Grupo Televisa (Armando Tavera Sánchez), quien aparece en un documento notarial donde están los registros de las 6 camionetas a nombre de Grupo Televisa también formaría parte de esta red de narco-corrupción?
 
La escandalosa revelación de la procuradora se realizó un día después que en su edición No. 1873, la revista Proceso documentó que, de acuerdo con el expediente de la Setravi, las seis camionetas Chevrolet tipo Van que las autoridades nicaragüenses decomisaron el pasado 20 de agosto, fueron registradas a nombre de Televisa, utilizando documentos oficiales de la empresa en un trámite realizado por Armando Tavera Sánchez, quien recibió “un poder especial” de los propios apoderados de Televisa, Juan Sebastián Mijares y Julio Barba Hurtado.
 
El reportero Homero Campa informó que el propio expediente de la Setravi indica que se presentó como comprobante de domicilio de Televisa la declaración de valor catastral y pago de impuesto predial del año 2002 correspondiente al edificio de Avenida Chapultepec 18.
 
Durante toda la semana pasada, Carmen Aristegui, conductora de la emisión matutina de MVS Noticias, documentó que no era sólo 1 sino las 6 camionetas estaban registradas a nombre de Televisa en los archivos de la Setravi.
 
Aristegui también demostró cómo el embajador mexicano en Nicaragua; Rodrigo Lombardini, salió a defender a Grupo Televisa deslindándola de cualquier relación con los 18 detenidos. Lombardini envió el documento NICO2513, el 23 de agosto, para asegurar que los detenidos “no son empleados, técnicos, presentadores o periodistas de la empresa Televisa S.A.”.
 
Ante la protesta de la defensa de los 18 detenidos, la cancillería mexicana tuvo que aclarar que el comunicado del embajador se elaboró a partir de la información que proporcionó la propia Televisa. ¿Desde cuándo un diplomático asume como verdad jurídica la versión de una empresa presuntamente implicada en una investigación realizada en un país extranjero?
 
Sin embargo, existen aún muchas dudas y cabos sueltos en el enredo de la “Caravana de la Coca” y las 6 camionetas que viajaron por Centroamérica, especialmente en Costa Rica, con el logotipo de Grupo Televisa.

 Hasta ahora, nadie ha explicado o ha podido responder qué tipo de equipo técnico y de transmisión tenían las camionetas detenidas. Televisa es muy celosa para proteger su señal. Sus transmisiones requieren de un encriptador de señal y sólo en las instalaciones de San Angel y de Chapultepec tienen el decodificador correspondiente, según explicación de un técnico televisivo.
 
Si se prendían las camionetas con la señal, ¿se enlazaban a algún satélite y a la central de Televisa? Si no existió ninguna relación entre la empresa y la Caravana quién vendió este equipo? ¿Cómo se prestó a “clonar” una frecuencia privada? ¿Nadie se dio cuenta durante todos estos meses?
 
El juicio en Nicaragua iniciará hasta el 3 de diciembre, dos días después de que tome posesión Enrique Peña Nieto, presidente electo. Mucho antes de que este juicio inicie tanto la cancillería como la PGR mexicanas ya anticiparon un veredicto, basándose sólo en la versión oficial de Grupo Televisa, y descalificando toda información “no controlada” por la propia empresa.
 
Morales “resolvió” con declaraciones mediáticas un caso tan delicado. Ni siquiera el ataque en Tres Marías, Morelos, contra una caravana de presuntos agentes de la CIA o de la DEA de Estados Unidos se ha resuelto con tanta agilidad. Mucho menos otros episodios de narco-violencia en territorio mexicano. Ahora resulta que la Caravana de la Coca, detectada en un país extranjero, es una infiltración de los Zetas con autoridades capitalinas.
 
La misma hipótesis de Marisela Morales puede leerse al revés: ¿acaso los Zetas no pudieron también haber “infiltrado” a Televisa? ¿qué pruebas ministeriales existen para determinar que sólo las autoridades de la Setravi (curiosamente, la fuente documental de MVS y de Proceso) fueron “infiltradas” por el cártel conocido como los Zetas?
 
Marisela Morales abrió las puertas del infierno con esta declaración. A menos que sólo esté actuando como nueva vocera del “canal de las estrellas”.
 

Las frívolas giras de los dos presidentes de México

Por: Adela Navarro Bello - septiembre 25 de 2012 - 0:01
LOS ESPECIALISTAS, Sortilegioz - 14 comentarios
Durante más de 24 horas, entre el domingo 23 de septiembre a las cuatro de la tarde y el lunes 24 de septiembre por la noche, el suelo mexicano no fue pisado por los pies de un Presidente de la República. De dos presidentes, ninguno estuvo en el país en ese lapso.
 
Felipe Calderón Hinojosa, el Presidente constitucional, inició el domingo su última gira por los Estados Unidos. Enrique Peña Nieto, el Presidente electo, se encontraba al mismo tiempo, cumpliendo con una gira de varios días por América Latina que concluyó, precisamente el lunes a las cinco de la tarde hora central.
Desde el 31 de agosto y hasta el 30 de noviembre de 2012, México tiene dos presidentes de la República; ya sin mucha habilidad política en el caso del que se va, y aún sin mucho poder en tratándose del que llegará. En este impase gubernamental, en el que las fuerzas de éste país atienden a uno y a otro sin considerar al primero porque ya se va ni al segundo porque aun no llega, lo que faltan son decisiones.
 
Los dos presidentes de México se la han pasado durante las últimas semanas, y es muy probable que las siguientes, en el discurso y las relaciones públicas internacionales. Da la impresión que Calderón fue a despedirse de la sociedad norteamericana académica y filantrópica, mientras Peña parece fue a entregar personalmente la invitación a su toma de protesta a once mandatarios de la América Latina.
 
La gira que Calderón inició el lunes 23, acompañado por cierto de una comitiva al modo político y presidencial mexicano, se concentra no en acciones, nada tangible saldrá de la visita del Presidente al vecino país. Ni acuerdos con el gobierno de Barack Obama (a quien ya vio en visita de Estado y no la puede repetir), ni recursos de instituciones financieras, ni estudios de academia, pura y llana relación de vanidad. La entrega de un reconocimiento, el paseo por un museo, la reunión con los interesados de manera gratuita en el bien común, nada pues sustancioso saldrá de la gira de cuatro días por la Unión Americana más allá de titulares de primera plana dado que los discursos presidenciales en el extranjero siempre llaman más la atención en el ámbito local/nacional.
 
Felipe Calderón viajó –utilizando por supuesto los recursos del Estado– en el avión presidencial y escoltado según sus propias fotografías, comentarios en Twitter y comunicado oficial, por dos aviones F5 de la Fuerza Aérea Mexicana que le hicieron aéreas reverencias en su última gira para “agradecerle” el apoyo que les ha conferido, lo cual es obvio y lógico, una alabanza en boca propia, dado que él como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas de este país, debió estar al tanto y aprobar el gasto del “reconocimiento” que en los cielos mexicanos y durante 40 minutos le hicieron los pilotos que manejaron los portentosos F5; al estilo revolucionario el Presidente quiso hacer notar su último vuelo presidencial con dirección al norte y hasta fotografías envío a los medios donde se le observa saludando la acrobacia militar y otra donde se ve el ala del avión presidencial y la maquinaria de un F5. El colmo del exceso. El derroche de recursos para auto vanagloriarse.
 
¿Cuánto costó a los mexicanos el chistecito de la escolta de los aviones de las Fuerzas Armadas? ¿Cuánto el acompañamiento en esta gira de la relación pública por parte de Margarita Zavala; Gloria Guevara, la secretaria de Turismo; Dionisio Pérez, el de Comunicación; Patricia Espinoza, la Canciller y los senadores Gabriela Cuevas del PAN, Marcela Guerra del PRI, María Beristaín del PRD y Carlos Puente del Verde? Esto claro sin contar al equipo de los aviones, al personal en tierra, al séquito que cada uno de los mencionados debe traer para poder funcionar. Mucho dinero –el que sea y si nos lo dijeran– para tiempos de tanta necesidad en nuestro país.
 
Pero a la indignación de la última gira del Presidente constitucional, se suma la gira por América Latina del Presidente electo.
 
Por supuesto Enrique Peña Nieto no viajó sólo. Como buen funcionario que será y político mexicano que es, se hizo acompañar de algunos miembros de su equipo como lo son Luis Videgaray, Emilio Lozoya, David López, política, relaciones exteriores y comunicación sus áreas de manera respectiva; y claro, de la futura primera dama Angélica Rivera.
 
Antes de tomar posesión como tal, Peña Nieto se sintió Presidente constitucional en América Latina, en un hecho notorio, durante la semana pasada y el inicio de ésta, los mexicanos tuvimos no una, sino dos giras presidenciales en el extranjero, y por algunos momentos, de manera simultánea.
 
Los dineros para pagar la gira de Peña, con todo y el avión de la Fuerza Aérea Mexicana que utilizó para trasladarse en su visita a once mandatarios de América Latina, lo más seguro –y lo deseable– es que salgan del presupuesto de 150 millones de pesos que del erario mexicano salieron para apoyar la transición en la Presidencia de la República 2012, aunque una gira internacional nada tenga que ver con una transición interna, y sí mucho con una necesidad de atención aún antes de asumir el poder por parte de Peña Nieto.
 
México de esta manera, vive hoy, ve hoy y mantiene hoy a dos presidentes de la República, que en lugar de trabajar en la solución de los problemas de los mexicanos, ocupan su tiempo y recursos –con todo y piruetas aéreas– en las relaciones públicas internacionales. Mientras Calderón se refiere a lo difícil que fue, a las condiciones actuales, a sus pírricos resultados, Peña habla del futuro y de cómo recobrará nuestro país el liderazgo latinoamericano, y de cómo su agenda será multicultural, y de bla, bla, bla.
 
Los dos presidentes de México no están haciendo nada más que derrochar el recurso que se les otorga para bien administrar este país al que a la menor provocación abandonan para atender asuntos de frivolidad internacional, mientras en las calles de la República los muertos siguen cayendo, mientras el peso pierde dos puntos y recupera uno sobre el dólar, mientras el desempleo ha tocado a la población juvenil, mientras los viejos no tienen pensión y los trabajos no son remunerados adecuadamente.
 
Los problemas del país, económicos, sociales, de inseguridad no se detienen cuando los dos presidentes deciden adentrarse en sendas giras internacionales; las explosiones sociales, las necesidades laborales, las urgencias financieras continúan en nuestro territorio. Los legisladores discuten una reforma que –evidentemente– ha sido pactada entre un presidente y otro presidente. Mal precedente de quien se va, y mal augurio del que viene.

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