Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 26 de abril de 2013

Las 10 virtudes de Javier Duarte- La agenda con Estados Unidos

Las 10 virtudes de Javier Duarte

El titular de la PGJ Veracruz, Amadeo Flores y el gobernador de Veracruz, Javier Duarte. Foto: Rubén Espinosa
El titular de la PGJ Veracruz, Amadeo Flores y el gobernador de Veracruz, Javier Duarte.
Foto: Rubén Espinosa
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Por ser “ejemplo de un gobernador responsable, comprometido” con defender la libertad de expresión, la Asociación Mexicana de Editores entregó un reconocimiento el pasado martes 2 de abril a Javier Duarte, titular del Poder Ejecutivo en Veracruz. De inmediato, periodistas amargados y criticones de todas partes del país desaprobaron el premio, en una muestra de su mezquindad.
Es verdad, en Veracruz han sido asesinados nueve periodistas en los últimos dos años; cuatro se encuentran desaparecidos y muchos más han sido despedidos de sus trabajos por ser críticos con Duarte. Sin embargo, también es cierto que el gobernador no mató personalmente a los profesionales de la comunicación, por el contrario, creó la Comisión Estatal de Atención y Protección a Periodistas, el organismo que le valió el citado premio.
Desgraciadamente en México tenemos arraigada la mala costumbre de verlo todo mal. Cuando alguien triunfa de inmediato le echamos tierra. Criticamos mucho y proponemos poco, como nos lo han hecho ver los ejemplares representantes de la Iniciativa Privada. Justo por eso este texto tiene la intención de destacar las virtudes del gobernador de Veracruz, Javier Duarte, un mandatario denostado injustamente, a pesar de sus evidentes buenas intenciones.
A continuación enlisto 10 de sus virtudes.
1.- Curiosidad.
“La palabra dominguera del día de hoy: Resiliencia. Significa la capacidad de superar situaciones límite, como lo son los desastres naturales”. Fuente: Twitter.
2.- Solidaridad.
“En mí tienen a un aliado y un protector, en mi persona tienen a un amigo que los valora, que los reconoce y los respeta. El gobernador Javier Duarte es el más ocupado y preocupado, no sólo por su integridad, sino por garantizar el ejercicio libre de su profesión”. Javier Duarte a periodistas veracruzanos. Fuente: Charla con reporteros.
3.- Independencia.
“Fidel Herrera es un turista más, que vino a su tierra, a disfrutar de esta fiesta, un carnaval (el anual de Veracruz) muy bonito”. Fuente: entrevista con reporteros.
4.-Sabiduría.
“Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa, no se debe mezclarse la gimnasia con la magnesia (…) Yo quiero preguntarles, ¿dónde aparece mi imagen, dónde aparece mi voz, de qué se me acusa?”. Respuesta del gobernador a la petición de juicio político del PAN por el uso de programas sociales con fines electorales.
5.- Agradecimiento.
“Gran perdida la muerte de Steve Jobs un gran hombre y empresario que nos hizo la vida más fácil con su tecnología. Mis condolencias a su fam” (sic). Fuente: Twitter.
6.- Sensatez.
“Aquí la violencia ahora se le relaciona con el combate al crimen y no a la actividad criminal, se acabaron las extorsiones eso nadie lo dice”. Fuente: Twitter.
7.- Valentía.
“Quiero aquí hacer un comentario fuerte. Que estuve dispuesto a pagar el costo político que significaba entrarle al combate a la delincuencia, sin importarme que esto significara arriesgar mi posición como político, como gobernador porque consideré que era mucho más importante rescatar a la sociedad de esa circunstancia. Viví días horribles; traigo un reflujo que ya parece el periférico, días terribles, sin embargo tuve que entrarle”. Fuente: Entrevista con el periódico Crónica de Tierra Blanca.
8.- Arrojo.
“Tuvimos que tomar medidas responsables, nos apretamos el cinturón hicimos la parte que nos correspondía, tomamos medidas, quizá –subraya-, impopulares, pero responsables. Yo decía que la luna de miel con un gobernante, se debe de disfrutar, en mi caso me paso lo mismo que en mi luna de miel verdadera… Me duro muy poquito”. Javier Duarte en su mensaje a empresarios del ramo de la construcción, en oficinas de la CMIC.
9.- Optimismo.
“Con finanzas sanas y fortalecidas, Veracruz avanza por buen camino, el camino responsable y de eficiencia para asegurar el desarrollo social y la prosperidad que los tiempos actuales exigen. La operación bursátil refleja, ante todo, la confianza de los inversionistas en la solidez de las finanzas del estado de Veracruz, los recursos de esta operación bursátil contribuyen de manera importante a la reestructuración administrativa y financiera de la economía veracruzana”. Duarte al acudir a la Bolsa Mexicana de Valores para volverse a endeudar.
10.- Vanguardismo
“Sí, don Joaquín, hay una gran diferencia; la delincuencia no es algo novedoso, ni en México ni mucho menos en Veracruz, la participación de la delincuencia en nuestra sociedad no es una novedad, no es una circunstancia que genere noticia, lo que sí es novedad, lo que sí es algo novedoso, don Joaquín, es lo que estamos haciendo hoy en día, que es combatiendo la delincuencia con toda la firmeza y con toda la determinación, precisamente para garantizar que no nos suceda la escalatoria de violencia, como se ha venido dando en otras regiones del país”. Entrevista con Joaquín López Dóriga.

P.D. 1.- Este domingo Jornada de defensa por la libertad de expresión, en recuerdo de nuestra compañera Regina Martínez y periodistas asesinados en Veracruz. Habrá movilizaciones espejo. Una es en la Plaza Lerdo de Xalapa, Veracruz, y otra en Bucareli, Distrito Federal, frente a la Secretaría de Gobernación. Ambas concentraciones empezarán a las 11 horas.

P.D. 2.- Gracias a Noé Zavaleta, corresponsal de Proceso en Veracruz, por su indispensable ayuda para la elaboración de este artículo.


 

La agenda con Estados Unidos

Exigen a Obama regular tratados de armas. Foto: Eduardo Miranda
Exigen a Obama regular tratados de armas.
Foto: Eduardo Miranda
MÉXICO, D.F. (Proceso).- México –es ya un espantoso lugar común– lleva en menos de siete años, según datos oficiales, más de 70 mil asesinados y cerca de 30 mil desaparecidos. Estados Unidos, desde la masacre de Newton en diciembre de 2012, donde perdieron la vida 20 niños, lleva contabilizados, hasta recientes fechas, 2 mil 657 asesinatos. Todos ellos han sido víctimas, de alguna o de otra manera, de las armas, muchas de ellas de asalto, vendidas de manera legal e ilegal en Estados Unidos.

Estas son sólo cifras, estadísticas que generan una percepción lejana de la realidad, como si la miráramos en una maqueta que no dice nada sobre el horror. Para poder comprenderlo hay que oír el relato de las víctimas, lo que vemos cada noche y nos levanta sobresaltados. Yo, desde hace dos años, no dejo de mirar desde la soledad a mi Juanelo y a sus seis amigos sometidos por unos hombres armados. Están solos frente a ellos, aterrados. Los insultan, los golpean con las culatas de sus armas y los encierran en una bodega. Su miedo se hace cada vez mayor. Argumentan, piden, suplican. Pero esos tipos se sienten seguros detrás de la prepotencia de sus armas y vuelven a golpearlos. Los humillan más, los desnudan, los escupen, los torturan, los vejan. Les han ido destruyendo lentamente su humanidad, llenándolos de un terror animal. Mi Juanelo ha visto morir a sus amigos asfixiados con bolsas de plástico –esos imbéciles no quieren usar sus armas para no llamar la atención–. Le toca a él. Respira con dificultad, con una avidez por la vida que no alcanza su objeto. No hay súplica, no hay compasión, no hay terror ni amor que alcancen a contener la gangrena del alma con la que, al igual que lo han hecho con sus amigos, se lanzan sobre él, que en el terror de su soledad y de su asfixia se pregunta por qué le hacen eso.

Junto a esas insoportables imágenes que cada noche me persiguen no he dejado de escuchar a lo largo de dos años esas historias en donde muchachos desnudos y desarmados han sido pacientemente destruidos, mutilados, torturados y después asesinados con bolsas de plástico, con ráfagas de AK 47 o con un tiro en la nuca, por seres armados cuyo rostro se parece al nuestro. Y frente a cada una de esas historias que las víctimas y quienes trabajan a su lado llevamos con nosotros, la cabeza nos da vueltas, la angustia nos atraganta el alma y nos preguntamos ¿cómo es posible? Sin embargo, lo es; lo está siendo en este momento en que escribo estas líneas. Las causas –si es que hay causas para hacer eso– son insondables. Pero hay una que nos paraliza. Esos hombres pueden hacer lo que hacen, porque otros, que también se parecen a nosotros, que son buenos padres, como nosotros, que tienen hijos buenos, como a los que a nosotros nos arrebataron, decidieron en nombre del dinero y de sus imbéciles razones, fabricar armas, comercializarlas, vendérselas a los asesinos e irse a dormir en paz. Porque también otros hombres que custodian el Estado y que dicen resguardar nuestra seguridad, decidieron, por las mismas razones y amparándose en leyes injustas, que eso que hacen los fabricantes y comerciantes de armas está bien.

Pero no lo está. Ningún arma, ningún interés comercial, ninguna justificación ideológica, como la que ampara la segunda enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, ninguna lucha contra las drogas, que en México alimenta exponencialmente el comercio de armas y el crimen, vale esa realidad atroz. Es necesario que esos hombres sepan que un solo cabello de esos muchachos y de esos niños asesinados y desaparecidos por el miserable poder de las armas, que un solo cabello de esos muchachos y de esos niños que corren el peligro de ser destrozados por la prepotencia tecnológica de la industria armamentista, que una sola de las angustias de las madres y padres que buscan a sus hijos que unos hombres armados se llevaron, que una sola de nuestras noches frente a la muerte de nuestros hijos, es más importante para México y los Estados Unidos que los millones de hombres y mujeres que con la sonrisa en los labios defienden el universo de las armas y de la guerra contra unas sustancias que deben ser vistas, no como un asunto de seguridad nacional, sino como un problema de salud que deben regular y controlar los Estados.

Detener las armas y cambiar la óptica frente al problema de las drogas debe ser, de cara a las evidencias del horror y no de la estadística, la prioridad del encuentro que en mayo sostendrán Barack Obama y Enrique Peña Nieto en México. Esa debe ser la base de la agenda bilateral y también la responsabilidad de los ciudadanos de ambos países. Si no presionamos para que así sea, si dejamos que sólo los intereses comerciales y políticos –que han arrodillado a los Estados para hacerlos justificar el crimen– hablen por boca de nuestros mandatarios arropados, como siempre, por nubes de fotógrafos y grandes titulares, todos tendremos el rostro de los asesinos. Entonces nosotros, los que no podemos ya dormir porque sabemos del horror y no tenemos corazón para aceptarlo, seguiremos luchando, contra los delicados que nos encuentran monótonos, para cambiar la suerte que las democracias también reservan a los seres humanos.

Además opino que hay que respetar los Acuerdos de San Andrés, liberar a todos los zapatistas presos, derruir el Costco-CM del Casino de la Selva, esclarecer los crímenes de las asesinadas de Juárez, sacar a la Minera San Xavier del Cerro de San Pedro, liberar a los presos de Atenco, hacerle juicio político a Ulises Ruiz, cambiar la estrategia de seguridad y resarcir a las víctimas de la guerra de Calderón.

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