Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 6 de septiembre de 2013

Astillero- Economía Moral- Dinero

Astillero
EPN, fantasmal telefonía
Rousseff y Obama, en persona
Obstrucción auditiva contra CNTE
Plantón gubernamental
Julio Hernández López
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EN CIRCUITO INTERIOR. Agentes de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y de la Policía Federal interceptaron el avance de los profesores de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) hacia el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Sin embargo, el bloqueo a los accesos de la terminal aérea duró más de ocho horas
Foto Alfredo Domínguez
 
No da lustre al gobierno mexicano, ni a quien formalmente lo encabeza, el presunto desahogo telefónico que en San Petersburgo se ha hecho de un asunto que en Brasil se ha asumido con extrema gravedad y en Méxi­co roza los linderos de la tragicomedia: el espionaje estadunidense de las actividades de la presidenta de aquel país y del mexiquense que entonces era candidato en vías de hacerse del poder nacional.
 
El desdoro del ocupante del poder mexicano y de su administración ni siquiera proviene en sentido estricto solamente del hecho en sí del espionaje sino, aún peor, de la caricatural y blandengue respuesta asumida por el equipo priísta y por el explicable trato distinto que el poder de las barras y las estrellas ha dado a los dos involucrados en esos fisgoneos: Obama atendió personalmente el asunto con la presidenta sudamericana, Dilma Rousseff, haciendo espacio en la cargada agenda de la reunión del G-20 para tener una reunión informal, mientras a Peña Nieto lo confinó a una indemostrada comunicación telefónica, breve y cordial, según los informantes mexicanos. En términos de racionalidad política es absolutamente explicable la disparidad en ese trato: la brasileña ha suspendido el envío de un equipo preparatorio de su viaje a Washington el 23 de octubre, ha clasificado el espionaje gringo como violatorio de la soberanía nacional y mediante terceros alienta que haya disculpas públicas de Obama a Brasil y a su presi­denta. Peña Nieto, por su parte, se conforma con que le tomen, según eso, una llamada telefónica.
 
Sabidamente imperito en la lengua inglesa, Enrique Peña Nieto habría tenido en la ciudad rusa un diálogo telefónico (¿mediante traductor?) con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, con quien se habría de cruzar en diversas ocasiones durante la sesión del G-20 a la que asistió el mexi­cano. En ese extraño lance de presunta habilitación telefónica de un diálogo que no pudo hacerse personalmente entre personajes que compartieron la misma sala durante horas, el ni siquie­ra ligeramente ofendido (EPN ha dicho que no tiene mayor apuro sobre el tema, según reportó EFE: http://bit.ly/17CsrIp ) habría recibido un aéreo ofrecimiento de que se indagará el caso del espionaje cometido por la Agencia Nacional de Seguridad del país imperial. También había adelantado EPN que buscaría un encuentro, aunque sea casual o informal con el residente en Washington, lo que tampoco se logró y apenas quedó en un fantasmal contacto telefónico del cual no ha quedado mayor constancia o verificación que una manio­brera difusión unilateral impulsada desde el equipo de prensa de Los Pinos.
 
Es lamentable, pero, sobre todo, sugestiva, la minusvalía política de una administración nacional que no recibe un trato atento ni siquiera en un trance que es abiertamente desventajoso para la Casa Blanca. El embajador de Estados Unidos en México no ha atendido el citatorio que le hizo la cancillería para fijar postura respecto al espionaje en mención y el principal espiado –quien así pareciera haber sido pillado en circunstancias nega­tivas en la cuantiosa pesca gringa de información confidencial mexicana– ni siquiera se atreve a calificar en sus términos la intervención tecnológica estadunidense (EPN da rodeos, con descafeinada visión legalista, sin pedir castigo para los espías, sino explicaciones), ni se da por ofendido, ni consigue que el victimario le atienda personalmente sino, según eso, por grabable vía telefónica, la menos indicada para tratar asuntos serios o importantes cuando las partes están a unos metros de distancia. ¿Así será México defendido en conflictos derivados de, por ejemplo, la letra chiquita de la reforma energética, frente a colosos corporativos extranjeros bien apoyados por los gobiernos de los países partícipes del gran negocio?
 
A la hora de cerrar la presente entrega continuaban emplazadas las fuerzas policiacas y los profesores de la CNTE en las inmediaciones del aeropuerto capitalino. En Gobernación se reali­zaban distintas tandas de aparente negociación que, en realidad, constituían una variante de los plantones y las obstrucciones que los maestros en lucha deben rea­lizar en las calles, pero los funcionarios gubernamentales instalan en sus salones.
Ya ni siquiera se realizaba ayer un esfuerzo de simulación como el que en días pasados reunió a representantes de los mentores y a altos funciona­rios federales en mesas de presunto diálogo que no llegaron a ningún acuerdo, porque las intenciones oficiales pasaban solamente por la generación de apariencias de atención a los profesores y la obtención de tiempo político mientras en las cámaras se cumplía con la instrucción peñista, apenas modificada en algunos puntos menores conforme a sigilosas negociaciones privadas.
Ayer, a pesar de que los profesores plantados en las vías de confluencia hacia las instalaciones aéreas exigian diálogo con el ocupante de Los Pinos, en demanda de que vete las reformas legis­lativas ya aprobadas, o cuando menos con el secre­tario de Gobernación, el peñismo apenas ofreció que las pláticas se realizaran con un director de tercer nivel en el organigrama de Miguel Ángel Osorio Chong, en seguimiento de la decisión superior de dar por terminada la etapa de discusión o entendimientos con esos profesores y dejando todo a merced de las presiones exacerbadas que reclaman mano dura contra los obs­tructores viales, y de los arre­glos finales que incluyen cierta benevolencia provisional de Gabino Cué hacia los oaxaqueños, que son la columna vertebral del movi­miento nacional, pero con la instrucción implacable de seguir adelante con el refor­mismo, cueste lo que cueste.
 
Y, mientras este domingo vuelve AMLO al Zócalo capi­talino, en el marco de una protesta masiva que tendrá múltiples lecturas y consecuencias (aunque el secretario de gobierno de Mancera, Héctor Serra­no, enturbia las aguas condicionando ese mitin moreno al retiro de carpas de la CNTE), ¡hasta el próximo lunes!
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Economía Moral
Milagro de reducción de la población hambrienta
La Cruzada Nacional contra el Hambre (CNCH), el santo milagroso
Julio Boltvinik
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En mis clases y conferencias de mediciones de pobreza empiezo con algunas distinciones iniciales. 1) Distingo mediciones de pobreza (que identifican en una población quiénes son los pobres) y las medidas agregadas de pobreza que, partiendo de tal identificación sintetizan en una expresión numérica el nivel de pobreza (cuántos pobres, qué porcentaje representan de la población, y otras más complicadas). 2) Distingo entre mediciones de pobreza (que toman como su unidad de análisis la persona o el hogar, y los ordena de peor a mejor situación y corta en pobres/no pobres) y la ordenación de áreas geográficas, que puede hacerse con las mismas variables, pero no determina el número de personas/hogares pobres sino sólo estratos de unidades geográficas (muy alta, alta marginación, etcétera). 3) Explico las diferencias entre mediciones genéricas y específicas. El propósito de las primeras es evaluar la magnitud social y la evolución de la pobreza en un país. Los datos individuales son confidenciales. Nombres y domicilios no se incluyen en bases de datos. En cambio, las específicas buscan identificar la población objetivo para un programa focalizado. El cuestionario debe concebirse como una solicitud de ingreso al programa por parte del hogar o persona. Nombre y domicilio son centrales y se conservan. Requiere entrevistar a todos los hogares (censo), o a todos aquellos interesados en participar en el programa. Las autoridades responsables de una y otra debieran ser distintas. Por ejemplo, el Progresa levantó censos (al interior de municipios previamente seleccionados) para elegir a su población objetivo en 1997. Por último, añado en mis cursos que no debe exigirse a las genéricas que cumplan la función de las específicas. Hoy muestro algunos de los enredos y confusiones de la CNCH en torno a su población objetivo se derivan, en gran medida, de querer identificarla a partir de las mediciones genéricas del Coneval.
 
Para ello sigo con cierto detalle la nota informativa sobre la delimitación de la población objetivo de la CNCH que recibí por correo electrónico del área de comunicación social de Sedeso federal, fechada el 20 de febrero de 2013. Una vez explicada la escala de seguridad alimentaria que reconoce tres niveles de inseguridad alimentaria (severa, moderada y leve) y uno de seguridad alimentaria, y aclara que el Coneval sólo considera como carenciados alimentarios a los hogares en inseguridad severa y moderada, dejando como no carentes a quienes clasificó en nivel leve. Define así la población objetivo (PO) de la CNCH:
 
Los mexicanos (sic) que presentan carencia por acceso a la alimentación y que además se encuentran en situación de pobreza extrema, esto es, quienes están en la condición más lejana de ejercer su derecho a la alimentación.
 
Añade en otra parte: “las acciones de apoyo buscarán atender a las personas que se encuentren en estado de carencia alimentaria y que sus capacidades para mejorar su calidad de vida estén altamente limitadas porque, además, presentan carencias en, al menos, otros dos de sus derechos (sic), y sus ingresos son menores a la línea de bienestar mínimo (LBM). En estos dos pasajes la Sedeso federal trata de justificar por qué definió la PO con ese procedimiento de acumulación de requisitos o intersección de conjuntos. Lo hace de una manera tragicómica: al parecer entre quienes padecen inseguridad alimentaria severa y moderada (27.4 millones en 2012), no todos lo son por falta de capacidades (suponemos que económicas), sino sólo los que tienen al menos otras tres carencias e ingresos inferiores a la LBM. Esto implica que la otra parte de los carenciados alimentarios (las tres cuartas partes como veremos) está en esa condición, a pesar de que cuenta con las capacidades para lograrlo. En otras palabras, las tres cuartas partes de quienes padecen hambre en el país la padecen porque quieren y, por tanto, no requieren ni merecen ayuda. La decisión del Coneval de no considerar como carentes a los que padecen inseguridad alimentaria leve, además deja fuera 24.2 millones de personas (nótese que si se incluyesen los que se encuentran en condición de inseguridad alimentaria leve, la población en inseguridad en 2012 sería de 51.6 millones de personas, que constituiría un buen candidato a PO de un programa alimentario. El texto de Sedeso anuncia, con orgullo, el drástico recorte de la población objetivo:
 
La población potencial de la CNCH representa el 63.2 por ciento del total de población en pobreza extrema del país. Y añade: Representa 26.4 por ciento del total de la población que presenta carencia por acceso a la alimentación en el país.
 
Estos mínimos porcentajes (que muestran los niveles de exclusión diseñados) están calculados con base en los datos de pobreza del Coneval de 2010 y la población del país sin la corrección reciente del Consejo Nacional de Población (Conapo) de las cifras censales de 2010. Se les olvida añadir que los 7.4 millones representan sólo 33.3 por ciento de los 22.2 millones de personas con ingreso inferior a la LBM y sólo 22.8 por ciento respecto de quienes tienen tres o más carencias sociales en 2010 (uso aquí cifras de población corregidas). En el cuadro se presentan tanto los porcentajes que presenta Sedeso, pero con población de Conapo corregida, tanto para 2010 como para 2012, y se añaden los porcentajes omitidos. ¿Cómo se logran tales reducciones que permiten a la CNCH orgullosamente enarbolar que sólo va cubrir una cuarta parte de quienes tienen oficialmente problemas de hambre? Con el criterio de la acumulación de requisitos o criterio intersección que se muestra en la gráfica (en la cual no está explícita la pobreza extrema que resulta de la intersección de dos de los tres elementos incluidos: tres o más carencias e ingreso menor a la LBM.
 
Para el PRI rempoderado, no basta que una persona/hogar tenga ingresos inferiores a una canasta de alimentos crudos (la LBM), la cual de por sí subestima muchísimo la población con carencias alimentarias, puesto que nadie puede gastar todo su ingreso en alimentos crudos porque tendría que vivir en la calle, andar desnudo y comer sólo alimentos crudos. Tampoco basta que padezca inseguridad alimentaria severa o moderada, lo que significa que, con cierta frecuencia, no tiene para comprar alimentos o come menos de lo que debería. Además de estas dos indicaciones obvias de carencia alimentaria extrema, debe tener otras dos carencias sociales, negando que el hambre sea hambre aunque se tenga acceso a servicios de salud, a seguridad social y a todos los servicios de la vivienda. La población objetivo de la CNCH (7.4 millones de personas) es 6.2 por ciento de la población nacional en 2013. Pero la CNCH no se propone atender, por ahora, tan amplia población; sólo va atender (en los 400 municipios que seleccionó) a la mitad: 3.7 millones, 3.1 por ciento de la población. Sin embargo, no ha hecho las mediciones específicas requeridas para identificar, con nombre, apellido y domicilio, a esos 3.1 millones. No sabe que lo tiene que hacer y no quiere hacerlo.
Dinero
Fondos de inversión atentos a la agitación social
El peso, entre los favoritos de los especuladores
Listo el PRI para avalar los impuestos
Enrique Galván Ochoa
¡Qué comprensivo y paciente se está mostrando el gobierno con las decenas de miles de proles que expresan su insatisfacción en las calles y aeropuertos de la capital y otras ciudades de la República! ¿Aprendió el PRI en los 12 años que estuvo fuera de Los Pinos a oír y respetar los reclamos de los disidentes? ¿Ya no es el mismo que en otros tiempos reprimió a ferrocarrileros, médicos, indígenas y estudiantes? No, qué va. Ojalá fuera cierto. El gobierno de Peña Nieto está viendo por sus intereses. Recibió la administración cerca de la bancarrota y debió haberlo denunciado para llamar a cuentas al responsable: Vicente Calderón. No lo hizo, quizá porque votó junto con el PAN la mayoría de las decisiones que han conducido al país a esta situación. Lo cierto es que los fondos de inversión internacionales lo tienen agarrado del pescuezo. El 56 por ciento de los bonos M en pesos (86 mil millones de dólares) y 56 por ciento de los Cetes (36 mil millones de dólares) pertenecen a extranjeros. Habría que añadir el capital que tienen invertido en acciones de empresas mexicanas en la Bolsa Mexicana de Valores. Ya se están yendo, en razón a que vuelven a ser atractivos los bonos del Tesoro de Estados Unidos.
 
Pero un rompimiento violento de la frágil paz social podría desencadenar un sell off masivo, una fuga aparatosa. Sería un remake del drama de 1994, con devaluación inevitable. El precipitado regreso de Peña Nieto a México, apenas estuvo unas horas en la reunión del G-20 en San Petersburgo, es un síntoma de la gravedad del momento. Dicen que estando allá habló por teléfono con el presidente Obama brevemente. Lo pudo haber hecho desde aquí.
 
El top-ten de las monedas
Conectado con el tema anterior está el de la especulación internacional de monedas. Nuestro país no ha podido colarse entre los de mayor grado de competitividad, ni de captación de inversiones, vamos, ni siquiera de turistas. Sin embargo, el peso se filtró en el top-ten de los favoritos de los especuladores, de acuerdo con el Banco de Pagos Internacionales (BIS). El llamado foreign-exchange trading con monedas del planeta escaló a 5.3 mil millones de dólares al día el pasado mes de abril, fecha del registro más reciente. El yen y el euro ocupan los lugares uno y dos. Empresas, gobiernos y, desde luego, especuladores compran y venden a futuro, a favor y en contra de la estabilidad de las monedas. Para el Banco de México es motivo de satisfacción: “El peso mexicano –dice– se ubicó como la octava moneda de mayor operación en el mundo, incluso por arriba de algunas de países desarrollados, y ya es la divisa más operada entre las de las naciones emergentes. El volumen de operación global del peso creció de forma notoria y alcanza un monto de 135 mil millones de dólares diarios; localmente cada día se realizan operaciones por aproximadamente 31 mil millones de dólares”. Una gran parte se realiza fuera de México y la principal divisa contra la que opera el peso es el dólar estadunidense. No sería de más que funcionarios del banco leyeran la historia de George Soros, un especulador que produjo una crisis en el sistema cambiario de Inglaterra y ganó millones de libras y dólares.
 
 
 
La camacho-señal
El presidente del PRI, César Camacho Quiroz, se quiere pasar de astuto, pero la gente ya no se chupa el dedo. Dice que el PRI peleará por que no se aplique IVA a medicinas y alimentos de mayor consumo. Sólo falta que diga que eso fue lo que quiso decir el general Zapata, para estar a tono con las confusiones históricas de estos días. Claro que no se aplicará en tortillas ni aspirinas, pero sí en una larga lista de productos que no está gravada actualmente. Camacho Quiroz pasará al anecdotario del PRI junto al autor de la roqueseñal, aquella con que los tricolores celebraron el incremento del IVA de 10 a 15 por ciento.
 
e@Vox Populi
Asunto: el dólar y sus cotizaciones
¿Cómo es posible que el dólar cueste tan caro en los bancos nacionales cuando las casas de cambio lo venden mucho más barato? Aquí en San Luis Potosí en bancos está alrededor de $13.50 a la venta y en casas de cambio a $12.50. La cosa es que muchos necesariamente lo tienen que comprar en bancos, no hay de otra. Es un vil robo.
José Rodríguez Caballero
R: En los años que hubo un solo tipo de cambio también fue un desastre porque en las devaluaciones la gente lo perdía todo. Algunos bancos manejan un tipo de cambio preferente. Pregunta si eres elegible.
Twitter
¡Qué fregaderas! Ahora van a subir el IVA a todo. Dios mío, y con los salarios miserables ¿han pensado en la clase trabajadora? #Decepción
Starbucks podrá tener mesitas y Wi-Fi, pero nunca una fila de gente de una cuadra para comprar café como El Jarocho de Coyoacán.
Iván Rabinovich @Galvaque
Que no te engañe @Javier_Duarte, son 18 mil las escuelas que hicieron paro nacional en #Veracruz ¿Cuál 400? Nota: http://t.co/qO64V9j4XH RT
Twitter: @galvanochoa
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