Acteal y la Cámara de Senadores
Luis Hernández Navarro
El pasado jueves 13 de septiembre, la secretaria de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, compareció ante el pleno del Senado para hablar sobre la política exterior de México, en el marco del análisis del sexto Informe de gobierno de Felipe Calderón.
En el aire estaban también las palabras del ex mandatario mexicano al enterarse de la decisión del gobierno de Estados Unidos a su favor. El ex mandatario declaró, no a un periódico mexicano sino al Yale Daily News, que la demanda en su contra por el caso Acteal es falsa y calumniosa, y se dijo complacido por que el Departamento de Estado haya sugerido a la corte concederle inmunidad.
Como han señalado los familiares de las víctimas organizadas en Las Abejas, Acteal fue un crimen de Estado en el que tuvo responsabilidad directa Ernesto Zedillo. Fue una matanza que sigue esperando justicia. Es una herida abierta. Por eso sorprende que en la comparecencia de la canciller los senadores del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que tomaron la palabra en la tribuna no hayan dicho nada sobre el asunto.
Se ha señalado que detrás de la demanda presentada contra Ernesto Zedillo en Estados Unidos puede haber intereses ajenos a los de las víctimas. Aunque sea cierto, eso no puede ser pretexto para que un partido que se dice de izquierda no condene clara y contundente a Ernesto Zedillo por su responsabilidad en un asunto tan vital para el tema de los derechos humanos en México. La masacre de Acteal va más allá de la demanda presentada en Estados Unidos. La solicitud de otorgar impunidad al ex mandatario no es una cuestión cualquiera.
Sólo dos legisladores de otros partidos cuestionaron a la canciller. Uno fue el petista David Monreal Ávila. La otra fue Mónica Arriola Gordillo, senadora del Partido Nueva Alianza (Panal).
David Monreal hizo tres preguntas. Una: ¿en qué sentido hubiese afectado la relación bilateral entre México y Estados Unidos si el ex presidente Zedillo hubiera comparecido ante una corte estadunidense para aclarar su presunta responsabilidad en esos hechos? Dos: ¿por qué no se protege con la misma prioridad y celeridad a los 58 mexicanos condenados actualmente a muerte en Estados Unidos? Y tres:
dicen que hoy por mí, mañana por ti. ¿La solicitud de inmunidad al ex presidente Zedillo por el actual gobierno no busca sentar un precedente inmediato para que el próximo gobierno haga lo mismo en la Corte Penal Internacional con el para entonces ex presidente Calderón, donde está pendiente una demanda por genocidio a causa de los más de 70 mil muertos reportados por la guerra contra la delincuencia?
Patricia Espinosa hizo malabares para justificar la posición de la administración de Felipe Calderón. “El ex presidente Zedillo –respondió– enfrenta un procedimiento de carácter civil, el gobierno de México no es parte de este procedimiento, y no hubo un pronunciamiento sobre el fondo del asunto.
“El gobierno de México –dijo– lo que solicitó al gobierno de Estados Unidos fue que se ratificara la inmunidad del ex presidente con base en consideraciones de jurisdicción. ¿Por qué? Porque nos parece que no es aceptable que una ley estadunidense deba o pueda otorgar jurisdicción a los tribunales de un país para conocer demandas civiles, por actos cometidos fuera de Estados Unidos, y en los que no participaron ciudadanos estadunidenses.
Sobre esas bases, con estos argumentos, el gobierno de México presentó la nota que ya es del conocimiento público, y además, por supuesto, alegando que la costumbre de derecho internacional otorga inmunidad a los jefes de Estado ante tribunales extranjeros, por hechos en los que ellos hayan estado actuando en uso de sus responsabilidades como jefes de Estado.
Desde su escaño, Mónica Arriola, hija de Elba Esther Gordillo, señaló que, en este caso, México decidió anteponer su inmunidad soberana sobre el principio de jurisdicción universal en materia de derechos humanos. “Y –añadió– aunque si bien el Estado mexicano no debe permitir la vulneración de su soberanía o cualquier tipo de intervención sobre sus procesos internos y actos ocurridos en territorio nacional, habría que reflexionar en cuanto a si la relación entre México y Estados Unidos debe anteponerse a los compromisos adquiridos por nuestro país para garantizar, respetar y proteger los derechos humanos reconocidos a nivel internacional en los tratados signados.
“Por tanto –concluyó–, pongo en la mesa y a su consideración que actos como el señalado sigan ocurriendo, en tanto ponen en tela de juicio los preceptos y principios universales sobre los cuales hemos venido fundado nuestra democracia y reconocimiento hacia el exterior.” La canciller no respondió a la legisladora.
Curiosa ironía que un gobierno que ha entregado la soberanía nacional a Estados Unidos se escude en la defensa de esa soberanía para pedir impunidad a un ex mandatario mexicano juzgado por graves violaciones a los derechos humanos.
El hecho, sin embargo, no debe extrañarnos. A lo largo de los dos últimos sexenios, la alianza entre Ernesto Zedillo y los gobiernos panistas ha sido estrecha, tanto así que hasta parecen haber cogobernado. De paso, al velar por la impunidad de su antecesor, Calderón paga los favores recibidos y abre la ruta a su propia impunidad. Que el PRI no diga nada es normal. El ex mandatario es uno de los suyos, y su influencia es enorme dentro del equipo de Enrique Peña Nieto. Lo que genera todo tipo de interrogantes es por qué el PRD guardó silencio en un asunto tan delicado.
Guerrero: consternación, rabia, impotencia…
Arturo García Jímenez
Como un día cualquiera, Tonantzint Barrientos salió tempranito de su casa para realizar compras en el mercado y hacer el almuerzo para sus tres pequeños y su padre, Patricio. Era lunes 13 de agosto, alrededor de las 7 de la mañana. Posteriormente, a las 2 de la tarde, una voz de hombre se comunica con un pariente suyo. Con prepotencia, le dice que Tonantzint está secuestrada y amenaza con devolverla en pedacitos si no paga 350 mil pesos por su liberación. Irónicamente, Patricio no había almorzado, no había dinero ni para eso…
Con el apoyo de familiares y amigos, el empeño de las escrituras de su casa y los boteos en la calle, logró reunir la cantidad finalmente pactada. Después vino la espera. Donde fuera y como fuera esperaba la llegada de su hija. Pero ella no llegaba. Patricio recurrió a la señora vidente, quien le dio esperanzas. En su desesperación recorrió caminos, carreteras, habló por la radio y la televisión, repartió volantes, pero no tuvo ninguna señal de ella, más que las llamadas de los secuestradores que querían más dinero.
Fueron días y noches de profunda zozobra. Patricio no sentía la falta de sueño ni las malpasadas. Le pesaba la situación de su hija más pequeña, a quien quiso registrar de niña con el nombre de Fe Tonantzint, pero por algún motivo el juez civil no le permitió hacerlo.
El desenlace se publicó en todos los diarios locales 24 días después:
La maestra Tonantzint Barrientos fue encontrada muerta a la orilla de un camino en estado de descomposición y el resultado de la necropsia de ley arroja que fue asfixiada. El jueves 6 de septiembre la sepultamos por la tarde en el panteón viejo de Atoyac de Álvarez, junto a su mamá.
Antes y después del secuestro de Tonatzint, se dieron otros casos en los que se privó de su libertad a jóvenes hijos de gente humilde, cuyos padres un día cualquiera y de un minuto a otro se colocaron en el dilema de conseguir dinero a cambio de la vida de su ser más querido. Uno de ellos fue asesinado por la espalda, ya que su abuelita no pudo pagar el rescate. ¿Cuántos más quedan por delante?
Tonantzint era una joven talentosa que con esfuerzo propio logró terminar la carrera de licenciada en historia en la Universidad Atónoma de Guerrero. En su mirada y caminar destellaban alegría. Era extremadamente religiosa, simpática. Amaba la justicia. Participó en las luchas recientes por la democracia al lado de su padre. De 32 años, desempleada y cabeza de familia, sus tres hijos (de nueve, cinco y tres años) hoy son quizá los únicos niños que no van a la escuela, ya que fue privada de su libertad antes de tramitar su inscripción.
Su padre, Patricio Barrientos, ha sido un luchador social nato. A finales de los setenta fue militante clandestino del Partido Comunista A comienzos de los ochenta fue parte del equipo promotor del movimiento cafetalero de Guerrero, cuyos enemigos principales eran los caciques y acaparadores de café. Fue presidente de la Unión de Ejidos Alfredo V. Bonfil y, una vez que ésta fue usurpada, en 1987, continuó con la integración de la Coalición de Ejidos de Costa Grande. Participó activamente en el nacimiento de la Unorca y luego de la Coordinadora Nacional de Organizaciones Cafetaleras. No por nada en el gobierno de Zeferino Torreblanca (2011) se le otorgó un reconocimiento al Mérito Civil. Actualmente es presidente de la Sociedad Cooperativa Unidad Agraria para la Producción, que agrupa a cafetaleros de la sierra de Atoyac de Álvarez.
Como luchador social auténtico, nunca lucró ni traicionó a su gente. Siempre se caracterizó por su sencillez y humildad. Sus propiedades no van más allá de una pequeña y vieja huerta de café, y su modesta casa que construyó a lo largo de su vida. Hace poco tiempo falleció su esposa de una enfermedad curable, y ahora secuestran y asesinan a su hija.
Patricio tiene 78 años y junto con su hija habían planeado su vida inmediata y mediata. Los nietos entrarían a la escuela en Atoyac; él trabajaría fuerte para levantar su huerta de café en el Plan de los Molinos; pondrían una tiendita en la colonia donde viven e instalarían un tostador y molino de café. En los tiempos libres, ella daría clases extras a alumnos con retraso académico o bien desempeñaría algún cargo como maestra interina. Pero estos anhelos fueron truncados, como fue profundamente alterada la vida de los niños de Tonantzint y de Patricio, que no pudo siquiera dar un abrazo a su hija antes de que ella se fuera para siempre… ¿Qué pasa en este país? ¿A quién sirve toda esta situación de inseguridad generada? ¿Por qué van en aumento estos delitos?
Vivimos un clima permanente de inseguridad, mismo que ha obligado a los comerciantes a enjaularse en sus negocios. Cunde el temor a las salida de las escuelas. Ya no es posible caminar con tranquilidad. Mientras, los malhechores pueden portar armas y son dueños de la calle y de la noche. En ningún nivel de autoridad vemos interés suficiente para enfrentar la situación. ¿Acaso ese es el destino del país? Si ya nos robaron la democracia, ¿ahora también nos robarán la libertad más elemental?
*Ingeniero agrónomo
El ritual disputado
Pedro Miguel
Los rituales, religiosos o laicos, tienen una importancia política capital. Sirven para representar, para aglutinar, para inducir sentimientos de pertenencia, participación y acatamiento de la autoridad. Permiten tomar el pulso a los protagonistas de la cosa pública. Son un termómetro de la jerarquía que se deja leer en función de las presencias, las ausencias, las cercanías y las distancias. Dan un rostro a las instancias del poder. Suelen ser marcas de diario y de calendario en la vida de la gente: para muchos los días de muertos, las jornadas electorales, las navidades y las fiestas patrias operan como organizadores de recuerdos.
¡Asesino! ¡Asesino!(no hubo forma de que los medios oficialistas los eliminaran por completo en sus grabaciones de video) y
¡Fraude! ¡Fraude!desde la plancha del Zócalo; el calificativo que más podría molestar a Calderón, exhibido ante la tropa y el público de los desfiles del día posterior: narcopresidente. Ya casi ningún medio informativo, por fusionado que se encuentre con el régimen, puede ignorar tales expresiones ni lo que representan: el agravio social acumulado en un sexenio más de insensibilidad, corrupción, prepotencia, irresponsabilidad y sometimiento a poderes fácticos del país y del extranjero.
Tal vez en algún momento los planificadores del régimen pensaron que podrían reducir al Estado sólo en las partes de éste que les interesaba transferir a manos privadas (ferrocarriles, líneas aéreas, empresas de telecomunicaciones y demás) y en las atribuciones que iban a ser entregadas, en forma palmariamente ilegal a instancias extranjeras (inteligencia, procuración de justicia, vigilancia del espacio aéreo, política exterior) pero que podrían conservar intactas las formas en las que el poder público se identifica con el resto de la sociedad, empezando por los rituales. Fue un craso error. El desfile del Primero de Mayo fue la primera de esas ceremonias que sucumbió, ya hace años, a la irrupción de la cólera social. Luego tocó el turno al informe presidencial anual en las postrimerías del sexenio pasado. La entropía desatada por el neoliberalismo ha reducido los espacios rituales de los gobernantes y la sociedad agraviada por el poder oligárquico ha cobrado rápida conciencia de la importancia estratégica de tales espacios. Por lo pronto, las únicas ceremonias que Calderón pudo presidir a gusto y sin temor alguno a expresiones de repudio fueron las correspondientes a las fechas conmemorativas de las Fuerzas Armadas, cuya naturaleza aumenta al máximo posible el grosor del blindaje. De esa manera, los gobernantes del régimen oligárquico rinden tributo involuntario a la noción marxista de un Estado que se reduce a una banda de hombres armados.
La disputa por los espacios simbólicos es parte de la lucha por el poder, y tan relevante, en el momento actual de crisis del régimen, como otras formas de movilización y protesta social. En lo sucesivo, ningún detentador cuestionable del Poder Ejecutivo podrá echar mano de la majestad presidencial que confería el ritual del 15 de septiembre en el Zócalo sin convertir previamente esa plaza en una casamata erizada de toletes y armas de fuego, lo cual, lejos de ser una demostración de fuerza, sería una exhibición de suma debilidad. Y mayor será la debilidad de un gobernante incapacitado para festejar, en compañía del pueblo, los aniversarios del Grito de Dolores.
Pese a lo anterior, algunos siguen pensando que la sociedad no ha avanzado ni un milímetro en su lucha por democratizar al país y por desmontar el poderío del régimen oligárquico, y están en su derecho.
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