India: Crimen de mexicana bajo sospecha
Cécile Denise Acosta Reynaud, la mexicana asesinada
en la India.
Foto: Especial
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MÉXICO, D.F. (apro).- El caso del asesinato en la India de la mexicana Cécile
Denise Acosta Reynaud –presuntamente cometido por su expareja sentimental–
presenta varias “sospechosas” irregularidades, sostiene Cécile Reynaud, madre de
la víctima.
El cuerpo de Denise, de 36 años y estudiante de danza en una universidad
india, fue encontrado por un habitante de un lugar cercano a la ciudad de
Madurai, el pasado 11 de abril, de acuerdo con el reportaje de la revista
Gatopardo, “Muerte en la India”.
Su antigua pareja sentimental, el ciudadano mexicano Martín Manrique Mansour,
quien se encontraba haciendo un posdoctorado en matemáticas en aquel país, y
vivía precisamente en Madurai, confesó haberla asesinado al término de una
discusión sobre la custodia de la hija de ambos, de cinco años.
Manrique fue encarcelado durante tres meses en la prisión de Chennai, en la
provincia de Tamil Nadu, pero salió libre el 24 de julio.
Reynaud dice en entrevista con Apro que le es sospechosa la libertad bajo
fianza que obtuvo el presunto homicida. La excusa para la liberación de Manrique
fue la ausencia de una acusación formal y la falta de “hoja de cargos”.
“Dejamos pasar nuestra mayor oportunidad por confiar en la aplicación justa
de las leyes”, dice Cécile Reynaud.
Manrique habría aprovechado el hecho de que, al parecer, en la India un presunto criminal confeso puede quedar libre bajo fianza después de tres meses de no existir acusación formal en su contra.
Manrique habría aprovechado el hecho de que, al parecer, en la India un presunto criminal confeso puede quedar libre bajo fianza después de tres meses de no existir acusación formal en su contra.
Además, existen otras irregularidades que podrían afectar un futuro proceso
penal. La familia de Cécile Denise recibió el 6 de agosto, casi cuatro meses
después del crimen, una copia del certificado post mórtem 881/12, levantado en
Madurai por la Oficina del Distrito de Policía.
El texto establece que la joven murió el 11 de abril y no el 9 de ese mes,
como el inspector de policía, Sethumanimathadam, se los había hecho saber
personalmente a los familiares de la víctima.
“Es un error: ella iba a estar del día 4 al 9 (de ese mes) en casa de Martín.
Ese día se llevaría a su hija de vacaciones por diez días a Cheruthuruty”, dice
Reynaud.
“El inspector nos explicó allá que el homicidio se cometió el día 9, fecha
que es coherente con el caso, ya que para el día 11 ella hubiera ya salido de
Kalasalingam”.
Recibió además un documento sobre las causas de la muerte firmado por el
doctor K. Rajavelu, quien no aclara los motivos del deceso. “No hay una opinión
definitiva, debido a que el cuerpo está en descomposición”, fue la
excusa.
Reynaud relata que viajó a la India con sus dos hijos, Louis Denis e Yves Michel, para esclarecer las causas de la muerte de su hija.
Reynaud relata que viajó a la India con sus dos hijos, Louis Denis e Yves Michel, para esclarecer las causas de la muerte de su hija.
Junto con el abogado de la familia y Vladimir Vázquez, funcionario de la
embajada mexicana en la India, sostuvieron una reunión con las autoridades de la
policía.
Un oficial les informó sobre el estado del cuerpo de Cécile: fracturas
craneales, fractura de tráquea, lesión de la aorta y otras heridas producidas
con un objeto punzocortante. Posteriormente, sus abogados reportaron también una
incisión en la pierna.
“Todos estos datos deben incluirse en la autopsia, que el gobierno indio no
entrega todavía”, dice Reynaud
La familia ha recibido sólo copias del análisis de ADN (el cual resultó positivo), copias del estudio de superposición de fotografías craneales (también con resultados positivos), así como la copia del acta de defunción y el certificado post mórtem, con los mencionados errores.
La familia ha recibido sólo copias del análisis de ADN (el cual resultó positivo), copias del estudio de superposición de fotografías craneales (también con resultados positivos), así como la copia del acta de defunción y el certificado post mórtem, con los mencionados errores.
En una entrevista con Gatopardo, P. Kumaresan, abogado de Manrique, se jactó
de que podría desmentir las pruebas y aprovechar los errores de la policía para
obtener la excarcelación de su cliente.
Estas declaraciones, la liberación de Manrique y la imprecisión en los datos
del expediente, le parecen a Reynaud “indicadores sospechosos” que, casualmente,
favorecen al acusado.
Incluso, la madre de la víctima ha llegado a sospechar que todo esto habría
sido un plan premeditado de Manrique para asesinar a Cécile en un país lejano y,
posteriormente, separar a su nieta, de nombre Adela, de la familia materna.
Y es que la relación entre Cécile y Manrique estuvo plagada de conflictos,
algunos de ellos violentos.
El 16 de mayo de 2011, Cécile y Manrique llegaron a un acuerdo sobre la
custodia de la niña. Tres meses antes, febrero de ese año, Cécile había
presentado una demanda por maltrato en contra de Manrique, la cual se encuentra
extraviada.
Reynaud dice que desde el 2004, Cécile sufrió maltrato físico y psicológico de parte de Martín. Sostiene que durante ese tiempo recibió patadas y golpes y que en dos ocasiones estuvo a punto de morir intoxicada, aunque no sabe la causa.
Reynaud dice que desde el 2004, Cécile sufrió maltrato físico y psicológico de parte de Martín. Sostiene que durante ese tiempo recibió patadas y golpes y que en dos ocasiones estuvo a punto de morir intoxicada, aunque no sabe la causa.
Refiere que en noviembre del 2010, Manrique aventó a Cécile por las escaleras
de su casa. Posteriormente, Manrique se fue a Polonia y luego a la India. Cécile
fue también a ambos países con el propósito de estar con su hija.
Reynaud hace notar un hecho: en la India, Manrique registró con sus apellidos a la pequeña Adela.
Reynaud hace notar un hecho: en la India, Manrique registró con sus apellidos a la pequeña Adela.
“Adela Manrique Mansour”, dice un documento del Registro de Extranjeros, el
1939-PRT I, II y IV. Fue “como queriendo borrar a mi hija del mapa, deshacerse
de ella”, dice Reynaud. “La tercera fue la vencida”.
La familia Acosta Reynaud contrató a una abogada de la India, que se sumó al
trabajo de sus otros defensores. Todos ellos están relacionados con causas de
derechos humanos.
Esta abogada recibirá el apoyo del Estado mexicano, de acuerdo con Reynaud.
También se les asignó ya un fiscal, pero no tienen su nombre.
“La liberación de un confeso no es accidental”, finaliza Reynaud. “Queremos
un juicio justo, que se lleve a cabo con prisión preventiva. Si no, sería un
proceso de burla. Esta muerte no se puede dignificar así, ni sería justo para mi
nieta”, denuncia.
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