Inteligencia sexual
El inicio del siglo XXI trajo consigo muchos cambios en todos los órdenes: político, social, cultural, económico, y claro, en los temas acerca de la sexualidad
El inicio del siglo XXI trajo consigo muchos cambios en todos los órdenes: político, social, cultural, económico, y claro, en los temas acerca de la sexualidad.
Una de las nuevas experiencias de uso de la inteligencia es la conocida como inteligencia emocional, concepto creado por Daniel Goleman. Según este autor, algunos de los principales componentes son: autoconocimiento emocional, autocontrol emocional, automotivación, reconocimiento de emociones ajenas (empatía), relaciones interpersonales.
Ese desarrollo nos puede llevar a identificar sus principales características, a saber: la capacidad de motivarnos a nosotros mismos, la de perseverar en el intento, no obstante las posibles frustraciones, la capacidad de controlar nuestros impulsos, de regular nuestros propios estados de ánimo, de evitar que nuestras propias angustias interfieran en nuestros estados de ánimo y nuestra capacidad de generar empatía y poder confiar en los demás.
Bien. Cuando contamos con todo eso, llega el momento en que debemos actuar ante una nueva situación que se nos presenta. ¿Cómo respondemos, cómo actuamos? Bueno eso depende de nuestra propia historia, cultura y experiencias. Esas experiencias son nuestro “Cd ROM” que nos han puesto a lo largo de la vida, es la “programación” que hemos recibido para sentir de una manera u otra. Luego ponemos en juego “the dark side”, es decir el lado obscuro, maligno que todos poseemos, y que si nos dejamos llevar por él, eso hace que todo lo veamos de manera negativa, ¿te suena común? La mayoría de las ocasiones ese lado obscuro se aprovecha de nuestros temores hacia la pobreza, el peligro, hacia la posibilidad de tener hambre, hacia el rechazo de nuestro grupo social, etc., todo eso nos conduce hacia una reacción emocional negativa.
Luego se encuentra el tercer componente, el que tiene que ver con el lado de la luz y el amor, con la espiritualidad. Este es el que nos motiva a tomar un sentido edificante y positivo. Es el que nos conduce a pensar que todo es para nuestro bien y que todo resultará de la mejor manera.
Por lo tanto, depende de qué ponemos en juego en nuestra inteligencia para reaccionar de un modo o de otro. Es así como Goleman correlacionó inteligencia y emoción. Siguiendo la misma lógica, Sheree Conrad y Michael Milburn, investigadores del MIT, Massachussets, descubrieron que las personas requieren entender la conexión entre inteligencia y sexualidad.
¿Qué significa ser sexualmente inteligente? Bueno eso significa que quienes tienen más respuestas sanas son aquellos que pueden vivir su sexualidad de una mejor manera, pues no están atados a mitos y complejos de culpa, tradicionalmente surgidos de las supersticiones, de los complejos de culpa, y de los conceptos erróneos.
Conrad y Milburn señalan que “ser sexualmente inteligente significa no solamente conocer todos los factores biológicos que afectan nuestro comportamiento sexual”, sino que además es necesario “reconocer y aceptar la verdad acerca de qué es lo que hace que cada uno de nosotros y de nuestras parejas, se sienta satisfecho como ser sexual”.
Siguiendo a esos autores, el erotismo de cada persona está determinado por el coeficiente de su inteligencia sexual (CIS), aspecto fundamental, como lo es en el caso de la inteligencia emocional (IE).
De acuerdo con eso, las personas que tienen un menor desarrollo de su inteligencia sexual, sufren conflictos y problemas personales, por lo tanto, no pueden gozar debidamente de su sexualidad. Siguiendo a los autores, se puede afirmar que es posible establecer un buen “nivel” de inteligencia sexual sino que además se puede desarrollar y potenciar.
1. Información. La persona sexualmente inteligente busca información científica a cerca de la sexualidad humana, se interesan en informarse y entender. Los conocimientos que adquieren guían sus decisiones y su conducta sexual. Me parece que solamente con una buena educación sexual se puede luchar en contra de los tabúes sociales y los mitos religiosos, sociales y familiares que, por desgracia, se enquistan en la mayoría de las personas.
2. El siguiente paso es el de la liberación. Una vez que se han superado las creencias que lo limitaban, una persona inteligentemente sexual alcanza un conocimiento profundo de sí mismo, lo que lo conduce a entender, comprender y liberar su “Yo sexual secreto”; es decir, para averiguar qué es lo que nos atrae, qué nos excita, qué preferimos y cuáles situaciones aún no entendemos o se nos hacen difíciles de hacer.
Es muy frecuente que nuestros verdaderos deseos sexuales queden ocultos, sumidos en el trasiego cotidiano. Por eso, es muy importante identificar esos factores. Es necesario diferenciar, es un ejemplo, cuándo se practica el sexo por amor y cuándo por muy otras razones, ya sean por una necesidad de tipo emocional, afectiva o por mero instinto.
Para el sano desarrollo del “Yo sexual secreto” es necesario reconocer cómo la falta de autoestima, de poder, de seguridad, mantienen estrecha relación con nuestra conducta sexual.
Al igual que sucede con la inteligencia emocional, el último aspecto, y no por ello menos importante, es el que tiene que ver con nuestra capacidad de relacionarnos con los demás.
Para ser una persona sexualmente satisfecha es necesario tener desarrolladas, previamente, una serie de competencias y habilidades para socializar, conectar e intimar con los demás.
Ser una persona “open mind” es uno de los aspectos más difíciles y si acaso el más importante para poder establecer una inteligencia sexual. No se olviden que el amor y el sexo es cosa de dos, por lo menos. Mantener una vida sexual rica en emociones, placer y experiencias involucra a otras personas. Tener una relación sexual satisfactoria implica contar con una conexión interna y externa con la otra persona.
La inteligencia sexual implica que seamos sinceros en todo momento, tanto con nosotros mismos como con la pareja, en cuanto a quiénes somos verdaderamente en el terreno sexual.
De cómo decidamos actuar dependerá el goce personal y el de tu compañer@. Así que a empeñarse, a poner en juego la inteligencia para que tus relaciones sexuales sean ampliamente satisfactorias y orgásmicas ¡ad infinitum!
Besitos a los niños, a las mariposas amarillas y mi Gaviota que en verano vuelve, cual golondrina, a posarse en mi balcón, en mi cama, en el corazón.
Twitter: OsirisJimenez
Ernesto Jiménez - Contenidos EMET
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