Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

martes, 2 de julio de 2013

China: los piratas del comercio (muertos… de risa)

China: los piratas del comercio (muertos… de risa)

 
   
Como candidato triunfante, Peña hizo varios viajes alrededor del mundo para hacer tiempo mientras lo declaraban presidente electo y no comer ansias para la toma de posesión. Ese turismo político lo llevó a la China milenaria que, junto con Inglaterra, fueron amos y señores de la piratería, para comerciar en especie y/o recibir oro a cambio de sus productos. Inglaterra se retiró tras la rebelión e independencia de Estados Unidos. China sigue esa práctica hasta nuestros días con su doble cara: la ilegal y la legal, con la que nos inunda de mercancías, restaurantes y una cuantiosa inmigración. En China habitan más de 1 mil 400 millones; más los 600 millones que están repartidos por el mundo, sobre todo con nuestros vecinos del norte y en nuestro país.
 
Ha venido de visita oficial Xi Jinping, presidente de lo que resta de ese comunismo convertido en resabios de socialismo y que se ha transformado en un singular capitalismo de Estado que todo lo controla política y económicamente. Es la segunda potencia mundial, pisándole los talones a los estadounidenses y, retadoramente superior a la Comunidad Europea, más ahora que cuando menos España, Francia, Italia, Portugal y Grecia, sobreviven a una recesión económica y casi están desahuciados del capitalismo salvaje en un callejón sin salida a la vista. Y los chinos, con algunos problemas, no obstante controlar el libre mercado y explotar la mano de obra de sus trabajadores y campesinos, se enseñorean sobre Europa, superando a sus archienemigos los japoneses, dominando Asia y la muy penetrada América Latina, principalmente a los Estados Unidos Mexicanos.
 
En su visita, el presidente chino suscribió acuerdos con Peña… y los chinos están muertos de risa, como que saben que son los amos de la piratería de baratijas que comercian a precios para los cuales no tienen competidores. Nosotros les vamos a seguir vendiendo tequila, pieles de burros, carne de cerdo. Ellos nos enviarán manufacturas y computadoras, como las que compró Chuayffet para los escolares de primaria y secundaria, en un sospechosos dizque concurso para asignar el millonario contrato. Y la piratería, que es su fuerte, ya no en barcos, sino en aviones y contrabando hormiga de textiles, zapatos, etc., a cambio de que dos o tres mexicanos vendan allá tortillas y algunos productos para los consumidores de la clase media china.
 
Tendremos más made in China que made in México y por esto la balanza comercial es tres veces superior. Por esta razón los chinos están muertos de risa con los tratados suscritos por Peña. El comercio ilegal chino es avasallador. Y el poco comercio legal es un complemento, para salir ganadores por los dos lados. De allá nos envían desde las variedades de los chilis que consumimos, hasta artesanías pasando por toda clase de baratijas de mala calidad. Ya no es la “Nao de China” la que surtió al país cuando atracaba en Acapulco. Ahora es la neopiratería por aire y mar. Y de pilón la amenazante sucursal de China en Cancún, para vender a lo bestia a todo el continente.
 
*Periodista
 
 

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