Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

sábado, 26 de mayo de 2012

Josefina y Enrique, la podredumbre- Dónde están los 400 mil millones de Pemex?- Calderón y Peña: la sociedad harta de tanto cinismo y corrupción

Josefina y Enrique, la podredumbre
Josefina y Enrique, la  podredumbre

 
La corrupción y la impunidad que prevalecen e imperan en el país ya desplazó a la inseguridad, la pobreza y el raquítico crecimiento económico como el tema central del debate por la Presidencia de la República y se está utilizando únicamente como un arma electoral para desprestigiar a los adversarios políticos, por lo que la actual discusión de este complejo problema de carácter nacional no abona a su solución pues carece del rigor metodológico para su disección y, por supuesto, para su solución. Los casos de Tomás Yarrington, Néstor Moreno y Narciso Agúndez, tocan a las tres principales fuerzas políticas del país, quienes ante la exhibición de sus correligionarios lo único que atinan es a deslindarse de ellos para reducir los costos electorales que esos escándalos pueden provocarles. Y éstos pueden considerarse meros ejemplos de lo que acontece en todo el país y en prácticamente todos los renglones ya que para que existan corruptos tiene que haber quienes corrompan.
Las semanas que restan para la elección del 1 de julio todavía deparan muchas sorpresas a los 79 millones de electores mexicanos, por lo que el resultado final de los comicios está lejos de haberse definido, lo que sin duda provocará que la “guerra sucia” se incremente en los próximos días, junto con las movilizaciones populares espontáneas o teledirigidas de estudiantes, maestros, trabajadores o desempleados. Por ahora, todos los candidatos presidenciales sacan raja política de últimos casos de corrupción que se han ventilado en los medios de comunicación en los días recientes: la panista Josefina Vázquez Mota promete llevar al ex gobernador priísta Humberto Moreira tras las rejas; el perredista Andrés Manuel López Obrador se deslinda del ex gobernador de su partido Narciso Agúndez Montaño y dice que éste desde hace tiempo apoya al PRI y a su candidato presidencial, lo cual es totalmente cierto y comprobable ya que los del sol Azteca perdieron la gubernatura gracias al mal gobierno y a la traición del ex mandatario; mientras que Enrique Peña Nieto también se deslindó de su correligionario tamaulipeco, y promete “romper con el pasado” y, ahora sí, actuar con honestidad. Con toda franqueza, no hay quien les crea ni a doña Josefina ni a don Enrique.
Por principio de cuentas, la Vázquez Mota intenta desesperadamente llevar oxígeno a su declinante campaña a través del caso conocido popularmente como el “moreirazo”, toda vez que el gobierno de su correligionario panista Felipe Calderón Hinojosa no ha sido capaz de juzgarlo y mucho menos comprobarle los ilícitos que se le imputan, y no creo que sea por falta de pruebas sino por la serie de complicidad que unen a priístas y panistas. Pero eso sí, muy envalentonada, en Torreón, Coahuila, ante un grupo de aproximadamente 200 jóvenes, exige que el ex gobernador priísta Humberto Moreira regrese “todo el dinero que se robó” y destacó que la deuda actual de la entidad asciende ya a 36 mil 500 millones de pesos, luego de que el endeudamiento estatal se multiplico cien veces en seis años. Además de que olvidó anotar que en el cochupo está involucrado un par de funcionarios del gobierno federal en complicidad con los banqueros a los que les ofreció de todo en su reciente reunión
La candidata panista se aferra a cualquier clavo para salvar su campaña sin prever que tocar el tema de la corrupción le provocará más daños que beneficios. Por principio de cuentas tendría que recapacitar en el hecho de que durante el gobierno de Felipe Calderón, del cual formó parte hasta antes de ser abanderada panista a la Presidencia de la República, el costo de la corrupción en México aumentó a 32 mil millones de pesos, desde los 27 mil millones de peso que registraba al iniciar el sexenio, o dicho en otras palabras, el costo de la corrupción en nuestro país fue elevado durante el calderonismo al equivalente al 9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). También debería ponerse a reflexionar en la última información que divulgó la Auditoría Superior de la Federación sobre el ejercicio de la cuenta pública federal, que demostró que la gestión de su mentor es “ineficaz” y que hace uso indiscriminado de recursos de la Nación, entre otras muchas irregularidades.
Vázquez Mota debería detenerse a pensar como explicarles a los electores, sobre todo a los pocos que piensan votar por ella, que los actos de corrupción se persiguen o se aparenta que se persiguen sólo cuando son cometidos por adversarios o enemigos políticos y con claros fines electorales o de conservación del poder. En estos momentos, tendría que estar inventando excusas para justificar porque existe una tan amplia protección al secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, a pesar de sus errores y arbitrariedades como en el caso de la francesa Florence Cassez, por solo mencionar uno. O por qué no ha sido tocado ni con el pétalo de un citatorio, ni ningún otro funcionario federal, por el caso de los contratos que la Policía Federal (PF) firmó con la empresa BizJet International Sales&Support Inc., por 47 millones 852 mil 212 pesos, entre 2008 y 2009, para la prestación de servicios de instalación de equipos, pruebas operacionales, certificación de sistemas de navegación y mantenimiento integral de helicópteros y jets de la dependencia.
¿Por qué Vázquez Mota no ocupa algo de su tiempo en explicar la razón por la que no se dio a conocer la red de corrupción que involucra a la empresa BizJet International, que pagó una serie de sobornos a funcionarios de la Policía Federal y de la Coordinación General de Transportes Aéreos Presidenciales, así como de los gobiernos de Sinaloa y Sonora, a cambio de obtener contratos por más de 20 millones de dólares para proveer servicios de mantenimiento, reparación y revisión general de aeronaves entre 2004 y 2009? También debería estar ocupada en explicar el contubernio que existe entre la SEP, que estuvo a su cargo, con la, dirigente magisterial Elbar Esther Gordillo, quien ha sido beneficiada por la administración federal de Felipe Calderón durante todo el sexenio.
Ventilar otros casos de corrupción durante la presente administración le generarían mucho más daños que beneficios a su campaña, por ejemplo los que se relacionan con la empresa Walmart de México y los 24 millones de dólares que utilizó para sobornar a funcionarios del país a fin de crecer su dominio en el mercado; o el caso del ex subdirector de Operaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Néstor Félix Moreno Díaz, quien enfrenta un proceso penal por el delito de enriquecimiento ilícito, sin derecho a la liberad bajo fianza, y a quien se le acusa de haber recibido sobornos por más de 30 millones de dólares provenientes de empresas estadounidenses que fueron beneficiadas con contratos de la CFE. Eso por sólo mencionar dos de los últimos casos que se han ventilado en los medios de comunicación. Así, el tema de la corrupción no es un rubro que le genere muchas simpatías a doña Chepina.
Por eso debería medirle primero el agua a los camotes el dirigente nacional del PAN, Gustavo Madero, cuando señala que la gente debe de emitir el voto de castigo a los partidos que han demostrado tener Gobernadores corruptos, no vaya a ser que le tomen la palabra y le receten la peor derrota de este siglo precisamente al Partido Acción Nacional, cuyos gobernadores no se han distinguido precisamente por su honestidad y por el apego a los principios humanistas de su instituto político menos aún por su participación directa en la “guerra” que emprendiera su jefe máximo en contra de los cárteles de la droga.


YARRINGTON PEGA AL PRI
En la sede nacional del PRI es donde no saben como desembarazarse del escándalo de su correligionario, el ex gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington. El quintanarroense Pedro Joaquín Coldwell informó que la Comisión de Justicia Partidaria ya dio entrada a su solicitud para que investigue las presuntas violaciones en que haya incurrido el ex mandatario tamaulipeco. La sesión extraordinaria de ese órgano se llevará a cabo este fin de semana con carácter de urgente y será presidida por Homero Díaz. Todo parece indicar que Yarrington será expulsado del Revolucionario Institucional pues las acusaciones en su contra son consistentes en la Corte del Distrito Sur de Texas, en donde se sostiene que desde 1998 el cártel del Golfo “pagó grandes sobornos a funcionarios de alto nivel elegidos en Tamaulipas, así como a candidatos a dichos cargos de forma permanente”, a cambio de protección para sus actividades criminales.
Quien sin duda no será tocado ni con el pétalo de un citatorio por parte no sólo de la justicia partidaria del PRI sino que ni siquiera de la justicia federal, es el líder del Sindicato Petrolero, Carlos Romero Deschamps., cuya riqueza es exhibida sin ningún rubor por su hija Paulina Romero, quien presume sus viajes por todo el mundo en aviones comerciales y privados, paseos en yates, comidas en restaurantes exclusivos, entre otros excesos. Todo eso a pesar de que su padre oficialmente gana como obrero calificado 24 mil 633 pesos mensuales, incluyendo prestaciones.
Por eso no es extraño que Enrique Peña Nieto prometa acabar con la impunidad y la corrupción. En la XXX Sesión Extraordinaria del Consejo Político Nacional del PRI, el mexiquense aseguró que de ganar las elecciones el primero de julio no tolerará la corrupción ni la impunidad, porque dijo, “es hora de romper con el pasado”. Entre lo destacable que señaló en ese acto partidario está su declaración en el sentido de que “hay una exigencia de cambio porque los mexicanos están indignados, lastimados y agraviados por la pobreza, la violencia y la muerte”. Dijo que el PRI está a sólo 37 días de la victoria en los comicios federales. ¿Será?
Aunque habrá que anotar, porque lo dan a notar, que no habrá una real aplicación de la Ley en caso de que los electores se decidan por cruzar el logotipo tricolor ya que mientras algunos se pasean e incluso se deslindan y declaran en contra de Yarrington, otros guardan silencio absoluto cuando se habla de otros priístas que, sabido es, cargan consigo pesados expedientes que hablan de grandes corruptelas y que ahora les han brindado la oportunidad de gozar de fuero al convertirlos en candidatos al senado y a la cámara de diputados.


INVESTIGUEN A AGUNDEZ: AMLO
El candidato presidencial del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, Andrés Manuel López Obrador, tampoco está exento de ser salpicado por los actos de corrupción de sus correligionarios, aunque ha sabido sortear mejor que sus contendientes los efectos negativos que pudieran generarle a su campaña. En torno a la captura del ex gobernador de Baja California Sur, Narciso Agúndez Montaño, quien este viernes fue ingresado al Cereso de La Paz, donde se encuentra por el presunto delito de peculado, el tabasqueño dijo que en el combate a la corrupción no debe haber tregua y resaltó que con el ex mandatario ya no tenía ninguna relación, pues Agúndez desde hace tiempo apoyaba al PRI y a su candidato presidencial, Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, el delito por el que se encuentra preso Agúndez, es decir peculado por el orden de 52 millones de pesos, lo cometió como gobernador (2005-2011) surgido de las filas del PRD, eso no es discutible. Agúndez Montaño fue inhabilitado el 28 de octubre de 2011 por la venta de siete terrenos del gobierno del estado en el fraccionamiento El Pedregal de Cabo San Lucas, municipio de Los Cabos, a un precio “notoriamente inferior” al del mercado, lo que causó un quebranto de 27 millones 973 mil 800 pesos.
López Obrador descartó que la detención de Agúndez Montaño afecte su campaña electoral o que sea una jugada de la administración de Felipe Calderón para afectar la intención del voto. Por el contrario, aprovecho el tiempo para seguir atacando los flancos débiles de su principal adversario político: en Lázaro Cárdenas, Michoacán, acusó que entre los planes de Peña Nieto está aumentar el IVA y cobrarlo de manera generalizada. El tabasqueño también delineó lo que a su juicio sería el gabinete de Peña Nieto: en Hacienda, Humberto Moreira; en la Contraloría, Arturo Montiel; en Desarrollo Social, Mario Marín; y en Educación, Elba Esther Gordillo. Un “gabinetazo”, sin duda alguna.
Lilia Arellano - Opinión EMET
 
Calderón y Peña: la sociedad harta de tanto cinismo y corrupción
Calderón y Peña: la sociedad harta de tanto cinismo y  corrupción
La impunidad, que ha sido la principal divisa del sexenio, incluso es vista en Estados Unidos como un serio problema, según el informe del Departamento de Estado

Mientras el país se desangra y padece las terribles consecuencias de la inexistencia de un verdadero Estado de Derecho, la clase política en el poder sólo se preocupa por su futuro inmediato, como se advierte por la actuación tanto de Felipe Calderón como de Enrique Peña Nieto. El primero se vale de su calidad de jefe del Ejecutivo para tratar de confundir a la ciudadanía con sus discursos demagógicos, con los que quiere librarse de culpas arrojándoselas a sus adversarios, y el abanderado del PRI pugnando, con todo lo aprendido en Televisa, por convencer a una sociedad harta de tanto cinismo y corrupción, de que lo único que hace falta son cambios cosméticos que habrían de permitir que su grupo de interés se afianzara en el poder.

Llama la atención la capacidad de Calderón para substraerse de una realidad de la que es principal protagonista. Habla como si en verdad estuviera convencido de que todo lo que diga se le habrá de creer a pie juntillas, sin pensar que tal mecanismo no tiene ya ninguna correspondencia con sus interlocutores, debido al abuso que ha hecho del mismo. Lo único que logra es disgustar aún más a la sociedad que sufre las consecuencias de un “gobierno” sin autoridad moral, pues hay abundancia de hechos que dejan ver la “viga” en el ojo de quien critica la “paja” en el ojo ajeno. ¿Cuándo ha procedido conforme a la ley en contra de los funcionarios de su gabinete que han incurrido en actos de corrupción durante el sexenio?

La impunidad, que ha sido la principal divisa del sexenio, incluso es vista en Estados Unidos como un serio problema, según el informe del Departamento de Estado que dio a conocer anteayer Hillary Clinton. Es cierto que hay mucha gente desinformada en México, pero no a tal grado que se puedan mofar de ella de manera tan brutal como lo hace Calderón. No son los adversarios quienes han provocado la violencia que se vive en el país, al no haber combatido al crimen organizado con la firmeza que se requiere, según el inquilino de Los Pinos, sino la absoluta ausencia de una política de Estado tendiente a fortalecer el Estado de Derecho, como lo demanda la propia realidad nacional.

Vemos así que todo lo que hace y deja de hacer Calderón no tiene más objetivo que tratar de debilitar a las fuerzas progresistas. Sus “aceradas críticas a una realidad insostenible”, sólo tienen tintes electorales, independientemente de las razones jurídicas que tenga para proceder como lo está haciendo. Lo que queda claro es que al no actuar con un verdadero sentido de justicia, su actuación se invalida moralmente. ¿Cuándo se hizo justicia en el caso de la Guardería ABC, por ejemplo? ¿Por qué no se ha iniciado ni siquiera una investigación en la magna corrupción existente en las altas esferas de la administración de Pemex? ¿Por qué se ha impedido desde la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que Mexicana de Aviación pueda seguir laborando, sin que importen los graves daños al país y a sus trabajadores?

Lo único que va a lograr, con su modo de terminar el sexenio, es complicar aún más las cosas a la nación, cuando lo que conviene, sobre todo a su partido, es crear condiciones para un retiro de la escena pública sin tanto desasosiego. El PAN quedará apestado por tanto desatino de Calderón, incluso de mayor grado que los de la “pareja presidencial”, pues no acepta que su sexenio ya terminó y que los meses que restan a la administración son para reparar daños, enmendar entuertos, y tratar de salir lo mejor librado posible, luego de haber llevado a cabo un trabajo con más lados oscuros que páginas recordables.

Sin embargo, quiere seguir echando fuego a la hoguera, como lo patentiza la realidad. Los enconos van en aumento entre los distintos sectores, cuando lo razonable sería lo contrario, gracias al interés del inquilino de Los Pinos en querer culpar a sus adversarios de las terribles consecuencias de sus desatinos. El ciudadano común, por ejemplo, sabe perfectamente que la violencia tan calamitosa que estamos viviendo es culpa de Calderón, no de que años atrás no se hubiera combatido al crimen organizado. Sabe asimismo que si no se hubiera obligado a los delincuentes a organizarse no se hubieran fortalecido, y que el problema del narcotráfico no sería tan grave si el gobierno estadounidense no estuviera interesado en fortalecer el mercado, conjuntamente con su contraparte mexicana.

Así que resulta contraproducente que Calderón pretenda eximirse de culpas, cuando esto es imposible. Lo razonable y prudente sería no seguir echando alcohol sobre las heridas del pueblo, pues a eso equivale su proceder en este momento. ¿Acaso no está enterado de que millones de jóvenes están despertando de su pesado letargo y están dispuestos a influir en el rumbo del país, que desean sea democrático, con oportunidades para todos, con paz social y sin demagogia insultante? Han dicho ¡ya basta! y será muy difícil que no actúen de manera consecuente. Asombra que hasta el final del sexenio se quiera seguir tomando el pelo a la sociedad, como lo pretendieron con el acto sobre el supuesto rescate de las tierras huicholas de Wirikuta.
Guillermo Fabela - Opinión EMET
 
¿Dónde están los 400 mil millones de Pemex?
¿Dónde están los 400 mil millones de  Pemex?
Petróleos Mexicanos, saqueado a partir de Ávila Camacho hasta por sus cúpulas sindicales, y sin ningún beneficio para la Nación, ha sufrido verdaderos atracos con Calderón y los suyos


En el presidencialismo a la mexicana no hay rendición de cuentas. Al irse los presidentes, tienen millones de pesos, una cuantiosa jubilación y soldados de guardaespaldas. Desde Miguel Alemán, viven como millonarios… no se diga Salinas, con “becas” de las empresas privatizadas (¡Telmex, por ejemplo!). O Zedillo, por quien el empresario-escritor Enrique Krauze metió las manos al fuego… y se le quemaron; nombrado asesor de tres o cuatro empresas estadounidenses beneficiadas con las privatizaciones. Los periodistas Jack Anderson, en Estados Unidos y Manuel Buendía en México, señalaron a De la Madrid como dueño de más de 600 millones de dólares y los enredos de funcionarios con narcotraficantes durante su sexenio, por lo que Buendía fue asesinado, iniciando los homicidios contra periodistas. Así como con el crimen de Colosio, empezó el baño de sangre que no para desde hace 18 años, con el prólogo sangriento del salinismo.
Petróleos Mexicanos, saqueado a partir de Ávila Camacho hasta por sus cúpulas sindicales, y sin ningún beneficio para la Nación, ha sufrido verdaderos atracos con Calderón y los suyos, que lloriquean porque subsidian la gasolina y el diesel. Ese dinero es de los mexicanos y debe servir para subsidios, pero los funcionarios se lo embolsan y Calderón utiliza gran parte de las utilidades para pagar millonarios sueldos, bonos y prestaciones para su grupo de élite administrativa. Desde el foxismo, los directores de Pemex succionan a la empresa, de a mentiritas: pública, pero en verdad privada y ya cercada por las inversiones privadas que se llevan esa riqueza. Esquema que Peña, Josefina y Quadri, insisten en radicalizar.
Se supo que desaparecieron 400 mil millones de pesos, de instrumentos financieros colocados en el extranjero, con cargo a Pemex Exploración y Producción y que en la cuenta de algunos funcionarios ha de estar. Es la corrupción del “toma todo”, que se practicó en estos doce años del PAN, desde que Calderón, director del Banco de Obras, se autoprestó millonaria suma para comprarse una mansión (y que dicen, al ser agarrado con las manos en la corrupción, dizque… ¿devolvió?). Es necesario que todos los funcionarios del calderonismo sean esculcados ya que, al no rendir cuentas, ignoramos si se han embolsado dinero no ejercido del presupuesto.
No es sólo un escándalo. Es un robo. Un saqueo. Es el abuso de poder de la derecha ladrona que ha hundido a Pemex y a la que quiere vender. Fox, la ofreció en Nueva York; y Calderón la ha ido cercando con los contratos privados. La falta de rendición de cuentas desde el priismo ha fomentado la corrupción al infinito. Y si además, esos millones se dizque “perdieron” en maniobras financieras, los calderonistas merecen ser llevados a juicio político y a juicios administrativos-penales, para fincarles responsabilidades y encarcelarlos con sanciones de no menos de 50 años, por delitos graves. Es urgente poner un hasta aquí a la corrupción. Lo de Pemex es gravísimo. Y es que la empresa ya privada, que está al borde del colapso financiero, ha sido víctima del mal gobierno de Calderón.
Álvaro Cepeda Neri - Opinión EMET

No hay comentarios:

Publicar un comentario