Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

lunes, 24 de junio de 2013

Astillero- Juventud movilizada y petróleo mexicano- Sobre educación de «vanguardia»- DINERO

Astillero
La bola mexicana
Hartazgo acumulado
Tesoritos del PAN
¿En cuál cantina?
Julio Hernández López
Foto
EN FAVOR DE LOS ANIMALES. Organizaciones defensoras de animales marcharon del Ángel de la Independencia al Zócalo, con motivo del día que conmemora los derechos de la fauna en el DF; exigieron a la Asamblea Legislativa nuevas leyes
Foto Cristina Rodríguez
 
La pelota también rueda en México. Cruza campos secos, entre árbitros y autoridades vendidas, con todo arreglado para que pierdan unos, los muchos, y ganen otros que son pocos, los de siempre. Casi nadie logra escuchar ni entender el lenguaje de esa bola que va creciendo, ni en los análisis y comentarios confeccionados al mejor postor, ni en las pantallas o las páginas de los medios acomodaticios, ni en palacios, residencias, oficinas burocráticas o espacios de cualquiera de los muchos poderes que oprimen y violentan de manera institucional, permanente, implacable, y luego se asustan y vociferan ante las todavía escasas manifestaciones públicas de hartazgo sin salida política ni electoral, de ansiedad rupturista sin líder ni programa, del no concertado talión desde abajo que en las calles y las plazas va rodando como balón lleno de enigmas.
 
El uno de diciembre del año pasado y el diez de junio del presente han sido asomos de ese sonar de alertas que en Brasil ahora se ha manifestado en forma apabullante. Allí están parte de los grupos de jóvenes que mediante las redes sociales comparten conocimientos de combate callejero, cruzan mensajes y convocatorias y se aparecen en las manifestaciones masivas para acelerarlas en puntos arquitectónicos simbólicos del poder o ante las fuerzas del orden que repelen esos grupos en los que, sin duda, hay infiltrados y provocadores, pero también importantes y mayoritarias dosis genuinas de enojo, resentimiento, inviabilidad y revanchismo ante un sistema que les ha cerrado las puertas y los mantiene en una marginalidad casi seguramente insuperable.
 
Esos grupos minoritarios y violentos son una explicable radiografía de nuestra sociedad actual, junto a segmentos mayoritarios deseosos de ser escuchados en sus demandas (y no sólo democracia o temas electorales: la inseguridad pública cada vez más triunfante, la desatención crónica de los intereses populares ante cualquier gestión o solicitud, sea ante una agencia del ministerio público o una compañía telefónica), agresivamente cansados de presenciar el banquete de los poderosos (funcionarios ejecutivos, juzgadores, legisladores, partidos, candidatos, policías, casi todo aquel que tiene un poco de mando sobre los demás, peor entre más sea ese poder), acechantes a pesar de las frustraciones y decepciones de cuanto movimiento social y electoral hasta ahora ha aparecido en ese escaparate que sigue siendo oficialista aún en cuanto a oposiciones.
 
Indignación y hartazgo que marchan por las calles mexicanas y llevan sus pancartas y proclamas y corean consignas y levantan puños pero que bien saben que ningún cambio así se logrará, que todo quedará en la bitácora gubernamental de la sordera y la ceguera, que los grandes medios, sobre todo los televisivos, preferirán el teleobjetivo (el zoom, en el inglés fotográfico) al gran angular, para así centrar la atención en la violencia focalizada de pequeños grupos juveniles anarquistas, o como sea que deseen ser llamados, y no en las grandes causas de esa violencia que al poder y sus aliados mediáticos les conviene simular que es inexplicable, irracional, sin sentido.
 
Esta sociedad, en particular su élite, ha producido los presuntos monstruos de los que ahora se espanta: la violencia desbordada del crimen organizado como consecuencia de políticas sociales inexistentes o pervertidas, de la profunda corrupción de los aparatos encargados del uso de las armas y la justicia, de la insatisfacción social sin salida y de los procesos económicos cuyas ganancias desembocan solamente en las chequeras de las alturas piramidales. Y la violencia política encapuchada como respuesta a la violencia institucional, al espectáculo de los políticos ladrones peleando por sus privilegios ofensivos, de los grandes jefes planeando los negocios del sexenio de los que se llevarán su religiosa comisión, del país de las revistas de sociales mostrando excesos en un país lleno de miseria, del uso sedativo del futbol profesional, las telenovelas y los noticieros facturados. Acá, como allá, la bola rueda.
 
Los panistas, antes orgullosamente portadores de la etiqueta de la decencia, muchos de sus líderes provenientes de la rancia tradición de la abogacía (antes del arribo del pragmatismo empresarial, sobre todo la oleada nacida contra los excesos del lopezportillismo, los llamados Bárbaros del norte), ahora ven a sus más distinguidos personajes metidos en asuntos de virtual barandilla, peleando sin pudor por el control de las chequeras senatoriales y por demostrar, uno, y ocultar, otros, las múltiples pillerías cometidas en función de cargos legislativos. Ernesto Cordero es despojado del control de los dineros y luego hace nombrar a un tesorero, que toma posesión de las oficinas clave, acompañado de policías, aunque luego aparecen los anticorderistas, con notario público, para recuperar la oficina de la discordia. Dinero, cochino dinero, aunque lo pinten del blanco y azul presuntamente virginal.
 
En el flanco perredista, el dirigente Jesús Zambrano acusa a Marcelo Ebrard de ser una especie de borracho de cantina que anda bajo las mesas buscando quién lo ve feo para reñir. La ruda respuesta del presidente de un partido hacia uno de sus cuadros importantes (Ebrard fue jefe del gobierno capitalino y aspirante a la candidatura presidencial, y busca dirigir el sol azteca como primer paso rumbo a un segundo intento por la máxima postulación) se produjo cuando éste lanzó una invitación pública a Enrique Peña Nieto para debatir este martes a las ocho de la noche y, entre otras cosas, mencionó el papel cuando menos ambiguo que ha asumido Zambrano en el tema de la desexpropiación petrolera anunciada por el ocupante de Los Pinos en Londres. Zambrano recordó el pasado salinista de Ebrard, lo atacó como hasta ahora no había hecho ni con adversarios ajenos al PRD y se ofreció para ser él quien debatiera sobre privatizaciones petroleras con Ebrard, aunque no precisó debajo de cuál mesa de cantina. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Juventud movilizada y petróleo mexicano
John M. Ackerman
 
Las movilizaciones recientes en Turquía, Brasil, Chile, Grecia y México, junto con los heroicos actos de denuncia de Edward Snowden y Bradley Manning, hablan del surgimiento de una nueva coyuntura histórica a escala mundial. Una nueva generación de jóvenes cultos e informados con grandes expectativas sobre el desempeño de la democracia ha transformado de raíz el debate público. Previamente, la primavera árabe y las movilizaciones de España, Inglaterra y Estados Unidos ya habían anunciado el inicio de esta transformación histórica.
 
A los ideólogos de la falsa utopía clasemediera les salió el tiro por la culata. Supuestamente la urbanización, mayores niveles de escolaridad y el consumo conspicuo de productos importados y electrónicos habrían de limar la cultura popular de sus asperezas contestatarias, discursos críticos, y tendencias solidarias para abrir paso a una nueva humanidad obediente, individualista y competitiva al estilo estadunidense. La esperanza de estos teóricos era que dicha transformación social facilitaría la imposición impune de un modelo de desarrollo excluyente.

Pero sorpresivamente aquellos sectores sociales más modernos, los jóvenes urbanos con educación universitaria, son los que más rechazan las mentiras de los políticos y los designios del capital financiero internacional. De manera similar a la derrota del comunismo realmente existente a causa de las movilizaciones sociales durante la década de los 80, hoy la democracia realmente existente, el totalitarismo de nuestros días, también se desmorona. Los paralelos históricos entre el momento actual y los movimientos estudiantiles y de liberación nacional de los años 50 y 60 también son evidentes.

El nuevo sujeto histórico rechaza la anquilosada política de los partidos, pero no rehúye la verdadera acción política. Se indigna por la corrupción y la represión gubernamental, pero no cuestiona la necesidad de un Estado regulador y eficaz. Rechaza las mentiras y manipulación de los medios electrónicos, pero defiende con valor y congruencia el derecho a comunicar e informarse libremente, sin censuras o espionaje. Sobre todo, está inspirado por un ideal claro de una sociedad justa donde todos y todas puedan desarrollar plenamente sus talentos y tener una vida digna, sana y libre de sometimientos.

En México, #YoSoy132 fue un movimiento coyuntural sumamente exitoso que jugó un papel clave en el desarrollo de esta nueva conciencia y acción juvenil a escala global. La irrupción de los jóvenes universitarios desarticuló por completo la estrategia de la oligarquía doméstica y los capitales internacionales de arrasar en las elecciones presidenciales para proceder inmediatamente a rematar el petróleo, subir los impuestos y privatizar la educación pública.

La acción de los jóvenes preparó el escenario para el posterior levantamiento de los maestros y normalistas de Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Chiapas, un movimiento que ha tenido el éxito histórico de detener la aprobación de las leyes secundarias de la reforma educativa y de abrir el debate al resto de la sociedad. Estos nuevos movimientos son herederos desde luego del levantamiento zapatista, de las movilizaciones en contra del desafuero, de las luchas a favor de la transparencia electoral en 2006 y en contra de la privatización de Pemex en 2008, así como del Movimiento por la Paz.
 
El atraso en la presentación de la reforma energética de Enrique Peña Nieto refleja el éxito de #YoSoy132 y el movimiento magisterial en la construcción de un nuevo contexto de exigencia ciudadana. El 27 de abril de 2012, dos semanas antes del histórico incidente en la Ibero que inauguró el movimiento #YoSoy132, Luis Videgaray ya había prometido sin el mayor rubor al Wall Street Journal que la primera acción de un eventual gobierno de Peña Nieto sería impulsar una transformación de fondo de la Constitución que permitiría a empresas privadas unirse con Pemex en la exploración y producción del petróleo, así como invertir abiertamente en la refinación.
 
Peña Nieto no ha podido cumplir con Wall Street. Hoy, más de un año después de aquellas declaraciones, no existe reforma alguna y ni siquiera se ha atrevido a circular públicamente un borrador de su propuesta. Peña también ha recibido fuertes recriminaciones por nuevas declaraciones al mismo medio y al Financial Times, menos atrevidas que las de Videgaray en 2012. Otro signo de los tiempos es que hasta Ulises Beltrán, encuestador siempre cercano al poder presidencial, ha tenido que aceptar que hoy la cantidad de ciudadanos que creen que el rumbo que lleva el país es el equivocado es mayor (42 por ciento) a quienes piensan que es el correcto (40 por ciento).
 
Incluso Marcelo Ebrard ha osado poner en cuestión los intentos privatizadores de Peña. Ello llama la atención no solamente por el cuestionable y oscuro historial del ex jefe de Gobierno, sino también porque en aquel artículo de 2012 dos de los principales operadores políticos de Ebrard, el hoy senador Armando Ríos Piter y el entonces diputado federal Vidal Llerenas, se regodeaban en elogios públicos para Videgaray (véase: http://ow.ly/miPBj ).
 
Pero no es a un funcionario menor de la ONU, como Ebrard, a quien Peña tiene que dar la cara, sino al mismo pueblo mexicano que en su mayoría rechaza con argumentos sólidos la entrega de nuestro patrimonio nacional a Exxon-Mobil, Halliburton, Repsol y Shell. La acción social ha transformado las coordenadas del debate público nacional. Este éxito junto con una coyuntura mundial sumamente favorable configuran un escenario positivo para las batallas que se acercan.
Twitter: @JohnMAkerman
FUENTE: LA JORNADA OPINION
Jinete de Troya-Rocha
Sobre educación de vanguardia
Carlos Fazio /II
En los contextos educativos la tecnología ayuda, pero como los libros de texto son herramientas para el aprendizaje. Lo mezquino es adecuar desde la crítica al maestro tradicional y “funcional al statu quo”, el discurso de venta de un paquete de productos educativos −como hace Sistema UNO del Grupo Santillana− para presionar a las instituciones de enseñanza a subirse al carro de la modernidad, con la zanahoria de la digitalización de la escuela primaria.
 
En entrevista radial, Pablo Doberti, de Sistema UNO, dijo que “el (maestro) de hace 20 años era bueno si hablaba, si manejaba y monopolizaba el saber. Jamás decía yo no sé y daba tareas (…) ahora tiene que correrse de ese lugar (…) para que emerja la apropiación del saber por parte de los alumnos: su actividad, su producción, su participación”. Sus referencias al saber y al discurso parecen corresponder más al campo sicoanalítico que pedagógico: correrse del lugar del saber, otorgar la palabra al otro, excluyen la matriz del problema que enuncia: que el niño pueda ser responsable de su tarea implica un proceso de acompañamiento de los padres de varios años; el niño organiza el tiempo y la actividad que se le solicita de manera autónoma de acuerdo con los procesos de desarrollo por los que va transitando, que dependerán de sus particularidades y el entorno afectivo que lo rodea.

En ese proceso los padres y maestros funcionan como mediadores, igual que en el de hablar y argumentar. Pareciera que el sólo hecho de permitir que el niño hable o se acerque a la información mediante la tecnología fueran elementos suficientes para que la educación cambiara, colocando la falta de responsabilidad al no permitirlo o favorecerlo en los maestros y los padres.

Al ingresar a la escuela, niñas y niños poseen conocimientos, creencias y suposiciones sobre ellos mismos, su entorno familiar-social, el mundo que los rodea y los procesos de desarrollo alcanzado de acuerdo con su edad. Con diferente grado de avance han desarrollado competencias que serán esenciales para su desenvolvimiento escolar. A cualquier edad, los seres humanos construimos conocimiento. Hacemos propios saberes nuevos cuando los podemos relacionar con lo que ya sabíamos. Esa relación puede tomar distintas formas: confirma una idea previa, la precisa, extiende y profundiza su alcance, o bien modifica algunos elementos al mostrar su insuficiencia o falta de pertinencia, permitiendo a quien aprende adoptar una noción distinta de la primera. Ese mecanismo de aprendizaje es el que produce la comprensión y permite que el saber se convierta en parte de una competencia que utilizamos para pensar, hacer frente a nuevos retos cognitivos, actuar y relacionarnos con los demás.

Construir” conocimiento de esa manera implica un desafío profesional para los maestros, y exige mantener una actitud de observación e indagación constante en relación con lo que experimenta cada alumno en el aula. Al tratar un tema o realizar una actividad debe preguntarse: ¿Qué saben o qué se imaginan esos niños y cada uno sobre lo que estoy presentando? ¿Realmente lo comprenden? ¿Qué recursos o estrategias permitirán que se apropien del nuevo conocimiento?
 
Centrar el trabajo en el desarrollo de competencias implica que el docente genere las estrategias necesarias para que los alumnos aprendan más de lo que saben acerca del mundo y sean personas cada vez más seguras, autónomas, creativas y participativas. Ello se logra mediante el diseño de situaciones didácticas que impliquen desafíos y permitan enfrentar las dificultades que ese proceso conlleve: que piensen, se expresen por distintos medios, propongan, distingan, expliquen, cuestionen, comparen, trabajen en colaboración, manifiesten actitudes favorables hacia el trabajo y la convivencia. Los recursos didácticos, como libros de texto o iPads, pasan a ocupar un lugar de herramientas al servicio de un proceso organizado y conducido por el docente.
 
De acuerdo con la edad y al proceso cognitivo de los alumnos, la participación del maestro consistirá en proporcionar experiencias que fomenten diversas dinámicas de relación en el grupo escolar, mediante la interacción entre pares. Eso permitirá o no que los alumnos encuentren posibilidades para apoyarse, compartir lo que saben y aprender a trabajar de manera colaborativa; la presencia, orientación y el trabajo del docente en el aula resultan imprescindibles para el proceso de aprendizaje del niño.
 
Aprender a leer y escribir requiere la oportunidad de interactuar con otros, de platicar sobre textos, insertar su uso en situaciones y contextos múltiples y usar el lenguaje con fines propios para entender su significado y diseñar respuestas apropiadas. Para lograr el desarrollo de la lectura y la escritura en términos de “ comprensión”, la intervención del maestro es un factor fundamental, ya que mediante la aplicación de una valoración inicial, definirá las estrategias y acciones a implementar al interior del grupo para establecer las metas de desempeño individual y grupal.
 
Para un niño de seis o siete años, decodificar y comprender un texto implica una serie de prerrequisitos en términos de construcción de la imagen de su cuerpo, control de sus movimientos gruesos y finos, estructura-uso del lenguaje oral con propósitos comunicativos, capacidad de representación mediante el juego simbólico, así como el desarrollo de habilidades cognitivas: ubicación temporal y espacial, ejercitación en clasificación y seriación, que se ponen en práctica en las aulas. Pensamos que incluir iPads desde el prescolar bloquea la posibilidad de representación, imaginación y juego simbólico en el niño; obtura el desarrollo de una serie de habilidades visomotoras, cognitivas y sociales indispensables, además de ofrecerle un inmenso abanico de respuestas sensoriales que prescinden de la espontaneidad que naturalmente conduce al niño a buscarlas o construirlas.
FUENTE: LA JORNADA OPINION
 
Cuanta mezquindad-Hernández
Dinero
¿Puede repetir en México la revuelta de Brasil?
Oaxaca, conflicto agrario
Fraude con boletos a Cuba
Enrique Galván Ochoa
 
La pregunta está presente en muchas conversaciones: ¿puede ocurrir en México una rebelión de la clase media como la que está sucediendo en Brasil? La simple duda acalambra a la clase política y financiera. Primero tenemos que ver qué está sucediendo en Brasil: ‘‘Millones de personas fueron incorporadas a la clase media en los últimos años. Pasaron a demandar carros, viajes en avión, electrodomésticos, educación. Pero no hubo inversiones suficientes para mejorar el tráfico urbano, expandir la capacidad de los aeropuertos, aumentar la oferta de energía o la calidad de las escuelas. La frustración a esa falta de respuesta a las expectativas generadas por la expansión fue exacerbada recientemente por un crecimiento económico anémico y por una inflación más elevada. Ese es el fondo económico de la revuelta social que estalló en las ultimas semanas’’. El análisis fue escrito por Érica Fraga y Mariana Carneiro, del diario Folha de Sao Paulo.
 
Imposible, según Inegi
 
Para tranquilidad de la élite mexicana, una revuelta como la brasileña difícilmente podría ocurrir aquí. En los años recientes ha sucedido el fenómeno inverso. Millones de mexicanos fueron desincorporados de la clase media y ahora están en la prole, o clase baja, como la llama el Inegi de Eduardo Sojo. Las cifras son reveladoras: 59 por ciento de los mexicanos son clase baja, 39 clasemedieros y 1.7 por ciento es clase alta. Así que la mayoría de la población –la clase baja– no ha disfrutado de carro, viajes en avión, electrodomésticos y educación. ¿Por qué habría de rebelarse reclamando una mejoría en el tráfico urbano, que paren los gasolinazos, mayor capacidad de los aeropuertos o calidad de las escuelas? Y la clase media está en proceso de disminución, defendiéndose con las tarjetas de crédito de no caer en la prole. Por tanto, estadísticamente, según el Inegi, es casi imposible en México una revuelta clasemediera como la del Brasil. Sin embargo, 1.7 por ciento de clase alta debería pensar si la desigualdad, la corrupción y el abuso serían capaces de encender la mecha en la prole.
 
Telecom, nuevas concesiones
 
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes otorgó dos nuevas concesiones para instalar, operar y explotar la red pública de telecomunicaciones en diversos estados. A la empresa Naviga Comunicación le otorgó el permiso por un periodo de 30 años para prestar el servicio de telecomunicaciones, salvo radiodifusión, en Tamaulipas, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro, estado de México e Hidalgo. Mientras que Kiwi Networks, que se especializa en tecnología de fibra óptica y wireless, operará también por 30 años en Distrito Federal, Puebla, Jalisco, Nuevo León, Baja California, estado de México, Guanajuato, Aguascalientes, Quintana Roo, Sonora y Querétaro. Con ello se amplía la oferta en materia de telecomunicaciones, que si bien por ahora iniciará operaciones en municipios representa otra oportunidad para los consumidores y una piedrita en el zapato para los grandes operadores. También son puertas que se abren al capital extranjero. La reciente reforma permite hasta ciento por ciento en este sector.
 
Conflicto en Puxmetacán
 
En esta comunidad mixe hay un problema de consecuencias impredecibles. Existe un conflicto agrario entre las comunidades de San Juan Ozolotepec y Santa María Puxmetacán, por la posesión de 14 hectáreas. Ante la indiferencia de las autoridades de Oaxaca, los ciudadanos de San Juan decidieron armarse y bloquear los caminos a Santa María Puxmetacán, impidiendo desde el pasado mes de abril la entrada y salida de pobladores y de víveres. Tanto los servicios médicos como escolares han sido suspendidos. Los pobladores de San Juan solicitan un millón de pesos para abrir el tránsito. Aunque es un problema local, no sale sobrando que el secretario de Gobernación, Osorio Chong, dé un vistazo a lo que sucede allá.
 
e@Vox Populi
Asunto: boletos a Cuba
 
Recibí en mi correo electrónico por parte de la empresa Cupónica la promoción de un viaje a Cuba por cuatro días y tres noches para dos personas, con valor de $4,999.00 Como era muy atractivo de inmediato lo tramité y proporcioné los datos de mi tarjeta de crédito para que hicieran el cobro. La empresa Cupónica me envió un cupón para que lo hiciera válido por el viaje en otra empresa llamada Real Escapes. Esta compañía no me dio los boletos. Acudí a la Procuraduría Federal del Consumidor y me dijeron que para intervenir necesitan el domicilio de la empresa para citar al representante, pero como no lo revelan la Profeco no podrá ayudarme. ¿Qué puedo hacer para que me cumplan el viaje o me reintegren el dinero?
Rogelio Soriano Martínez/Distrito Federal
R: La regla de oro es nunca dar los datos de la tarjeta por Internet, a menos de que se trate de empresas de reconocida solvencia. Tal vez le convenga cancelarla, no vayan a usarla mal. Profeco tiene un ejército de burócratas, ¿cómo que no pueden ayudarlo a localizar a los malandrines? ¿Qué dice Alfredo Castillo Cervantes, nuevo titular?
Twitter
Hoy nuestro dinero en México vale trece mil seiscientas veces menos que el dólar americano (sic).
‘‘Ernesto Cordero, cara de Mr. Bean con modales y malas mañas de priísta ‘‘distinguido’’.
Uno pensaría que un mundial es fuente de bonanza, turismo y acrecentamiento de la economía. ¿No fue así? ¿Qué falló en Brasil?

Twitter: @galvanochoa
FaceBook: galvanochoa

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