Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

jueves, 6 de septiembre de 2012

ASTILLERO- DESAFIOS- DINERO

Astillero
Anhelos de reconocimiento
EPN: protocolo insuficiente
Amigos en Edomex
AMLO y PRD, definiciones
Julio Hernández López
Foto
EN TOLUCA.Enrique Peña Nieto, Luis Videgaray, Emilio Gamboa, Manlio Fabio Beltrones y Miguel Ángel Mancera asistieron al primer Informe de gobierno del mexiquense Eruviel Ávila en el teatro Morelos de Toluca
Foto Francisco Olvera
 
En su primera entrevista exclusiva ya con la etiqueta de electo, Enrique Peña Nieto se tropezó (a pesar de las redes de protección tendidas por Televisa, su casa mediáticamente matriz) a la hora de hablar sobre un eventual diálogo con su persistente adversario político, Andrés Manuel López Obrador. No reaccionó con altura y elegancia, asumiéndose por encima de las particularidades y declarándose dispuesto a atender sin condiciones los reclamos y propuestas de cualquier mexicano, sino que blandió como requerimiento faccioso, mostrándose dolido por las acusaciones de ilegitimidad en su contra, el que su muy hipotético interlocutor tabasqueño primero le reconozca como presidente de la República (sin reparar en que políticamente sería un reconocimiento supremo, sin necesidad de palabras expresas, el que se diera el caso, que hoy parece muy remoto, de que AMLO se sentara con él a dialogar; exhibiendo involuntariamente una valoración precaria de su título formal de presidente electo dado que sigue exigiendo que se le den reconocimientos políticos que ya no deberían importarle como tales si se sintiera satisfecho con los protocolos legales).
 
No es intrascendente ni anecdótico ese posicionamiento arisco y arrogante. A pesar de que hay muy pocas probabilidades, virtualmente nulas, de que el gran opositor a EPN llegue a sentarse a dialogar con el mexiquense, la respuesta dada al entrevistador Joaquín López Dóriga muestra la manera en que la cúpula del priísmo visualiza la relación dialéctica entre poder y oposición, en especial lo que tanto escuece al peñanietismo y sus voceros clamorosos, es decir, la resistencia civil anunciada por el ex candidato tripartidista y las osadas manifestaciones de rechazo que en distintas partes del país y en condiciones cada vez más peligrosas realizan jóvenes agrupados bajo la bandera del movimiento 132.
 
Peña Nieto pareciera (y no sólo respecto a AMLO) buscar rendiciones, más que entendimientos; reconocimientos protocolarios, más que diálogos productivos; sumisión formalista, no equilibrio ni dignidad desde la disidencia: primero que se arrodillen, luego ya se verá. Pero tales desplantes, cargados de un sentimiento de inferioridad disfrazado de lo contrario, no reflejan un ánimo político positivo y propositivo en quien, haiga sido como haiga sido, está en la antesala institucional del poder público federal. El propio Carlos Salinas, en su momento, dialogó en el más profundo de los secretos con Cuauhtémoc Cárdenas, mientras en las plazas los seguidores del michoacano acusaban al primero de espurio e ilegítimo. El propio AMLO llegó a conceder en público el trato de presidente a Felipe Calderón durante su efímera transformación amorosa en segundas vísperas electorales.
 
Avenimiento pleno, políticamente nupcial, en espera de retoños reformistas e impunidades concertadas, es el mostrado al mismo tiempo por el nuevo concesionario de Los Pinos, el antedicho licenciado Peña y el precarista que por un sexenio se mantuvo ocupando tal predio de uso comercial. Ayer se reunieron allí el entrante y el saliente, deseosos de dar muestra pública de tersura en el traspaso contratado, de respeto riguroso al clausulado en el que ambas partes convinieron, de respeto a la palabra en los tratos habidos, de ser buenos ganadores frente a la baraja de cartas por ellos marcadas. A la reunión de terciopelo concurrieron el panista y el priísta con sus respectivos equipos de transición y al final habrían de emitir sendos mensajes sobre lo platicado y resuelto en esa sesión.
 
Otra demostración pública de afectos condicionados por la similitud partidista pero, aún peor, por la disposición del gobernador en turno para apoyar actos de campaña presidencial, se vivió en Toluca ayer mismo, cuando un muy contento Enrique asistió al primer informe de labores del subsidiario Eruviel Ávila. Allí, con aires de maximato regional, la figura central fue quien luego declaró a una televisora local que él será un presidente amigo del estado de México. Otros amigos presentes en el acto mexiquense fueron Elba Esther Gordillo y Carlos Romero Deschamps. También saludaron amistosamente a Peña Nieto los mandatarios postulados por el PRD que aún no define oficialmente la postura de colaboración con el priísta: Miguel Ángel Mancera, del Distrito Federal, y Graco Ramírez, de Morelos, según puntual comentario y fotografía que en Twitter colocó el vicepresidente Luis Videgaray.
 
Mientras Peña Nieto avanza en la toma del papel protagónico central y Calderón le va cediendo el paso (aunque ayer mismo comió con diputados federales panistas para tratar de impulsar las dos iniciativas de ley que al amparo de la modalidad de dictaminación preferencial presentó, sobre todo la relacionada con lo laboral), la izquierda electoral avanza en la definición de posiciones que ya están suficientemente esbozadas. El segmento apegado plenamente a lo institucional reconoce desde ahora la legalidad de la elección de Peña Nieto, aunque mantiene un discurso de escaparate con reproches por la falta de exhaustividad del tribunal electoral federal al estudiar las denuncias lopezobradoristas. Este viernes, la comisión nacional política del sol azteca habrá de precisar los términos de su colaboración con el nuevo esquema de poder dominado por el priísmo mexiquense y salinista.
 
López Obrador, por su parte, trazará su camino el próximo domingo en el Zócalo de la ciudad de México. Aun cuando subsiste una irritación fundada respecto al proceso electoral y su desenlace programado a favor del PRI, parecería demasiado costoso en términos políticos el plantear como consigna central una lucha directa contra la imposición del priísta que entre otros beneficios ha recibido incluso el de la tardanza del lopezobradorismo en confrontarlo, al dejarle el escenario virtualmente libre durante los valiosos días de consolidación posteriores al fallo electoral. Ya se conocerán los nuevos planteamientos del tabasqueño, que bien podrían tener acentos especiales en la reorganización electoral y la lucha social. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
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Desafíos
Adolfo Sánchez Rebolledo
Muchos habíamos anticipado que un fallo puntilloso, letrista, superficial, lejos de resolver el problema de las impugnaciones de la Coalición Progresista agravaría la desconfianza y sería un golpe a la gobernabilidad. Pero el celo de los magistrados –y el tono obsecuente y exonerador de sus discursos– superó todos los cálculos, pues a los togados no les bastó con desdeñar las pruebas o minimizar los agravios imputados, sino que éstos pasaron de largo sobre el sentido último de las quejas y no admitieron siquiera que las irregularidades pudieran ser motivo de preocupación para la salud democrática de la República. La unanimidad de la resolución es, en este caso, prueba de la insensibilidad del Poder Judicial para atender graves asuntos de Estado. En respuesta directa e inmediata, Andrés Manuel López Obrador rechazó categóricamente el acuerdo del tribunal electoral, llamó a la resistencia y la desobediencia civil y propuso una reunión abierta de sus partidarios para definir los pasos a seguir. Mientras, los diputados y senadores electos ocuparon sus asientos en la Cámara y el Senado, e incluso constituyeron un frente amplio parlamentario, con lo cual se aleja la posibilidad de que el enfrentamiento con el nuevo gobierno se convierta en una ruptura institucional como la que prevaleció a raíz de los comicios de 2006. En estas circunstancias, la asamblea del domingo próximo tiene un enorme significado pues será el punto de partida en la reflexión de cuando menos dos asuntos básicos: a) la valoración de la coyuntura marcada por el cambio de gobierno, y b) el destino y la definición de Morena en relación con las otras fuerzas de izquierda, incluyendo al PRD. Aunque a muchos les parezca innecesario, para abordar dichas cuestiones hace falta un balance sereno, objetivo, de los últimos años, incluyendo por supuesto la última campaña presidencial.
 
Por lo pronto, es hora de asumir que nos hallamos ante una nueva etapa en la que se conjugan los problemas legados del fracaso del panismo con la forma como se dio la victoria del PRI. A la protesta por el inepto fallo del tribunal, se debería proseguir con la elaboración de una política que haga imposible la repetición de la fórmula ensayada por la oligarquía para crear una mayoría aun antes del ejercicio electoral. Más que intentar anular los resultados electorales que, para todo fin práctico, léase legal, son inatacables, se trata ahora de crear una nueva situación política donde sea posible retomar, profundizándola, la iniciativa a favor del programa de reformas que la izquierda progresista ha esbozado en los años recientes. No está de más recordar aquí que siempre se dijo que, con todo y su relevancia, las elecciones presidenciales de 2012 eran sólo una parte de la política por la transformación de México y no el punto terminal de la estrategia de cambio. Han cambiado los medios, no los objetivos. A Peña Nieto, ciertamente, le será difícil lavarse el rostro de las acusaciones acumuladas durante la campaña, pero hoy, a diferencia de lo que teníamos por seguro antes de los comicios, sabemos (como también lo descubrieron los jóvenes del #YoSoy132) cómo opera la tendencia a la concentración del poder acelerada bajo los gobiernos panistas, de qué manera se interpone la visión de los grandes poderes fácticos excluidos de la fiscalización democrática al libre ejercicio de la voluntad ciudadana, no sólo en el momento de ir por el voto sino como un mecanismo permanente al servicio de la ingeniería del consentimiento, sustentado en los valores del individualismo y la competencia como parte esencial del los paradigmas éticos, políticos y ciudadanos inscritos en la ideología dominante. La izquierda requiere de un planteamiento capaz de contrarrestar esa visión, poniendo en la agenda la lucha por los derechos, estimulando la organización autónoma y el impulso a las reformas que, junto con otra ruta hacia el desarrollo, fortalezcan la emergencia de la ciudadanía en condiciones de cohesión social. Para lograrlo tiene que estar a la altura de las exigencias.
 
Al respecto, algunos ya están hablando de la posibilidad de formar un nuevo partido aunque no se trata, como en otros momentos, de una propuesta unitaria, abierta a todas las fuerza progresistas, sino de una opción para rencauzar al lopezobradorismo, aunque no se excluye la idea de formar un frente más o menos permanente para potenciar las alianzas entre varios partidos, cada uno con su identidad singular. Si es la primera opción, está en el aire la necesidad de revisar críticamente la tesis del partido-movimiento, concebida como una especie intermedia de organización que en tiempos electorales se comportaría como un partido con registro y en los periodos normales, por llamarlos de algún modo, atendería las causas y a las movilizaciones populares, es decir, como un movimiento. Esa noción hizo crisis en el PRD. Por ello, hay reticencia a la idea de partido, pues se teme que ésta remita a fórmulas superadas o indeseables. En particular, se rechaza la idea de crear una institución que, lejos de representar los intereses directos de los afiliados, termine montándose sobre ellos hasta crear un aparato que defiende sus propia dinámica sobre la del movimiento. Pero esa es también una falsa disyuntiva, como se ha probado en el mundo y entre nosotros también. Hemos tenido numerosos movimientos, pero la experiencia partidista es más bien pobre y desalentadora y, sin embargo, la izquierda no puede prescindir de un centro político capaz de procesar colectivamente sus propuestas. Incluso la izquierda extraparlamentaria requiere de una dirección política que en los hechos actúa como un partido. Tampoco la izquierda institucional, que tanto repele a muchos, podría desplegar todas sus potencialidades sin apoyarse en el movimiento social que constituye la primera línea de defensa ante la desigualdad y todas las formas de discriminación moral y social que limitan en los hechos las libertades fundamentales. Lo fundamental sería admitir que, a diferencia de los viejos partidos clasistas, la izquierda de hoy reconoce en el movimiento que esas expresiones son autónomas, apartidistas y, en ese sentido, imposibles de reducir al nivel de correas de transmisión que en otros tiempos se les confería a las organizaciones sociales o a los sindicatos, cuya ausencia marca la debilidad histórica de las fuerzas progresistas. Promover la organización de los sectores populares y la ciudadanía es también un tarea política.
 
Dinero
La güera del equipazo de Peña Nieto
Gabinetitis
Basilea III, Carstens, Babatz
Enrique Galván Ochoa
Se llama Alejandra Lagunes Soto Ruiz y, según el cronista político-social, Beto Tavira, tiene todo para ser una mujer aspiracional: suficientemente rubia, suficientemente guapa, suficientemente joven, con suficiente buen gusto y ahora, suficientemente poderosa, ya que fue nombrada coordinadora del programa de gobierno digital, es decir, le llevará la chamba de las redes sociales a Peña Nieto que, la verdad, ha cometido unas metidas de pata que ni el cantante Andrea Bocelli hubiera hecho. Añade Tavira: “Licenciada en ciencias de la comunicación por el Tec de Monterrey, antes de este puesto #MiAle trabajó como directora general comercial de Televisa Interactive Media”. La diputada Purificación Carpinteyro, del PRD, tiene una impresión de la güera Lagunes que va más alla del tinte Miss Clairol. Dice que formó parte importante de una estrategia para crear videos en YouTube destinados a desacreditar a los adversarios políticos de Enrique Peña Nieto. “Me preocupa –dijo Purificación en el programa de radio de Carmen Aristegui– que va a estar encabezando la agenda digital. Este gobierno ha favorecido a Televisa de manera tan especial y ahora, con una persona evidentemente tan vinculada a los medios, pues va a empeorar”.
Gabinetitis
En los tiempos de abuelo dinosaurio se hicieron famosos los monos de Abel Quezada pintando a aspirantes al gabinete al borde de un ataque de nervios. En los nuevos tiempos de bebé dinosaurio no parece que las cosas hayan cambiado mucho. La gabinetitis está desatada. Aunque Peña Nieto les bajó los animos diciéndoles que no todos los que están en el equipazo de transición pasarán a formar parte en automático del gabinetazo, hay algunos personajes que seguramente sí serán incluidos.
Los efectivos
En primer lugar, Luis Videgaray, su perfil encaja en varias posiciones, pero lo más probable es que ocupará la Secretaría de Hacienda. Es el hombre de confianza para el manejo de los billetes. Otro casi seguro es el regiomontano Ildefonso Guajardo, quien se perfila para la Secretaría de Economía. El primer problema que tendría que atender es la carestía de huevo, porque Bruno Ferrari todavía andará averiguando a fines de noviembre qué fue primero, si el huevo o la gallina. Uno más es Emilio Lozoya, parece enfilarse a la cancillería. También podría haber un lugar en el gabinete para Gerardo Ruiz Esparza. Hay algunas posiciones claves que podrían ser la sorpresa: Pemex, la CFE y la Secretaría de Comunicaciones, donde se ventilan los intereses de los monopolios de telecomunicaciones y televisión... ¿Y Rosario Robles? La señora está maquilando sus servicios contra la izquierda y, tristemente, lo sabe.
Quieren lucirse
¿Por qué las prisas del gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y su chalán, el presidente de la Comisión Bancaria, Guillermo Babatz, para anticipar tres meses la aplicación de las reglas de Basilea III? Si, como dicen, la banca local está bien capitalizada, no es necesario adelantarlas al último día de este mes, cuando todos los bancos del mundo lo harán hasta el próximo enero. ¿Quieren lucirse ante el nuevo gobierno?
e@Vox Populi
Asunto: la esclavitud de las palabras
De manera muy desafortunada, la hija del señor Peña Nieto usó la palabra prole para referirse al proletariado. Parece como si ahora todo mundo la usara como un sustantivo femenino para este fin, pero eso es incorrecto. La prole es la descendencia de una persona, no el proletariado. Es lamentable que se propague esta forma de uso. No lo haga usted, señor Galván; usted merece todo mi respeto como periodista y le debe respeto a sus lectores.
Juan Bolter/Distrito Federal
R: Estimado don Juan: lavanda es una planta perfumada, pero cuando la prole escucha esa palabra la asocia con la banda de Los Pinos. No se convierta en esclavo de las palabras.
Asunto: competencia de baches
Te agradezco haber publicado en tu columna mi queja sobre la falta de recolección de basura en Texcoco. Parece que ya compusieron otro camión o dos y ahora, en lugar de pasar cada mes, pasa cada siete días. Algo es algo, gracias. Ahora me ocupa otro problema. Desde hace unos meses las calles de Texcoco están llenas de baches y hoyos. Son realmente profundos. He visto varios autos averiados por este problema e incluso esto se está volviendo un peligro para los peatones. De nuevo, como nuestro presidente municipal se lanzó (sin éxito) para diputado, no sé a quién dirigirme. El palacio municipal está cerrado desde enero. Urge que alguien haga algo por esta ciudad.
Eduardo Virueña Silva/Texcoco
R: Estimado Eduardo: no sé qué tan profundos sean los baches texcocanos, pero si organizáramos una competencia con los del Distrito Federal tal vez habría empate. Por algo al jefe de Gobierno lo apodan Bachelo.
Twitter
La reforma laboral de los dueños del Prian contempla el pago por hora: 4 horas 30 pesos. Ni para el pasaje del trabajador. Y se dicen cristianos.
Andrés Manuel @lopezobrador_
Me da asco pactar con el PRI. Eso decía #FelipeCalderon hace 10 años. Ahora llama a apoyar a @EPN e ignora a @JVMota
Jenaro Villamil @jenarovillamil
En vista de que mis futuros hijos van a deber antes de nacer, o me cambio de país o mejor ni los tengo. Gracias FCH.
Víctor Ramírez @IrjVictor
Twitter: @galvanochoa
FaceBook: galvanochoa

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