Gran Bretaña: las fotos prohibidas de Harry
Una de las fotografías del sitio TMZ.
Foto: tomada de Internet
Foto: tomada de Internet
LONDRES (apro).- El escándalo que ha sacudido recientemente a la corona
británica tras la publicación de unas fotos del príncipe Harry totalmente
desnudo junto a mujeres en un hotel y casino de Las Vegas, no sólo dejó al
descubierto las constantes polémicas y desatinos que ensucian a la familia real
desde hace décadas, sino también un debate más amplio sobre la amplitud de las
leyes de privacidad, de libertad de expresión y el creciente poder del imperio
mediático de Rupert Murdoch en Gran Bretaña.
La controversia se desató el pasado 21 de agosto, cuando el sitio de internet
en Estados Unidos TMZ publicó dos fotografías de Harry, de 27 años, sin ropa,
junto a unas jóvenes rubias en una exclusiva suite del hotel y casino Wynn de
Las Vegas.
Las imágenes mostraban al hijo menor del príncipe Carlos y la fallecida Lady
Di, conocido en el país como el “niño terrible” por su pasado de borracheras y
excesos de joven, totalmente desnudo junto a mujeres también sin ropa. Una de
las fotos lo mostraba abrazando a una joven rubia cerca de una piscina.
Las imágenes fueron tomadas en el hotel y casino de cinco estrellas donde el
príncipe se encontraba de vacaciones con un grupo de amigos, luego de haber
representado a su abuela la reina Isabel II de Inglaterra, en la ceremonia de
cierre de los Juegos Olímpicos de Londres.
De acuerdo con TMZ, en la habitación, de unos 7 mil 900 dólares la noche, con
servicio propio de mayordomo, sala de juegos y garaje privado, el príncipe jugó
al “strip-billar”, un juego de billar por el cual cada vez que perdía debía
sacarse una prenda de ropa.
Las fotos fueron sacadas luego que el tercero en la línea de sucesión a la
corona británica y su grupo de amigos conocieron a varias jóvenes en una fiesta
en el MGM Grand Hotel. Las mujeres fueron luego invitadas al duplex de Enrique y
más tarde dieron a conocer lo ocurrido.
La publicación de las imágenes sumió a la corona británica, que este año
celebró el Jubileo de Diamantes de la reina Isabel II, y que venía de sacarse de
encima años de escándalos en torno a la vida de Lady Di, en una nueva
polémica.
Ocho días después de la publicación de las imágenes, la controversia tomó un
nuevo giro, luego de que un testigo de la fiesta informó que se consumió cocaína
en la habitación del hotel donde el nieto de Isabel II fue fotografiado
totalmente desnudo.
Según dijo el testigo al sitio de internet estadunidense RadarOnline, durante
la “fiesta infame” en el Wynn Hotel, se consumió cocaína y otras drogas
ilegales.
La página online había revelado también que la fiesta quedó grabada en un
video, el cual en caso de darse a conocer podría poner en “serios apuros” a la
familia real británica.
“La situación se volvió bastante loca en la suite del príncipe Harry aquella
noche (del 17 de agosto último). Todos estaban bebiendo y algunos consumieron
cocaína”, dijo el testigo a RadarOnline.
“Varias personas esnifaban (sic) cocaína”, agregó la fuente, que
pidió mantener el anonimato por temor a represalias.
La nueva información fue dada a conocer dos días después de que un periódico
de Las Vegas reportó que las fotos del desnudo de Harry “son sólo la punta del
iceberg”, ante algo “gigantesco” que pasó en esa fiesta.
La fuente de RadarOnline dijo que varios de los invitados en la suite de
Harry “ya estaban drogados cuando llegaron al hotel”.
“Algunos estaban alucinando (por hongos alucinógenos) cuando llegaron a la
fiesta, y otros estaban ‘volando’ por fumar marihuana. Es por eso que nadie de
los que participó de la fiesta quiso hablar abiertamente. No quieren ser
implicados por alguna actividad ilegal”, continuó el informante a Radar.
La fuente dijo no haber visto a Harry consumir cocaína u otras drogas
ilegales, aunque admitió no estar junto al príncipe durante el
“strip-billar”.
Otro informante contó que el video de la fiesta “está siendo distribuido
entre un grupo pequeño de personas”.
“Hay un video de Harry divirtiéndose desnudo con mujeres en una habitación
del hotel de Las Vegas. (La persona que filmó) está averiguando cuánto valdría
el video. Si esa filmación sale a la luz, será el mayor escándalo que enfrenta
la familia real”, admitió la fuente.
Tras el escándalo, la casa real se comunicó de inmediato con la Comisión de
Quejas a la Prensa (PCC, en sus siglas en inglés) para que “alertara” a los
medios de prensa del Reino Unido a no publicar ninguna de las imágenes de Harry
desnudo, bajo el argumento de que éstas violaban la privacidad del príncipe.
Sin embargo, y a pesar de que la mayoría de los periódicos británicos aceptó
la veda, The Sun, propiedad del magnate australiano Rupert Murdoch,
decidió desatender la advertencia y publicó el pasado 24 de agosto las imágenes,
con la foto de Harry desnudo a toda tapa.
La decisión del Sun llevó a que unos cuatro británicos se
comunicaran con el PCC para quejarse de la decisión, considerando que el
tabloide debió haber atendido a las advertencias y cumplido con la
normativa.
El PCC se encuentra bajo un fuerte escrutinio por parte de la Comisión
Leveson, que este año inició una causa sin precedentes para examinar la ética
periodística en Gran Bretaña tras el escándalo por escuchas telefónicas ilegales
del ahora cerrado News of the World, propiedad de Murdoch.
El editor de mercadeo de The Sun, David Dinsmore, indicó el día de
la publicación de las fotos que hubiera sido “perverso” no publicar dichas
imágenes de Harry.
“Las fotos están ahora en dominio público en todos los países del mundo,
menos en el Reino Unido. Hubiera sido perverso por parte del The Sun no
publicarlas”, se defendió Dinsmore.
El tabloide, que tituló su portada con la frase “Heir it is” (un juego de
palabras entre Heredero es y Aquí están las fotos), fue el único matutino
británico en emitir las imágenes de desnudo de Enrique, decisión por la cual
podría enfrentar una severa multa por parte del PCC, como también un proceso
legal.
“Hemos dejado bien en claro nuestra posición sobre la privacidad del príncipe
Harry”, sostuvo un vocero de la casa real tras conocer la decisión del
Sun.
“Los periódicos se regulan a sí mismos, así que la publicación de las fotos
es finalmente una decisión de los propios editores”, continuó.
“No vamos a hacer ningún otro comentario al respecto”, agregó el vocero
real.
Por su parte, el exviceprimer ministro, el laborista John Prescott, que había
sido una de las miles de víctimas por las escuchas ilegales del News of the
World y que cobró compensación por el grupo de Murdoch News International,
dijo que The Sun mostró “un desprecio absoluto” por la ley y por la
Comisión Leveson.
Para el alcalde de Londres, Boris Johnson, “hay que ser indiferente” a la
publicación de dichas fotos del príncipe desnudo.
“Creo que sería desgraciado si no le permitiéramos a este chico divertirse un
poco en Las Vegas”, dijo el alcalde a la BBC el pasado 24 de agosto.
“El verdadero escándalo sería viajar a Las Vegas y no disfrutar un poco”,
agregó.
Tanto el Daily Mirror como el The Independent indicaron que
no publicarán las imágenes de Harry porque consideraron que ello violaría la
privacidad del nieto de Isabel II.
Lo cierto es que el príncipe había tratado de distanciarse de su imagen de
“playboy” que lo caracterizó de adolescente, cuando solía aparecer alcoholizado
saliendo de discotecas o bares.
En 2006, el nieto de Isabel II fue fotografiado tocándole un seno a una joven
rubia durante una fiesta, que fue portada de los principales tabloides del
país.
Un año previo, el príncipe Harry, que era conocido como el “niño terrible” de
la familia real británica, apareció en la primera plana del popular diario
The Sun disfrazado de oficial nazi, con una cerveza en una mano y un
cigarrillo en la otra, dos semanas antes de que la reina Isabel encabezara los
eventos nacionales en memoria de las víctimas del Holocausto.
En 2004 volvió a ser la portada de los diarios británicos al verse envuelto
en un escándalo cuando una profesora del exclusivo colegio de Eton lo acusó de
hacer trampa en unos exámenes.
Pero luego de años de polémicas y de ser amedrentado por su padre y la propia
reina, Harry trató de mejorar su imagen pública.
Al comienzo del mes, el nieto de Isabel II reemplazó a su abuela en la
ceremonia de cierre de los Juegos Olímpicos de Londres, además de asistir a un
gran número de eventos deportivos en nombre de la corona británica.
En marzo, el príncipe incluso realizó una gira en el marco del Jubileo de
Diamantes de Isabel, al visitar Belice, Bahamas, Jamaica y Brasil.
Dos meses después viajó a Washington para recibir un premio humanitario de
manos de Colin Powell, el exsecretario de Estado de Estados Unidos, por su tarea
al honrar a soldados excombatientes.
Harry, capitán del Army Air Corps y padrino de diez organizaciones benéficas,
es un piloto de helicópteros de guerra Apache que había indicado recientemente
su intención de ser desplegado a Afganistán para combatir contra los
talibanes.
Dai Davies, exjefe de protección real de Scotland Yard, afirmó que las fotos
de Harry al desnudo demuestran cuán difícil es proteger a los miembros más
jóvenes de la familia real británica.
“El erario británico termina pagando enormes cantidades de dinero para que se
proteja a este joven a toda hora. La seguridad para la familia real supera los
190 millones de dólares al año. La realeza tiene que poder tener su vida”,
declaró Davies.
El exagente dijo que proteger a jóvenes miembros de la realeza como el
príncipe Enrique “es una pesadilla”.
“Es un joven con mucha testosterona, y ocasionalmente se desbanda”,
concluyó.
Pero a pesar del escándalo por la publicación de fotografías sin ropa del
príncipe, Harry está recibiendo cada vez más respaldo, no sólo en el Reino
Unido, sino también en otras partes del mundo.
Más de 20 mil personas, entre ellas soldados y exmilitares británicos que
pelearon en las guerras de Afganistán e Irak, se sumaron al grupo de Facebook
“Apoya al príncipe Harry con un saludo desnudo”, por el que hombres y mujeres de
diferentes países posan semidesnudos y suben sus fotos a la red social.
La consigna en el sitio web es atacar a los medios que se “entrometen” en la
vida de celebridades y figuras públicas, y en especial de la familia real
británica, en un debate que ahora ha crecido y que promete instalarse de lleno
en Gran Bretaña, donde las autoridades buscan imponer nuevos códigos de
responsabilidad y ética a los “entrometidos” medios de prensa.
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