Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 7 de septiembre de 2012

Miembros de #YoSoy132 toman sede de Veracruz contra la «imposición de Peña»- México: cómo organizar la desobediencia ciudadana-Economía Moral

Respeto las manifestaciones, siempre y cuando sean pacíficas, dice Javier Duarte
Miembros de #YoSoy132 toman sede de Veracruz contra la imposición de Peña
Foto
Integrantes del movimiento #YoSoy132 tomaron las casetas de cuota de la autopista México-Cuernavaca y dieron paso libre a los automovilistas, al protestar contra los recortes en el Politécnico Nacional
Foto Carlos Cisneros
Emir Olivares Alonso
Periódico La Jornada
Viernes 7 de septiembre de 2012, p. 9
Unos cien integrantes de varias asambleas del movimiento #YoSoy132 tomaron la representación del gobierno de Veracruz en la ciudad de México, en protesta por la imposición de Enrique Peña Nieto en la Presidencia de la República y en apoyo a sus compañeros que han sido agredidos y amenazados en aquella entidad.
Aseguraron que la acción fue pacífica y al finalizar realizaron un recorrido con empleados de la sede para entregar el edificio y demostrar que no hubo daños.
El gobernador de Veracruz, Javier Duarte, aseguró que su administración es respetuosa de las manifestaciones sociales, siempre y cuando sean pacíficas y no transgredan las libertades de terceros. Entrevistado en Veracruz, agregó que los jóvenes están en todo su derecho de manifestarse.
En un pronunciamiento, los integrantes de #YoSoy132 señalaron: La imposición de Peña Nieto, por parte de la oligarquía financiera, garantiza la continuidad del modelo económico neoliberal, que deja hambre, miseria y explotación para nuestro pueblo. El fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en favor del priísta, desechando las miles de demandas que evidenciaban la imposición, es el reflejo de que las actuales instituciones de gobierno obedecen a los intereses de la clase en el poder.
Desmintieron que el movimiento esté dividido y que exista un sector duro y otro conservador. Subrayaron que la única alternativa que los neoliberales nos dejan para hacerles frente es la pelea callejera, la organización y la movilización.
La acción fue sorpresiva. La noche del miércoles se lanzó una convocatoria mediante las redes sociales a reunirse a las 9 de la mañana de ayer en la Biblioteca José Vasconcelos, cerca del Eje 1 Norte. Acudieron unas 50 personas y parecía que el objetivo era la estación Buenavista del Tren Suburbano.
Fue un distractor: minutos después de las 10 de la mañana caminaron por el carril confinado del Metrobús sobre Insurgentes hasta la calle Havre, en la colonia Juárez, para llegar a la representación veracruzana.
Mientras esto sucedía, otros 50 muchachos, la mayoría con los rostros cubiertos, para evitar represalias –dijeron– ingresaron a la sede estatal, advirtieron a los empleados de la toma y desalojaron el edificio. Algunos trabajadores indicaron que hubo jaloneos para obligarlos a salir.
En el transcurso del día –la acción duró hasta las 5 de la tarde– en dos ocasiones se permitió el paso a reporteros para que se den cuenta que no hay daños. En el primer recorrido se impidió el ingreso a varios medios. Señalaron que la acción se transmitió en video por ustream.
Por la tarde, en conferencia de prensa, aseguraron que el representante del gobierno de Veracruz, Fabricio Aguilar, rechazó dialogar. Reiteraron el carácter pacífico de la toma y exigieron que el gobierno estatal retire los procesos contra quienes protestaron en varias cabeceras municipales tras el fallo del TEPJF y que no desaloje a los que mantienen ocupado el ayuntamiento del puerto de Veracruz.
Por su parte, Fabricio Aguilar rechazó la acción y dijo que los jóvenes no solicitaron diálogo. El gobierno de Veracruz lo primero que respeta es la libertad de expresión. Precisó que no se trató de una acción del todo pacífica, pues a algunos colaboradores los tomaron de los brazos, a una la levantaron y la sacaron. Informó que se presentó una denuncia ante la procuraduría capitalina, pero no descarto el desistimiento.
Cuando el funcionario daba la entrevista, un joven, con el rostro cubierto, lo confrontó para convocarlo al diálogo. Después de varios desacuerdos, y entre gritos e insultos de un sector contra los empleados de la representación, Aguilar aceptó entrar al edificio para constatar que todo estuviera en orden.
Los manifestantes abandonaron las instalaciones y una comisión realizó un recorrido con funcionarios y reporteros. El titular de la sede aceptó que a simple vista no se veían daños. No hay cosas tiradas, ni pintas, las luminarias funcionan, aunque aclaró que se hará una revisión a detalle. Alrededor de las 18 horas los jóvenes se retiraron del lugar.
Por otro lado, unos 60 integrantes de la asamblea politécnica de #YoSoy132 realizaron un levantamiento de plumas durante dos horas en las casetas de cobro de la autopista México-Cuernavaca, en rechazo al recorte de más de 156 millones de pesos al Instituto Politécnico Nacional.
 Transición tersa (la estafeta)-Fisgón
México: cómo organizar la desobediencia ciudadana
Víctor M. Toledo
Muerto el perro, se acabó la rabia. Se trata del extraño cadáver de la democracia y de la epidemia provocada por el modelo de civilización dominante. De la democracia llamada representativa. La misma que en buena parte del mundo no sólo no expresa ya el sentir complejo y dinámico de las ciudadanías, sino que se ha confirmado como un eficiente mecanismo por el que los monopolios económicos y políticos del mundo, las corporaciones y los gobiernos explotan impíamente a las sociedades. El uno por ciento contra el 99 por ciento: Rusia, Estados Unidos, España, Grecia, Chile, Portugal, Italia…
 
En México, por sexta vez en su historia reciente, se comete fraude electoral para impedir que acceda al poder un grupo diferente al que domina desde hace unos 80 años. Los mexicanos no podemos seguir creyendo en ello. Hoy es tiempo de pasar a la democracia participativa. Como en el resto del mundo, en México la democracia representativa no ha evitado la expansión del neoliberalismo ni la de los monopolios y mafias legales e ilegales. Tampoco ha podido detener el agudo deterioro ambiental, convertido ya en crisis ecológica global que amenaza a todos y a todo sin distinción. Con la farsa escenificada por los siete ministros del tribunal electoral, a quienes un twitero calificó de sicarios de toga y birrete, termina un ciclo de dominación y comienza otro; esta vez con un delincuente como presidente. Sólo que ni en el país ni en el mundo es 2006, y mucho menos 1988, es más bien un 68 re-creado. Ha llegado la hora de organizar la resistencia social.

La resistencia o desobediencia ciudadana es imposible sin la organización de la sociedad y de su acción concertada y con objetivos. Es el paso obligado de las masas, fácilmente manipulables por caudillos y líderes, a las ciudadanías. Morena (Movimiento Regeneración Nacional), por ejemplo, debe dejar de ser ese cúmulo de gente honesta y combativa pero organizada desde arriba, sin estructura orgánica, para convertirse en un verdadero movimiento social donde las decisiones se tomen colectivamente. El manifiesto de AMLO, valiente, digno y decisivo, sigue siendo por desgracia un monumento al caudillismo. La dignidad se sigue conjugando en primera persona. ¿Quién decidirá el cómo, cuándo y dónde de la desobediencia ciudadana? Morena, al igual que el #YoSoy132 y los otros movimientos contra la imposición y el fraude electoral, o es horizontal, flexible, espontáneo, descentralizado y creativo, o no será. Las redes sociales no pueden reproducir a los partidos verticales, rígidos y burocráticos de derecha, centro o izquierda. ¿Qué es la desobediencia ciudadana? Es un derecho a la rebelión, “…una práctica pública, no violenta, consciente y política, contraria a una ley u orden de autoridad considerada injusta o ilegítima, que la sociedad civil emprende con el objetivo de invalidar dicha ley u orden y de inaugurar una nueva legalidad en la que aquellos derechos sociales y civiles que la ley niega se vean de facto reconocidos”.

Dicho conjunto de acciones son legítimas en una sociedad libre, dirigidas a despertar conciencias, poner en evidencia a los corruptos o quitar la máscara de los gobernantes convertidos en delincuentes. Por ello, cada acción es esencialmente informativa, sorpresiva, espectacular y emotiva, y tendente a cuestionar el orden vigente y a empoderar al resto de los ciudadanos, que por lo común permanecen aislados y cautivos del miedo. La desobediencia se hace tomando por asalto los lugares públicos, calles, plazas, parques, centros comerciales y jardines, para celebrar la fiesta, el juego, la poesía colectiva. Una estrategia clave de la desobediencia civil: es preferible mil acciones de 100 ciudadanos que 100 mil ciudadanos juntos. ¡Ello vuelve loco al sistema! En otra dimensión, la desobediencia se practica generando la autogestión ciudadana, como decisiones independientes por asambleas de base, consultas, referendos y elecciones organizadas por la sociedad, negativa a pagar impuestos, creación de monedas no oficiales, de radios y televisoras independientes, boicots económicos a empresas, creación de cooperativas para sustituir bancos, escuelas, comercios y mercados, y redes de consumo responsable.
 
¿Cuales son las posibilidades de éxito de esas acciones? Muchas, por la sencilla razón de que hoy enfrentamos a un poder acorralado. Su debilidad queda develada y a la luz de luna cuando los mexicanos se preguntan: ¿dónde están las muchedumbres de seguidores del candidato triunfador festejando el triunfo? ¿Por qué no hay una sola plaza o calle con los militantes festinando? Los únicos que festejan son los del aparato: líderes y miembros notables de la clase política, empresarial, mediática, financiera, eclesiástica, sindical y su masa servil de asistentes. Disponemos de dos evidencias robustas para explicar el fenómeno: el triunfo oficial del PRI está basado en algo más de 19 millones de votos o el 24 por ciento del total del padrón. De esos podemos estimar que emitidos de manera libre, espontánea y legítima no fueron más de 12 millones, equivalentes a sólo 15 por ciento del total. El estudio realizado por Alianza Cívica el día de la elección, que movilizó a 500 encuestadores en todo el país y con un nivel de confiabilidad de 95 por ciento, detectó 28 por ciento de los votos emitidos bajo alguna forma de coacción, es decir unos 14 millones.
 
Por otra parte, un estudio matemático riguroso realizado por el investigador Ángel Zambrano, basado en un detallado análisis estadístico de las relaciones entre votos nulos (2.5 por ciento del total) y patrones de votación de los candidatos, reveló que la suma oficial de votos de Enrique Peña Nieto está potencialmente inflada en alrededor de 40 por ciento, casi 7.7 millones de votos, mientras existe evidencia numérica de que a AMLO le desaparecieron alrededor de 3.2 millones. Si los casi 16 millones de mexicanos que votaron por AMLO se ganan a los 30 millones que no votaron o anularon, la gran farsa electoral que se ha montado con la participación de los principales agentes del poder fáctico será derrotada súbita o gradualmente. Todo depende de que nos organicemos.
 Empacando-Helguera
Economía Moral
Coloquio de análisis de las elecciones 2012 (grupo de científicos)
Valiosas aportaciones para la resistencia al presidente-mercancía impuesto
Julio Boltvinik
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El cinismo de los magistrados del TEPJF superó con creces el de sus homólogos de 2006 y rechazaron totalmente el juicio de inconformidad de la elección presidencial presentado por el Movimiento Progresista (MP). No reconocieron las inmundicias que todos observamos y que el MP documentó en su demanda. Actuaron como ciegos y sordomudos. Como indicamos un grupo de indignados en el desplegado No invalidan la elección. Sí invalidan la democracia (La Jornada, 3/9/12, p. 12), sin ningún rubor se dijo que el juicio carece de fundamento y pruebas convincentes, que “se trató de un juicio sin razón, sin acto que impugnar.
 
Como señalé en la entrega anterior (31/8/12), necesitamos herramientas analíticas para la nueva etapa de resistencia contra Peña al que habría que llamar presidente-mercancía así como Calderón ha sido el presidente-espurio. El paquete básico inicial para tal fin está conformado por dos folletos, Fraude 2012 y El libro negro, elecciones 2012; por dos documentos jurídicos, juicio de inconformidad del Movimiento Progresista y la resolución respectiva del TEPJF, y por las ponencias presentadas en el coloquio de análisis de las elecciones 2012 (en su mayoría por científicos), celebrado el 27 y 28 de agosto, el cual comento hoy.
 
En el paquete que el IFE proveyó para cada casilla en 2012 se incluyó una pequeña calculadora. Quizás por ello las inconsistencias aritméticas en las actas de casilla fueron menores en 2012 que en 2006. El juicio de inconformidad del MP puso ahora, por ello, el énfasis en la compra y coacción del voto, en el exceso de gastos del PRI-PVEM, incluido el manejo de dinero ilícito, y en la complicidad de medios y encuestadoras, en pocas palabras en las violaciones a la Constitución. Sin embargo, solicitó también el recuento de todas las casillas que no habían sido recontadas durante el cómputo distrital, lo que rechazó (casi totalmente) el TEPJF y sólo recontó poco más de mil casillas. Como señalan acertadamente Jorge Zavala y coautores en su ponencia, aunque el principal elemento fraudulento en esta elección esté centrado en la compra y coacción del voto, hubo también alteración de actas, introducción de boletas y anulación de votos. La ponencia de Luis Enrique Sánchez documenta, en sus propias palabras, “muchos ‘errores’ que no deberían de suceder: mala captura de información, robo de boletas, embarazo de urnas, casillas con más votos que electores, mala capacitación de funcionarios de casilla, información incompleta o mala información del IFE, etcétera, y lo peor de todo es que mucha gente piensa que esta fue una elección limpia”.
 
El conjunto de 18 ponencias (que se pueden leer y bajar, excepto dos de ellas, en coloquio.amlo.org.mx) es muy impresionante y expresa una continuidad con trabajos similares llevados a cabo en 2006 por un grupo similar de científicos. En mi comentario al excelente libro de Héctor Díaz Polanco (La cocina del diablo. el fraude de 2006 y los intelectuales, Temas de Hoy, Planeta, 2012), en la entrega del 8 de junio pasado, comenté que una parte importante del capítulo 4 de dicho libro es un homenaje (muy merecido) al grupo de científicos mexicanos (de las áreas duras de la ciencia, la física sobre todo) que produjeron un fenómeno inédito en nuestro país: el análisis de los resultados electorales por parte de un gran número de científicos altamente calificados y que el autor expresa diciendo:
 
 
“Me parece que la labor que realizaron los científicos es una hazaña del conocimiento y el pensamiento, digna de ser valorada. Sobre todo porque fue también un logro de compromiso intelectual extraordinario en un momento crítico en que el papel de muchos académicos y escritores fue particularmente cuestionable. En cierto modo, las páginas que siguen son un homenaje a este grupo de científicos mexicanos, sin olvidar algunos extranjeros, que se arriesgaron a buscar evidencias y a construir argumentos en favor de la certeza, cuando muchos otros prefirieron callar, mirar hacia otro lado e incluso respaldar opiniones livianas e interesadas…La contribución al conocimiento que hicieron estos científicos es invaluable. Sus trabajos nos permiten formarnos una visión de lo que probablemente ocurrió en julio de 2006, que de otro modo sería imposible. Es una herencia preciada y ejemplar” (p.60).
 
El grupo de científicos, con algunas bajas y muchas altas, sigue vigorosamente realizando esa contribución invaluable al conocimiento, como se expresó en el coloquio. De los nombres que cita Díaz-Polanco vuelven a estar presentes, de manera destacada, Luis Mochán y Víctor Romero Rochín. Entre las 18 ponencias hay muchas de amplio espectro, como la de Mochán que analiza el PREP y el conteo distrital desde diversas perspectivas, o la de Melina Ávila y coautores que analizan la elección desde el punto de vista de lo que llaman casillas irregulares y que identifican como aquellas en las que la participación electoral, los votos nulos o la votación por un candidato específico se desvían más de dos desviaciones estándar1 del valor promedio en su distrito electoral. Hay también dos ponencias centradas en el PREP y tres sobre las encuestas. Romero Rochín y yo analizamos el fenómeno urbano no urbano que, como he insistido en entregas anteriores, marca un contraste enorme entre el territorio donde gana ampliamente Peña (no urbano) y aquel en el que hay casi un empate entre Peña y AMLO (urbano). Jorge Zavala y coautores calculan el posible efecto de la compra y la coacción del voto por dos vías: a partir de datos anómalamente altos en participación (con respecto a los de su región contigua y a la de 2006) o anormalmente alta para EPN; y de la relación empírica entre pobreza y altas votaciones por Peña que analizan exhaustivamente, partiendo de la idea (correcta) de que sólo la pobreza puede llevar a un ser humano a vender su libertad electoral por un plato de lentejas.
 
En la gráfica, tomada de la ponencia de Ángel Zambrano, que mencioné en la entrega anterior, se muestra la asociación positiva entre los votos por EPN y los votos nulos y negativa entre dichos votos nulos y los votos a favor de AMLO. Como señalé en la entrega del 31 de agosto, el autor considera que el nivel de votos nulos es un reflejo indirecto del grado en el que hubo trampa a favor de EPN.
 
Los materiales del coloquio son muy ricos, pero se encuentran aún en una forma difícil de entender (sobre todo para los no científicos). Deben convertirse en ponencias auto-contenidas y explicadas, en un libro que podría ser muy importante, que tendería puentes de comunicación con los no científicos para que pueda ser la herramienta que puede ser en la lucha de resistencia contra la conculcación de nuestros derecho de elegir a nuestros gobernantes, la dictadura mediática y la prolongación y profundización de neoliberalismo depredador.
 
 
1 En palabras, la desviación estándar es igual a la raíz cuadrada de la media de la desviación (distancia de cada valor respecto del promedio) elevada al cuadrado. Empíricamente resulta que, en distribuciones normales de variables (a las que tiende cualquier fenómeno aleatorio o determinado por el azar), el 95.5 por ciento de las observaciones se encuentran entre la media y más o menos dos desviaciones estándar. Por ello, el criterio de irregularidad adoptado por estos investigadores es muy estricto, al comprender sólo casos que en una variación aleatoria muy extremos.

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