Diputados discuten por el pago a la seguridad de los ex presidentes mexicanos; caso Calderón los enfrenta
Por: Redacción / Sinembargo - enero 9 de 2013 - 18:55
Destacadas, México, TIEMPO REAL, Último minuto - 19 comentarios
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México, 9 Ene. (Notimex).- La presentación al pleno de la Comisión Permanente del dictamen negativo sobre la propuesta de suspender la seguridad que brinda el Estado Mayor Presidencial a ex mandatarios federales y sus familiares despertó la discusión entre legisladores federales del PAN y de Movimiento Ciudadano.
El diputado Ricardo Monreal Ávila, de Movimiento Ciudadano, al defender su propuesta dictaminada por la Segunda Comisión en forma negativa, intercambió señalamientos con diputados y senadores del Partido Acción Nacional (PAN).
Al hacer uso de la tribuna en el pleno de la Comisión Permanente, el legislador criticó que nadie secundara su propuesta que consideró elemental para definir hasta qué grado de familia el Estado Mayor estaba obligado a cuidar la integridad física.
Al principio de su intervención hizo un recuento de las víctimas a consecuencia de la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado que se desarrolló durante la administración del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Luego señaló que antes de concluir su mandato como presidente Felipe Calderón modificó el Reglamento del Estado Mayor Presidencial para ampliar la protección no sólo para el ex mandatario, sino para sus familiares.
La intervención del diputado federal de izquierda fue subiendo de tono al decir que el rechazo a su propuesta fue fraguado entre los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).
“Cómo nos dicen que no nos conceden el exhorto porque el que les den seguridad a las familias de los ex presidentes no repercute en ningún costo extra al erario”, cuestionó antes de concluir su exposición en contra del dictamen negativo.
Entonces siguió el diputado Carlos Alberto García González, del PAN, para fijar posición y al concluir su exposición Monreal lo criticó por no dar el debate y sólo ceñirse a “leer el discurso que le escribieron”.
El diputado panista argumentó en su intervención que se deben dar garantías de seguridad y protección, ya que de lo contrario será evidente y hasta natural que cualquier ciudadano se niegue justamente a ejercer un cargo sin el respaldo institucional que le asegure su integridad física y moral.
“Por tanto y por último, estamos en favor en Acción Nacional de desechar el punto de acuerdo que pretende la derogación de las reformas al Reglamento del Estado Mayor Presidencial, por lo que pido su voto a favor del dictamen que hoy se discute”, expuso.
Le reclamó a Monreal que también traiga protección -lo cual éste rechazó- y lo justificó al decir que “todos debemos, de alguna manera, tener precauciones, sobre todo cuando tenemos un ex Presidente de la República que todos sabemos que enfrentó una lucha frontal con la delincuencia organizada”.
Afirmó que no solamente el ex presidente Calderón Hinojoza sino todos los ex mandatarios deben de tener protección. “Creo que es importante que la siga habiendo y por eso desde Acción Nacional apoyaremos y votaremos a favor de que se deseche el dictamen”, insistió.
A la defensa del panista salió su correligionario el senador Francisco Domínguez Servién, para rectificación de hechos y directo hizo una crítica a Monreal. En este tenor siguieron las intervenciones de panistas y del legislador de Movimiento Ciudadano.
Finalmente, Monreal retó a los panistas a que lo juzguen por su trabajo legislativo, mientras el panista Fernando Rodríguez Doval volvió a decir desde su curul que estaba de acuerdo con él en el sentido de que el parlamento es el lugar del debate, de la deliberación, pero para que haya debate y deliberación se debe por lo menos reconocer al otro una condición de igualdad.
Luego de enumerar que Monreal ha pertenecido al PRI, PRD, PT y MC, le reiteró que los panistas siempre van a defender la estrategia contra el crimen de Felipe Calderón, “y lo vamos a debatir cuantas veces usted quiera, con usted o con quien así se quiera subir a esta tribuna”.
AMLO-Morena: con la vista en 2015… y 2018
Desde ayer, Andrés Manuel López Obrador comenzó, una vez más, el camino para, de la mano del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), participar en un nuevo proceso electoral: los comicios legislativos federales de 2015.
Sin embargo, el político tabasqueño sabe que de los resultados de esas elecciones intermedias dependerá otra decisión fundamental: participar, por tercera ocasión consecutiva, como aspirante a la Presidencia de la República, esta vez en 2018.
El presidente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Martí Batres Guadarrama, entregó al Instituto Federal Electoral la documentación necesaria para iniciar este proceso que exige afiliar a un mínimo de unos 220 mil simpatizantes y celebrar asambleas previstas en el último trimestre de este año.
Pero la meta de afiliación es aún más amplia para esta nueva alternativa de la izquierda en México: llegar a 1.5 millones de afiliados en 2013.
Es por ello que López Obrador comenzará mañana, 10 de enero, en Chetumal, Quintana Roo, un recorrido por 300 municipios de México para animar a sus seguidores a adherirse a Morena, mismo que culminará el 30 de septiembre.
El ex jefe de Gobierno del Distrito Federal tiene claro, porque así ha realizado sus anteriores campañas presidenciales, que ir en busca de los simpatizantes “a ras de tierra” rinde frutos.
Fue así como en la elección presidencial de 2012 recortó una distancia que parecía imposible frente al priista Enrique Peña Nieto, quien desde 2011 se presentaba como el candidato a vencer: el 1 de julio pasado, AMLO consiguió 31.59% de los votos de los mexicanos, por 38.21% del mexiquense. Pero, además, impulsó para la izquierda victorias contundentes, como la de Miguel Ángel Mancera en la Ciudad de México, y otra más que fueron históricas: la de Arturo Núñez Jiménez en Tabasco, quien terminó con 83 años de gobiernos priistas en la entidad, y la de Graco Ramírez Garrido Abreu en Morelos, quien sacó al PAN de la gubernatura.
Para nadie es un secreto que Andrés Manuel López Obrador ha sido el político más rentable de la izquierda mexicana en más de una década.
Luego de la elección de 2006, entre la “campaña del odio” y su criticada toma del Paseo de la Reforma en el Distrito Federal, la mayoría de los analistas daban por muerto al tabasqueño. Sin embargo, los resultados de la elección de 2012 cambiaron de tajo esa percepción.
Ahora, otra vez, AMLO va en busca de simpatizantes y lo hará, además, sumando a su propio partido: Morena. Y no se duda que ese instituto político llegue fuerte a 2015 para disputarle posiciones a las otras opciones de la izquierda, principalmente al Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El fortalecimiento de Morena, además, le permitirá entonces diseñar una estrategia formal rumbo a las elecciones presidenciales de 2018 e, incluso, buscar la candidatura única en la izquierda. Frente a él sólo aparecen dos opositores: Marcelo Ebrard Casaubón, quien ya confirmó su intención de competir en esos comicios, y el mismo Miguel Ángel Mancera Espinosa, quien podría colarse hasta esa instancia si su administración en la Ciudad de México –que apenas comienza– toma relevancia.
“Aflojado en terracería”, como él mismo dice, AMLO sabe que es un peso pesado de la izquierda mexicana, con un capital político considerable. El camino será largo y seguramente complicado pero, una vez más, se ha puesto en marcha.
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