Elba
Esther y el movimiento perpetuo
Miguel Ángel Granados Chapa
Miguel Ángel Granados Chapa
MÉXICO, D.F., 13 de junio.- La profesora Elba Esther Gordillo es creyente y
practicante de la teoría de la bicicleta: sabe que debe constantemente pedalear,
a riesgo de una caída cuando la velocidad disminuye hasta desaparecer. Por eso
se halla en permanente movimiento. Hay épocas, sin embargo, en que su activismo
se hace más notorio, como la actual, en que está acomodando piezas en su
territorio y reafirmando o remendando sus alianzas.
El rumbo y el sentido de algunos de sus movimientos es fácilmente perceptible
en general. A veces, sin embargo, se requiere reunir información a fondo sobre
el curso de acontecimientos que modifican el dominio de la profesora. Tal es el
caso de la disputa entre la federación burocrática encabezada por la lideresa
magisterial y la Dirección General del ISSSTE, dos piezas controladas por la
maestra a menos que algo haya ocurrido que explica su enfrentamiento.
Después de que fue defenestrada en la Cámara de Diputados, al perder la
coordinación de los diputados priistas, la profesora se encaminó al pleno
enfrentamiento con Roberto Madrazo, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del
PRI, del que era ella en 2004 todavía secretaria general. Osada, la lideresa
magisterial llegó al extremo de dinamitar una de las columnas torales del
partido al que pertenecía, la Federación de Sindicatos de Trabajadores al
Servicio del Estado. Provocó una escisión en ella, aprovechando la presencia
mayoritaria de su propia agrupación sindical y sonsacando a otras de menor
relieve pero que sumaron la suya propia a la fuerza del SNTE. Apareció así en el
escenario la Federación Democrática de Sindicatos de Servidores Públicos
(Fedessp), que desafió a la FSTSE y fue ganándole terreno en diversos ámbitos.
Conquistó primero la posibilidad de representar el interés de los empleados
públicos adheridos a sus sindicatos ante el gobierno federal. Y después, uno a
uno, conquistar espacios de representación en órganos como el Tribunal Federal
de Conciliación y Arbitraje que de bilaterales pasaron a ser trilaterales, pues
la presencia de los organismos gremiales se duplicó.
Ese cambio no se observó en el ISSSTE y sus organismos filiales. Pero no
importaba porque esa institución formó parte de la factura pagada por el
presidente Calderón a la profesora por servicios prestados en campaña, que
fueron determinantes, con otros factores, para que Calderón habitara Los Pinos.
Pero en febrero de 2010 Miguel Ángel Yunes, el caporal que cuidaba ese rancho en
que el ISSSTE quedaba convertido en beneficio de Gordillo, se retiró en su
intento, a la postre fallido, de gobernar a Veracruz.
Se quedó en su lugar, a título provisional, el director de Finanzas de la
institución, una persona de la confianza de Yunes, que había trabajado con él en
las encomiendas relacionadas con la seguridad pública que Yunes cumplió en el
ámbito federal. Al no otorgar formalmente la titularidad de ese cargo a Jesús
Villalobos tal vez se pensaba en el eventual regreso de Yunes o en la
designación de alguien más directamente vinculado a la profesora. Pero
transcurrió un año completo, y varios meses más, durante los cuales Villalobos
siguió al mando. Desde allí, sea por desaprensión o ingenuidad, o por cálculo
político fundado en instrucciones recibidas de lo alto pero no de Gordillo, dio
señales de autonomía que incomodaron a la maestra.
Por ejemplo, rehusó cumplir órdenes judiciales de otorgar asientos en órganos
directivos del ISSSTE a miembros de la Fedessp. Incómodos ellos con esa actitud,
desconcertada tal vez la profesora por esa renuencia no dispuesta por ella, los
líderes burocráticos amenazaron a Villalobos con parar las actividades de las
dependencias cuyo personal se agrupa en esa federación. La amenaza no surtió
efecto, de modo que pasaron a pelear en otra arena. Denunciaron a la dirección
del ISSSTE por un desfalco de 8 mil millones de pesos. Con parsimonia, la
dirección del Instituto explicó que no hay tal desfalco, sino que por acuerdo
entre el propio ISSSTE y la Secretaría de Hacienda, esa cantidad se invirtió en
partidas anuales, de 2007 a 2009, dedicadas a equipamiento de unidades médicas,
obras nuevas, conservación y mantenimiento de las existentes y una pequeña
porción a compras de medicamentos.
En el momento de escribir estas líneas, jueves 9 por la noche, así están
emplazadas las piezas en esa porción del territorio gordillense. Tal vez la
presión sindical se intensifique y se oriente a pedir el despido de Villalobos,
sea que haya querido independizarse o se le haya instruido para hacerlo.
Conoceremos la naturaleza de esa actitud del director interino del ISSSTE cuando
se apruebe o rechace la auditoría que es en cualquier caso necesaria en una
institución que se dijo a salvo en 2007 y que apenas cuatro años después muestra
los defectos de una operación meramente cosmética, no sustantiva.
En su terreno más próximo y más cabalmente suyo, el SNTE, la presidenta del
sindicato dispuso que una intervención quirúrgica pronta y en apariencia
indolora suprimiera una verruga, que era la presencia del profesor Rafael Ochoa
en la secretaría general. De 1989 a 1996, Gordillo asumió directamente ese
cargo, que era entonces el máximo conforme a la legalidad interna del sindicato.
Imposibilitada legalmente para reelegirse (aun desde la primera vez, no obstante
lo cual lo hizo) tuvo que optar por personal de confianza que ejerciera
formalmente la secretaría general mientras que el mando real se lo reservó ella.
Así, fue el poder tras el trono de tres o cuatro secretarios generales, a cual
más sometido a las instrucciones de la profesora. Hasta que resolvió retornar al
trono, para lo cual hizo modificar el estatuto e instaurar la presidencia, como
poder superior al de la secretaría general que siguió existiendo con capacidades
menguadas.
Durante una década, Ochoa ocupó ese cargo, con posiciones precarias o
fortalecidas según la coyuntura o el ánimo de la lideresa, que es conocido como
versátil. En algunos momentos Ochoa creyó posible reemplazar en la presidencia a
su jefa y, según hablillas en los corredores sindicales, hasta se aprestó a
propiciar la salida de la profesora. Pero si la tentativa existió, terminó en
fracaso y el secretario general se enmoheció en su posición. Habiendo sido
elegido senador por Nueva Alianza, en 2006, la profesora lo conminó a hacerle
espacio a su suplente Irma Martínez Manríquez, que actualmente ocupa el
escaño.
El momento del desbancamiento definitivo de Ochoa llegó el miércoles 8,
cuando se dio por concluida su gestión y se le reemplazó por otro más leal a
Gordillo, el dirigente jalisciense Juan Díaz de la Torre. La decisión fue
consumada apresuradamente, porque apenas el lunes se convocó a sesión
extraordinaria del consejo nacional y en 48 horas quedaba consumado el relevo de
Ochoa. Con su salida se alejan las posibilidades remotas pero existentes de una
rebelión interna contra la presidenta a título perpetuo del sindicato, y se
elimina la posibilidad de que Ochoa participe en la sucesión de Gordillo, en el
sentido del derecho civil, es decir el traslado de dominio de una persona por
causa de muerte.
En el ámbito político electoral y administrativo los movimientos de Gordillo
están destinados a fincar un renovado equilibrio en sus alianzas. Ha iniciado un
acercamiento al PRI, más allá de los coqueteos que nunca ha dejado de practicar
con el partido al que perteneció antes de contar con el suyo propio. En vez de
las veleidades que le permitían asociarse aquí con el PAN, más con el PRI, la
profesora parece resuelta a dar vigor y permanencia a su vínculo con Enrique
Peña Nieto. Lo hace ya evidente por la notoria participación del Panal en la
campaña de Eruviel Ávila en el Estado de México, preámbulo de la que con Peña
Nieto en la candidatura presidencial practicará el año próximo.
Para contrarrestar la contrariedad que esa opción puede significar en su
relación con Calderón, la maestra dedicó varias fechas de mayo a mostrar la
alianza que en torno a la relación laboral SEP-SNTE resulta provechosa a ambos
aunque sea desastrosa para la educación mexicana. Entre elogios e intercambio de
gajes Gordillo ha alejado el fantasma de una confrontación que perjudicaría a
las partes sin que entrañara una mejoría para la enseñanza nacional.
La profesora no cesa de pedalear su bicicleta, una máquina de modelo
estándar, nunca tándem.
FUENTE: PROCESO
FUENTE: PROCESO
No hay comentarios:
Publicar un comentario