En Francia: el papel de Calderón, patético
PARÍS.- El francés Frank Berton, abogado de Florence Cassez, se asombra: “¿La prensa mexicana anuncia que estoy a punto de presentar una demanda penal contra Genaro García Luna?”
–Así es. En la rueda de prensa que dio en la noche del miércoles 21 de marzo, después de que se enteró de la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de no liberar a Florence Cassez, usted expresó: “Si es preciso demandar al señor García Luna, pues lo haremos”.
–Eso no significa que lo voy a demandar mañana. Volví a tocar el tema de esa demanda, que tengo lista desde hace casi dos años, por una razón precisa: lo que pasó en las últimas semanas me permite incluir dos piezas capitales en mi expediente contra Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino. La primera es la investigación del ministro de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, que evidencia todas las graves violaciones de los derechos fundamentales de mi clienta, en particular la escenificación de su detención y la fabricación de pruebas en su contra. La segunda es la grabación de los debates públicos de los magistrados de la Primera Sala de la Corte, que también reconocieron que se habían falsificado pruebas y realizado el montaje de la seudodetención en vivo de Florence Cassez.
–¿Ya tiene el informe del ministro Zaldívar?
–Lo pedí y lo estoy esperando para mandarlo a traducir al francés. Gracias a estos dos elementos nuevos que me brinda la justicia mexicana mi expediente contra García Luna se ha vuelto demoledor y difícilmente cuestionable.
–¿Decidió ya una fecha para presentar esa demanda?
–Deje que tenga primero los documentos traducidos.
Berton confía a la corresponsal que la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) lo dejó atónito:
“¡Cuatro de los cinco jueces reconocen graves violaciones de los derechos fundamentales de mi clienta y sin embargo consideran que debe quedarse en la cárcel! ¿Qué lógica es ésta? ¿Qué justicia es ésta? ¿Buscan un nuevo consenso? ¿Pero a qué consenso quieren llegar?”
Particularmente lo impresionó la intervención televisiva de Felipe Calderón dos días antes de las deliberaciones de la Corte:
“¡Es escandaloso que el jefe del Ejecutivo de un país democrático busque influir públicamente a la justicia! En realidad el presidente Calderón convirtió el caso de mi clienta en problema personal. Quiere proteger a Genaro García Luna y busca salvar la cara al final de su sexenio. ¡Es patético!”
La decisión de la SCJN de asignarle a la ministra Olga Sánchez Cordero otro examen del caso para proponer un nuevo proyecto de resolución dejó bastante perplejos también a los medios de comunicación franceses.
Nadie entiende que los vicios de forma, sumamente graves, que se acumularon a lo largo del procedimiento judicial, no invaliden el juicio ni la condena de Florence Cassez. Menos aun se comprende que un presidente de la República advierta que el derecho de las víctimas deba prevalecer sobre el del acusado.
Sin embargo, el tema de Florence Cassez no provocó grandes debates en la prensa francesa, cuya atención estuvo totalmente monopolizada por Mohamed Merah, terrorista islámico que asesinó sucesivamente a tres soldados, a tres niños y al padre de dos de ellos, antes de atrincherarse y ser abatido en su casa de la ciudad de Toulouse, en el sur de Francia.
La noche del miércoles 21, mientras se esperaba el veredicto de la SCJN, Merah desafiaba a las fuerzas especiales de la policía que cercaban su vivienda.
El presidente Sarkozy, quien seguía minuto por minuto los acontecimientos, no hizo declaración alguna sobre el caso Cassez. A pregunta expresa de la corresponsal, los voceros del Elíseo aclararon que no habría comunicado oficial sobre la decisión de la SCJN.
Tampoco el Ministerio de Relaciones Exteriores publicó comunicados al respecto. Sólo Bernard Valero, vocero del canciller Alain Juppé, expresó:
“Francia toma nota de las deliberaciones de la Suprema Corte mexicana. Sentimos mucho que tengan como efecto el mantener a Florence Cassez en la cárcel después de más de seis años de detención y pruebas.
“En el curso de las deliberaciones, los jueces de la Primera Sala de la Corte arrojaron mucha luz sobre las graves irregularidades que desde el principio viciaron ese caso y sobre las violaciones de los derechos fundamentales de nuestra compatriota.
“Las autoridades francesas seguirán totalmente comprometidas a su lado para que se reconozca su inocencia, en el respeto de la justicia y de las instituciones mexicanas.”
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