Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

miércoles, 24 de octubre de 2012

BAJO LA LUPA- Argentina: piratería y soberanía- Orígenes del dinero: el sistema de endeudamiento

Bajo la lupa
La vulnerabilidad financiera de Petrobras y su dependencia a Wall Street y la City
Alfredo Jalife-Rahme
Foto
De acuerdo con reportes de prensa, Petrobras venderá activos en el Golfo de México. La imagen corresponde a una protesta frente a la refinería Henrique Lage, en Sao José dos Campos, Sao Paulo, el pasado 16 de octubre
Foto Xinhua
 
 Uno de los aspectos fundamentales que no suelen ser evaluados en los procesos de desnacionalización-privatización de las empresas estratégicas es el control financierista en bolsa –en particular, por Wall Street y la City–, sobre todo de las petroleras estatales, ya no se diga xenoprivatizadas (control foráneo en detrimento del capitalismo doméstico), que no cuentan con los resguardos adecuados.
 
Samantha Pearson, de The Financial Times (5/10/12), anunció que Petrobras, la empresa petrolera estatal (sic) de Brasil, se dispone a vender hasta 6 mil millones de dólares de sus activos en el Golfo de México, donde cuenta con 190 bloques de exploración, una de sus mayores desinversiones.
Samantha Pearson comenta que los tan necesitados capitales provenientes de la venta ayudarán a financiar el desarrollo de la región pre-sal de Brasil cuando Petrobras busca recortar sus costos debido a la caída de sus ganancias, al unísono de las desinversiones de la minera Vale do Rio Doce como consecuencia de la caída del ciclo de las materias primas.
 
Petrobras firmó un acuerdo con HRT y su socio ruso TNK-BP para vender gas natural de sus campos en el Amazonas, lo cual monetizó las reservas y provocó un alza de 20 por ciento de las acciones de sus socios (Financial Times, 15/10/12).
 
Petrobras es hoy la mayor empresa petrolera de Latinoamérica en términos de capitalización de mercado y, según Samantha Pearson, “se encuentra bajo presión para desarrollar sus inmensas reservas de petróleo off shore pre-sal: el foco de un programa de inversiones por 230 mil 500 millones de dólares en los próximos cuatro años”.
A mi juicio, asistimos a una gran recomposición de carteras entre empresas petroleras de Rusia (Rosneft), Gran Bretaña (BP) y Brasil (Petrobras).
A propósito, la estatal rusa Rosneft compró una buena tajada (50 por ciento) de la participación de BP en la alianza estratégica (joint venture) TNK-BP, que no solamente afianza el control del Kremlin en el sector energético de Rusia, sino también la catapulta con una producción de 4.6 millones de barriles al día, por delante de PetroChina y Exxon Mobil (Financial Times, 22/10/12).
 
También Alfa-Access-Renova (AAR, consorcio de oligarcas) vendió su tenencia accionaria de TNK-BP a la estatal Rosneft.
 
Según la columna Lex del Financial Times, la estatal Rosneft se dispone a convertirse en la mayor empresa de petróleo y gas por volumen producido. ¡Una restatización-desprivatización más!
 
Bob Dudley, ejecutivo en jefe de BP, consideró que las empresas nacionales (¡súper sic!) de crudo son el futuro (sic) del negocio petrolero, lo cual pone en relieve que el Ejecutivo y el Legislativo de México operan a contracorriente histórica global.
 
La prensa anglosajona ha sido muy severa con Petrobras y exhorta a desprenderse de sus acciones con motivo de su primera pérdida al primer trimestre en 13 años.
 
Queda atrás que Petrobras –en realidad, la supraempresa estatal de reciente creación PetroSal (Ver Bajo la Lupa, 1/7/09, 6/9/09 y 27/9/10)– haya recaudado 70 mil millones de dólares en septiembre de 2010, la mayor oferta inicial pública (IPO, por sus siglas en inglés) de la historia, lo que incrementó la participación estatal en Petrobras hasta 63 por ciento del poder de voto, lo cual diluyó la masiva participación foránea.
 
El castigo de los mercados no se ha hecho esperar y abulta el escepticismo de los inversionistas en relación con la elevada interferencia estatal, que ha hecho incierto el éxito del proyecto (v. gr. Petrosal) con un gran (sic) riesgo financiero (Yahoo Finance, 10/10/12).
 
En vísperas de la restatización-desprivatización de Petrobras mediante la superestructura de PetroSal –creación de Lula–, el megaespeculador George Soros (vinculado con los banqueros Rothschild) liquidó más de 600 millones de dólares de su participación accionaria (Brasil Económico, 17/8/10). ¿Sabotaje financierista?
 
Un reporte del escritor y analista mexicano-catalán Rodolfo Navarrete en Prestigio: Análisis al modelo de Petrobras (http://rodolfonavarrete-arte.com/?p=1355) aduce que, pese a que “el petróleo brasileiro (PBR) está en los escritorios de los grandes negocios con muy altas valoraciones, siendo la quinta compañía energética en el ranking de las grandes ligas del mundo, pero ha mostrado su peor rendimiento este año”, lo cual conlleva a “la disminución en el volumen de producción de petróleo, su alta exposición de riesgo al tipo de cambio (lo que obliga a sacar medidas de corrección), el costo creciente de elevación y descenso que retratan una situación de incertidumbre para los inversores” con postura bajista en las acciones.
 
Rodolfo Navarrete comenta que PBR ha iniciado medidas de austeridad por la (dolorosa) venta de 6 mil millones de dólares activos en el Golfo de México, lo cual fortalece a sus competidores foráneos.
 
Los problemas se han complicado para PBR: desde un amago de huelga de sus trabajadores por incumplimiento de incremento salarial, hasta un juicio de la fiscalía federal de Brasil por contaminación.
 
A juicio de Rodolfo Navarrete,“las pérdidas se deben a la devaluación del tipo de cambio (principalmente); ello afectó –de forma notable– el costo de la empresa y de la deuda”, lo cual mermó el continuo deterioro en la posición de su rentabilidad cuando aumentaron sus gastos de capital 6 por ciento (20 mil millones de dólares en el último año), mientras la producción de petróleo bajó 5 por ciento.
 
Rodolfo Navarrete hace muchas preguntas pertinentes que no explican la variabilidad de las acciones de Petrobras: “PBR es una organización muy fuerte (sic) que tiene un historial de excelencia en los márgenes de beneficios constantes. (…) Aún es una compañía a prueba de conspiraciones (sic) y embestidas de los mercados o de los competidores. (…) En los próximos trimestres, la cuota de precio y rendimiento se recuperará. (…) Sin embargo, si el precio cae por debajo de 18 dólares por acción, no hagan caso a los titulares: desháganse de todo…”. Mejor “pasen a las materias primas (commodities), porque una guerra de titanes e intereses globales van a pelear por la energía y su hegemonía”.
 
No todas las empresas privadas han sido exitosas en México, como el caso calamitoso de Cemex, que carga un adeudo descomunal por casi 18 mil millones de dólares, lo cual le obliga a desprenderse de un buen paquete accionario (Financial Times, 22/10/12), pese a la ayuda subrepticia del gobierno.
 
A mi juicio, la embestida bursátil de megaespeculadores, como George Soros, es mucho más compleja y refleja el golpeteo multidimensional contra los BRICS (Ver Bajo la Lupa, 14/10/12), cuando el ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega, y la presidenta Dilma Rousseff se quejan amargamente de la guerra de divisas que inflige Estados Unidos.
 
Si de por sí Petrobras, con la genial creatividad de PetroSal, sufre los brutales embates financieros de Wall Street y la City, no quiero imaginar un Petrobras sin PetroSal (modelo tramposo que quieren imponer los entreguistas neoliberales del ITAM); Pemex acabaría siendo digerida con un teclazo de las supercomputadoras de alta frecuencia de Wall Street y la City.
Argentina: piratería y soberanía
José Steinsleger
Los procesos políticos de cambio conllevan opciones en las que hay momentos de avance y retroceso, de estancamiento, involución y condicionamientos no deseados por los pueblos. Argentina conoció todas estas variables, a saber:
 
A) el avance de un gobierno popular y elegido en dos ocasiones por las mayorías (1946-55);
B) el retroceso de regímenes militares y ensayos alternos donde la democracia fue convidada de piedra (1955-73);
C) el estancamiento de un gobierno democrático que acabó en caricatura de sí mismo (1973-76);
D) la involución de la dictadura cívico-militar genocida que instauró el neoliberalismo (1976-83);
E) gobiernos democráticos y condicionados por el consenso de Washington, que hundieron al país en una crisis sin precedentes (1983-2003).

En 2001, frente a la encrucijada, el FMI y las corporaciones económicas yanquis y europeas propusieron más de lo mismo, incluyendo el remate territorial del país rioplatense. La opción fue de hierro: refundición o refundación nacional.

A pesar de la destrucción neoliberal, ningún teórico serio de la izquierda pensó que la revolución quedaba a la vuelta de la esquina. Pero tampoco la contrarrevolución que los grupos oligárquicos nativos y el imperialismo anglosajón habían ensayado durante casi medio siglo.

En 2003, cuando Néstor Kirchner ganó la presidencia, varios desafíos simultáneos empezaron a tomar color: 1) recuperar la autoestima de millones de ciudadanos saqueados por el neoliberalismo; 2) atender con sensibilidad los reclamos de justicia para los 30 mil desaparecidos; 3) retomar las políticas sociales y fortalecer la soberanía del Estado frente a la piratería financiera del capitalismo depredador.

Lo de piratería distaba de ser un eufemismo. Los piratas de hoy ya no usan parches en un ojo, patas de palo ni cargan loros al hombro. Por el contrario, visten con trajes de seda, y se especializan en comprar bonos basura de los países en quiebra. Y después, a través de una mañosa ingeniería jurídica, elevan su valor a millones y reclaman el pago en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas e Inversiones (CIADI), entidad superpirata del Banco Mundial.

Durante el frenesí privatizador, el gobierno neoliberal de Carlos Menem emitió títulos de deuda ilegales y tasados por debajo de su valor nominal. Luego, estos títulos fueron declarados en default (sin valor). Pero en 2005, cuando el gobierno de Néstor Kirchner anunció que el Estado renunciaba a las inmunidades de jurisdicción y ejecución de los ilegales bonos basura, propuso un canje a los acreedores.
Con una quita importante, 92 por ciento de los consorcios especulativos aceptaron. Sin embargo, al ver que la economía argentina se recuperaba, el resto se negó. Entre estos, NML Limited, controlado por Paul Singer, magnate y cerebro del American Task Force Argentina, lobby que en Washington se dedica a desacreditar al país sudamericano por no cumplir con sus acreedores estadunidenses. O sea, con 8 por ciento restante de los fondos buitre que se rehusaron al canje propuesto por Kirchner.
 
Ahí radica el ignominioso nudo leguleyo que desde el 2 de octubre pasado tiene a la fragata argentina Libertad (buque escuela de la Armada), varada en el puerto africano de Tema (Ghana). NML Limited exige 370 millones de dólares por su liberación. De lo contrario, la Libertad va presa.
 
El abordaje de los piratas financieros contó con la participación de operadores de Wall Street, jueces y senadores estadunidenses, jefes militares, abogados, políticos y medios de comunicación que en Buenos Aires pescaron a río revuelto.
 
Poderoso contribuyente de la campaña presidencial del republicano Mitt Romney, Singer no es más que otro pirata de los que navegan por el mundo exigiendo seguridad jurídica para sus inversiones carroñeras. El senador republicano de Florida Marco Rubio (cubano), también ha sido uno de sus beneficiarios. Vocero de los fondos buitres, Rubio promovió en 2010 (sin éxito), la incautación de las reservas del Banco Central argentino en Estados Unidos.
 
La situación legal de la fragata Libertad (emblema nacional en los mares del globo), es incierta. Al igual que Henry Morgan, Francis Drake y tantos próceres de la rapacidad en los tiempos heroicos del capitalismo, Singer tiene su domicilio legal en las islas Caimán, paraíso fiscal inglés donde operan (¿legalmente?), más bancos y aseguradoras que en Nueva York.
 
En Buenos Aires, la oposición y medios golpistas, como el monopolio Clarín y la gaceta ganadera La Nación, han sugerido que el gobierno de Cristina Fernández negocie con los piratas. Omitiendo que Ghana estado independiente y miembro de las Naciones Unidas, fue el país que a solicitud de los buitres violó el derecho internacional.
 
Categóricamente, Cristina Fernández de Kirchner manifestó: Los fondos buitres, contra todas las leyes internacionales, embargan a nuestra fragata. Mientras sea presidenta se pueden quedar con la fragata pero no con la dignidad de este país. Ningún fondo buitre se va a quedar con la soberanía del país.
 
 
Orígenes del dinero: el sistema de endeudamiento
Alejandro Nadal
La teoría económica convencional tiene una idea absurda sobre los orígenes del dinero. En el fondo es un disparate, pero tiene muchas implicaciones en materia de regulación bancaria, reservas y política monetaria. Lo más grave es que la gran mayoría de los economistas creen en la explicación convencional de la ortodoxia sobre los orígenes del dinero.
 
La narrativa de la teoría dominante corre desde Adam Smith hasta nuestros días. La historia es sencilla: en el principio los seres humanos, por su propensión natural al intercambio, estuvieron involucrados en operaciones de trueque. Poco a poco se percataron que los costos de cada transacción eran muy elevados: el trueque requiere una doble coincidencia de necesidades y, cuando esta condición no se cumple, la transacción no se puede llevar a cabo. Por lo tanto, el trueque es una operación complicada y para facilitar los intercambios se introdujo el dinero. Al pasar el tiempo, el dinero evolucionó hasta llegar a las monedas acuñadas, el dinero fiduciario, las tarjetas de crédito y los cajeros automáticos.

Para la teoría económica el dinero siempre ha sido una tecnología de transacciones. En una magnífica pero equivocada metáfora, John Stuart Mill afirmó (en sus Principios de economía política) que el dinero es una máquina que permite realizar, de manera más cómoda, aquello que puede realizarse sin ella. Esto significa que el instrumento monetario es accesorio y no es esencial para realizar los intercambios: éstos pueden realizarse sin ella, aunque con mayores dificultades. En consecuencia, en su programa de investigación la teoría económica decidió que para analizar la esencia del proceso de mercado había que hacer a un lado el dinero.
Desde el punto de vista de la teoría económica, lo que siguió es un verdadero desastre: la introducción del dinero en la teoría económica no ha sido una tarea fácil. La mejor demostración de que el pensamiento económico neoclásico se perdió en un callejón sin salida al escoger este enfoque es que la teoría más sofisticada sobre el mercado, la teoría de equilibrio general, no tolera la presencia de la moneda. Este problema (planteado en 1965 por Frank Hahn) se debe a que el dinero fiduciario no tiene utilidad propia y para que funcione como medio de pago es necesario postular que siempre tendrá un precio positivo, lo que simplemente esconde el problema debajo de la alfombra.

Vale la pena señalar que la teoría de equilibrio general, con todos sus muy importantes defectos, ha sido el principal instrumento para defender los postulados del neoliberalismo. A la luz de lo que acabamos de señalar, eso es un escándalo: el principal instrumento para justificar la desregulación financiera es un modelo que describe (y muy mal) una ¡economía de trueque!
 
En 1971 se demostró algo sorprendente: en un modelo de trueque en el que las transacciones se llevan a cabo de manera descentralizada, los intercambios no necesariamente se llevan a cabo. La razón es la misma que hemos ya anunciado arriba, a saber que la doble coincidencia de necesidades no siempre se verifica y eso lleva a un bloqueo en los intercambios.
 
La narrativa dominante sobre el origen del dinero quedó hecha pedazos. Si el trueque generalizado y descentralizado no es posible, entonces no se puede afirmar que primero fue el trueque y después vino la moneda. Lo más importante es que quedó demostrado que el dinero no es una tecnología para agilizar transacciones, sino que es la condición de posibilidad de los intercambios. El análisis lógico demuestra que nunca hubo un mercado sin dinero. El análisis antropológico e histórico revela una historia mucho más interesante e inquietante.
 
En las obras de Michael Polanyi, de John Maynard Keynes y de L. Randall Wray encontramos otro tipo de análisis en el que el trueque no conduce al dinero. Polanyi explica con gran lucidez y elegancia cómo los intercambios sin dinero constituían operaciones en un mercado que no dominaba a la sociedad. Para Keynes el dinero como unidad de cuenta nace y se desarrolla de manera conjunta con el endeudamiento, no con los intercambios. Para Randall Wray las deudas privadas fueron acompañadas de instrumentos de crédito elementales que fueron cristalizando una unidad de cuenta social.
 
De este modo, la estandarización de la unidad de cuenta es una fase crucial en el surgimiento del dinero. El origen del dinero está en el surgimiento de un sistema de deudas privadas que son reconocidas en una unidad de cuenta que gradualmente adquiere reconocimiento social como una útil referencia para el pago puntual y preciso de las deudas. En consecuencia, el mercado es un espacio en el que los participantes buscan dotarse de medios de pago medidos en la unidad de cuenta de referencia para pagar deudas. Aquí encontramos el embrión de la acumulación capitalista: el mercado no es un espacio para el trueque sino para la obtención de los medios de pago de deudas. Se abre la puerta a una teoría monetaria de la producción.

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