Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 19 de octubre de 2012

Gordillo-Deschamps, sin ambos sindicatos el poder de la derecha se derrumbaría - Peña Nieto fortalecerá las mafias político-sindicales y pulverizará el salario

Gordillo-Deschamps, sin ambos sindicatos el poder de la derecha se derrumbaría




Gordillo-Deschamps, sin ambos sindicatos el poder de la derecha se  derrumbaría
Se ha llegado a un momento en que los trabajadores tienen mucho que ganar y nada que perder si se fajan los pantalones y se deciden a cambiar las cosas



Al dar inicio en Cancún al Sexto Congreso Nacional del sindicato que dirige desde hace dos décadas, Elba Esther Gordillo afirmó que “no será sirvienta de nadie”, que no tiene aspiraciones de formar parte del gabinete de Enrique Peña Nieto. Aunque no hay duda que se está devaluando, pues ahora obsequió sólo 3 mil computadoras a sus aplaudidores, cuando hubo un tiempo que regalaba camionetas Hummer. De cualquier forma, los beneficiados con las computadoras se dieron por bien servidos y gritaron porras para la lideresa de una organización que sigue siendo clave para el viejo sistema político mexicano.

No fue un capricho de ella haber invitado al otro dirigente fundamental para el funcionamiento del caduco corporativismo, Carlos Romero Deschamps, quien encabeza desde el Senado el negocio llamado Sindicato Petrolero, sino la demostración de que mantienen una alianza estratégica que pone a temblar a la clase política de derecha: sin ambos sindicatos su poder se derrumbaría en unas cuantas horas. Hacer gala de tal alianza en este momento es vital para ambos dirigentes, pues por ningún motivo están dispuestos a permitir que se aprueben los puntos de la reforma laboral referidos al rendimiento de cuentas a sus agremiados y a la democratización de sus organizaciones.

Sin embargo, la última palabra la tienen los trabajadores y por ahora no la han dicho. Una cosa son los paniaguados de la maestra y otra muy diferente los miles de maestros que no están dispuestos a permitir que su organización sindical sirva sólo para apuntalar los intereses de la familia Gordillo. No todos los miembros del sindicato magisterial se dejan comprar tan fácilmente, menos en una etapa como la que estamos viviendo, de duro despertar de una pesadilla que podría prolongarse si no se actúa con dignidad y vergüenza.

Se ha llegado a un momento en que los trabajadores tienen mucho que ganar y nada que perder si se fajan los pantalones y se deciden a cambiar las cosas. Es muy claro que de seguir como vamos lo único que van a conseguir serán peores condiciones laborales y una pérdida más acelerada de su nivel de vida. Sobre todo si se aprobara por el Congreso la reforma a la Ley Federal del Trabajo como la quieren los empresarios, bajo el pretexto de que data de 1970 y está caduca en muchas de sus partes. Sin embargo, no pretenden una modernización de las relaciones entre los factores de la producción, sino llevarlas a los tiempos de antes de la Revolución Mexicana, cuando los hacendados porfiristas y los inversionistas extranjeros tenían esclavizados a campesinos y obreros.

Por eso, la cúpula empresarial acaba de puntualizar que asumirán los costos políticos en caso de que sea aprobada, pero tal como ellos la quieren. Con todo, vale decir que los costos no serán para ellos, sino para el Estado, que se verá obligado a echar mano de las fuerzas armadas para reprimir la ola de descontento que se habría de producir en la medida que la explotación de la mano de obra se fuera haciendo más evidente. No podría ser de otro modo, puesto que las mentadas reformas estructurales no tienen otra finalidad que garantizar condiciones favorables a la clase empresarial para actuar abiertamente en contra de los asalariados. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y especialistas en el tema, se han referido en diversos estudios a las falacias que encierra la reforma laboral: no crearía más empleos, no ayudaría a que los trabajadores cubrieran otro turno, no generaría más ingresos en los hogares.

En cambio, se agudizaría la situación que ahora se vive con el volumen en aumento de la economía informal, lo que a su vez impediría llevar a cabo una reforma hacendaria como la demandan las circunstancias. Tal realidad se complicaría de manera por demás dramática si la privatización de Pemex avanzara con la velocidad que quieren Peña Nieto y sus patrocinadores, pues los cuantiosos recursos que hoy destina al erario nacional vía pago de obligaciones fiscales (más de 100 por ciento de sus utilidades), se verían muy mermados, problema que no se podría resolver ni aumentando el IVA a 40 por ciento para toda la población.

Entraríamos en un círculo infernal del que sólo podría salirse con una violencia extraordinaria de la que nadie saldría beneficiado. Esto no lo toman en cuenta los asesores de la elite empresarial, sólo atentos a encontrar mecanismos para engrandecer las ganancias de sus jefes. Tal falta de solidaridad social de la oligarquía nos tiene al borde de la debacle más espantosa que se haya vivido en México, pero aun así sólo siguen presionando a la clase política para que actúe en contra de los intereses del país, pues no otra cosa sucedería con el total agotamiento de la clase trabajadora. Hemos llegado al colmo de la voracidad y del egoísmo.
Guillermo Fabela - Opinión EMET
 

Peña Nieto fortalecerá las mafias político-sindicales y pulverizará el salario

 

Peña Nieto fortalecerá las mafias político-sindicales y pulverizará el  salario
En una intentona por guardar las apariencias, Gordillo ofreció a Peña Nieto colaboración, no subordinación, y marcó distancia a los intentos oficiales de intervención en el mayor sindicato del país.



Con Enrique Peña Nieto en Los Pinos seguirá y se fortalecerán las mismas mafias político-sindicales. El Sexto Congreso Nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), realizado en un protegido hotel de Quintana Roo, a 80 kilómetros al sur de Cancún, el complejo Barceló, Maya Beach Resort, que está custodiado por la Policía Federal, fue un botón de muestra: ahí estuvieron con la dirigente magisterial Elba Esther Gordillo, el líder de los trabajadores petroleros, Carlos Romero Deschamps, los ex lideres sindicales Rafael Ochoa, Roberto Dávila y Tomás Vázquez. Ya solo el hecho de que una reunión sindical tenga que llevarse a cabo bajo fuertes medidas de seguridad tendría que ser motivo de vergüenza para sus líderes.

En una intentona por guardar las apariencias, Gordillo ofreció a Peña Nieto colaboración, no subordinación, y marcó distancia a los intentos oficiales de intervención en el mayor sindicato del país. Aclaró que “nunca he pensado ser Secretaria de Educación Pública, ni sirvienta de nadie, más que del SNTE”. Convocó a los maestros a revisar la relación con el poder y con los partidos, a no estar “agachados” ante nadie, aunque ofreció un gremio de respeto “sin rubores” con el próximo presidente de México. En su discurso, exigió: “no permitamos traidores adentro, que permitan ser manipulados por algunos políticos o partido alguno”.

La dirigente sindical mandó un mensaje claro al mexiquense: “nadie le puede negar a los miembros del Sindicato participar en la definición de las políticas educativas”; advirtió que hay amenazas contra el sindicalismo en iniciativas de ley; aclaró que no está en desacuerdo con la transparencia sindical, pero que deben ser los trabajadores del gremio quienes tengan conocimiento del uso que se hace de las cuotas sindicales; indicó que no serán los miembros de la organización Mexicanos Primero quienes exijan cuentas al Sindicato y les pidió que presenten cuentas de las fundaciones que presiden.

Elba Esther anunció a los más de tres mil delegados la entrega de una computadora donde encontraron la orden del día y los temas a debatir en el Sexto Congreso Nacional Ordinario del SNTE, en el que cuenta con la mayoría absoluta de delegados que la harán permanecer al frente del gremio magisterial. Por supuesto que no hizo referencia alguna a sus expresiones en contra de las mujeres trabajadores y de la relación que hizo entre éstas y el abandono a la familia, lo cual llevó al grado de culpar por la descomposición social existente. Según se ha revelado, lo dicho por la chiapaneca ya había sido expresado en una reunión ante los curas por el “títere” secretario general del SNTE apenas hace un par de semanas, por lo que además de ser una aberración resultó también todo un plagio.

La invitación a que acudieran a su Congreso otros líderes sindicales tuvo por objeto demostrar un poder que se les está diluyendo ante la serie de tropelías cometidas al interior de esa organización. Y se juntaron los pares. Porque Carlos Romero Deschamps de quien se dice está desahuciado por el cáncer de colon que padece, lo cual no le impide pretender reelegirse el próximo fin de semana, no ha dicho una sola palabra sobre los acontecimientos en los que perdieron la vida trabajadores de PEMEX en Reynosa, Tamaulipas, contratados por outsourcing, es decir, nada que hable de su posición de liderazgo y por ende de defensa y en estos casos de reclamo, porque tuvo a bien señalar que pese a las decenas de vidas perdidas y de cuerpos no encontrados porque se calcinaron expresó: “se está sobredimensionando la situación”. Y ni qué decir de los heridos en la explosión en la refinería de Salina Cruz, Oaxaca.

Tampoco ha hecho referencia alguna a la serie de empleos que se generaran con el contrato firmado con España para la construcción de barcos en los astilleros de Galicia, cuando la paraestatal tiene personal en los mexicanos que solo checa tarjeta. Está muy claro que semejante charro sindical ha estado al servicio del amo, del patrón, del gobierno y que merced a esa entrega es que, pese a las acusaciones sobre malversación de fondos, el Pemexgate, los lujos y la riqueza que solo se explica mediante la corrupción, sigue tan campante y haciendo planes para perpetuarse “hasta el último de sus días” al frente de una organización que ha despojado y desmembrado.

Otro eterno y charro líder, Joel Ayala, en un afán por quedar bien y despertar simpatías hacia la minuta enviada por la Cámara de Diputados sobre la Reforma Laboral, habló este mismo jueves de una propuesta que despertó más de una sonora carcajada: elevar el salario mínimo a 6 mil pesos. Esta zanahoria para el conejo no será mordida por los trabajadores y el sector empresarial ha guardado un mutismo que revela que apoyan este tipo de declaraciones porque, al final de cuentas, puede salir el documento y lo del salario mínimo ya se discutiría en enero próximo cuando se hable de la crisis y el cierre de empresas y todas las afectaciones que quienes producen les causan, lo cual hará imposible este cumplimiento.
PULVERIZAN SALARIO
Mucha urgencia del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) para que se apruebe en el Sendo de la República la reforma laboral que envió Felipe Calderón al Congreso y que ya avaló la Cámara de Diputados, “aun cuando implicara costos y cargas adicionales para las empresas”. Si, cómo no. La verdad de fondo es que en los términos en que se aprobó el dictamen en el Palacio Legislativo de San Lázaro a los únicos que beneficia es a los empresarios a quienes se le reducen los costos de operación y les brinda legalidad a las funestas prácticas de despedir sin indemnizaciones a los trabajadores, pasándose por el arco del triunfo la Ley Federal del Trabajo todavía vigente.

Por eso no es gratuita la publicación de un desplegado del CCE en donde señala que el proyecto de reformas a dicha ley “no es perfecto, así lo hemos manifestado públicamente”; pero “nuestra prioridad es avanzar con una visión de país y concretar los cambios que nos benefician como sociedad”. Ajá!. Por eso, el CCE declara que: “apoyamos decididamente el proyecto de reforma laboral, sin enmienda ni modificación alguna”. También la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), que agrupa a 105 cámaras y asociaciones industriales, presionó a través de un desplegado a los senadores para que aprueben la minuta en los mismos términos que lo hicieron los diputados, con el argumento de que “incrementa la capacidad del crecimiento económico y laboral que demanda la nación”.

Senadores de todos los partidos rechazaron las presiones de las cúpulas empresariales. Hasta el panista Javier Lozano reprobó la presión de los organismos empresariales y dijo que éstos no deben estar sobre la máxima de “hágase la voluntad de Dios pero sobre los bueyes de mi compadre”. Indicó que los desplegados del CCE y Concamin representan una presión indebida hacia los legisladores, para que la minuta pase sin cambios. Los empresarios están contentos puesto que la minuta aprobada por los diputados “pulveriza el salario”. De ahí que los senadores del PRD señalen que presentarán reservas a diversos artículos de la minuta de reforma laboral relacionados con la flexibilidad laboral, el pago por hora, la inclusión de la transparencia y democracia sindical, entre otros rubros. Dolores Padierna destacó que “el tema de la flexibilización laboral abarca 12 artículos”, pero lo más graves es la reducción de los salarios con el pago por hora, que “se vincula con otro tema que es el debilitamiento de los ingresos de las instituciones de Seguridad Social”.

Los senadores del PT están convencidos de que es mejor desechar la reforma laboral. Manuel Bartlett, el coordinador de los senadores petistas, dijo que a los organismos empresariales lo único que les interesa es avalar todos aquellos puntos que lesionan a los trabajadores como el pago por hora y los contratos temporales. Acompañado de Ana Gabriela Guevara, David Monreal, Marta Palafox y Marco Antonio Vásquez, dijo que están en contra de toda la reforma porque es lesiva para los trabajadores, que no fueron consultados sobre estos cambios en sus condiciones laborales.
Lilia Arellano - Opinión EMET

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