Continúan inquisiciones judiciales contra Contralínea
Autor: Álvaro Cepeda Neri *
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Sección: Defensor del periodista
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No cesan los homicidios contra periodistas por todo el país. El de Miguel Ángel López Velasco (experto en temas de seguridad y narcotráfico, columnista del diario Notiver), quien fue asesinado junto con su esposa y su hijo Misael por un comando armado que entró por la fuerza a su casa, en el puerto de Veracruz, la madrugada del 20 de junio de 2011, a lo que el desgobernador Javier Duarte permanece indiferente; o el secuestro-desaparición de Marco Antonio López Ortiz, jefe de Información del periódico Novedades de Acapulco (que se distribuye en Guerrero), el 7 de junio de 2011, en el bar Dos Arbolitos, en Acapulco de Juárez. Hecho que también ha dejado en el olvido el desgobernador de filiación perredista-panista, Ángel Aguirre Rivero, aliado de Marcelo Ebrard, jefe del gobierno del Distrito Federal. Ambos son asesorados por el exsalinista y expriísta religiosamente fanatizado, Manuel Camacho, para seguir consumando la traición a Andrés Manuel López Obrador.
En Sonora, de Eduardo Bours Castelo a Guillermo Padrés Elías (exgobernador y actual mandatario de la entidad) cortados por la misma tijera de la corrupción, ya dejaron sin resolver la desaparición y ejecución de Alfredo Jiménez Mota (levantado el 2 de abril de 2005), periodista del diario El Imparcial de Hermosillo y que con el arribo de los panistas el gobierno se ha convertido en el parcial a esos intereses religioso-políticos. Y todas las inquisiciones judiciales, en la forma de demandas civiles contra periódicos y sus editores se suman a las amenazas cumplidas de los delincuentes para impedir la información sobre éstos. De esta manera las libertades de prensa están acosadas, de tal forma que son ya cientos de trabajadores del periodismo a los que han privado de la vida, libertad y, de paso, impuesto la censura.
Empresarios y funcionarios que quieren censurar la información, sobre todo la que se genera dentro y fuera de Petróleos Mexicanos (Pemex), respecto a la voracidad de quienes desde el sector privado la tienen sitiada para seguir con sus intentos de privatizarla con el visto bueno del panismo-calderonista. Ahora, (como en el levantamiento histórico del pueblo de Fuenteovejuna, en 1476, y que el dramaturgo español Félix Lope de Vega y Carpio perpetuó en su drama teatral del mismo nombre) funcionarios y empresarios que han sido objeto del derecho a la información se han unido en una complicidad anticonstitucional al atacar las libertades de escribir y publicar sobre cualquier materia, e infringen la jurisprudencia vigente para que Contralínea deje de publicar investigaciones periodísticas e impedir que esa información circule en el contexto de análisis y críticas a su desempeño depredador.
El semanario sigue en la mira de esa complicidad, ya que el panismo (antes foxista hoy calderonista) ha fomentado la integración del sector público al privado con sus propósitos perversos de que en el mercado libre… ¡libre de controles y entramado jurídico para regular y sancionar los excesos empresariales!, sólo tengan cabida los intereses creados del sector privado. Pero como Contralínea acata no recibir “línea” y afianzarse en su hacer y quehacer periodístico sin cortapisas, insiste en exhibir a través de la información veraz y contrastada, cómo los empresarios despojan a Pemex y a otros organismos como los institutos Mexicano del Seguro Social, de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, la Lotería Nacional, Pronósticos Deportivos, etcétera. Esos funcionarios y hombres de presa se han dedicado a fincar inquisiciones judiciales a Contralínea, en la que sus reporteros publican investigaciones para conocimiento de la opinión pública, la cual debe de estar informada con la máxima libertad de expresión constitucional.
Los órganos judiciales del Distrito Federal y de algunas entidades, tienen no denuncias civiles contra la revista, sino auténticas inquisiciones judiciales que jueces y magistrados de jure deberían de declarar improcedentes; pero sospechosamente les dan entrada para fijar procedimientos civiles con la mira de quebrarla con indemnizaciones a funcionarios y empresarios (e incluso a quienes demandan un pago por daño moral, como el caso contra el historiador y académico Lorenzo Meyer Cosío).
Contralínea sigue sufriendo los embates judiciales, no obstante que constitucionalmente “la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial” y de que “es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia”. Empero, funcionarios y empresarios que tienen a su servicio órganos judiciales decretan sanciones contra este semanario y no dejan de tener sobre éste la espada de Damocles como un peligro que amenaza de manera continua la libertad de prensa.
Se pretende, pues, intimidar a sus periodistas con inquisiciones judiciales y sanciones de inquisición administrativa, de pagos por dizque daño moral con la finalidad de que deje de publicarse. Pero no lograrán este cometido, pues antes recurrirá la revista a instancias internacionales si los órganos judiciales mexicanos insisten en dar cabida a las amenazas empresariales y de funcionarios de Felipe Calderón.
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*Periodista
Revista Contralínea 273 / 26 febrero de 2012
Asiste la Gaviota con guardaespaldas a un funeral
Autor: Álvaro Cepeda Neri *
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Sección: Conjeturas
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Tras la muerte de una mujer y sus dos hijas, por un accidente carretero donde otro hijo resultó gravemente lesionado, se llevó a cabo un velorio la tercera semana de febrero pasado. Eran parientes de Angélica Rivero, esposa de Enrique Peña Nieto, precandidato único del Partido Revolucionario Institucional, a punto de ser ungido candidato, si antes no hay sustitución (tal y como circulan rumores de hacer a un lado a Andrés Manuel López Obrador o que Josefina Vázquez Mota no dará el ancho, por lo cual la relevarían).
Mejor conocida como la Gaviota, por su intervención en una telenovela durante su militancia en el Canal de las Estrellas y convertida en una celebridad, debió asistir al funeral para presentar sus condolencias. Buen alboroto causó su arribo en automóviles blindados, dos atrás y dos adelante del que ella ocupaba. Lo que más generó incomodidades fue que entró rodeada de guardaespaldas.
Todavía se recuerda el fiestón que, siendo la novia-prometida de Peña, éste le organizó, con un costo de 1 millón de dólares y cuya crítica periodística la hizo Roberto Zamarripa en su columna semanal “Tolvanera”, titulada Destilando hedor (Reforma, 10 de agosto de 2009). Dicen los que la vieron que no se “midió” con su despliegue policiaco para ir al funeral. El peñismo ha mostrado en varios actos, durante su administración mexiquense y hoy como precandidato, la prepotencia, despilfarro de dinero (supongo que suyo y no mal habido, aunque quién sabe) y un protagonismo que rebasa los límites. Abusan del poder, cuando aún no lo tienen en toda su magnitud, para demostrar que si llegan a tenerlo serán capaces de cualquier cosa.
El que la segunda esposa de Peña tenga un grupo de seguridad personal tan ostentoso (pues no conocen la discreción) es prueba de que hasta los familiares de la elite política gozan de privilegios que le cuestan al pueblo. ¿Quién paga los guardaespaldas de Angélica? Obviamente no es del sueldo de Peña y todos los gastos deben de salir de algún lugar público. El avance en las comunicaciones tecnológicas es tal, que habría que recurrir a éstas para casos como éste, en lugar de actos personales directos. Pero se trata de ostentarse poderosa ante propios y extraños que ven transitar ese alarde de seguridad, mientras el pueblo se las tiene que arreglar como puede y su dinero es utilizado para que la esposa de un precandidato luzca como una nueva “estrella” del firmamento electorero.
La Gaviota vuela alto tras su matrimonio –dicen que mediante jugoso contrato, de los que se estilan sobre todo cuando se trata de personajes dados a divorciarse– con el priísta que desde siempre ha presumido de ser poderoso y solamente ambiciona un cargo para rendirse ante los lujos del poder. Vicente Fox hizo a su esposa Marta Sahagún casi vicepresidenta y la empujó a la candidatura presidencial, mientras ella hizo mil y un desfiguros con sus hijitos, Manuel, Jorge Alberto y Fernando Bribiesca. La cónyuge de Calderón, Margarita Zavala permanentemente aparece en escena. Mientras la de Peña ya anda como el ajonjolí de todos los moles, al empezar por asistir a funerales tal vez para ganarle simpatías y votos a su esposo que necesita cada vez más, pues está cayendo en las preferencias.
*Periodista
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