El PRI y la corrupción, enemigos de México
Por lo pronto, Andrés Manuel López Obrador afirma que de ninguna manera va a desperdiciar lo que llamó “luna de miel con el electorado los meses posteriores a la elección”
Sin duda alguna que la corrupción que reina en nuestro país es uno de los peores enemigos y como se da en prácticamente todos los sectores gubernamentales afecta a la educación, a la salud, a la vivienda, al comercio, a las inversiones, al bolsillo de todos y cada uno de los mexicanos que no pertenecen a esa clase elite que es la que le jala la pata a la vaca. Sin embargo, otro que en estos momentos es mucho peor, más dañino, que puede paralizarnos, es el miedo. La población no denuncia por miedo. A través de correos, por la línea telefónica en el radio, en pláticas refieren sobre la compra de votos.
Son conminados entonces a presentar una denuncia y aparece de lleno el temor. No quieren denunciar y su argumento es total y completamente comprensible. Dicen que les piden la credencial de elector, le sacan una copia, les anuncian el precio del voto o se los pagan por adelantado y, en ambos casos, deben presentar la fotografía de su boleta cruzada por el partido que los está llamando a realizar esa práctica. Así, expresan que si las propias autoridades electorales aprobaron, autorizaron que puedan meterse a votar con todo y el celular es porque saben de esta práctica y si están todos hechos una no quieren arriesgar el empleo y dejar a sus familias sin sustento.
Sin embargo y pese a lo anterior, en los últimos tres meses reporta la FEPADE que ha consignado a 322 personas por delitos electorales; sobresalen las acusaciones sobre la recoja de credenciales de elector para votar, solicitar el sufragio a cambio de dadivas y recompensas, entre otros. La Entidades en donde se han reportado estas prácticas son: Distrito Federal, Guerrero, Guanajuato, Veracruz, Puebla, Chiapas, Estado de México, Chihuahua, Durango, Jalisco, Michoacán y Sonora. Salvo la tierra de Vicente Fox, en los demás está gobernando el tricolor o sus aliados. Quintana Roo, Yucatán y Campeche figuran entre los que menos denuncias han acumulado.
Otro punto negro con el que tendrán que batallar los tricolores está en la denuncia presentada por el PAN a través del coordinador de la campaña de la Vázquez Mota, Roberto Gil Zuarth, quien documenta que el PRI sobrepasa por más del doble el tope de gastos de campaña sólo en operación electoral. Presentó el denunciante dos tarjetas de débito de la casa Monex –propiedad de Emilio Gamboa y que está señalada en el escándalo sobre el supuesto desvío de millones de dólares a través de banca MIFEL procedentes del Estado de México- y copias de las identificaciones de quienes se las proporcionaron y que son originarios de Guanajuato y les explicaron como funciona la operación.
Detalla en su denuncia que son 300 delegados distritales los que ha acreditado el tricolor a quienes les pagaron 180 mil pesos, lo cual arroja un total de 54 millones de pesos; son 19 mil 490 los representantes generales a los que les depositan 17 mil 500 pesos más un bono de 2 mil 500 lo que da un gasto de 389 millones 800 mil pesos y, finalmente, están 143 mil casillas en donde habrá tres representantes de ese partido a los cuales les pagará 6000 pesos y que hace una suma de 257 millones 671 mil 800 pesos. La distribución de todo este dinero es a través de cerca de 500 mil tarjetas Monex y asciende a 701 millones 471 mil 800 pesos.
Así, a la operación electoral le suman la compra de votos aunque esta presente el hecho, la realidad que tenemos y que se centra en millones de desempleados, de quienes no tienen que vender su voto porque ya no pueden quitarles nada; también están los más necesitados que no parecen, según se ha visto al llenar las plazas, dispuestos a comer un solo día y seguir pasando hambres durante mucho tiempo y todos ellos van detrás de una esperanza, ¿cuál?, esa quedará definida conforme al sufragio que emitan. En tanto y con ese tipo de autorizaciones, el IFE va sembrando más desconfianza sobre su actuación que nunca antes.
Por lo pronto, Andrés Manuel López Obrador afirma que de ninguna manera va a desperdiciar lo que llamó “luna de miel con el electorado los meses posteriores a la elección”; o sea que no dilapidará el capital político con el que presume llegará a Los Pinos. En estos cierres de campaña en los que los candidatos van de una Entidad a otra, el tabasqueño en Pachuca, Hidalgo, se pronunció por la reapertura de la escuela normal rural Luis Villareal situada en el Mexe y que fue cerrada por considerarla un semillero de la izquierda. En Morelia fue recibido con la noticia de que quien formó en esa entidad la imagen de MORENA decidió cambiar de bando e irse al PRI. Antes de partir a Hidalgo, en el Distrito Federal, presentó a Manuel Clouthier como quien sería su fiscal anticorrupción. Ahí estuvo también Tatiana Clouthier y ambos escucharon que el candidato de las izquierdas rechaza el título de “primera dama” y más aún el de “pareja presidencial”.
Enrique Peña Nieto estuvo en Chiapas de donde le reportan que el candidato del Partido Verde con el cual se aliaron es el puntero. A fin de bajar el volumen de agresiones el mexiquense señaló que los otros candidatos son considerados como sus adversarios más no como enemigos y rechazó que se vaya a dar el voto coaccionado. Reiteró que los enemigos son la pobreza, la inseguridad, la incapacidad del gobierno. Totalmente satisfecho aún por el cierre a lleno completo que tuvo en el estado Azteca en la capital de la República, el candidato priísta habló de la contienda a la que calificó como democrática por lo que da por invalidadas todas las referencias que se tengan sobre la posibilidad de un fraude.
Josefina Vázquez Mota estuvo en Yucatán y ahí para no dejar ni el cuchi, cuchi, ni el “hoy toca” habló del “loch”, del que dijo se quedarán sus parejas sin el un mes si deciden no ir a votar. El evento que tuvo lugar en Tizimin apenas logró reunir un par de miles de personas y la inasistencia se debió, según comentaron, a las malas condiciones climáticas. Los organizadores de las presentaciones de la chilanga enfatizaron en la penetración que conserva Acción Nacional y recordaron que en esas tierras lograron que Felipe Calderón fuera candidato y de igual manera serán determinantes para que su partido conserve la Presidencia.
Lilia Arellano - Opinión EMET
El IFE entregado al PRI
La gobernabilidad del país estará en juego en los comicios del próximo domingo. Salvaguardar la paz social dependerá de que se respeten los resultados
La gobernabilidad del país estará en juego en los comicios del próximo domingo. Salvaguardar la paz social dependerá de que se respeten los resultados, y sobre todo de que no se pretenda violentar la voluntad popular, como es previsible que suceda si el Instituto Federal Electoral sigue solapando al PRI, como lo ha estado haciendo, a grado tal que la cúpula partidista no tiene empacho en actuar ilegalmente a la luz del día, en muchas partes del país, particularmente en las que el partido tricolor ha sido hegemónico desde los años de su fundación, como Durango.
Desde el gobernador hasta el último burócrata, están dedicados a repartir despensas, entregar artículos de construcción chatarra, regalar dinero a cambio de la credencial de elector, sin ningún pudor ni mucho menos temor a la autoridad electoral. Tal pareciera que ésta no existe, que seguimos viviendo en los tiempos en los que Gonzalo N. Santos comandaba huestes que se robaban urnas, amedrentaban electores y golpeaban a quienes no eran confiables.
Es muy grave lo que está ocurriendo, sin que el IFE haga algo para impedirlo. Es muy obvio que el PRI quiere recuperar el poder a como dé lugar, con la omisión de la autoridad electoral, lo que genera una natural inquietud por las consecuencias que tal actitud pudiera tener posteriormente a las elecciones. En los tres meses de campaña quedó claro que el PRI no está dispuesto a reconocer su derrota, ya que está actuando con el fin de “ganar” como en los viejos tiempos. Pero lo más lamentable es que el IFE no haya hecho ni siquiera una llamada de atención.
El cierre de campaña de Enrique Peña Nieto fue la demostración evidente de que sigue siendo el mismo partido que inmovilizó a la sociedad con sus prácticas corporativas al estilo fascista. Pero algo les está fallando, pues ni siquiera el costoso acarreo en cerca de dos mil autobuses fue suficiente para llenar el Estadio Azteca. Allí, el inexperto “político” mexiquense, dijo de sus rivales que “uno significa más de lo mismo, inseguridad, pobreza y desempleo. Otro es el populismo autoritario que no rinde cuentas ni respeta las reglas ni las instituciones”.
¿Qué no fue con el “nuevo” PRI que México inició su debacle de inseguridad, pobreza y desempleo? ¿Acaso fue muy respetuoso de las reglas del Estado mexicano y de las instituciones el mentor de Peña Nieto, el insaciable Carlos Salinas de Gortari? Sin ruborizarse, Peña dijo: “Juntos vamos a dejar atrás las prácticas de la vieja política”. ¿Qué su campaña no se significó por reeditar plenamente las viejas prácticas del PRI, tales como el acarreo, la compra de votos y todo tipo de operaciones fraudulentas?
No debe ser un hecho fortuito que todas las lacras del sistema político mexicano estén apoyando al mexiquense, tanto de la “izquierda” como Rosario Robles, y de la ultraderecha, como Manuel Espino y Vicente Fox. No podía faltar, por supuesto, el apoyo del magisterio que encabeza Elba Esther Gordillo, quien ordenó un plan tendiente a captar 5 millones de votos para Peña Nieto, con una “inversión” de más de 86 millones de pesos. Un ejército de 27 mil 500 activistas acarrearía gente a votar por el PRI, de acuerdo con un informe dado a conocer por maestros disidentes.
Sin embargo, el IFE “hace como que la virgen le habla”, como dice un dicho popular, y los consejeros se encogen de hombros. Pero ponen el grito en el cielo cuando desde las filas del Movimiento Progresista se denuncian las prácticas ilegales de la derecha, y se les acusa de que “están adelantando un fraude inexistente. No, lo que se denuncian son los hechos ya incontables de carácter ilegal que podrían desembocar en la comisión de un gran fraude que pudo haberse evitado.
El activismo de Vicente Fox no tiene precedentes, incluso en contra de quien lo sucedió en el ejercicio del poder, pues sin ambages afirma que “no se deben desperdiciar otros seis años” y pide que todos voten por Peña Nieto, como lo dijo en Durango, adonde acudió invitado por el gobernador priísta Jorge Herrera Caldera, quien tampoco tiene empacho en decir que “no se puede dejar a la gente sin apoyos sólo por las elecciones”, a fin de justificar la ilegal entrega de diversos artículos a grupos de ciudadanos de zonas marginadas.
Según Herrera Caldera, “la gente no entiende de procesos electorales, tiene hambre y sed, y hay que estar presentes, sin politizar la situación”. He aquí por qué no se atacan las causas de fondo de la pobreza: de este modo es factible manipular a la población, chantajearla, inmovilizarla y finalmente utilizarla cuando conviene, como en tiempos electorales.
Por lo pronto, mientras más se acerca el final de las campañas, más arrecia la guerra sucia contra el candidato del Movimiento Progresista, a extremos grotescos, como es el caso de Fox, quien en su odio contra Andrés Manuel López Obrador, afirma: “Hay un titiritero detrás que echó a andar ese movimiento (el #YoSoy132) en la Ibero. Es claro que el ‘López Chávez’ es quien lo maneja, por lo tanto ese movimiento necesita legitimarse”. A ver qué dicen sus integrantes al respecto.
Guillermo Fabela - Opinión EMET
Nuestra Editorial: México se merece el cambio
Va pues nuestra adhesión por la mejor propuesta democrática, va nuestro apoyo absoluto por el cambio verdadero.
Es un acto insultante, cínico y desvergonzado que el PRI de Peña Nieto pretenda comprar un voto al valor de una despensa o una tarjeta telefónica. Quizá ese viejo PRI no ha entendido que los ciudadanos han cambiado y que su voto no tiene precio.
Por fortuna, muchos ciudadanos han entendido la dinámica y reciben los utilitarios que ofrece el PRI con la simulada promesa de que votarán por Peña. Por ello, se ha diseñado una campaña que apoya a aquellos que el PRI obliga a presentar en una fotografía su voto a favor, a que lo hagan bien sea con un acetato sobrepuesto o bien, con una cruz recortada previamente y montada en el recuadro correspondiente al PRI y con ello reciban los 500 pesos que les han sido ofrecidos.
Sin embargo, aunque reconocemos que tal acción es una solución a quienes están siendo coaccionados a entregar su voto, no ayuda para nada al fortalecimiento de la democracia. Pues lejos de tener una elección libre y transparente, recurrimos a las prácticas opacas que sólo perpetúan la inmoralidad priista.
Llamamos por tanto al voto razonado e inteligente. No podemos caer en el juego del PRI construyendo una democracia simulada. Es falso que Peña Nieto tenga más de diez puntos de ventaja sobre Andrés Manuel López Obrador, este primero de julio los ciudadanos responsables darán un revés a las encuestas amañadas y propagandísticas y demostrarán que México se merece un cambio verdadero.
Basta de engaños, de autoritarismo, represión, complicidad. Pruebas de la impudicia del PRI hay muchas documentadas en los libros de historia y recientemente en redes sociales. Más allá de nuestras filias y fobias, debemos pensar en el presente y futuro del país. Demostremos que el verdadero poder está en nosotros los ciudadanos y no en esa élite de gobernantes corruptos y ambiciosos. Va pues nuestra adhesión por la mejor propuesta democrática, va nuestro apoyo absoluto por el cambio verdadero.
Revista EMET
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