Soldados disfrazados de policías
Para tomar Luz y Fuerza del Centro (LFC) la noche del 11 de octubre de 2009,
el gobierno de Felipe Calderón se valió de elementos de la Secretaría de la
Defensa Nacional que, obligados a disfrazarse de policías federales y sin
oficios de comisión, permanecieron en el inmueble al menos por un año.
Y mientras miles de soldados uniformados como policías tomaban las oficinas
centrales de LFC, así como las plantas de generación, estaciones y subestaciones
eléctricas, el presidente Felipe Calderón emitió el decreto por el que declaró
la extinción del organismo, con lo que se iniciaron los procedimientos para su
incorporación a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP) filtró imágenes de la toma
de instalaciones en las que presumía la precisión del operativo. Al día
siguiente El Universal subió a su portal electrónico un video en el cual se
observaba el despliegue de los “uniformados”, quienes incluso tendieron una
valla metálica mantener alejados del inmueble los electricistas inconformes.
Sin embargo, Proceso obtuvo documentos oficiales que desmienten la versión
oficial de la SSP, pues en operativo para tomar LFC lo hicieron soldados
disfrazados de policías federales.
El mismo 12 de octubre el general de brigada Juan Manuel Castillo Segura,
Diplomado de Estado Mayor (DEM), envió el mensaje número 33063 con carácter de
“extraurgente” al comandante de la 22 Zona Militar para instruirlo sobre la
“restricción de movimientos”:
“Hago de su conocimiento que en los periódicos El Universal y Reforma, se
publicó la nota periodística ‘Fuerzas federales custodian termoeléctrica en
Edomex’ y ‘Vigilan PF y Ejército subestaciones’, en la cual se aprecia una
fotografía de un vehículo militar 6.5 toneladas, con las siglas 0825277,
perteneciente al 25 Batallón de Infantería (Toluca), no obstante haber
comunicado telefónicamente y posteriormente en mensaje F.C.A. No. 41726 de 11 de
octubre de 2009, que estaban suspendidas las supervisiones y relevos en
vehículos y con personal uniformado que permita su identificación como
militares, debiendo realizarlas con uniforme azul o civil, y en vehículos que no
contengan características militares.”
Las notas periodísticas mencionadas por el general Castillo Segura motivaron
un “correctivo disciplinario” al comandante del 25 Batallón de Infantería. El
oficio hace extensiva la orden a las unidades de la 37 Zona Militar:
“Quedan estrictamente prohibidas las supervisiones, relevos,
reabastecimientos, etc., en vehículos militares y con personal uniformado a las
instalaciones de la extinguida compañía de Luz y Fuerza del Centro” (sic) y
añade que deben utilizarse uniformes azules o ropa de civil.
Además de lo anterior, en el radiograma número 010470, fechado el 11 de mayo
de 2010, el mismo general Castillo Segura solicitó remitir un informe sobre el
despliegue operativo, así como del estado de fuerza actualizado a la comandancia
del 25 Batallón de Infantería.
El listado del despliegue de unidades, sólo de ese batallón, revela que la
mayoría tenía como misión “proporcionar seguridad a las instalaciones (de
LFC)”.
Ese era el caso de la subestaciones eléctricas de Lechería, Los Reyes, San
Joaquín Coapango, San Bartolo Tizayuca y del Centro Nacional de Control
Eléctrico (Cenace), localizado en la delegación Álvaro Obregón, al surponiente
de la Ciudad de México.
De acuerdo con la orden de la misión de resguardo de instalaciones dirigida a
los mandos de cada unidad era “proporcionar seguridad física a las instalaciones
de la subestación eléctrica (correspondiente) y garantizar la seguridad del
personal que labora en la misma, así como evitar actos de sabotaje o terrorismo
por parte de transgresores de la ley, exhortándolo a poner toda su astucia y
profesionalismo en la seguridad de la citada instalación vital”.
Desde el principio, la dirigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas
declaró que en la toma de LFC participaron militares. En su edición 1841 Proceso
recogió incluso la versión del teniente de zapadores Marcos Gerardo Espinoza
Pérez, quien reveló que había participado en el resguardo de instalaciones en el
Valle de México y en el estado de Hidalgo.
Sin embargo, hasta ahora se dio a conocer un documento oficial de la Sedena
en el que se detalla la participación de soldados, así como la orden expresa de
que el operativo del 11 de octubre de 2009 se mantuviera en secreto.
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