Astillero
Selección de personal
Biden tutelar
Candidatos afanosos
Angustioso Tamaulipas
Julio Hernández López
SIN DISTINCIONES. Elementos de tropa durante la ceremonia de inauguración del edificio que ocupará el Observatorio para la igualdad entre mujeres y hombres en el Ejército y Fuerza Aérea mexicanosFoto Guillermo Sologuren
La comparecencia de los candidatos presidenciales mexicanos ante Joe Biden fue un reconocimiento abierto del carácter decisorio que en los procesos electorales mexicanos tiene el poder estadunidense. Aun cuando oficialmente el motivo principal de la visita a México del vicepresidente extranjero fue una reunión con quien debe dejar Los Pinos a finales de noviembre próximo, las sesiones políticas más significativas se dieron con el trío de principales aspirantes a la sucesión, quienes acudieron gustosos a tales evaluaciones en busca de aprobación o cuando menos algún guiño de probable buena disposición, parapetados esos aspirantes locales tras una pragmática hospitalidad que jamás consideró la posibilidad de negarse a participar en tales sondeos del vecino imperioso cuyos políticos de primer nivel, por ejemplo, ni por equivocación aceptarían sujetarse ni en suelo estadunidense ni en ningún otro al escrutinio de un alto funcionario mexicano en vísperas electorales de aquel país.
Las papeletas en busca de aprobación que llevaron los tres candidatos (el panalista Quadri fue excluido, como si a la embajada gringa correspondiera definir la relevancia de los aspirantes mexicanos) reflejan el carácter tutelar reconocido a la Casa Blanca. El primero en la lista fue Andrés Manuel López Obrador, a quien satisfizo la obvia confirmación que Biden hizo de que su país no intervendrá en el proceso electoral mexicano y que se
entenderácon quien resulte ganador (nota mundial habría sido que un vicepresidente gringo hubiera dicho lo contrario). Ya en 2006 AMLO tuvo evidencias del papel adverso a cualquier reformismo de corte popular en México que sin declaraciones públicas de por medio asumen los poderes reales de la nación vecina, pero ahora el posicionamiento obligado de Biden fue considerado por el tabasqueño como
muy bueno, porque significa que van a respetar la voluntad del pueblo de México, como tiene que ser, porque somos un país independiente y soberano. No, pos sí: la ternurita es el ingrediente diplomático de las campañas amorosas.
Enrique Peña Nieto se montó la casaca militar de holgada talla que Felipe se puso en 2006 para complacer a Washington. Dado que el comandante Calderón ha sembrado en Estados Unidos la versión de que el priísmo negociará con los cárteles hoy en cruenta pugna y con ello dará marcha atrás a lo mucho que según Felipe el Rojo se ha ganado en estas batallas, el cadete de Atlacomulco creyó conveniente mostrarse declarativamente en traje de faena y hacer saludo militar ante el supervisor Biden. Bien portado, el candidato del coqueto copete hizo saber su posición
personaly la de su partido: en caso de ganar en julio próximo, el bando de tres colores continuará combatiendo al narcotráfico, incluso con
mayor eficacia. ¡Te lo fumo y te lo cumplo!, pudo haber sido la promesa de servicio militar obligatorio que el conscripto mexiquense hiciera ante el extranjero jefe de reclutas.
Josefina Vázquez Mota no podía dejar de sonreír (bueno, nunca puede) ante la interpretación de género que quiso hacer de las palabras de cortesía que le había soltado el gerente del casting realizado ayer en salones del Four Seasons de la capital cinematográfica de México. Atenida a una variante del título del libro que le dio temprana fama, la panista se exhortó a sí misma: ¡Dios mío, hazme bolas, por favor! y se lanzó a proclamar que el vicepresidente gringo había insinuado de alguna manera que ella sería una de las mujeres exitosas de la política mundial.
No lo dijo de manera textual, confesó la traductora de intenciones, pero ella entendió que si Biden le había hablado de mujeres triunfadoras y le parecía normal que en México hubiera una mujer en Los Pinos, pues, entonces… ¡bingo!, más claro no podía ser el silogismo electoral venido del norte. Por lo pronto, ella seguía sonriendo.
Las tandas tutelares dieron paso a una visita del vicepresidente Biden a la Basílica de Guadalupe, dado que es católico. Ya que hubo dicho casi con similares palabras a los tres candidatos que EU no intervendrá en las elecciones mexicanas y que trabajará con quien resulte ganador, mencionó, luego de comparecer ante la guadalupana, que el viaje hubiera valido la pena nomás por esos momentos ante la Morena (bueno, la Morenita, para evitar interpretaciones audaces), pues esta cita religiosa había sido
mejorque las electorales.
Astillas
Aun cuando la violencia delincuencial es crónica en Tamaulipas, en fechas recientes se han multiplicado los hechos que afectan gravemente a la población, no solamente en términos numéricos de muertos y heridos, sino de una creciente angustia colectiva. En días pasados se han producido intensas balaceras en Ciudad Victoria, y en Nuevo Laredo lo más reciente ha sido el estallido de un artefacto en una tienda departamental de mucha clientela, con un saldo de diez personas lesionadas. El gobierno a la sombra que encabeza (es un decir) Egidio Torre poco hace más allá del amordazamiento de los medios (tarea también realizada por los jefes de prensa de los cárteles en pugna) y las declaraciones mediante maquila. La administración calderonista, por su parte, mantiene una sorda pero vigorosa guerra política contra el priísmo, al que considera protector y cómplice de ciertas bandas delictivas. Mientras tanto, los tamaulipecos sufren… El inspector Poiré vuelve a escena, ahora con unos modestos apuntes de superación personal a los que pretenciosamente promueve como una suerte de décalogo de compromisos del autodenominado gobierno federal para llevar a buen puerto las próximas elecciones… El consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita, por su parte, se esmeró ayer en desmentir que haya posibilidades de que el crimen organizado acabe por descarrilar los próximos comicios, en un lance declarativo que obviamente acaba por fortalecer las especulaciones sobre rieles muy peligrosos… Y, mientras es ahora Bloomberg la que informa que Carlos Slim es el hombre más rico del mundo (en un país de crecientes decenas de millones de personas en miseria), ¡hasta mañana!
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Memoria machacona-Rocha
Operación bilateral en marcha
Simón Vargas Aguilar*
La participación del crimen organizado en la política mexicana ha dejado de ser tabú. Lo que anteriormente era conocido como
El propio presidente Felipe Calderón aseguró el pasado 7 de diciembre que existen pruebas de la intromisión del crimen organizado en las elecciones de Michoacán. Consideró que la publicación de un desplegado en un diario de La Piedad, en el que se amenazó a los michoacanos para que no votaran por el PAN, era la prueba más secreto a vocesha sido reconocido abiertamente por funcionarios del gobierno federal en los últimos meses. En julio del año pasado, el entonces secretario de Gobernación, Francisco Blake, señaló a los representantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que el crimen organizado logró expandirse
por omisiones de las autoridades de los distintos órdenes de gobierno, omisiones que han ocurrido en el pasado y que, desafortunadamente, siguen ocurriendo.
palmaria y eficientede que el narcotráfico se involucró en los comicios michoacanos, y destacó que
esa amenaza no era sólo para Michoacán, sino para todo el país. Por otra parte, el actual secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, reconoció el pasado 14 de febrero, al inaugurar el foro “Drogas: balance a un siglo desde su prohibición que el crimen organizado ha infiltrado los tres niveles de gobierno.
En este contexto, el pasado martes, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, declaró a la prensa, en el marco de la reunión de ministros de relaciones exteriores del G-20, que su gobierno está ayudando a las autoridades mexicanas a perseguir penalmente a funcionarios de este país involucrados en actos de corrupción y narcotráfico.
Aunado a ello, manifestó que el combate a la infiltración que ha alcanzado el narco en ciertos niveles de gobierno es materia de política bilateral, y no responsabilidad exclusiva de nuestro país:
En el intento de colaborar de la manera más completa posible, Estados Unidos hace un gran esfuerzo en su lado de la frontera para identificar y detener a funcionarios corruptos. Pero también estamos ayudando a México para que las autoridades puedan identificar la corrupción de este lado. Es totalmente inaceptable que haya funcionarios que lucren como resultado de esta violencia que está generando tanto sufrimiento a la gente en México.
Existe una preocupación real respecto de la participación del crimen organizado en las contiendas políticas, ya que se encuentra activo participando en las campañas de diversos partidos políticos. A ese respecto, se están llevando a cabo una serie de investigaciones en el contexto bilateral, a partir de información de inteligencia, de testigos protegidos y de datos que se han obtenido como resultado de las detenciones y aseguramiento de computadoras, libros de registro, bitácoras de operaciones y de relaciones de pagos por protección a algunos servidores públicos por algunos capos en México.
El 29 julio de 2010, cuando se llevó a cabo el operativo en que fue abatido el narcotraficante Ignacio Coronel, fue encontrada una laptop que presuntamente contiene vasta información sobre la red de complicidades que permitió operar sin problemas al capo en Jalisco. Aunado a ello, en las declaraciones de su lugarteniente, Hiram Gastélum Quiñonez se señalaban supuestas conexiones políticas de Coronel con el Partido Acción Nacional.
Además, las ejecuciones de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, y Antonio Cárdenas Guillén, Tony Tormenta; las detenciones de Sergio Villarreal, El Grande –quien se convirtió en testigo protegido de la PGR y colaborador en la Operación Limpieza de la propia procuraduría–, Édgar Valdez, La Barbie –presunto testigo protegido de la DEA–, y las extradiciones de Osiel Cárdenas Guillén y de Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo –quien se convirtió en informante de la DEA, según documentos presentados ante una corte en Chicago– han posibilitado a las agencias estadunidenses obtener valiosa información que ha fortalecido las acciones en la lucha contra el narcotráfico.
En este contexto, la presencia del narcotráfico en la política mexicana es real, así como lo es la relación de coordinación entre los gobiernos de México y Estados Unidos a efecto de procesar a los actores políticos relacionados con el crimen organizado. Habrá que estar atentos al desarrollo de otras investigaciones en este contexto. Tamaulipas y Coahuila son casos que muestran ese trabajo conjunto que sólo precede a otras operaciones correlacionadas.
*Analista en temas de seguridad y justicia
Hasta la cocina-Fisgón
Biden, en el teatro de operaciones
La visita al país del vicepresidente estadunidense, Joe Biden, reviste un significado especial, toda vez que México se encuentra en medio de un conflicto armado en el que el gobierno de Estados Unidos tiene un papel inocultable.
Oficialmente Washington funge como estrecho aliado del gobierno calderonista en lo que se presenta como una confrontación entre el gobierno federal y los grupos delictivos –especialmente los dedicados al narcotráfico– que controlan partes del territorio nacional, segmentos económicos –particularmente en la economía informal– e incluso porciones de la administración pública en los tres niveles de gobierno, dada su capacidad de infiltrarse mediante la compra o la extorsión de funcionarios.Pero si además del discurso oficial de ambos países se toma en cuenta información pública sobre el desempeño de ambos en esta guerra, las cosas no resultan tan simples: por un lado, el gobierno estadunidense contribuye con armamento, equipo técnico, asesoría e información al esfuerzo bélico decidido por Felipe Calderón –en sintonía con la política antidrogas procedente del país vecino–, pero por el otro se abstiene de realizar acciones significativas para detener el flujo de armas procedente del norte del río Bravo y que tiene por destino a la criminalidad organizada mexicana, y es tolerante ante el lavado de dinero realizada por grandes corporaciones financieras en Estados Unidos. En ambos casos, la mortífera circunstancia mexicana reporta beneficios económicos objetivos para la superpotencia.
A ellos debe agregarse un beneficio geopolítico evidente: a mayor inestabilidad y violencia en México, mayor resulta el margen de las instituciones estadunidenses para intervenir en asuntos de seguridad de nuestro país. Por añadidura, oficinas gubernamentales de Washington han estado involucradas en el abasto de armas a los cárteles mexicanos –operativos Receptor abierto y Rápido y furioso– y hasta en el lavado de millones de dólares para ellos, como ha venido haciendo la oficina antinarcóticos del país vecino, la DEA, según se descubrió recientemente.
Otro elemento insoslayable del contexto mexicano es la inminencia de la elección presidencial, prevista para julio próximo, en la que estarán en juego, además de la estrategia contra la delincuencia, la perpetuación o el cambio del modelo económico vigente hasta ahora en el país, e impuesto por Washington desde hace décadas.
El antecedente inmediato es la grosera e inadmisible intromisión de la Casa Blanca y el Departamento de Estado en la sucesión presidencial mexicana de 2006 y en el fortalecimiento de Felipe Calderón antes incluso de que fuera declarado presidente electo, y al que el entonces embajador Tony Garza percibía
en la mayor situación de debilidad política posible, no sólo por las irregularidades registradas en los comicios, sino también por sus conflictos con Vicente Fox.
En esa circunstancia, según escribió el propio Garza en un cable confidencial posteriormente entregado a La Jornada por Wikileaks, y cuyo contenido fue publicado en este diario (21/2/11), para el panista michoacano, quien operaba en
una finísima línea de legitimidad, fue de crucial importancia el reconocimiento
anticipadodel ex presidente George W. Bush, quien lo llamó para felicitarlo antes de que se anunciara el resultado de la votación.
Desde la embajada nos embarcaremos de inmediato en un proceso de planificación de la transición con el equipo de Calderón, empezando por una reunión con Juan Camilo Mouriño y Josefina Vázquez Mota, escribía el diplomático, a fin de evitar que
se estanquen los asuntos que son de nuestro mayor interés. Muy lejos de la neutralidad estaba, por lo demás, el informe del ex embajador sobre el conflicto poselectoral que sacudió al país la segunda mitad de ese año y que aún sigue proyectándose en la realidad institucional actual.
A la luz de ese precedente, cabe esperar que en esta ocasión el gobierno estadunidense sí sea respetuoso de los procesos políticos internos de México y se abstenga de cualquier injerencia en el escenario electoral, como expresó Joe Biden a los precandidatos presidenciales con los que sostuvo encuentros: Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota.
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