Truenan empresarios contra Calderón por inseguridad
Un policía durante un enfrentamiento con sicarios en Monterrey, la semana pasada.
Foto: Fidel Aguilar
MÉXICO, D.F. (apro).- La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) deploró la situación de inseguridad que prevalece en el país y condenó los casos de secuestro y extorsiones que empresarios han padecido a lo largo del gobierno de Felipe Calderón.
En su rueda de prensa, el nuevo presidente de la Coparmex, Alberto Espinosa, arremetió:
“La situación que hemos vivido los empresarios estos seis años ha sido lamentable. Los indicadores que tenemos sobre empresarios que han sido sujetos a secuestros, extorsiones y, sobre todo, cuando han perdido la vida, es lamentable”.
Espinosa Desigaud señaló que la estrategia para combatir el narcotráfico –con saldo de más de 50 mil muertos– es incorrecta, al no ser una “política de Estado”, con la colaboración de los tres niveles de gobierno, municipal, estatal y federal.
Quien fuera presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) señaló que “si sólo estamos supeditados a acciones del Ejecutivo, estamos incorrectos”.
Luego sostuvo que “es fundamental una política de Estado y no sólo del gobierno federal para combatir la violencia en el país”.
Sin embargo, el líder del organismo patronal no paró ahí.
Sostuvo que el nivel de crecimiento económico y los empleos generados son insuficientes para ayudar a contrarrestar la escalada de violencia.
“Si el país creciera en el orden de 6% anual del producto interno bruto, el nivel de inseguridad sería menor; esto prueba la necesidad de las reformas laboral, hacendaria y educativa, las cuales nos han mantenido frustrados”, advirtió el también director general de Global Assurance.
Según la Coparmex, se necesitan más de un millón de empleos para satisfacer la demanda laboral en el país, sin embargo, para este año el Banco de México (Banxico) prevé la creación de sólo 530 mil nuevas plazas de trabajo.
No sólo eso, el anhelado crecimiento económico de 6% parece lejano cuando el pronóstico para este año no supera 4% del PIB.
El líder patronal también dijo que “México tiene indicadores positivos y estables, incluso está preparado para la competencia, no obstante, para mantener sus niveles, e incluso elevarlos, es urgente aprobar las reformas estructurales”.
Por otra parte, explicó que la situación de inseguridad tenderá a mejorar en la medida en que se involucren los gobiernos estatales y municipales, “como sucedió en Ciudad Juárez”, Chihuahua.
Sin embargo, denunció que hay otras entidades en las que se mantienen altos los niveles de violencia, es como el caso de Durango, Chihuahua, Estado de México y otros estados fronterizos.
Alberto Espinosa recordó que la Coparmex es un organismo que no apoyará a algún aspirante o partido, pero “seremos muy puntuales al cuestionar a todos los candidatos sobre sus compromisos concretos para lograr los grandes cambios que requiere nuestro país”, acotó.
Un policía durante un enfrentamiento con sicarios en Monterrey, la semana pasada.
Foto: Fidel Aguilar
Foto: Fidel Aguilar
En su rueda de prensa, el nuevo presidente de la Coparmex, Alberto Espinosa, arremetió:
“La situación que hemos vivido los empresarios estos seis años ha sido lamentable. Los indicadores que tenemos sobre empresarios que han sido sujetos a secuestros, extorsiones y, sobre todo, cuando han perdido la vida, es lamentable”.
Espinosa Desigaud señaló que la estrategia para combatir el narcotráfico –con saldo de más de 50 mil muertos– es incorrecta, al no ser una “política de Estado”, con la colaboración de los tres niveles de gobierno, municipal, estatal y federal.
Quien fuera presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) señaló que “si sólo estamos supeditados a acciones del Ejecutivo, estamos incorrectos”.
Luego sostuvo que “es fundamental una política de Estado y no sólo del gobierno federal para combatir la violencia en el país”.
Sin embargo, el líder del organismo patronal no paró ahí.
Sostuvo que el nivel de crecimiento económico y los empleos generados son insuficientes para ayudar a contrarrestar la escalada de violencia.
“Si el país creciera en el orden de 6% anual del producto interno bruto, el nivel de inseguridad sería menor; esto prueba la necesidad de las reformas laboral, hacendaria y educativa, las cuales nos han mantenido frustrados”, advirtió el también director general de Global Assurance.
Según la Coparmex, se necesitan más de un millón de empleos para satisfacer la demanda laboral en el país, sin embargo, para este año el Banco de México (Banxico) prevé la creación de sólo 530 mil nuevas plazas de trabajo.
No sólo eso, el anhelado crecimiento económico de 6% parece lejano cuando el pronóstico para este año no supera 4% del PIB.
El líder patronal también dijo que “México tiene indicadores positivos y estables, incluso está preparado para la competencia, no obstante, para mantener sus niveles, e incluso elevarlos, es urgente aprobar las reformas estructurales”.
Por otra parte, explicó que la situación de inseguridad tenderá a mejorar en la medida en que se involucren los gobiernos estatales y municipales, “como sucedió en Ciudad Juárez”, Chihuahua.
Sin embargo, denunció que hay otras entidades en las que se mantienen altos los niveles de violencia, es como el caso de Durango, Chihuahua, Estado de México y otros estados fronterizos.
Alberto Espinosa recordó que la Coparmex es un organismo que no apoyará a algún aspirante o partido, pero “seremos muy puntuales al cuestionar a todos los candidatos sobre sus compromisos concretos para lograr los grandes cambios que requiere nuestro país”, acotó.
Las “tropelías” del PRI dejaron a México sumido en la corrupción y el dolor: PAN
5 de marzo de 2012 17 Comentarios
Destacado
El secretario general adjunto y vocero del PAN, Juan Marcos Gutiérrez.
Foto: CEN PAN
MÉXICO, D.F. (apro).- El Partido Acción Nacional aseguró que la violencia, la corrupción y el dolor que enfrenta el gobierno del presidente Felipe Calderón es producto de las “tropelías” con las que el PRI gobernó al país.
En respuesta a las declaraciones del dirigente nacional del Revolucionario Institucional, Pedro Joaquín Coldwell, quien dijo que a su partido “le corresponde poner fin a la pesadilla de dolor, violencia, corrupción y pobreza que el panismo le ha recetado al país”, el secretario general adjunto y vocero del PAN, Juan Marcos Gutiérrez, dijo:
“Sus pesadillas son reflejo de sus tropelías y corrupción vuelto sistema con el que gobernaron al país y lo siguen gobernando en muchas entidades, en franca negligencia para procurar justicia, como en el caso de la niña Paulette o el asesino serial del Estado de México o el despilfarro y endeudamiento del gobierno de Coahuila”.
De acuerdo con Gutiérrez, “su insomnio y su pesadumbre (del PRI) se la provoca en todo caso su conciencia intranquila y el hecho de que están presentando como candidatos a personas que incluso se les ha vinculado con el crimen organizado”.
El también integrante del equipo de la aspirante presidencial panista, Josefina Vázquez Mota, aseguró que lo que hoy enfrenta Felipe Calderón “es el producto de gobiernos ineficaces del pasado y del presente del PRI”.
Añadió:
“Son actualmente los priistas los que en los estados que gobiernan no han podido erradicar la violencia, la corrupción y el dolor, como podemos ver en los estados más violentos que fueron gobernados por el PRI y están siendo gobernados por el PRI”.
Y por si fuera poco, agregó, el tricolor tiene atado de manos al país por frenar reformas en el Congreso de la Unión, como la laboral y la política.
El Yunque se legaliza… en España
Militantes del PAN durante una protesta en contra de El Yunque en enero de 2007.
Foto: Marco A. Cruz
Foto: Marco A. Cruz
MÉXICO, D.F., 5 de marzo (apro).- Mientras en México El Yunque trama clandestinamente cómo definir la sucesión de 2012 y acrecentar su predominio a través del Partido Acción Nacional (PAN), y aun del priismo, en España, uno de los numerosos países donde opera, esta organización de ultraderecha ha decidido legalizarse en medio de un escándalo sobre su influencia en el Partido Popular (PP) y en la Iglesia católica.
Se trata, por supuesto, de un tema que nos concierne a los mexicanos: Los mandos de El Yunque en España, que se instaló allá a principios de la década de los 70 –todavía con el dictador Francisco Franco al mando–, tuvieron que tomar la decisión de hacerse legales, porque la organización contravenía lo establecido por el artículo 22.5 de la Constitución de ese país, que prohíbe “las asociaciones secretas y de carácter paramilitar”.
Evidentemente en el Registro Nacional de Asociaciones del Ministerio del Interior no quedó inscrito como “asociación” El Yunque, sino que se registró bajo el nombre de Organización del Bien Común, según el acta de registro 597343, fechada el 12 de abril del año pasado.
Tampoco se trató de una acción voluntaria: La decisión, en la que intervino el Mando General de El Yunque ahora encabezado por Guillermo Velasco Arzac y José Antonio Ortega Sánchez –con Bernardo Ardavín Migoni y José Antonio Quintana Fernández como los jefes eméritos–, se tomó luego de que en España se gestó un movimiento de padres de familia, profesionales católicos y disidentes que advirtieron sobre los peligros de esta secta clandestina, a la que ya demandaron formalmente ante los tribunales.
De hecho, se elaboró un robusto documento denominado Análisis del asociacionismo de los laicos cristianos españoles y la intromisión del Yunque, con 24 testimonios, cuatro de ellos de exmiembros de la organización sobre la naturaleza, operación e penetración de ésta en todos los ámbitos de la vida española, y cuya difusión en varios medios, como los diarios El País y El Confidencial, ha cimbrado a España.
Pese a que el informe, coordinado por el filósofo católico Eduardo López Luengos, le fue entregado a la Conferencia del Episcopado de España, desde la primavera de 2010, no ha habido ningún pronunciamiento y lo que se cree es que Rouco Varela, presidente de ese órgano, solapa a la secta aun con el consentimiento de el Vaticano.
En el informe se identifica a varias organizaciones, todas afines al Episcopado, como organismos de fachada de El Yunque, entre ellas Hazte Oír, presidida por Ignacio Arsuaga; Profesionales por la Ética, dirigida por Jaime Urcelay, y el Instituto de Política Familiar que encabezan Eduardo Hertfelder y Liberto Senderos, todas protagonistas de las movilizaciones contra la ley del aborto y la educación laica.
Es el mismo esquema que usa El Yunque en México y que ha exportado al mundo –opera en más de 20 países de América, Europa y aun Asia, como Filipinas–, con Provida, Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), Asociación Nacional Cívica Femenina (Ancifem), A favor de lo mejor…
Y no es casual que quienes encabezan los organismos de fachada de El Yunque en España, todos afines al PP con el que simpatiza la candidata panista Josefina Vázquez Mota, sean los mismos que aparecen como miembros constituyentes de la Organización del Bien Común: Jaime Urcelay, Eduardo Hertfelder y Liberto Senderos.
Aunque ellos han negado ser miembros de El Yunque, valiéndose de trucos como el que nunca han militado en una organización secreta –ellos la denominan discreta–, lo cierto es que la presencia e influencia de esa organización nacida en México y que ha sido exportada al mundo ha quedado al descubierto en España.
La confirmación la ha hecho nada menos que el cardenal Antonio Cañizares, exarzobispo de Toledo y ahora prefecto de la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos, con sede en el Vaticano, quien confirmó a El País el cambio de nombre de El Yunque.
“Ya no se llaman El Yunque, ahora se llaman Asociación por el Bien Común y creo que están prestando grandes servicios a la sociedad. No hay problema con ellos, por sus hechos se les conocerá. Se lo digo sinceramente: esos padres de alumnos pueden estar tranquilos”.
Pero aun con la sinceridad del cardenal Cañizares, que sólo confirma el encubrimiento de El Vaticano a la organización, los padres de familia en España siguen alarmados por los mecanismos de reclutamiento y adoctrinamiento que hace El Yunque a los jóvenes que reclutan, como afirma el abogado Pedro Leblic, uno de los denunciantes de la organización secreta:
“Les someten a un auténtico lavado de cerebro sobre su tarea mesiánica como elegidos de Cristo y les obligan a guardar un secreto absoluto acerca de la identidad y las actividades de la organización, incluso a sus propios padres, lo que ha provocado auténticos dramas familiares en muchos hogares”.
Entrevistado por El Confidencial, uno de los medios españoles que ha investigado la presencia de El Yunque en España, el abogado dice sobre los mandos de esa organización: “Actúan por Dios, pero sin Dios. Manipulan y destruyen la voluntad del individuo para alcanzar sus objetivos. Son el nuevo nazismo”.
El pionero en poner al descubierto El Yunque en España, desde el 2009, es el activista católico Alejandro Campoy, exportavoz de Hazte Oír, quien cree que la organización es una “bomba de relojería” que estallará como ocurrió con la pederastia en la Iglesia católica y el caso de Marcial Maciel.
“Todo lo que tiende a ocultarse genera sospecha y, finalmente, escándalo. Y Benedicto XVI está marcando unas líneas de actuación clarísimas frente a este estado de cosas”.
Apuntes
El intervencionismo de Estados Unidos en los asuntos exclusivos de los mexicanos fue convalidado por Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador y Enrique Peña Nieto, cuya comparecencia ante el vicepresidente de ese país, Joe Biden, los igualó. Es la normalidad, dirán a los que también les parece parte de la normalidad los arrumacos entre Cristina Pacheco y Margarita Zavala, la mujer del individuo que llegó al cargo mediante un fraude y cuyo mediocre gobierno será recordado sólo por las carnicerías que produjo…
Comentarios: delgado@proceso.com.mx y Twitter: @alvaro_delgado
Enemigos en casa
Josefina Vázquez Mota, aspirante panista a la Presidencia.
Foto: Germán Canseco
Foto: Germán Canseco
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La selección de candidatos a los diversos puestos de elección popular puede dar al traste con el claro y persistente incremento en las preferencias electorales de la candidata presidencial del PAN, ya que las protestas y fracturas que dicha selección ha provocado pueden convertirse en el principal enemigo de Josefina Vázquez Mota para ganar la contienda electoral.
Y es que resulta tan importante tener una buena estrategia electoral y desarrollar una adecuada campaña, como conjuntar un buen grupo de candidatos y mantener la unidad del partido, pues tales factores permiten al abanderado presidencial sumar esfuerzos y votos. Y esto es exactamente lo que no sucede en el PAN, donde el calderonismo y los grupos locales (utilizando las prácticas fraudulentas que tanto condenaron los blanquiazules en el pasado) se apoderaron de las principales posiciones.
El resultado es una lluvia de impugnaciones y renuncias en al menos 14 de las 32 entidades, lo cual puede traducirse en una pérdida de apoyo para el blanquiazul y, por ende, para su candidata a la Presidencia de la República, que hoy parece una espectadora más en este proceso de selección interna.
En la lista nacional de candidatos al Senado, el grupo de Calderón se adjudicó ocho de las primeras 11 posiciones con mayores posibilidades de triunfo para el panismo. Y la captura de las candidaturas también se dio en las listas de aspirantes a diputados. Por ejemplo, en el caso de Nuevo León el CEN designó al controvertido alcalde regiomontano Fernando Larrazabal en el primer lugar de la lista de la tercera circunscripción y a Raúl Gracia (actual consejero de la Judicatura Estatal y otro de los líderes de la llamada “neocúpula”, acusada de manipular los padrones de militantes) para encabezar la fórmula, con lo cual les aseguraron una posición en la próxima legislatura.
Aunque en entidades donde se dieron procesos de selección interna abiertos a la militancia también se generaron fricciones, como en Chihuahua, donde Javier Corral documentó irregularidades, o en Coahuila, donde Jorge Zermeño denunció el rasurado del padrón y el uso de programas sociales.
La intromisión del presidente Felipe Calderón o la división de los panistas locales siempre ha sido fatal para el blanquiazul. Únicamente a manera de ejemplo se puede recordar que la intromisión presidencial fue uno de los factores determinantes para que el panismo perdiera, entre otras gubernaturas, la de Yucatán y San Luis Potosí; y que las divisiones de los grupos panistas impidieron el triunfo en Nuevo León y contribuyeron a la pérdida de Querétaro y Aguascalientes.
La intervención presidencial en la vida blanquiazul se dio desde el inicio de su gestión, al grado de adelantar la elección del presidente del Comité Ejecutivo Nacional para poder sacar a Manuel Espino y permitir el arribo de Germán Martínez, entonces muy allegado al presidente; tras su fracaso en las elecciones intermedias federales y estatales del 2009, donde el panismo únicamente ganó una de las seis gubernaturas en juego (Sonora), perdiendo Querétaro y San Luis Potosí, a Germán lo sucedió César Nava, igual o más cercano a Calderón que el propio Martínez, y finalmente llegó Gustavo Madero, quien, sin ser tan allegado al presidente como los otros dos, también es un instrumento del calderonismo.
Lo cierto es que en el transcurso del sexenio el panismo ha perdido cinco gubernaturas y obtenido cuatro, y aunque ganó en cantidad de población gobernada, eso se debió a que dos de las cuatro gubernaturas (Sinaloa y Puebla) las consiguió en coalición con la izquierda y, al menos en dos casos, con candidatos que renunciaron a sus partidos al ser marginados de la contienda (Baja California Sur y Sinaloa), es decir, en vísperas de la elección, por lo cual no pueden considerarse panistas.
Además, el saldo en el número absoluto de sufragios y los porcentajes de votación de las últimas elecciones, salvo en el caso de Michoacán, también es negativo, y hoy los panistas se encuentran ante la necesidad de revertir dicha tendencia si aspiran a alcanzar la Presidencia, justamente cuando para ello en nada contribuyen la intromisión presidencial y las pugnas internas.
Ni Calderón ni los grupos locales (que recurren a las peores prácticas del repertorio de fraudes electorales) piensan en el impacto que sus acciones pueden tener en la posibilidad de que su partido retenga la Presidencia; para ellos lo importante es asegurar una posición en la próxima legislatura, sin importar si ello implica un perjuicio para su partido y su candidata.
Y Josefina Vázquez Mota parece que ni siquiera se percató de la importancia de dicho proceso y piensa que ella sola puede conservar la tendencia alcista que muestran casi todas las encuestas de preferencia electoral. Todo indica que el enemigo lo tiene en casa y que sus propios correligionarios le harán más pesada la ya de por sí difícil tarea de posicionarse en el segundo lugar (como ellos aseguran que ya está) y luego remontar una todavía amplia diferencia con el puntero.
Y es que resulta tan importante tener una buena estrategia electoral y desarrollar una adecuada campaña, como conjuntar un buen grupo de candidatos y mantener la unidad del partido, pues tales factores permiten al abanderado presidencial sumar esfuerzos y votos. Y esto es exactamente lo que no sucede en el PAN, donde el calderonismo y los grupos locales (utilizando las prácticas fraudulentas que tanto condenaron los blanquiazules en el pasado) se apoderaron de las principales posiciones.
El resultado es una lluvia de impugnaciones y renuncias en al menos 14 de las 32 entidades, lo cual puede traducirse en una pérdida de apoyo para el blanquiazul y, por ende, para su candidata a la Presidencia de la República, que hoy parece una espectadora más en este proceso de selección interna.
En la lista nacional de candidatos al Senado, el grupo de Calderón se adjudicó ocho de las primeras 11 posiciones con mayores posibilidades de triunfo para el panismo. Y la captura de las candidaturas también se dio en las listas de aspirantes a diputados. Por ejemplo, en el caso de Nuevo León el CEN designó al controvertido alcalde regiomontano Fernando Larrazabal en el primer lugar de la lista de la tercera circunscripción y a Raúl Gracia (actual consejero de la Judicatura Estatal y otro de los líderes de la llamada “neocúpula”, acusada de manipular los padrones de militantes) para encabezar la fórmula, con lo cual les aseguraron una posición en la próxima legislatura.
Aunque en entidades donde se dieron procesos de selección interna abiertos a la militancia también se generaron fricciones, como en Chihuahua, donde Javier Corral documentó irregularidades, o en Coahuila, donde Jorge Zermeño denunció el rasurado del padrón y el uso de programas sociales.
La intromisión del presidente Felipe Calderón o la división de los panistas locales siempre ha sido fatal para el blanquiazul. Únicamente a manera de ejemplo se puede recordar que la intromisión presidencial fue uno de los factores determinantes para que el panismo perdiera, entre otras gubernaturas, la de Yucatán y San Luis Potosí; y que las divisiones de los grupos panistas impidieron el triunfo en Nuevo León y contribuyeron a la pérdida de Querétaro y Aguascalientes.
La intervención presidencial en la vida blanquiazul se dio desde el inicio de su gestión, al grado de adelantar la elección del presidente del Comité Ejecutivo Nacional para poder sacar a Manuel Espino y permitir el arribo de Germán Martínez, entonces muy allegado al presidente; tras su fracaso en las elecciones intermedias federales y estatales del 2009, donde el panismo únicamente ganó una de las seis gubernaturas en juego (Sonora), perdiendo Querétaro y San Luis Potosí, a Germán lo sucedió César Nava, igual o más cercano a Calderón que el propio Martínez, y finalmente llegó Gustavo Madero, quien, sin ser tan allegado al presidente como los otros dos, también es un instrumento del calderonismo.
Lo cierto es que en el transcurso del sexenio el panismo ha perdido cinco gubernaturas y obtenido cuatro, y aunque ganó en cantidad de población gobernada, eso se debió a que dos de las cuatro gubernaturas (Sinaloa y Puebla) las consiguió en coalición con la izquierda y, al menos en dos casos, con candidatos que renunciaron a sus partidos al ser marginados de la contienda (Baja California Sur y Sinaloa), es decir, en vísperas de la elección, por lo cual no pueden considerarse panistas.
Además, el saldo en el número absoluto de sufragios y los porcentajes de votación de las últimas elecciones, salvo en el caso de Michoacán, también es negativo, y hoy los panistas se encuentran ante la necesidad de revertir dicha tendencia si aspiran a alcanzar la Presidencia, justamente cuando para ello en nada contribuyen la intromisión presidencial y las pugnas internas.
Ni Calderón ni los grupos locales (que recurren a las peores prácticas del repertorio de fraudes electorales) piensan en el impacto que sus acciones pueden tener en la posibilidad de que su partido retenga la Presidencia; para ellos lo importante es asegurar una posición en la próxima legislatura, sin importar si ello implica un perjuicio para su partido y su candidata.
Y Josefina Vázquez Mota parece que ni siquiera se percató de la importancia de dicho proceso y piensa que ella sola puede conservar la tendencia alcista que muestran casi todas las encuestas de preferencia electoral. Todo indica que el enemigo lo tiene en casa y que sus propios correligionarios le harán más pesada la ya de por sí difícil tarea de posicionarse en el segundo lugar (como ellos aseguran que ya está) y luego remontar una todavía amplia diferencia con el puntero.
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