Alianza Social de Trabajadores de la Industria Mexicana

viernes, 24 de agosto de 2012

ASTILLERO- Economía Moral-

Astillero
Periodismo riesgoso
Toledo y La Jornada
Cacho, las amenazas
Autoprotección gremial
Julio Hernández López
Foto
ALEGATOS POSELECTORALES El perredista Pablo Gómez Álvarez, durante su intervención en la sesión de trabajo del IFE
Foto Luis Humberto González
 
     Carmen Lira y Carlos Payán fueron a Oaxaca el pasado lunes a decirle a Francisco Toledo lo mucho que la comunidad jornalera lo respeta y aprecia, y a inaugurar un oportuno taller de reflexión sobre periodismo (en el que ayer tocó a un tecleador astillado hablar sobre, gulp, columnismo político).
 
El pintor Toledo, junto con Rufino Tamayo, aportó en especie una parte esencial del precario equipaje financiero con que 28 años atrás arrancó el proyecto periodístico que permitió el nacimiento de La Jornada. Habiendo renunciado al Unomásuno, por diferencias con su directiva, los deseosos de dar forma a una utopía de periodismo crítico e independiente se toparon con el inevitable problema de la viabilidad financiera y económica, ante lo cual solicitaron y obtuvieron gran respaldo social.
 
Payán, que es el director fundador de La Jornada, y Lira, que es la actual directora general, recordaron junto a Toledo lo mucho que para bien de los intereses popular y nacional se ha podido defender y empujar desde las páginas de un diario que no juega a la falsa objetividad ni encubre su función social. También se pasó revista a las trampas y embestidas desde poderes contrariados por la defensa de las convicciones (http://bit.ly/SNQ6uR ).
 
Toledo, por ejemplo, ha sido una conciencia activa en defensa de Oaxaca, a tal grado que ha sido amenazado de muerte por presuntos narcotraficantes, además del encono que algunos empresarios y políticos locales le guardan por la protección del medio ambiente y el patrimonio cultural que ha sostenido. No ha de olvidarse, además, que en su momento auspició y mantuvo una comisión dedicada a atender los casos relacionados con la represión gubernamental a la APPO en 2006.
 
La Jornada, por su parte, ha debido sortear los ánimos encendidos de poderosos a quienes irrita toparse con un ejercicio periodístico de tanta peculiaridad que Noam Chomsky llegó a decir, al participar en los festejos del primer cuarto de siglo de vida del diario, que sus teorías habían encontrado como única excepción mundial la jornalera, por ser ésta una empresa periodística no sujeta al dominio de empresarios y grandes capitales.
 
Los riesgos a los que hoy se enfrenta el periodismo no solamente provienen de esa relación condicionante entre capital y libertad de expresión, entre publicidades que doblegan y periodismo que denuncia, sino de una expresión más cruda: la amenaza al profesional de la información y, con frecuencia, a su familia, o, en su siguiente fase, el secuestro, la tortura y el asesinato.
 
En todo el país hay casos concretos de amenazas o de cumplimiento irreversible de éstas. El más reciente de ellos ha afectado a una figura ampliamente conocida, Lydia Cacho, quien ha revelado a El País (empresa española irónicamente asociada en términos políticos a los mismos factores mexicanos que generan la violencia y la impunidad de la que da asombrada cuenta en sus páginas) que la procuradora federal de justicia, Marisela Morales, le recomendó dejar el país por un tiempo, ante amenazas de muerte a las que el Estado mexicano no puede oponerse eficazmente.
 
Cacho explicó que su anillo de seguridad en cuanto a comunicación personal había sido roto de manera peligrosamente sugerente, pues la habían amenazado a través del radio satelital utilizado por ella, a prueba de intervenciones salvo frente a equipos como los usados en México por la Marina y por altos mandos de cárteles del narcotráfico. Asumiendo que no se considera confrontada con la Marina, pero sí receptora de anteriores advertencias de capos, la periodista nacida en la ciudad de México, pero avecindada en Quintana Roo, decidió salir voluntariamente del país para mantenerse escondida, según señaló Salvador Camarena, el corresponsal de El País en México que la entrevistó por vía telefónica.
 
Desde ese autoexilio, la escritora de Los demonios del edén ha descrito la constante exposición de los periodistas, sobre todo los que no se desempeñan en la capital del país, al ritual macabro de los poderes criticados o desnudados: amenazar y luego cumplir. Aseguró que Regina Martínez, la corresponsal de Proceso en Veracruz, le platicó días antes de ser asesinada que había recibido formas de amenaza provenientes del gobierno estatal, las que se negaba a tomar con seriedad. Por desgracia, se multiplican los casos de periodistas de los estados que han confirmado terriblemente la autenticidad de esos ánimos de exterminio. Ella, Cacho, ha hecho bien en no quedarse a comprobar las puntuales amenazas por sus denuncias de pederastia consentida y practicada por hombres de poder económico y político (ha citado a Kamel Nacif, pero también al ahora nuevamente poderoso Emilio Gamboa Patrón, y fue apresada por órdenes del entonces gobernador de Puebla, Mario Marín, apreciado socio político del peñanietismo).
 
Justamente en ese contexto se ha organizado un encuentro nacional de periodistas para ser capacitados en autoprotección. Con el apoyo del Gobierno del Distrito Federal y de Freedom House, la Casa de los Derechos de Periodistas, que dirige Judith Calderón, ha organizado bajo la coordinación general de Rogelio Hernández López tres días de sesiones para informadores de todo el país que mediante conferencias, mesas redondas y coloquios buscarán allegarse conocimientos y experiencias que puedan replicar a colegas en sus zonas de trabajo y que coadyuven a enfrentar los riesgos de agravios y reducir la vulnerabilidad que padecen. El encuentro comenzó ayer y terminará mañana, todo en el salón de usos múltiples del edificio del GDF, a un costado de la Suprema Corte. Hoy, a las 14 horas, se ofrecerá la plática Los retos del periodismo en un clima de agresiones, con Antonio Helguera, Jorge Carrasco, José Reveles, Gerardo Sauri, Graciela Ramírez y el astillador. En http://bit.ly/Ow3WSW está el programa completo.
 
Por cierto, el Astillero de este jueves está disponible en http://bit.ly/NLQetU y sus encabezados son: Berrinches en radionovela, Obsesión contra Aristegui, Actores sin oficio y Negocios bajo chantaje. ¡Feliz fin de semana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Economía Moral
Fraude 2012
El IFE ha seguido el ejemplo de Fox: ¿y yo, por qué?
Julio Boltvinik
Foto
      El folleto Fraude 2012, escrito por un grupo de intelectuales y militantes, distribuido por los tres partidos de la izquierda y por Morena, comienza señalando que el fraude es viejo en nuestra historia. Procede a recordar que desde el 8 de febrero, cuando era sólo precandidato a la Presidencia, AMLO propuso al Consejo General del IFE las siguientes medidas para garantizar la equidad y la autenticidad del sufragio: 1) Formar una Comisión de Consejeros Electorales para profundizar en los criterios de evaluación de la equidad electoral; 2) monitorear los espacios noticiosos para mejorar el tratamiento equitativo a partidos políticos; 3) un programa para evitar la compra indebida de espacios de radio y televisión; 4) un programa contra la propaganda gubernamental disfrazada; 5) reforzar (sic) las acciones en contra de la compra y coacción del voto; 6) que la Unidad de Fiscalización de los Recursos de los Partidos Políticos (del IFE) implementara reglas para la contabilidad y registro de los bienes que se distribuyen como propaganda durante las precampañas y campañas, poniendo como ejemplo la tarjeta La Efectiva distribuida en el Edomex a cambio del voto en la última elección estatal; 7) que dicha unidad realizara auditorías para verificar el origen y destino de los recursos usados en el proselitismo y su veraz reporte al IFE; 8) adoptar medidas para que los programas sociales, tanto federales como estatales, no fueran utilizados con fines electorales; 9) solicitar a la SHCP un informe que permita verificar si el endeudamiento público de las entidades federativas cumple con lo previsto en la Constitución, esto es, que la deuda autorizada se destine a la ejecución de obras y no se haya desviado a la compra y coacción del voto. A estas propuestas, según describe el folleto, el Consejo General del IFE, de manera tardía (varios meses después), sólo se limitó a enunciar una serie de consideraciones generales. Ninguna de las solicitudes y recomendaciones razonables fue acogida ni menos aplicada.
 
Después de esta sección, elaborada por Héctor Díaz-Polanco, sigue la denominada El dinero de una elección comprada también elaborada por él. En ella se narra que: a) los representantes del Movimiento Progresista (MP) presentaron el 26 de abril una queja por violación de los gastos de campaña del candidato priísta solicitando medidas cautelares para hacer cesar la conducta denunciada. Las evidencias entregadas, se narra, fundamentaban la estimación de un gasto de campaña de 374.9 millones de pesos tan sólo en anuncios en bardas y espectaculares, casi 10 veces más que lo permitido. Ya para el 2 de junio las evidencias mostradas por el MP ascendían a 719.5 millones, y para el periodo del 3 al 27 de junio habría sido de 1,173.5 millones de pesos. La cifra acumulada, pues, al 27 de junio, sólo en propaganda y actos de campaña cuantificables habría ascendido a 1,893 millones de pesos en este tipo de gastos: casi 5 veces el tope autorizado de gastos de campaña. El folleto señala: ¿Y la autoridad electoral? nada relevante se hizo al respecto. Al agregar otros gastos de campaña (compra encubierta en medios de comunicación, pago de supuestas encuestas, compra de tarjetas para la compra de votos), el folleto narra que la coalición de izquierda calculó un total 4,600 millones de pesos gastados por el PRI en la campaña y añade que esto refleja sólo los montos acreditados, que debe haber varios miles de millones de pesos más de gastos.
 
El folleto narra que hubo una reunión de Peña Nieto con los 16 gobernadores del PRI el 12 de junio en la casa oficial del gobernador del Estado de México en la cual se habrían asignado cuotas de voto por mandatario. A partir de aquí y hasta antes de las últimas páginas en las que se vuelve a la visión global de las elecciones (una parte de la cual abordé en la entrega anterior) se hace un análisis por Entidad Federativa. En cada caso, narrado por diferentes intelectuales (Paco Ignacio Taibo II, Pedro Miguel, Jesús Ramírez Cuevas, etc.) se abordan diferentes cuestiones. Por ejemplo, en Puebla se habla de recolección de credenciales en municipios específicos a cambio de materiales de construcción o tarjetas. En otros casos, como Santiago Miahuatlán o San Pedro Cholula, el cinismo fue absoluto: los votos se compraron a pie de urna. Añade Paco Ignacio Taibo II que miles de fotos, videos y testimonios avalan la denuncia. Preguntael autor ¿cuánto vale la miseria? (cuando en realidad la pregunta debería ahber sido en cuánto está dispuesto a vender su voto alguien que vive en la miseria) y contesta que puede valer una tarjeta telefónica, un machete, 300 pesos, mil quinientos, cien pesos, quinientos, unas cubetas. Añade: si los vendedores son rejegos, el precio aumentará, y también que si no valen las ofertas valdrán las amenazas. Calcula que en el estado de Puebla el PRI aumentó sus votos en 156 mil con compra y coacción.
 
En Chiapas, según cuenta Jesús Ramírez Cuevas, hubo municipios (como Mitontic) en los que los caciques del PRI compraron los votos de todos, incluidos los representantes de los otros partidos y se rellenaron las urnas como quisieron. En otros casos, se narra, como San Juan Chamula, Zinacantán o Teopisca, grupos del PRI obligaron por la fuerza a votar a los indígenas. En el estado hubo una muy alta tasa de participación electoral y Peña Nieto ganó con mucha amplitud. El folleto explica por qué se usaron tarjetas electrónicas y no efectivo y contesta que ello fue así para poder condicionar el pago a que ganara el PRI. (Véase gráfica con datos del Edomex y de Chiapas, para secciones urbanas y no urbanas).
 
Elena Poniatowska narra que a dos mujeres de Naucalpan las llevaron en camión a Toluca y les dieron 2 mil 500 pesos a cada una para votar por Peña Nieto. También narra el caso que podríamos llamar del vendevoto descreído: “Mira, yo recibí mi dinero, hice mi despensa y ya ni fui a votar porque total, de todos modos ni respetan mi voto. Añade que en ciudad Obregón una troca del PRI repartía pollos rostizados y una priísta anunciaba: Un pollito por tu voto. Termina este relato doña Elena: en el CECATI de Matehuala (SLP) los priístas traían la lista nominal del IFE y daban 500 pesos por voto días antes de la elección.
 
San Juana Martínez cuenta que Teresa Hernández del Castillo, voluntaria de Morena, observó que en la sección 1211 en Nuevo León la presidenta tenía copias de credenciales de elector y boletas en blanco listas para cruzar e introducir en las urnas. Me queda claro que hubo fraude dice mostrando los videos que comprueban las anomalías: Manipularon los votos. Solicité la presencia de la Fepade, y cuando llegaron cuál fue mi sorpresa: que querían romper las pruebas del fraude. No lo permití. Estuve como siete horas y vino un notario a levantar un acta. Fue terrible. Los de la casilla me querían linchar, pero no me dejé.

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