Paradojas
de España: Derecha en las urnas, indignados en las calles
Jenaro Villamil
Jenaro Villamil
MÉXICO, D.F., 24 de mayo (apro).- La histórica
derrota electoral del gobernante PSOE y el ascenso del PP en los comicios
municipales y autonómicos ya era una tendencia dominante en las encuestas
españolas, antes del surgimiento de las movilizaciones convocadas por la
plataforma Democracia Real Ya, los colectivos de Anonimous y decenas de
organizaciones articuladas al margen de los partidos y de los medios masivos de
comunicación, a través de redes sociales señaladamente de izquierda o en contra
del bipartidismo.
Una extraña paradoja se construye entre el mundo de
la “democracia formal” y la “democraica real” española. Las urnas reflejaron el
rechazo al partido gobernante y un repunte de su adversario histórico, el
Partido Popular, de Mariano Rajoy, mientras que las movilizaciones y las redes
sociales, que han inspirado la Spanish Revolution, apuntan a
una dirección claramente opuesta.
Por ahora, el ganador es Mariano Rajoy. Él y sus
aliados mediáticos, especialmente comentaristas de la televisión privada,
promueven ya la convocatoria a unas elecciones nacionales anticipadas, porque
"no se puede perder un año más" y porque el gobierno de Rodríguez
Zapatero “no está en condiciones” de continuar la administración federal.
No fue poco lo que perdió el Partido Socialista
Obrero Español al disminuir en más de 10 puntos su votación, en relación con
los comicios de 2007. El PP le arrebató a los socialistas los gobiernos de
Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura, Islas Baleares y Cantabria, y refrendó
su victoria en Madrid, la capital que se ha convertido en el epicentro de una
movilización ciudadana que ha sorprendido a todo el mundo.
A pesar de su victoria, el PP no tiene una mayoría
cómoda. Obtuvo 8 millones 400 mil votos, 37.57% del total, diez puntos arriba
del PSOE. La lejana tercera fuerza Izquierda Unida tuvo un ascenso importante
en aquellas autonomías donde se fracturó el bipartidismo, especialmente en Extremadura,
pero está muy distante de disputarle a las dos organizaciones dominantes su
control. Obtuvo 6.31% de los votos.
La tendencia dominante en otras autonomías fue el
corrimiento hacia la derecha en las urnas. En general, según un análisis de
Pere Rusiñol, las derechas pasaron de 43.1 a 47.7% de los votos, en general,
mientras las izquierdas disminuyeron de 45.2 a 39.7%. El mayor vuelco fue en
Canarias, donde las izquierdas retrocedieron 11.9 puntos; en Aragón, con 9.9%
de caída, y en La Rioja, con 9.48% menos.
En Cataluña, las dos formaciones de centro-derecha
(Convergencia y Unión) y el PP es probable que formen un gobierno. La izquierda
de Ezquerra Republicana tuvo una brutal caída en Cataluña, que generó la
renuncia de la cúpula dirigente.
El índice de participación electoral fue del orden
de 66.2%. El voto nulo y la abstención llega a 1 millón de votos, que
representa casi 5% del total, lo que implica un ligero incremento con relación
a las elecciones del 2007.
Las primeras palabras del presidente José Luis
Rodríguez Zapatero reflejan un crudo diagnóstico. En su mensaje nocturno achacó
la responsabilidad a la crisis económica, que ha provocado el desempleo de 23%
de la población económicamente activa y un durísimo plan de ajuste que ha
disminuido los apoyos presupuestales en seguridad social, educación y salud.
"Entiendo que estos resultados tienen una
clarísima relación con la crisis económica que vivimos desde hace tres años,
con la desaparición de dos millones de puestos de trabajos", afirmó
Rodríguez Zapatero.
"Es una crisis que tiene muchos efectos en el
estado de ánimo de los trabajadores, que hoy han expresado su malestar. Por
ello era de esperar que el PSOE recibiera un castigo en las urnas",
justificó el presidente español, quien abandonará el poder en 2012, si es que
la derecha partidista no consigue adelantar los comicios generales.
La otra crisis: "No somos mercancías de
partidos y banqueros"
Sin embargo, el avance del PP y de otros partidos
locales de centro derecha no responde aún a la principal crisis que se ha
detonado a raíz de las multitudinarias movilizaciones y al plantón en Plaza del
Sol.
El movimiento de los indignados no es sólo contra
el gobernante PSOE, sino contra el bipartidismo dominante y la mercantilización
electoral. Sin tener un signo partidista claro, el movimiento de los indignados
es una clara proclama contra el sistema dominante.
Fabio Gándara, un joven abogado de 26 años que
arrancó en Facebook y en otros blogs la plataforma Democracia Real Ya, junto
con dos amigos desempleados, sintetizó así en declaraciones a El País la
principal crítica que comparten cientos de organizaciones civiles:
"Son dos los principales culpables: los
políticos, nuestros supuestos representantes, que actúan en connivencia con los
grandes poderes económicos, y los poderes económicos, que mediatizan a los
grandes partidos, imponen un marco de desregulación y especulan con los bonos
de los países".
De este diagnóstico viene uno de los lemas más
exitosos de la plataforma Democracia Real Ya: "No somos mercancías en
manos de políticos y banqueros".
Nuevos medios: la gente es el mensaje
En paralelo con la crisis y teniendo como
precedente las revueltas en los países árabes, en España se está consolidando
una tendencia de la nueva era digital de las comunicaciones horizontales y de
las audiencias convergentes.
A diferencia del axioma de Marshall McLuhan
–"el medio es el mensaje"–, en España se está demostrando que no son
los medios sino las audiencias las que están modificando los mensajes, a los
medios mismos y a las movilizaciones.
El guionista de televisión Guillermo Zapata lo
explicó así en su artículo "Siete palabras-claves desde la Puerta del
Sol", publicado en La Jornada este domingo:
"La comunicación es la forma de organización
política. La gente se convierte en medio de comunicación. Las redes sociales no
son tanto el medio, como el territorio expresivo y organizativo. El sentido
común se teje en forma de flujo y de mente. De la lógica de la confianza compartida
de Facebook se pasa a la lógica de la vivencia directa de Twitter".
Esta es la auténtica novedad y la revolución
española que se está gestando en Plaza del Sol y en decenas de ciudades
españolas. Es la revolución de los indignados que abandonan la invisibilización
a la que estaban condenados en los grandes medios y en la mercadotecnia
electoral, que los reducen a datos estadísticos o a vacías promesas de empleo
o, peor aún, que los simplifican como ninis, al igual
que en México.
Al hacerse visibles y poderosamente efectivos para
mantener durante más de una semana un plantón multitudinario, los indignados
crean sus propias plataformas y medios: decenas de blogs y una web general que
transmite en vivo y en directo las deliberaciones que continuarán una semana
más, al menos en Plaza del Sol.
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