...Y el EZLN, a la expectativa
Isaín Mandujano
Isaín Mandujano
TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIS.- El
sábado 7 a mediodía, en el marco de la Marcha Nacional por la Paz con Justicia
y Dignidad convocada por el escritor Javier Sicilia y que se realizó en decenas
de ciudades del país y aun del extranjero, reapareció el Ejército Zapatista de
Liberación Nacional (EZLN).
Ante 25 mil indígenas que
llegaron desde los cinco caracoles zapatistas, el comandante David expresó:
“Hoy estamos aquí miles de hombres, mujeres, niños y ancianos del Ejército
Zapatista de Liberación Nacional para decir nuestra pequeña palabra. Hoy
estamos aquí porque personas de corazón noble y dignidad firme nos han
convocado a manifestarnos para parar la guerra que ha llenado de tristeza,
dolor e indignación los suelos de México”.
El indígena tzotzil habló
en perfecto castellano: “Nos hemos sentido llamados por el clamor de justicia
de madres y padres de niños y niñas que han sido asesinados por bala y por la
altanería y torpeza de los malos gobiernos. Porque nos sentimos llamados por la
digna rabia de las madres y padres de los jóvenes asesinados por bandas
criminales y por el cinismo gubernamental…”
Durante más de un lustro no
se supo nada del grupo, desde que sus huestes se replegaron en las comunidades
zapatistas de la Selva Lacandona. Llegó a especularse incluso que el
subcomandante Marcos había sido relevado del cargo; que había sido ejecutado;
que estaba fuera del país. Sin embargo, el 25 de enero pasado, el líder político-militar
reapareció para expresar sus condolencias por la muerte del obispo emérito
Samuel Ruiz García.
Y pronto volvió a
reposicionarse en los medios. Semanas después envió una carta al escritor Luis
Villoro y otra más en la que convocó a la bases de apoyo del EZLN para que
salieran de la Selva Lacandona y de Las Cañadas y se concentraran en San
Cristóbal de Las Casas para solidarizarse con el movimiento encabezado por
Javier Sicilia.
Los zapatistas marcharon
hasta la Plaza de la Paz, también llamada de la Resistencia, frente a la
Catedral. Ahí se concentraron los indígenas provenientes de los cinco
caracoles. Vestidos con sus coloridos trajes típicos manifestaron en sus
lenguas originarias la consigna: “Estamos hasta la madre por la guerra de Calderón”.
Con su convocatoria, la
dirigencia del EZLN se proponía movilizar por lo menos a 5 mil indígenas por
cada uno de los cinco caracoles zapatistas y lo cumplió. Había de todo:
veteranos que participaron en el levantamiento armado de 1994, adolescentes que
vivieron ese episodio cuando eran pequeños, niños que nacieron años después.
En su alocución, el
comandante David dijo también que la guerra de Calderón afecta por igual a
todos los sectores, aun a los inocentes: “Los malos gobiernos, todos, el
federal, los estatales y municipales, han convertido las calles en zonas de
guerra sin que quienes las caminan y trabajan estuvieran de acuerdo y vieran la
forma de resguardarse”.
Y agregó: “Los malos
gobiernos han convertido en zonas de guerra las escuelas y universidades
públicas y privadas, y los niños y los jóvenes no entran a clases sino a
emboscadas de uno y otro bando y que los lugares de reunión y diversión son
ahora objetivos militares”.
Vigor zapatista
Es la primera vez que las
comunidades zapatistas se desbordan. No lo hicieron el 20 de mayo de 1992,
cuando 5 mil zapatistas se juntaron para decir si declaraban la guerra al
gobierno federal; tampoco el 12 de octubre de 1992, durante la marcha alusiva a
los 500 años de resistencia indígena, en la que participaron 10 mil indígenas;
menos aún en las movilizaciones posteriores al levantamiento armado de 1994.
Pero el sábado 17 todo
cambió. Gustavo Esteva, asesor del EZLN durante los diálogos de San Andrés, se
mostró impresionado por la movilización indígena: “Es la movilización más
grande en toda la historia del EZLN. Vinieron 5 mil personas por cada uno de
los cinco caracoles. Estamos hablando de unas 25 mil personas. Esta
movilización es también la más importante presencia indígena de la historia de
la San Cristóbal de Las Casas”, asegura Esteva, autor de innumerables libros
sobre movimientos sociales.
Para él, esa movilización
es una muestra de que a pesar de la agresión permanente y del aislamiento
mediático, el EZLN está vivo; una segunda lectura, dice, es la importancia que
el grupo le está dando a la Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad.
E insiste: el EZLN está manifestando que “en México se vive realmente un
momento muy grave; un momento de peligro. Por eso, el salir de la selva tuvo un
gran significado.
Hace dos semanas, el
general Salvador Cienfuegos Zepeda, comandante de la VII Región Militar,
anunció una movilización de tropas en la frontera sur para combatir al crimen
organizado. Dijo que uno de los batallones se instaló en Rancho Nuevo, mientras
que otro se desplazaría al municipio de Chicomuselo. Cada uno con 600 soldados.
Y aun cuando las tropas han
disminuido de manera notoria con respecto a la década de los noventa, cuando
había 40 mil soldados en territorio chiapaneco –hoy no rebasan los 14 mil–,
Esteva considera que, con las maniobras recientes, la Secretaría de la Defensa
Nacional (Sedena) pretende controlar la frontera con Guatemala y, por ende el
territorio del EZLN, que sigue vigente en su lucha.
El exasesor asegura que la
mitad de los habitantes de las comunidades indígenas tienen menos de 20 años;
crecieron en la resistencia. Ellos son los nuevos hombres y mujeres del
zapatismo. Son los mismos que acudieron al llamado del EZLN el sábado 7; es una
muestra de que el grupo “puso todo lo que es y ha hecho al servicio de una
movilización nacional que no organizó”.
Con esta movilización,
insiste, el movimiento zapatista no se renueva; se renueva el movimiento de la
sociedad civil nacional. Y es precisamente en este contexto que resurge el EZLN
para exponer de nueva cuenta que ellos no quieren ser guías ni asumir el
liderazgo, sino simplemente decir que en esta ocasión salieron para ratificar
que quieren ser acompañantes de la sociedad civil.
Gaspar Morquecho Escamilla,
quien también estuvo la tarde del sábado 7 en la plaza, considera que en toda
la historia del movimiento social y campesino ninguna organización había
movilizado tantas personas con sus propios recursos como lo hicieron los
zapatistas ese histórico día. Fue también, dice, que el EZLN sale para sumarse
a otro movimiento que no es el suyo.
Según él, los comandantes
Tacho y David, el orador principal, son quienes juegan un papel político;
incluso aventura que la ausencia del subcomandante Marcos y del teniente
coronel Moisés, a quienes se identifica como parte de los mandos militares se
debe a que el EZLN “sigue apuntando hacia la paz, no hacia la guerra”.
Morquecho asegura que aun
cuando muchos historiadores e investigadores hablaban con desdén del EZLN
–muchos de los libros y publicaciones referentes al zapatismo dejaron de
publicarse desde mediados de la década pasada, dice–, la irrupción de las
comunidades zapatistas, los desmienten.
Gustavo Castro, de la
organización civil Otros Mundos, cuya sede está en esa ciudad colonial, afirma
que, aun cuando él nunca considera que el EZLN se hubiera apagado, le
sorprendió gratamente la capacidad de convocatoria del movimiento convocado por
el colaborador de Proceso Javier Sicilia. Para él lo importante es definir qué
sigue: si el EZLN espera a que se defina el rumbo del movimiento convocado por
Sicilia o sigue con su propia lucha.
Morquecho sostiene que el
EZLN debe definir su papel rumbo al 2012, pues el proyecto que apunta por ahora
con mucha fuerza hacia la Presidencia de la República es el de Carlos Salinas
de Gortari, con Enrique Peña Nieto como punta de lanza: “No olvidemos que el
EZLN le debe una factura a Salinas de Gortari, pues le desmoronó el falso
argumento de un México de primer mundo con el TLC y si éste se empodera en el 2012
el escenario no podría ser bueno para el grupo armado”, dice.
Castro, por su parte,
argumenta que en 2006 la postura del EZLN fue criticada porque no ayudó en
mucho a la izquierda electorera que veía esa forma de alcanzar el poder, pero
con las críticas y acciones de la Otra Campaña, encabezada por el subcomandante
Marcos, mermaron el poder del lopezobradorismo.
Andrés Manuel López
Obrador, quien estuvo en Chiapas el jueves 5, dos días antes del desbordamiento
de las comunidades zapatistas, declaró que el papel que jugó el EZLN en 2006
fue un error y comentó que espera que eso no vuelva a repetirse en 2012; aunque
admitió que él respetará “la decisión que ellos tomen”. Ojalá vean hacia
delante, comentó el tabasqueño. l
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